Indice General

El Sandinismo y la Revolución

 

Nahuel Moreno

 

Secretariado Centroamericano —SECA—

Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo —CITO—

http ://www.geocities.com/obreros.geo/

mail : [email protected]

Edición electrónica Diciembre 2001

(Tomado de Correo Internacional N° 28, Mayo 1987)



Indice

Carta de Eduardo Pavlovsky

Respuesta de Nahuel Moreno

I) Nicaragua 1986, después de siete años de política “realista”

1. Situación económica

2. Nivel de vida de la clase obrera

3. El estado de salud

4. La contra se fortificó por no haberse hecho la revolución agraria

5. La revolución agraria estalla y comienza a triunfar contra la voluntad sandinista

6. La contra es derrotada por la revolución agraria y la movilización obrera

7. Los ricos y los católicos de sacristía no hacen la conscripción ni van a la guerra

8. Régimen burocrático en el movimiento de masas

9. Situación de la mujer trabajadora

10. Managua, centro de las organizaciones mundiales de ultraderecha

11. Las pérdidas humanas en Nicaragua y Centroamérica

12. Honduras, un portaviones yanqui

13. Acuerdo de Contadora

II) Los culpables de la bancarrota

III) Un dilema de hierro: Cuba o Nicaragua

 

Pocos meses antes de su muerte, Nahuel Moreno recibió una carta de uno de los más grandes intelectuales argentinos, el escritor, dramaturgo, actor y psicoterapeuta Eduardo Pavlovsky. Pavlovsky, quien pertenece desde hace quince años a la corriente que fundó Moreno, refleja inquietudes muy importantes sobre el papel del sandinismo y Castro en la revolución centroamericana. Nos parece útil dar a conocer esa carta y la respuesta que le envió Moreno, tomando en cuenta que en ellas se expresa uno de los debates más importantes de la actualidad.

 


Carta de Eduardo Pavlovsky

Estimado compañero Moreno:

He leído con sumo interés su libro, me ha parecido sumamente esclarecedor y provechoso. Además de un nivel didáctico muy operativo para la juventud —con posiciones claras y definidas — tan necesarias en este momento donde la ambigüedad política parece ser la premisa imperante en esta “democracia” curiosa por la que atravesamos. Con todo quisiera plantearle dos preguntas concretas en el tono de dos compañeros que luchan por las mismas causas hacia el socialismo y con la misma y definitiva seguridad futura.

1) En su discusión con Mandel usted sugiere que ciertas condiciones políticas no dan posibilidad de libertades totales para la democracia obrera y que si los trabajadores tomaran el poder serán atacados inmediata e implacablemente por el imperialismo (subrayado mío).

Refiriéndose a Nicaragua afirma que el gobierno sandinista no convocó a Asamblea Constituyente ni expropió a la burguesía —como debió haber hecho— sino que llamó a elecciones al estilo burgués y dejó la propiedad burguesa intacta. Sin embargo el imperialismo la ataca por todos los medios. La pregunta: y si los andinistas hubiesen expropiado, ¿hubiesen sido más radicalmente revolucionarios? ¿El imperialismo no los hubiese invadido? ¿No están determinadas las líneas más radicales revolucionarias en Latinoamérica por la presencia concreta del imperialismo?

¿Se hace un buen diagnóstico del imperialismo cuando se les pide a los sandinistas —más revolución— si con lo poco que hicieron están siendo jaqueados económica y políticamente, al borde de la invasión por el imperialismo? ¿Qué otro ejemplo más actual que los primeros meses de la revolución rusa dan una respuesta? ¿No hay algo de utópico en preconizar expropiaciones sin tomar en cuenta al imperialismo?

2) Usted dice que Castro presiona a la dirección de la guerrilla para que negocie con la burguesía y los yanquis y ni sueña en hacer ?. El Salvador una nueva Cuba.

Este pensamiento me plantea un interrogante: si Castro pacta con la burguesía y el imperialismo (o manda pactar).

Castro “traiciona” la revolución en Latinoamérica —o el desarrollo de los movimientos revolucionarios—. Pero, ¿qué movimiento revolucionario lo dice además? ¿Lo dicen los salvadoreños? ¿O los salvadoreños son ingenuos y no perciben a Castro como un impostor? ¿Por qué no surgen manifiestos en contra de Castro, de los movimientos guerrilleros, o los hay y los ignoro por falta de información? No creo que haya ingenuos. Castro no puede engañar a los compañeros de El Salvador. Si los engaña, éstos tendrían que haberlo denunciado como contrarrevolucionario. Pero si hay algo escrito sobre esta traición de Castro, me gustaría leerlo.

Por último quiero volver a señalarle que coincidiendo y discutiendo como lo quiere la democracia del MAS, es que me inspira respeto la trayectoria de su línea de pensamiento y acción.

Lo felicito, ¡hasta la victoria!

Pavlovsky

Buenos Aires, 11 de septiembre de 1986

Respuesta de Nahuel Moreno

Mi estimado compañero Pavlovsky:

Con algo de retraso, vino a visitarnos un viejo amigo inglés, autor de un magnífico libro sobre Hungría que me alejó un tanto de la preparación de mi respuesta a su carta o, mejor dicho, a sus dos preguntas.

