Indice General

Carta de Nahuel Moreno al CC del Partido Obrero Socialista Internacionalista de España

 

Nahuel Moreno

 

Secretariado Centroamericano —SECA—

Centro Internacional del Trotskismo Ortodoxo —CITO—

http ://www.geocities.com/obreros.geo/

mail : [email protected]

Edición electrónica Diciembre 2001

 



Indice

Carta al Posi

Capitulo I: Algunos principios básicos, elementales, del movimiento obrero revolucionario que la OCI (U) no aplica

1.-La libertad de los presos de ETA y del IRA encerrados en las cárceles de Mitterrand.

2.- El repudio militante a los planes de Mitterrand de reprimir a la ETA.

3.- La denuncia al frente único Mitterrand-Calvo Sotelo contra la ETA

4.- La libertad inmediata de los luchadores bretones, vascos y corsos que Mitterrand mantiene presos.

5.- La lucha contra la represión de Mitterrand a los luchadores coloniales.

6.- La solidaridad de clase con las luchas y huelgas obreras.

7.- La expropiación sin pago de los bienes de la Iglesia, incluyendo sus escuelas.

Capitulo II: No enfrenta a la contrarrevolución

1.- El enfrentamiento a los pactos contrarrevolucionarios internacionales de Mitterrand.

2.- La lucha contra los planes armamentistas de Mitterrand

3.- La denuncia de la política de Mitterrand que fortalece a las fuerzas armadas del régimen.

4.- La destrucción del aparato burocrático estatal burgués

Capitulo III Cinco exigencias fundamentales de Lenin, la III Internacional y Trotsky, que no se aplican

1.- La denuncia sistemática de los gobiernos de los partidos obreros traidores.

2.- La falta de ataque sistemático y la delimitación tajante con los partidos obreros traidores

3.- La lucha intransigente contra el propio imperialismo y de apoyo a los movimientos coloniales y semicoloniales.

4.- La movilización de los soldados por sus derechos contra la estructura militar.

5.- La Alianza Obrera y Campesina.

Capitulo IV: Falta de política sindical revolucionaria

1.- La denuncia de los dirigentes socialpatriotas en los sindicatos.

2.- La política de la OCI (U) en la UNEF: dialogar, concertar, informar al gobierno frentepopulista.

3.- El apoliticismo, política burguesa.

4.- La unidad sindical

Capitulo V: El apoyo al gobierno Mitterrand lleva a un programa mínimo

1.- La desocupación.

2.- Las nacionalizaciones

3.-Los inmigrantes

4.- La enseñanza atea y privada.

Capitulo VI: ¿Programa mínimo o de transición basado en una consigna de poder ?

1.- ¿Combatir las ilusiones desde las Ilusiones o luchar por las necesidades mas apremiantes del movimiento obrero ?

2.- La falta de un verdadero programa de acción, transicional.

3.- El programa mínimo de la OCI.

4.- La lucha contra la miseria del proletariado.

5.- La movilización de las masas: un imperativo constante.

6.- Consignas o tareas de transición no ligadas al planteo de problema del poder es la negación del trotskismo.

7.- La construcción de los partidos trotskistas.

Capitulo VIII:  La importancia decisiva de esta discusión

1. ¿ Un bloque teórico-político entre Pablo y Lambert ?

2. Kamenev-Stalin contra Lenin-Molotov

3. El bloque Molinier-Pivert-Schachtman contra Trotsky.

4. El caso Bolivia

5.- Una discusión crucial para la IV Internacional (Comité Internacional).

Capitulo VIII: Es IMPRESCINDIBLE dotarnos de una tesis sobre los gobiernos frentepopulistas

1.- En relación al gobierno frentepopulista

2.- Frente a la burguesía, el imperialismo y la reacción feudal.

3.- Frente al imperialismo.

4.- Frente a los movimientos nacionalistas y a las naciones oprimidas que enfrentan la explotación del imperialismo.

5.- Frente al aparato del estado.

6.- Frente a las fuerzas armadas

7.- Frente a los partidos obreros contrarrevolucionarios.

8.- Frente a la revolución mundial.

