1. dones_de_exclamacion:

 

También llamados dones de inspiración o dones orales. Consiste en hablar por el impulso del Espíritu Santo.  Expresar con palabras lo que se siente interiormente.

En el antiguo testamento a esto se le conoce como “profetizar” (Núm. 11:25-26; 10:5- 10; 19:20-24; Joel 2:28)    

Géneros de lenguas.- Hablar en lenguas es hablar un idioma no aprendido naturalmente, totalmente desconocido al que lo habla, diferente de su idioma materno, solamente dejándose guiar por el Espíritu Santo.

 

Este don es el más común de todos y es el primer don que se manifiesta cuando uno recibe el bautismo en el Espíritu Santo

 

Mediante este don uno puede hablar infinitas clases de lenguas, aunque a veces solo viene un tartamudeo. (Isa. 28:11-12).

 

Hay lenguas humanas y lenguas de ángeles (1Cor. 13:1) Si estamos hablando en un idioma humano puede venir un extranjero que conozca el idioma y entenderá el mensaje, como ocurrió en Jerusalén al principio, pero si es un idioma de ángeles nadie puede entenderlo. En ese caso, solo el Espíritu Santo puede dar la interpretación, no trate de entenderlo, pida en oración que Dios le dé la interpretación.

Cuando uno habla en lenguas por primera vez es conveniente levantar la voz y hablar abundantemente, para tomar confianza y soltura para hablar.

El Espíritu le da los impulsos pero usted es el que tiene que hablar (Hechos 2:24).

Cuando usted ya habla en lenguas con frecuencia y con facilidad entonces puede bajar la voz cuando esta orando delante de otras personas, tratando de no interrumpir las oraciones de ellos, o alterar el orden (1Cor. 14:28).

 

Es posible que todos hablen lenguas a la vez, pero cuando hay incrédulos o gente que no conoce esta experiencia, no es bueno que lo hagan. (1Cor.14:22).

Hable muchas lenguas en su oración personal así como lo hacía Pablo. (1Cor. 14:18).

Cuando Usted hable en lenguas, su espíritu ora, también puede cantar en lenguas y hasta gemir en el Espíritu, intercediendo en la perfecta voluntad de Dios. (Rom. 8:28-27).

 

 

2.   Interpretación de lenguas.- Es el don mediante el cual el Espíritu Santo da la interpretación de un mensaje en lenguaje extraña.

No es un don para entender las lenguas, a veces a algunos les parece entender algunas palabras que coinciden con su idioma. Eso no es no es interpretar por el Espíritu.

 

Este don consiste en que uno siente el impulso de decir un mensaje cuando alguien esta hablando en lenguas, sin escuchar con atención lo que dice, no traduce palabra por palabra, porque una sola palabra en lenguas puede tener varias palabras en la interpretación y muchas palabras en lenguas pueden tener una sola palabra en su interpretación.

Si uno interpreta lo que estaba hablando en lenguas él mismo, eso equivale a profecía.(1Cor. 14:5).

 

 

3.      Profecía.- Es hablar por el impulso del Espíritu Santo palabras, oraciones, frases o  mensajes, en el idioma conocido por los presentes, en nuestro caso es el idioma castellano, en otros lugares será el inglés, el quechua, etc.

No se debe confundir este don con el ministerio de profetas que es algo muy diferente según veremos más adelante.

 

El que profetiza si habla a los hombres y lo hace con tres propósitos: Edificación, exhortación y consolación.(1Cor. 14:3).Es decir para fortalecer la fe del creyente, para confirmarle cosas que ya sabía, para recordarles sus deberes o las promesas de Dios para su vida.

 

Es el Espíritu Santo hablando a través de su instrumento humano y como el hombre siempre esta rodeado de debilidad es necesario juzgar las profecías.(1Cor. 14:29).

 

No se debe menospreciar las profecías pero tampoco se puede aceptar todo a ciegas, hay que “examinarlo todo y retener lo bueno”.(1Tes. 5:20-21).

 

El don de profecía no es para guiar a la iglesia, el gobierno o la conducción de la iglesia es mediante los ministerios, no se puede alterar el orden de Dios.

 

El don de profecía tampoco es para guiar al creyente en su vida personal, porque esto es la tarea del Espíritu Santo en el  interior de cada hijo suyo.(Juan 16:13).

Tenga cuidado, porque algunos tratarán de manipular a los demás usando supuestas profecías.

El don de profecía no tiene que decirle todo lo que tiene que hacer, comer, salir, qué color de pintura usar, o con quien te casaras, o que día  o a que hora harás esto aquello, por tanto no se debe presionar al que tiene el don de profecía preguntándole en voz alta sobre estas cosas, sino pedir que el Espíritu Santo nos guié desde nuestro interior.

 

Mediante la profecía Dios le hablará de los asuntos que él crea conveniente y en el momento que él quiera.

 

No debemos convertir a la profecía en un horóscopo o en un agüero. La profecía bien administrada es de gran utilidad en la iglesia pero sino se usa bien pude ser destructiva.

 

Hay que procurar profetizar (1Cor. 14.39) pero todo se debe hacer en orden.

 

El que profetiza debe sujetarse al que dirige la reunión, de lo contrario puede caer en la soberbia. (1Cor.14:32).

 

Si Usted está profetizando y lo interrumpen, no se altere, deje que Dios luche por usted. Si no creen el mensaje no se preocupe ni se contagie de la duda. Solo de el mensaje, si es de Dios los que son del Señor lo recibirán. No trate de obligarlos a creer.

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