Dejando de lado la valoración de Fidel como un político fuera de serie, me limitaré a darle una respuesta sucinta a sus preguntas sobre “qué movimiento” repudia a Fidel, si éste traiciona como nosotros decimos y si “los salvadoreños son ingenuos y no perciben a Castro como un impostor”. Empiezo por adjuntarle a esta carta fotocopias de distintos artículos sobre el escándalo Carpió que tienen que ver directamente con El Salvador y la oposición generalizada a la política del PC salvadoreño orientada y aconsejada por Fidel. Si fuera necesario podría ampliar a piacere con un poco de tiempo, ya que no tenemos nuestro archivo aquí en el país, sobre críticas directas o indirectas a Fidel parecidas a la anterior. Lo mejor de la guerrilla salvadoreña que seguía a su líder indiscutido Carpió, como de la centroamericana (la guatemalteca de Yong Sosa, dos de las tres corrientes que dirigieron al FSLN en Nicaragua, además de la de Carpió en El Salvador) han discrepado o criticado duramente la política de Fidel. La cuestión es más grave porque aun los grandes amigos de! FSLN y Castro, la actual dirección del FMLN declararon en el Newsweek de junio de 1984 su temor de que “nos entreguen en las negociaciones”. De las siete u ocho guerrillas colombianas existentes, salvo dos, fundamentalmente las FARC que pactaron con Betancur con la bendición de Fidel, están enfrentadas a éste. Aunque no conozco bien Ecuador, tengo entendido que lo mismo ocurre con la guerrilla ecuatoriana y, en su momento, los guerrilleros brasileños en su amplia mayoría repudiaron o renegaron de Fidel. Sendero Luminoso repudia a Fidel. Hay una lógica profunda en todo esto ya que no debemos olvidarnos del incondicional apoyo político que Fidel dio a Betancur contra la guerrilla que había secuestrado a su hermano, enviándole una afectuosa carta a ese genocida. Tampoco debemos olvidarnos, y mucho menos Ud., que Fidel le hizo el juego al gobierno de Videla, apoyándolo indirectamente y no sé si directamente.

Entonces podemos decir que a excepción de las FARC, otro grupo guerrillero colombiano y la actual guerrilla salvadoreña, que al igual que las FARC están dirigidas por los PC (no la histórica dirigida por Carpió), no hay grupo guerrillero que no haya o no esté enfrentado a Castro. Pero vuestra pregunta sobre Fidel no debe quedar limitada al actual frente guerrillero salvadoreño sino que debe referirse al movimiento de masas. Fidel apoyó los paquetazos de Siles Suazo ordenados por el F MI y se opuso a la huelga general contra aquél. Apoyó con todo y sigue apoyando a Felipe y al rey de España que ya empiezan a batir el récord de los tres millones de desocupados. Afirma muy suelto de cuerpo que Kennedy y Cárter eran grandes tipos. No olvide que Kennedy fue quien invadió Cuba en Puerto Cochinos. Fidel es un dirigente muy criticado y cuestionado en el que muy pocos creen hoy día en la ultraizquierda. Los mejores ejemplos que Fidel citó en La Habana este año, el sindical y el político. A pesar de que las organizaciones y personalidades fueron seleccionadas e invitadas por él, un buen porcentaje de los delegados presentes enfrentaron con fuerza su política de consejero y colaborador del imperialismo. Tenemos las grabaciones y usted puede leer algunos de los resúmenes de esas intervenciones en nuestra prensa. Nada de esto significa que Fidel sea un agente del imperialismo, como tampoco lo es el FSLN. Todo lo contrario, tienen el extraordinario mérito de ser independientes del imperialismo. Su desgracia es que creen en la coexistencia con él y que portándose bien lograrán mejorar su situación cada vez más. Su filosofía es: “dejemos en paz al imperialismo así ellos nos dejan también en paz para construir y desarrollar nuestra economía y sociedad”. Esta filosofía y esta política es la que nosotros creemos total y absolutamente equivocada, ya que el imperialismo no deja en paz a nadie hasta que no lo domina completamente.

En cuanto a prestigio no ocurre lo mismo con el sandinismo y Handal, el dirigente actual del PC salvadoreño y del Frente Farabundo Martí, ya que muchos militantes de la ultraizquierda los miran con gran entusiasmo y hasta como sus líderes o ejemplos. Por eso me detendré en su pregunta sobre el sandinismo. Mejor diría sus preguntas que se sintetizan en la última que me hace: “¿No hay algo de utópico en preconizar expropiaciones sin tener en cuenta al imperialismo?”.

I) Nicaragua 1986, después de siete años de política “realista”

Antes que nada veamos cómo está hoy día Nicaragua después de siete años de gobierno sandinista con su política de colaboración con el imperialismo, los terratenientes y la burguesía. Sólo esta visión nos permitirá corroborar el grado de utopía de los diferentes programas y políticas. Vayamos sector por sector basándonos en citas directas o indirectas del sandinismo.

1. Situación económica

El vicepresidente Sergio Ramírez señaló que “estamos atravesando los peores momentos desde el triunfo de la revolución sandinista, una crisis tan profunda que aún el aprovisionamiento de comida es muy difícil” ( The New York Times , 28-6-86).

“Las pérdidas económicas producidas por la guerra sumaron, entre 1981 y 1984, 1. 342 millones de dólares —el 77% de los ingresos por exportaciones durante esos años—” (Miranda, B., La revolución en la encrucijada , Cuadernos N ° 3 de El Socialista , órgano del Partido Revolucionario de los Trabajadores de Nicaragua, sección oficial de la Liga Internacional de los Trabajadores, julio de 1986).

El crecimiento de 1985 fue negativo en un 3, 5%. Tomando 1977 como base 100, el Producto Bruto Interno per cápita descendió en 1985 a 56. Las exportaciones, que en el primer año de la revolución fueron de 616 millones de dólares, en 1985 descendieron a menos de la mitad. La balanza comercial, que en 1979 arrojaba un superávit de 227 millones de dólares, tuvo un déficit de 545 millones en 1985. La deuda externa, que en el año 1979 era de 1. 348 millones de dólares, llegó a 4. 466 millones en 1985” (citado por Bonifacio Miranda, op. cit. ).

El Nuevo Diario de los días 27 y 30 de junio de este año informó de tres hechos: la disminución del hato ganadero de la región de Estelí a casi la mitad, por el abandono de los propietarios para dedicarse a otras actividades más lucrativas; el enriquecimiento de los comerciantes legales e ilegales que especulan con la venta de granos a precios muy superiores a los autorizados, y el caso de los directivos de una empresa intervenida recientemente por el gobierno, que la están descapitalizando, repartiendo comisiones y evadiendo el fisco.

