Nace en Madrid en 1.898 donde estudia el bachillerato y Filosofía y Letras, aprendiendo a tocar el violín como mera distracción.

        Al ser preguntado, en una entrevista, de porqué se dedicó a la música, él responde con cierta ironía "quizás porque los Reyes Magos me pusieron una vez un violín de juguete".

        Se consideraba un discípulo espiritual de Debussy, por quien sintió una admiración sin límites, y precisamente pensando en su música escribió "Los Heraldos", tras piezas para piano que constituyen su segunda obra; posteriormente la orquestó siendo estrenada por el maestro Lassalle; tuvo un gran éxito y recorrió España y América.

        Posteriormente estrenaría, dirigiendo él mismo la Orquesta del Palacio Nacional de la Música, "Tres Marchas Burlescas" y "La Tragedia de Doña Ajada", serie de estampas musicales que comentaba unos poemas de Manuel Abril y unas proyecciones de Linterna Mágica de Almada Negreiros, premonitorio de su futura dedicación a componer para T.V.; esta obra desató una batalla entre partidarios y detractores, entre estas últimos destaca José Forns, crítico que le dedica un artículo en "El Heraldo", sería defendido a su vez por Juan de Brezo, crítico de "La Voz"; también atrajo la atención de Joaquín Turina, quien le dedicó un artículo en "El Debate" en el año 31, en el que opinaba sobre la música mecánica.

        En la misma fecha escribe "Corrida de Feria", ballet a la española a petición de la bailarina Argentina, que ella nunca bailaría, cuyo libreto escribió un primo suyo poeta Mauricio Bacarisse. Se estrenaría en 1.938 en el Liceo de Barcelona. De esta obra extrajo una Suite de concierto que en 1.930 estrenaría Pablo Sorozabal. Como él, recuerda con la gracia que le caracteriza, "esta vez mi obra no provocó ningún escándalo, quizá porque ahora había hecho música a la española"

"Junta Nacional de la Música y Teatros Líricos" que encomienda a todos los interesados en la música, composición, dirección, crítica, tanto jóvenes como consagrados, que se ocupen de su organización, entre ellos estaría como tesorero Bacarisse, siendo el presidente Oscar Esplá y el secretario Adolfo Salazar ilustre crítico de "El Sol" y otras muchas personalidades. Este organismo se encargó de reanudar las actividades líricas, de organizar las subvenciones a entidades sinfónicas, llegando incluso a reponerse obras importantes como "La Dolores" de Tomás Bretón.

        Bacarisse tenia a su cargo, desde 1.925, la organización de los programas de Unión Radio.

        También escribió "Dos Cuartetos de Arco" y una "Sonata", una opera titulada "Charlot" sobre libreto de Ramón Gómez de la Serna y que nunca se estrenó, así como el primero de sus conciertos para piano, estrenado por Leopoldo Querol en Madrid con la Orquesta Filarmónica y el maestro Pérez Casas, obra que ha tenido mucho éxito en España y fuera, como en Portugal y Bruselas.

        En 1.935 escribe "Las Nanas" sobra poemas de Rafael Alberti, y estrena "Tres Movimientos Concertantes" para violín, viola, violonchelo y orquesta; obra difícil, según algunos críticos, que le acarreó los mejores elogios de la prensa, entre ellos los de R. Halffter en "La Voz" donde dice " ... este juego audaz y de maníaco que consiste en poner a la obra al borde del peligro, para salvarla después en el preciso momento en que se inicia el naufragio, es otro lujo que, como Charlot y Bacarisse, sólo se pueden permitir los maestros auténticos"

        En el mismo año estrena "La Balada Romántica" para piano y orquesta, obra que causa una honda impresión, incluso más que la anterior. En ellas hay cierta intención irónica, pero nos llega la sensación que el compositor busca ternura.

        Durante la guerra, escribió poco pero siguió en el Consejo Central de la Música, creándose la Orquesta Nacional, que dará sus primeros conciertos en Barcelona, en 1.938, bajo la dirección del maestra Pérez Casas; también realiza ediciones musicales básicas para propagar la música española en el extranjero.

        Al finalizar la guerra se exilia a París, teniendo que abandonar todo con profunda tristeza y comenzando una segunda vida.

        De esta nueva etapa hay que destacar "Los 24 Preludios" compuesta en 1.941 durante la ocupación alemana en Francia y a la que tubo un especial cariño debido a las circunstancias en que fue creada.

        Nada aficionado al flamenco ni a la tauromaquia, escribió la ópera "Toreros" cuya historia transcurre en Sevilla entre diestros y bailaores, y que borrará porque no podía dar sinceridad a personajes con los que no se identificaba.

        Otra ópera, de raíces muy españolas, fue la adaptación de Cervantes "El Estudiante de Salamanca" que él dirigió personal ente en Radio Montecarlo.

        De los primeros años de la liberación, datan numerosas melodías sobre textos de literatura clásica y también contemporánea española, y una "Fantasía Andaluza" para arpa y orquesta, que Nicanor Zabaleta estrena en 1.948 en Venezuela e interpretará por toda América, suscitando grandes elogios entre la crítica latinoamericana.

        Él diría que las circunstancias históricas de una época dolorosa, de verdadera encrucijada, la hacen dedicarse más a las melodías y canciones que a la música instrumental. Intentó consolarse de su alejamiento de España escribiendo el ballet sobre "La Tía Fingida", obra atribuida a Cervantes, y también una obra para piano "Tema con variaciones en La Menor" que escribió para Teresa Llacuna.

        Morirá en el exilio parisino.

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(Última Actualización 5-VI-00)