En
la segunda generación, Ismael
(Dios oye), hijo de Agar, la sierva egipcia de Sara, se casó con una
egipcia. Fue desechado por Dios.
Isaac
(risa) hijo de Sara, una mujer estéril
sanada por Dios, recibe la bendición de su padre Abraham y toda su herencia, se
casó con una mujer de su parentela: Rebeca.
Descubrió
los 4 pozos que su padre había cavado pero los filisteos habías cegado:
El
primero Esek, el segundo Sitna, el tercero Rehoboth y el cuarto Beerseba.
En
la tercera generación, Esaú
(velludo) hermano gemelo y mayor que Jacob, fue desechado por Dios; vendió su
primogenitura por un plato de lentejas color rojo y su nombre cambió a Edom
(rojo). Se casó con 2 mujeres cananeas y al ver que su hermano se casó con una
de su parentela quiso agradar a sus padres y tomó una tercera mujer
descendiente de Ismael su tío.
Jacob
(suplantador), hijo de Isaac y de
Rebeca, una mujer estéril sanada por Dios, tuvo 4 mujeres: primero Lea, segunda
Bilha, tercera Zilpa y cuarta Raquel, la que amaba.
Luchó
por la primogenitura cuatro veces: primero en el vientre de su madre, segundo lo
compró a su hermano, tercero suplantó a su hermano para que lo bendijera su
padre y cuarto luchó con Dios que se le apareció como un varón en Peniel y
allí le cambió de nombre por Israel (soldado de Dios o el que
lucha con Dios).
Tuvo
12 hijos: Rubén, el mayor, que se acostó con la concubina de su padre y perdió
así su primogenitura. Simeón, el segundo y Leví, el tercero, mataron a los de
Siquem en venganza por la deshonra de su hermana Dina y así
perdieron su primogenitura. Judá, el cuarto obtuvo la bendición de la
primogenitura y el cetro del reino.
Luego
siguen en orden de nacimiento: Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, Dina,
José y Benjamín. De los cuales salieron las 12 tribus de Israel
En
la cuarta generación, José,
hijo de Jacob y de Raquel, una mujer estéril sanada por Dios, sus hermanos lo
vendieron como esclavo por 20 piezas de plata pero él llegó a ser gobernante
de toda la tierra de Egipto y le dio a sus hermanos lo mejor de la tierra de
Egipto. Después se levantó un Faraón que no conocía a José y esclavizó a
los Israelitas por 400 años.
En
la séptima generación, Moisés
(sacado de las aguas) fue salvado de la muerte por sus padres ya que Faraón había
ordenado la muerte de los niños, pero al no poder seguir ocultándolo, lo
dejaron en una pequeña arca de juncos en el río Nilo. Fue salvado por segunda
vez de la muerte y fue adoptado por la hija de Faraón.
A
los 40 años quiso ayudar a su pueblo, pero ellos lo rechazaron y huyó al
desierto, donde se casó con Séfora, una mujer madianita y vivió 40 años
criando ovejas.
Cuando
volvía para Egipto, en el camino Dios lo quiso matar por no haber circuncidado
a su hijo Gerson (expulsión). Su mujer lo salvó de la muerte circuncidando al
niño con un filudo pedernal y echando el prepucio a los pies de Moisés, y por
eso le llamó “esposo de sangre”.
Dios hizo caer 10 plagas a los egipcios:
el agua convertida en sangre, las ranas, piojos, moscas, muerte del ganado, úlceras,
granizo, langostas, tinieblas y muerte de los primogénitos.
Los
descendientes de Israel comieron el cordero de la Pascua conforme lo revelado
por Dios a Moisés y salieron de Egipto con gran riqueza. Cruzaron el mar Rojo
en seco por la noche alumbrados por el fuego de Dios y una nube los ocultaba de
los ejércitos de Faraón. Los carros de Faraón y su gente de a caballo
perecieron sumergidos en el agua.
De
allí pasaron el desierto, fueron probados en las aguas amargas de Meriba y
llegaron al monte Sinaí que es Horeb. En ese lugar se les manifestó Dios a
todo el pueblo e hizo con ellos otro pacto.
Ex. 7 – 14.
La
nación de Israel, que es la descendencia de Abraham viene a ser lo seco, La
Tierra; las demás naciones vienen a ser las muchas aguas, los Mares. “Las
muchas aguas no podrán apagar el amor”.
El
pueblo de Israel es la primera nación que Dios tomó para su nombre, separándolos
por medio de la señal de la circuncisión, por eso se manifestó a ellos y a
través de ellos a todo el mundo. Rom. 9: 4,5, Ellos son los primeros
panes de primicias para Dios.