Los “capitales extranjeros” no se quedan atrás. Según Barricada (1-7-86), las refinerías Essogas y Tropigas se niegan a repartir el gas necesario para las cocinas dos veces por día, para no pagar más a los trabajadores. Mientras tanto, los niños y las amas de casa hacen interminables colas en los barrios.

2. Nivel de vida de la clase obrera

“Según las estadísticas oficiales, si se toma el año 1977 de la era somocista como base 100, el salario está hoy en 34. El precio actual de la canasta familiar es de 79. 367 córdobas, mientras que el salario mínimo es de 10. 650 córdobas. El 70% de los trabajadores perciben ese sueldo. Tomando el precio del dólar negro en noviembre de 1985 - 900 córdobas— el salario mínimo sería de 11, 8 dólares” (citado por Bonifacio Miranda, op. cit. ).

“Por otra parte, y de acuerdo con las cifras oficiales, los precios de los cuatro productos básicos de alimentación (fríjol, aceite, leche, arroz), se han incrementado en 1. 616% desde julio de 1984 hasta julio de 1986 (tomando los precios oficiales y no los enormes precios del mercado negro), mientras que el salario de la categoría más baja ha aumentado solamente un 626%” (ídem).

Barricada (15-6-86) citó a un trabajador que dijo: “el obrero vive 15 días al mes de su trabajo... los otros 15 días vive del viento”, y concluyó diciendo que “se necesita ser más claro en la defensa de los intereses de la clase obrera”.

El Nuevo Diario , órgano oficioso del sandinismo del 18 de junio, señaló la situación de los trabajadores de 71 haciendas cafetaleras de la región III, que fueron catalogadas por el Ministerio de Trabajo como “centros laborales con condiciones infrahumanas que jamás se habían visto en el país”, porque “los trabajadores duermen en situaciones precarias, no tienen letrinas y les dan mala alimentación, entre otras anomalías”.

3. El estado de salud

Pero el índice de los índices es la salud. Según un médico especialista en vías respiratorias, desde 1979 la tuberculosis ha dejado de ser un privilegio exclusivo de los pobres, porque “está apareciendo entre estudiantes universitarios, amas de casa, maestros e incluso entre individuos que se han dedicado a trabajar como comerciantes” (José María Morales Urbina, Entrevista aparecida en El Socialista , Managua, N° 61 de mayo de 1986).

En sus ediciones de los últimos siete días de junio, El Nuevo Diario informó que en dos municipios de Managua donde la malaria presenta su mayor índice, esta enfermedad creció un 50% desde el año pasado; que se suspendieron por una semana las clases de todos los colegios de Managua, por un brote epidemiológico de meningitis; que aparecieron miles de casos de gastroenteritis en todo el país, provocando la muerte de uno a dos niños diarios en las últimas semanas; que la diarrea se está convirtiendo en un problema de gran envergadura. La ministra de Salud habló de centenares de casos de malaria, tosferina y rubéola en los últimos meses, y los atribuyó, además de la guerra, “al agua, el hacinamiento y en general a la situación higiénica de Managua”.

Pero lo más grave, según la misma ministra, es que el gasto del sector Salud —cerca de 40 millones de dólares anuales, tanto como los ingresos que deja la exportación del algodón— es imposible de sostener. Por eso, recomendó a todos los nicaragüenses cultivar en el jardín de su casa, por lo menos diez plantas básicas para atender malestares sencillos y evitar la compra de medicamentos ( Barricada , 21-5-86).

4. La contra se fortificó por no haberse hecho la revolución agraria

“El hecho fundamental que permitió el avance de la contra fue el descontento campesino, que no recibió las ansiadas tierras por las que luchó en 1979. En 1983-84, los gusanos penetraron en los campos, ganaron movilidad, y crearon serios problemas al gobierno, alentados por la complicidad, neutralidad o indiferencia de sectores campesinos disconformes” (Miranda, B., op. cit ).

“... En esta época se formaron los llamados Comandos Regionales, es decir, la contrarrevolución abandonó la etapa de la movilidad constante para asentarse y operar en determinados territorios. Esto fue posible no sólo por el apoyo militar y económico del imperialismo, sino, fundamentalmente, a que lograron ganarse a grandes sectores del campesinado que no habían visto ninguna mejoría en su situación económica desde julio de 1979” (Miranda, B., op. cit. ).

5. La revolución agraria estalla y comienza a triunfar contra la voluntad sandinista

La indignación de los campesinos porque no se les daba la tierra y ésta seguía en manos de los terratenientes provocó una movilización de los peones y campesinos contra los terratenientes y el gobierno. La propia prensa sandinista se vio obligada a reconocer este proceso y adecuarse a él haciéndole concesiones a los trabajadores agrarios.

Los campesinos se organizaron en más de 200 comités. Las manifestaciones habían sido comandadas por las consignas: “¿Quién tiene la tierra? ¡La burguesía! ¿Quién quiere la tierra? ¡El pueblo! ¡No queremos la tierra en manos de los capitalistas! ¡Queremos la tierra para trabajarla!”. Uno de los campesinos dijo: “Vivíamos bajo las botas de los terratenientes. Ahora no vamos a vivir bajo las botas de nadie. Ahora somos nosotros quienes mandamos” ( Perspectiva Mundial , 22-7-85).

Un ejemplo categórico es el de Masaya. El año pasado el gobierno tuvo que entregar las fincas de propiedad pública y 23 fincas privadas. El sandinismo negoció las indemnizaciones con los terratenientes, pero Enrique “Churruco” Bolaños, el presidente del COSEP [1] , no aceptó. Los campesinos reaccionaron al grito de “¡Queremos la tierra de Churruco Bolaños!”. El gobierno ofreció a Bolaños el doble de tierras en otro lugar del país, pero éste rechazó la oferta. Mientras tanto, los campesinos reclamaban: “ ¡Poder popular! ¡Poder popular! ¡Viva la reforma agraria! ¡Viva la revolución!”.

