dones de revelación:

Son los dones mediante los cuales Dios comparte con nosotros su mente, así se cumple que “tenemos la mente de Cristo” (1Cor. 2:6-16).

El Espíritu Santo nos revela cosas que sería imposible conocer de una manera natural.

Así como adquirimos conocimientos a través de nuestros sentidos, de la misma manera el Señor nos revela por medio percepciones similares a los sentidos, pero directamente a nuestro espíritu.

Si es por la vista es visión, si es por el oído es palabra (los profetas decían “Vino a mi Palabra del Señor diciendo”) también se perciben sensaciones por el tacto y olores.

Hay revelaciones en sueños, ya que nuestro espíritu no duerme.                                                      

 Palabra de ciencia.- Es el don mediante el cual se recibe el conocimiento de un  hecho que ha sucedido, que esta sucediendo, que sucederá o que puede suceder en el futuro.

Este es el don característico de los profetas del Antiguo Testamento y lo es también de los profetas del Nuevo Testamento.

Así es el caso del profeta Samuel, que tubo muy marcado este don (1Sam. 3:19-21 “Jehová se manifestó a Samuel...por Palabra de Jehová”).

Mediante este don Jesús pudo ver a Natanael debajo de la higuera antes que Felipe llegara a buscarlo (Jn. 1:45-48).

Eliseo vio a su siervo que fue a pedirle cosas a Naamán (2Rey. 5:25-26). Pedro supo que Ananías se había puesto de acuerdo para mentirle sobre el precio de venta de su propiedad. (Hech. 5:6-9).

Ágabo predijo que vendría un tiempo de hambre (Hech. 11:28). También Jesús pudo saber lo que había pasado en al vida de la mujer samaritana.(Jn. 4:17-18).

Dios revela las cosas que son necesarias para el cumplimiento de sus propósitos, no para satisfacer la curiosidad de alguno, ni para jactancia.                                                       

Palabra de Sabiduría.- Este don es semejante al de Palabra de Ciencia, pero mientras que con el don de Palabra de Ciencia sabemos lo que Dios sabe, mediante la Palabra  de Sabiduría entendemos las cosas y hablamos como Dios mismo haría.

Cuando el Señor comisionó a los doce, les instruyó advirtiéndoles que no piensen lo que van a responder, que crean que le Espíritu Santo les daría las respuestas (Mat. 10:19-20).Así es como se permite que fluya el don, no pensando sino pidiendo al Señor las palabras.

El don de Palabra de Sabiduría es la que sirve para la interpretación de sueños y visiones, para entender parábolas, para inventar enigmas y para dar respuestas contundentes.

José interpretó el sueño del Faraón (Gen. 41:16).

Daniel interpretó el dueño de Nabucodonosor (Dn. 2:30).

Jesús respondió e hizo callar a sus adversarios (Mt. 22:15-46).

Este es el mayor de todos los dones, con este don podemos tomar el dominio de una nación entera o de varias naciones.                                                      

 Discernimiento de Espíritus.- Mediante este don el Espíritu Santo nos revela la  presencia y pretensiones del enemigo, así mismo de los ángeles, es una especie de radar o detector.

Algunos lo confunden con la Palabra de Ciencia porque ambos son de revelación. Por la Palabra de Ciencia se puede saber lo que hay en el corazón de una persona, en cambio el discernimiento de espíritus esta limitado al ámbito de los espíritus; podemos ver, oír o sentir la presencia de un espíritu maligno, todo espíritu malo que logramos detectar es un enemigo vencido, Dios lo ha entregado en nuestras manos, tenemos autoridad sobre él.

Todo creyente debe procurar este don para no estar peleando a ciegas.

¿Cómo se reciben los dones del Espíritu Santo?

La puerta de entrada para las manifestaciones del Espíritu Santo es el Bautismo en el Espíritu Santo y siempre ocurren cuando estamos llenos del Espíritu Santo (Hech. 1:8).

Por lo general el primer don que se manifiesta es el hablar en lenguas desconocidas. Si usted vuelve hablar en leguas por segunda vez quiere decir que ay tiene el don, utilícelo con frecuencia en sus oraciones. Pida en oración la interpretación. Procure profetizar. Ore por los enfermos imponiéndoles las manos.

Diga la palabra que se necesita para que se produzca el milagro. Crea que el Señor le dará la salida la salida en cualquier circunstancia y le dará la Palabra de Sabiduría para responder para responder. Cuando vea una visión o sueño con características muy especiales cuéntelo a cualquiera de su confianza.

Manténgase siempre lleno del Espíritu Santo.