6. La contra es derrotada por la revolución agraria y la movilización obrera

Este negro panorama es contrarrestado por un colosal, casi increíble triunfo de los trabajadores nicaragüenses: la derrota de la contra. Mejor dicho el aplastamiento por demolición de la misma. Es la más grata de las noticias que nosotros, los socialistas revolucionarios latinoamericanos, hayamos podido tener. Este triunfo se debió a que los campesinos obligaron de prepo al gobierno sandinista a abandonar su política de respeto y colaboración con los terratenientes y a la heroicidad del movimiento obrero que se enroló masivamente para ir al frente.

El propio The New York Times del 9 de marzo de 1986 reconoce esta derrota: “el ejército insurgente... languidece en Honduras, aparentemente incapaz ya de enfrentar a las tropas sandinistas (... ) Podría llevarle a los rebeldes hasta dos años transformarse en una fuerza efectiva”. Jaime Chamorro, el líder de la contra y ex dueño de La Prensa , asegura “la contrarrevolución está en un estado ruinoso”.

El sandinismo contra su voluntad se vio obligado para contrarrestar a la contra que le daba a los campesinos sus tierras, a comenzar desde 1983 a escriturar las tierras que reclamaban los campesinos. Como dice Bonifacio Miranda: “Dura n te 1984 y 1985, este proceso se extendió masivamente, y el gobierno tuvo que entregar a los campesinos más del 50% de las tierras de propiedad estatal expropiadas a Somoza. Además, en 1985 debió modificar la ley de reforma agraria, volviéndola más progresiva aunque sin abolir totalmente la propiedad terrateniente y manteniendo la indemnización a la oligarquía”.

Este hecho —señala Miranda— permitió “crear las condiciones políticas para desarrollar la ofensiva militar del Ejército Popular Sandinista. Miles de campesinos (que luchaban al lado de la contra) entregaron sus armas y se acogieron a la ley de amnistía”.

Como comenta Carmen Carrasco en nuestra revista teórica: “Se confirmó, pues, lo que decía Lenin: 'La fuerza militar de un país campesino con tierra en las manos de comités campesinos es superior a la de un país de grandes propiedades terratenientes' (Len i n, 'La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla', Obras completas , Cartago, Buenos Aires, 1958, T. XXV, pág. 352). En Nicaragua, efectivamente, la contra avanzó mientras se mantuvo intocable la propiedad terrateniente; cuando los campesinos vieron al gobierno sandinista legalizando las tierras que ellos ocupaban, la contra fue derrotada.

“Esto no quiere decir que se haya terminado con la gran propiedad terrateniente. Entre otras muchas, permanece en manos privadas, por ejemplo, el ingenio San Antonio, el más grande del país. Esto es así porque son las masas, no el sandinismo, la vanguardia de la revolución agraria. Este último marcha detrás, y a regañadientes, de la movilización campesina” ( Correo Internacional N° 23).

7. Los ricos y los católicos de sacristía no hacen la conscripción ni van a la guerra

Según El Nuevo Diario (1-6-86), un trabajador curtido por el sol expresó su descontento porque no existe una “ley que se cumpla sin excepciones” a fin de que todos los jóvenes aptos para defender a la patria vayan a los campos de batalla. “Vemos todos los días a los niños bonitos paseándose tranquilos en Masaya, mientras los hijos de los obreros y campesinos luchan contra los agresores y eso no es justo. “

En otro Cabildo abierto, según Barricada (9-6-86) “¿Por qué si todo ciudadano tiene derecho a defender la Patria, como dice aquí (en la Constitución) sólo los pobres estamos combatiendo y no los ricos?”. Otro productor agregó: “Si contamos cuántos hijos de burgueses hay en la frontera... no encontramos ni uno” ( El Nuevo Diario , 10-6-86).

El Nuevo Diario (10-6-86) relata que la madre de un héroe y mártir, Olimpia Colindres, dijo que “El Servicio Militar Patriótico (SMP) no sólo debe ser cumplido por el proletariado, sino también por los hijos de los burgueses”. Por otra parte el gobierno sandinista acepta que los católicos de sacristía no hagan la conscripción ni vayan al frente.

8. Régimen burocrático en el movimiento de masas

El Nuevo Diario (11-11-85) dice que “en los últimos meses (los CDS) se habían estancado y sus actividades resultaban incoloras, inodoras e insípidas (... ) El cedeísta era visto como un 'político' regular o mal en su 'chagüite', sin que sus vecinos miraran, en la mayoría de los casos, resultados prácticos de su trabajo (!!). El hecho de que en algunos casos el secretario general del CDS fuera impuesto desde arriba por su membrecía política, le restaba representatividad y frustraba la capacidad de elección democrática (... ) En otros casos, ciudadanos con un pasado no muy transparente se auto imponían (... ) La malsana práctica de tratar de hacer que todo el mundo pensara como su dirigente... y de que por métodos no muy persuasivos los vecinos cumplieran con la vigilancia, contribuyó a un distanciamiento de sectores de la población que rechazaban ese estilo impositivo de trabajo”.

El Nuevo Diario (11-6-86) reproduce las críticas de algunos dirigentes sindicales: “Los trabajadores nos sentimos bloqueados. Cuando llegamos a buscar a ciertos directores, se nos dice que no se encuentran en su área, que regresemos, como si tuvieran miedo de discutir con nosotros los problemas. En este país los trabajadores tenemos que asumir responsabilidades y plantearnos tareas concretas para elevar la conciencia política de las bases, la producción y la productividad”.

Barricada (9-6-86) informó sobre otros Cabildos abiertos celebrados en varias regiones del país. Los pequeños productores exigieron una supervisión permanente de las empresas del Área de Propiedad del Pueblo, y que ésta se consigne como un derecho constitucional, al igual que la capacitación y asistencia técnica al campesinado, la afectación de los latifundios y la existencia de la propiedad privada “sólo para beneficiar a las grandes mayorías”. Una mujer explicó que “en muchas empresas es casi un delito que un trabajador vea cuando elaboran el plan económico”, para exigir luego que “se reglamente bien claro nuestra participación”.

Nuevamente Barricada (27-2-86) relató cómo, en otro Cabildo abierto, los obreros de la construcción denunciaron que “los subcontratistas se echan sus buenos reales”, e insistieron en que era necesario controlarlos y exigieron aumentos salariales.

Según Barricada (11-5-86), en uno de esos Cabildos un trabajador sintetizó el descontento general cuando preguntó “hasta cuándo vamos a aguantar a los sinvergüenzas y jugar al yo pecador. Ya no necesitamos explicaciones, los obreros, sino respuestas”.

“Ejercemos el poder y compartimos sus responsabilidades por lo cual debemos participar más en la dirección, planificación y control económico de las empresas” (informe del órgano oficial sandinista sobre otro Cabildo abierto).

9. Situación de la mujer trabajadora

Empezando por Marx y Engels, que en esto seguían a uno de los socialistas utópicos, la condición de una sociedad se mide por la situación de la mujer. Los marxistas precisamos aun más al agregar “la mujer trabajadora”.

Veamos esas condiciones en Nicaragua sandinista y qué exigen las mujeres trabajadoras al sandinismo.

“El reconocimiento como familia a aquellos núcleos donde la mujer o el hombre solos han criado a los hijos; atención médica, social y laboral prioritaria para las mujeres embarazadas” ( Barricada , 13-6-86).

En otro Cabildo abierto, Sara Sánchez se pronunció porque “las mujeres seamos incluidas en todo lo que sea defensa, junto al hombre y sin distingo de ninguna clase” ( Barricada , 9-6-86).

“Las mujeres pidieron la eliminación de las trabas anacrónicas e injustas para divorciarse, que la violación a la mujer sea considerada un delito público y no privado, que se legalice el aborto, que se compartan las obligaciones domésticas entre el hombre y la mujer, que los hijos naturales tengan iguales derechos que los legítimos, que el respeto a la integridad física de las personas sea extensivo a las mujeres y niños, pidieron tierras para las mujeres cuyos maridos han muerto o han sido abandonadas por causa de la guerra” ( El Nuevo Diario , 11 y 13-6-86).

Ahora una pregunta, compañero ¿qué diferencia hay entre estos reclamos y los que se les hacen a los regímenes más reaccionarios del mundo con respecto a las mujeres?

Esta pregunta no esconde el objetivo de insinuar que Ortega y sus compañeros del FSLN son reaccionarios. Todo lo contrario, tengo la impresión subjetiva de que son progresivos frente a la mujer trabajadora pero que no hacen nada por ella porque quieren llevarse bien con la Iglesia y los explotadores. A la pasada le diré que subjetivamente creo lo contrario respecto a Castro y los homosexuales. Tengo la impresión que de verdad los odia y cree que son enfermos asocíales, peligrosos y por eso los persigue implacablemente. Pero todo son suposiciones que sólo se justifican en una carta casi fraternal.

10. Managua, centro de las organizaciones mundiales de ultraderecha

Como esto a usted le debe resultar una exageración o directamente una falsificación me limito a pegarle una fotocopia del diario sandinista El Nuevo Diario del domingo 8 de junio de este año en la página 7. Lógicamente que los sandinistas critican a la ultraderecha, pero la dejan hacer y permiten que sean de hecho sus huéspedes. Ellos siguen así su política de amistad y colaboración con lo peor, con los reaganistas, para ver si los civilizan y logran buenas relaciones con ellos.

11. Las pérdidas humanas en Nicaragua y Centroamérica

Las pérdidas humanas —según Daniel Ortega— llegaron a 16. 925 contras y 14. 260 nicaragüenses ( Clarín , Bs. As., 20-7-86). No daré citas de pérdidas de vida en El Salvador porque son de público conocimiento, 50. 000. La política de coexistencia con el imperialismo, los terratenientes y los capitalistas ha llevado a la pérdida de 60. 000 trabajadores.

12. Honduras, un portaviones yanqui

Cuando triunfó la revolución sandinista, Honduras y El Salvador estaban al borde del colapso y en un profundo proceso revolucionario. Miles de refugiados hondureños o salvadoreños pensaban utilizar Nicaragua para voltear a sus gobiernos genocidas. No había ni un contra armado, ni un soldado o pista de aterrizaje del Pentágono, ni nada por el estilo. Honduras estaba a kilómetros de lo que es hoy en día, el centro de operaciones de la contra, de la CIA y el Pentágono. Desde Honduras se hace la guerra a Nicaragua y al gobierno sandinista. Hoy día es uno de los portaviones terrestres más importantes yanquis, como Japón o Israel. Además es un portaviones que hoy apunta y tira contra Nicaragua pero mañana tirará contra cualquier nueva Nicaragua.

En siete años de gobierno sandinista la situación en el área cambió drásticamente para mucho peor: antes no había ese portaviones, hoy día no solo existe sino que se arma cada vez más.

13. Acuerdo de Contadora

No quiero extenderme sobre este tema porque lo hemos tratado exhaustivamente en muchas publicaciones nuestras. Es un punto decisivo de enfrentamiento que tenemos con toda la izquierda, la Iglesia, el stalinismo, maoísmo, el actual gobierno chino, la socialdemocracia y la II Internacional y, por si fuera poco, con todos los gobiernos latinoamericanos, Kissinger y la mayor parte de los políticos yanquis y del mundo entero, que son rabiosos defensores de Contadora, incluidos los sandinistas.

Para nosotros el acuerdo de Contadora y los gobiernos ultrarreaccionarios que lo promueven trabajan para el imperialismo. Hay una división de tareas. La contra ataca con armas y el grupo Contadora con papeles diplomáticos que a veces son peores que las armas.

El acuerdo de Contadora se resume en los siguientes puntos:

Primero : Panamá deja de ser un país centroamericano (por lo tanto ni firma ni está obligado por el tratado) y puede armarse hasta los dientes y dejar la base yanqui en su territorio para que actúe contra Nicaragua o quien quiera.

Segundo : Nicaragua tiene que desarmarse hasta el nivel de uno de los países centroamericanos (por ejemplo tendría que tener el armamento de Costa Rica o El Salvador, pero no más). Militarmente esto significa que Nicaragua queda enfrentada o puede tener una guerra contra fuerzas diez o veinte veces superiores a las de ella: Panamá, la base yanqui de Panamá y los otros cuatro países centroamericanos. Significa quedar sin defensas frente a sus enemigos jurados.

Tercero : Nicaragua queda obligada a respetar y defender hasta el final a todas las dictaduras del área (no puede permitir ni siquiera que se publique un volante contra un gobierno genocida del área y está obligada a defenderlo si el pueblo lo quiere voltear).

Por eso nosotros definimos como imbéciles o canallas a los que apoyan a Contadora. Esto no quiere decir que los sandinistas no tienen el derecho a firmar Contadora u otro tratado horroroso parecido. El sandinismo tiene el derecho hasta a capitular si se ve derrotado en una guerra y ceder parte de su territorio a un ejército invasor, como hizo Lenin. Lo que no se puede hacer es decir: “ ¡Viva la capitulación!” o “¡Qué grande que nos dieron una paliza y nos obligaron a entregar medio país!”. Eso es lo que nosotros criticamos a todos los que apoyan a Contadora, que digan que es formidable, que así se derrota al imperialismo. Contadora es una mierda, no lomo al champignon, aunque a lo mejor los sandinistas están obligados a comerla porque no hay nada que comer por culpa de su política de concesiones a los explotadores. Y todo aquél que diga que es lomo al champignon ayuda por eso al imperialismo.

II) Los culpables de la bancarrota

Es obvio que los culpables objetivos de la bancarrota son el imperialismo yanqui, sus aliados internacionales y nacionales (los explotadores nicaragüenses). Tan obvio como si jugando un partido de fútbol en el que perdimos 10 a 0 dijéramos: el culpable es el equipo contrario que nos hizo 10 goles y nos apabulló. Pero ésta es la mitad de la verdad, porque no toma en cuenta a los culpables subjetivos. En el caso del equipo perdedor, cómo actuaron los jugadores y qué instrucciones dio el técnico. En todo resultado de una lucha se sintetizan los factores objetivos y subjetivos.

Para nosotros los grandes culpables de la bancarrota que vive Nicaragua han sido los rusos, Fidel y principalmente los sandinistas que aplicaron a rajatabla la consigna que “Nicaragua no va a ser una nueva Cuba”. Dicho de otra forma, en Nicaragua había que lograr un idilio con los terratenientes, los capitalistas y el imperialismo y no se los debía atacar o expropiar como se había hecho en Cuba. Hay que reconocerles a todos ellos su “honestidad” política porque han hecho de todo para llevar a cabo esa consigna. Ahí van unas pocas citas para no alargar en demasía esta carta.

1. Con respecto a los terratenientes y la reforma agraria . El comandante Wheelock, responsable de esa área declaró y cumplió el 9 de agosto de 1979 que “raramente distribuiremos tierra en pequeñas parcelas”; “donde haya sido repartida antes de nuestra llegada, tendremos que ir a conversar con los camaradas para explicarles que se equivocan”; “los grandes productores que quedan” tendrán “protección” ( Oposición , órgano del Partido Comunista mexicano, 9-8-79).

2. Con relación a la burguesía. El gobierno expropió los bienes de Somoza pero protegió con uñas y dientes las propiedades y ganancias de los capitalistas. Las estadísticas del gobierno señalaban con orgullo que el 60% de la economía estaba en manos privadas, el 81% de la producción agropecuaria, el 75% de la manufacturera y el 80% del comercio mayorista. El gobierno entregó dólares a los capitalistas y gracias a ello las ganancias aumentaron más que los salarios (Cuello, H. F. y Maza, J. Nicaragua: la revolución congelada , Bogotá, 1982).

Un editorial de Barricada del 10 de agosto de 1979 decía que había que “evitar por todos los medios que se obstaculice el proceso de producción”... “los agricultores, los comerciantes y los industriales deben poder trabajar sin preocupaciones, seguros de que nadie va a venir a quitarles su producción”.

3. Con respecto a los bancos . El sandinismo expropió los bancos para salvar a los banqueros de la ruina ya que les pagó platales por la indemnización. Como bien dice Le Monde del 12 de octubre de 1979, se nacionalizó “un pasivo: por lo tanto, la medida provocó entre las 'victimas' más alivio que rechinar de dientes”. Fidel Castro contó, en la revista Bohemia de La Habana, en el N ° 31 del 3 de agosto de 1979, que Alfonso Róbelo le había dicho que “se vieron en la necesidad, como una de las primeras medidas, de nacionalizar la banca, entre otras cosas, para proteger a los depositarios de la ruina porque los bancos estaban en quiebra y nadie podía responder de los ahorros”. Dicho de otro modo, porque estaban en quiebra les pagamos platales a los grandes capitalistas por sus acciones que no valen nada.

4. La deuda externa. El sandinismo se comprometió a pagar las deudas de Somoza y se empeñó hasta las orejas con el imperialismo.

Entre el 19 de julio de 1979 hasta el 4 de mayo de 1982, recibió 1. 495 millones de dólares, la mayor parte de Estados Unidos. El imperialismo pagaba así los favores recibidos como dice el tango. El endeudamiento siguió y siguió.

5. Los derechos obreros y campesinos . En lugar de una cita en este apartado empezaré con una pregunta: si usted lee un decreto de un gobierno de un país burgués que prohíbe el derecho de huelga, que no se tolerarán desórdenes “al igual que huelgas ilegales, ni los actos que impidan la salida de productos terminados de las fábricas. No serán toleradas de ninguna manera las tomas de tierras, fincas o haciendas, ni la interrupción de la producción de las mismas”. ¿Qué opinión le merecería? ¿No le daría le impresión de que está leyendo la legislación de Videla o Pinochet?

Voy a aclararle el misterio: ese texto es un decreto del gobierno sandinista del 3 de octubre de 1980.

6. Nosotros fuimos expulsados, torturados, censurados y presos en Nicaragua, al igual que otro partido de ultraizquierda, por una simple razón: denunciamos que la política “realista” del sandinismo de llevarse bien con la burguesía, los terratenientes y el imperialismo sería fatal para el pueblo nicaragüense, y mucho más grave aun que hicieran gobierno con la gran burguesía. Nuestra política alternativa era muy simple: profundizar la revolución en Nicaragua y extenderla a todos los países centroamericanos que sufrían dictaduras atroces. Aun suponiendo que estuviéramos equivocados se nos debió tratar democráticamente.

7. Resumen de la política sandinista . No voy a abundar en citas, me limitaré a sólo dos. Tomás Borge declaró a El Nuevo Diario , Lima, el 30 de julio de 1980 que “ ¡No se me vaya a interpretar que ya hemos decidido suprimir a la burguesía en Nicaragua! Por ahora estamos tratando de civilizarla”, que es lo mismo que decir “por ahora estamos tratando de enseñarle a hablar a una cucaracha, o a que Hitler ame a los judíos y a los comunistas”. ¿Civilizar a la burguesía? Hay que ser caradura, decirse marxista y plantear esa tarea.

Pero Borge es Durruty o Bakunin al lado de Bayardo Arce que declaró a La Vanguardia de Barcelona, el 31 de julio de 1984, que el sandinismo daría el primer ejemplo en la historia de “construir el socialismo con los dólares del capitalismo”. Esto ya es como querer enseñarle a hablar a las amebas o convencer a Reagan de las ventajas del socialismo.

8. El sandinismo bombero de la revolución hondureña y salvadoreña . ¿Quién tiene la culpa de que Honduras sea el centro de operaciones de la contra? Sin ninguna duda el FSLN y Fidel Castro. Ni bien triunfó el FSLN pudo extender su revolución para voltear a las dictaduras de Honduras y El Salvador, haciendo dos nuevas Nicaraguas. El FSLN se negó a hacerlo. En el caso de El Salvador apoyó a la Junta Militar genocida junto con Fidel Castro. En el caso de Honduras el propio Daniel Ortega ha dicho con todo descaro: “Honduras ha estado tranquila durante estos años desde que tomamos el poder. No hemos dado bases a los miles de oponentes del gobierno hondureño, que podríamos hacer con facilidad... “ ( The New York Times , 10-4-83). Todos sabemos cómo le devolvió el favor el imperialismo.

9. El imperialismo desagradecido . El imperialismo es muy consciente de lo que lograron y lo que quieren lograr del sandinismo, aprovechando sus vacilaciones pequeñoburguesas, reformistas. Lo primero que quisieron lograr era impedir que estallaran otras revoluciones cómo la sandinista en los otros países dominados por “dictaduras. Por eso engañaron a estos pequeñoburgueses haciéndoles creer que construirían el socialismo con sus dólares imperialistas y que los apoyarían siempre que no cayeran las dictaduras. Asustados por la revolución sandinista le cambiaron la cara a estas dictaduras llamando a elecciones para darles una fachada democrática. Una vez que lograron esto, de frenar la revolución centroamericana pasaron a una segunda etapa: dominar al FSLN y a Nicaragua, que eran y quieren seguir siendo independientes, a pesar de lo equivocado de su política de buscar esa independencia por el acuerdo con los explotadores. Esa etapa es la que estamos viviendo.

Tanto Reagan como los mejores comentaristas burgueses ven como nosotros al sandinismo como bombero de la revolución centroamericana. The Economist cita a Reagan diciendo hace poco: “cuando nosotros llegamos a Washington (en 1981) la pregunta en los labios de todos era: ¿caerá El Salvador en manos comunistas? Hoy la pregunta es: ¿ganará la democracia (léase nosotros) en Nicaragua?”.

El 30-11-85 The Economist festejaba el triunfo imperialista gracias al apoyo de los yanquis a los sandinistas diciendo: “la expansión del fuego revolucionario que comenzó en Nicaragua en 1979 y que en un momento amenazó con incendiar El Salvador, Guatemala, Honduras y chamuscar México. Este combate contra el fuego ha sido un gran éxito”.

Para terminar de dominar a Nicaragua utilizan el bloqueo económico, el chantaje permanente, Contadora para que se desarmen y los contras. Lo que ha llevado a la pavorosa situación que he tratado de describir en mi primer capítulo.

10. A confesión de parte relevo de pruebas . ¿Qué mejor prueba de que fue una política errada, utópica que lo que dicen los mismos sandinistas de su política “realista”? Veámoslo.

Jaime Wheelock reconoció que “están viviendo los peores momentos de la revolución sandinista” y que no han “llevado una concepción coherente de la revolución a la economía” (Barricada, 2-6-86).

Tomás Borge dijo que “el no haber realizado la entrega de la tierra en el momento oportuno” fue un “error subjetivo”. “Un error de buena fe, pero concepción equivocada al fin de cuentas” ( El Porteño , Bs. As., julio de 1986).

Daniel Ortega nos asegura que “a nombre del pluralismo político... tratan de crear un frente interno a favor de las políticas terroristas de Estados Unidos” y que éstos quisieran “a través del Acta de Paz de Contadora, que Nicaragua se desarme”.

Y por último Borge nos asegura que después de siete duros, terribles años de política “realista”, si esto sigue así “ya no es el peligro de intervención directa porque 'los yanquis' pueden matarnos a pellizcones” (El Porteño, Bs. As., julio de 1986).

III) Un dilema de hierro: Cuba o Nicaragua

Creo haberle demostrado hasta el aburrimiento que la política del sandinismo de colaboración con el imperialismo fue fatal para Nicaragua. Tan catastrófica que los propios dirigentes sandinistas lo reconocen. Quedan dos últimas preguntas a responder antes de terminar mi carta. ¿Había otra política mejor, más realista? Si así era ¿quién la planteó?

Usted para justificar a los sandinistas me compara a Nicaragua con la URSS: “¿Qué otro ejemplo más actual que los primeros meses de la revolución rusa... ?”. Antes que nada la revolución rusa en sus primeros meses fue intransigente, dura, inflexible; expropió desde los terratenientes hasta la burguesía y al imperialismo, desconociendo las deudas, a pesar de que su situación era cien veces más grave que la de Nicaragua cuando triunfó el sandinismo. Lenin y Trotsky después de tomar el poder enfrentaron una guerra civil encarnizada, apoyada por todo el mundo capitalista. Gracias a sus medidas drásticas, contundentes contra los explotadores lograron triunfar.

Es posible que sea injusto y que usted se refiera al tratado de Brest Litovsk. Allí efectivamente Lenin le hizo una concesión tremenda al imperialismo alemán cediéndole parte de Rusia. Nosotros creemos que hizo muy bien en actuar así porque no tenía más remedio, el ejército alemán les estaba dando una paliza y no había otra salida, ya que los campesinos-soldados exigían la paz.

Pero los sandinistas no enfrentaron ninguna situación parecida cuando tomaron el poder. En lugar de una posible invasión imperialista capitalista, tenían el apoyo de los países más importantes del área y de todos los trabajadores del Caribe y Centroamérica. El imperialismo estaba atado de pies y manos, no podía intervenir para nada debido al síndrome de Vietnam y de Irán. La relación de fuerzas era completamente favorable a los sandinistas: Cárter no podía mover ni medio dedo contra nadie, como lo demostró en el caso de los rehenes iraníes.

Dicho de otra forma, en una verdadera política marxista se toma la relación de fuerzas entre las clases y se actúa en consecuencia. El sandinismo no enfrentaba ningún peligro inmediato por parte del imperialismo yanqui. Por el contrario era el imperialismo y las dictaduras de Honduras, El Salvador y Guatemala las que estaban a la defensiva y que corrían peligro de caer. En términos militares estaban en total retirada.

Todas las masas centroamericanas y norteamericanas estaban con el sandinismo: ya le di la cita donde los propios sandinistas reconocen que pudieron ayudar a liquidar al gobierno genocida hondureño pero que ellos prefirieron dejar que siguiera existiendo. Lo mismo ocurrió en El Salvador. A las pocas semanas de caer Somoza cayó el dictador salvadoreño por un movimiento de masas parecido al de Nicaragua pero más obrero. Para salvar las papas se impuso un régimen militar que tuvo el apoyó de Fidel, los sandinistas, la guerrilla y el PC. Si el FSLN apoyaba el proceso revolucionario caía inevitablemente la Junta Militar. Hizo lo contrario, se negó a crear una brigada de 15 ó 20 mil luchadores para ayudar a voltear a las dictaduras del área y las apoyó o dejó vivir. La junta militar salvadoreña apoyada por todos, sandinistas y cubanos, fue la famosa junta genocida que asesinó a 50. 000 salvadoreños.

Lo mismo hizo a nivel nacional: persiguió a muerte a la izquierda y negoció hasta el hartazgo con la burguesía, los terratenientes y el imperialismo. Así le fue.

Su comparación con la URSS es equivocada porque debió haber comparado Nicaragua con Cuba y al FSLN con Castro. Este hizo todo lo contrario del FSLN con un imperialismo en su apogeo, veinte veces más fuerte que el que enfrentó al FSLN. Al más mínimo golpe de los explotadores y el imperialismo respondía con golpes mucho más fuertes, hasta llegar a la expropiación de la burguesía en unos pocos meses. Conclusión: a los siete años de tomar el poder la situación de la salud, el nivel de vida y la economía cubana eran directamente las opuestas a las de Nicaragua. Hace muchos años, cerca de veinte creo, la revista Life publicó un artículo parecido a lo que dijo la Madre Teresa: en Cuba no hay más problemas sanitarios, de pobreza ni de ningún tipo. El progreso había sido colosal.

¿Quién fue más utópico? ¿Fidel u Ortega? Para mí sin ninguna duda Ortega. Fidel trató al imperialismo y a los explotadores con la única forma conocida para derrotarlos: combatirlos sin piedad.

Nuestra corriente sostuvo la única política realista que era retomar la vieja consigna del Che y hacer de Nicaragua una nueva Cuba y de cada país centroamericano una nueva Nicaragua (el Che diría Vietnam). Sólo combatiendo a muerte al imperialismo, a los terratenientes y a la burguesía Nicaragua y Centroamérica podrían progresar. Era mejor arriesgar 10 ó 15 mil voluntarios en el apoyo a la lucha contra las dictaduras genocidas, como propusimos nosotros desde la Brigada Simón Bolívar, que esperar que el imperialismo de a poco nos mate 50 ó 100 mil militarmente y un millón de hambre y enfermedades. Por plantear estas posiciones nos echaron de Nicaragua. Predijimos entonces todo lo que iba a pasar. Y desgraciadamente pasó. Igual predicción hicimos en un problema menor, la colosal chupada de medias del sandinismo al radicalismo y a Alfonsín (fueron oficialmente al acto de Vélez del radicalismo a apoyar a Alfonsín). Vaticinamos que los traicionaría inevitablemente porque era pinche de los yanquis. Dicho y hecho: en la última reunión de los no alineados Alfonsín fue el dirigente, el centro, de todas las maniobras contra Nicaragua. Así pagan siempre los explotadores.

Creo haber cumplido con la promesa de que mi carta sería soporífera y llena de citas. Espejo que como mínimo le sirva en su hermoso oficio para lograr definir a algunos arquetipos. Basta que les haga decir: “pienso civilizar a la burguesía” o “construiré el socialismo con los dólares que me dará el capitalismo” para que cualquier oyente sepa a qué atenerse, está frente a un idiota, un canalla o un traidor.

Con el más fraternal de los saludos

N. Moreno

PD: Las fotocopias se las mando dentro de unos días. Entre ellas un último artículo de The Economist que no tiene desperdicio.


[1] La COSEP es la central patronal nicaragüense. Esta organización es eje de la “contra”, es decir, de la oposición burguesa y pro-imperialista, al interior del país.



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