9.- Frente a la IV Internacional.

Capítulo IX: ¿Qué hacer ?


Carta al POSI

Bogota, martes 13 de octubre de 1981

Estimados camaradas:

A través de los compañeros del PST (A) que están en el Comité Ejecutivo de la IV Internacional (Comité Internacional), recibí, el jueves pasado, hace cuatro días, la invitación para concurrir a vuestro Comité Central, que se llevara a cabo este fin de semana.

Por consiguiente, esta carta fue escrita en solo cuatro días. Su longitud se debe a que estaba preparando cuatro documentos, uno ya casi terminado, sobre la historia de las posiciones oportunistas y revolucionarias ante los gobiernos frentepopulistas. Los otros tres eran una carta personal al camarada Pierre, y dos documentos para la OCI (U), uno criticando su practica política, los artículos y editoriales de Informations Ouvrieres principalmente, y el otra analizando los documentos teórico-políticos escritos por Pierre y Stephan para el congreso. Esto explica por que pude escribir esta carta en tan poco tiempo, incorporándole trozos enteros de mis borradores.

Por ello quiero aclarar que deben considerarla solamente como una intervención “oral” en una reunión entre dirigentes. Con esta afirmación quiero decir que esta carta tiene todos los vicios de las intervenciones orales: fue preparada a las corridas, en forma esquemática y sin haber podido corroborar todas las titas y aseveraciones. Siempre he creído que una reunión de dirigentes es un equipo de trabajo y elaboración, en el que los dirigentes tienen que aportar las dudas e hipótesis. Esa es la ventaja de las intervenciones orales y de esta carta, que no so1o tiene los defectos de ese tipo de intervenciones, sino también sus virtudes. La discusión que ustedes lleven a cabo me será muy útil para cambiar en parte o en todo mis hipótesis y opiniones. En base a la discusión decidir si, con un poco mas de tiempo, escribo o no Una carta a los militantes y simpatizantes de la OCI (U) y de toda la IV Internacional (Comité Internacional), que pediré sea publicada en los periódicos de nuestras secciones. Mientras no lo haga, esta carta es provisoria y no la reconozco como mi pensamiento acabado.

Es muy posible que vuestro Comité Central llegue a tener una gran importancia, debido a la situación que vive nuestra IV Internacional (Comité Internacional). Ya no es un secreto para ninguno de nuestros dirigentes que en nuestra organización Internacional ha comenzado una muy dura discusión política. Esta situación es consecuencia de que los compañeros del Comité en el exterior del PST (A) pensamos, desde hace varios meses, que la política de la OCI (U) es oportunista. No esta de mas aclarar que hemos conversado esto con cuanto dirigente de nuestras secciones se nos ha cruzado en el camino, comenzando muy especialmente por la dirección de la IV Internacional (Comité Internacional), donde venimos planteando con toda crudeza este problema desde el mes de julio. Nosotros cargamos con la responsabilidad, que asumimos, de haber sido los iniciadores de esta discusión. Pero si es verdad que la OCI (U) francesa esta llevando a cabo una política oportunista, lógicamente será la verdadera causante de los problemas que se presentan.

Lo cierto es que los dirigentes de los dos partidos que son la base de la IV Internacional (Comité Internacional), cuyo acuerdo nos permitió avanzar rápidamente hacia la estructuración de esa dirección y esa organización que nos enorgullece a todos, hoy día están enfrentados. Es una exageración lo del PST (A), porque sectores importantes de la dirección del mismo en el interior no comparten nuestras posiciones.

Esta fuerte disensión es un hecho que no podemos soslayar. A lo sumo, podemos lamentarlo, pero como marxistas debemos registrar el hecho y enfrentarlo para darle una solución. Hoy día, en forma inmediata, no se trata de darle la razón a la OCI o al PST (A) sino, esencialmente, de garantizar una amplia, larga y profunda discusión en un ambiente de camaradería, que nos permita precisar los fenómenos y, llegado el caso, rectificar ya sea la política de la OCI o nuestras acusaciones. En síntesis, vuestra reunión, por todas estas razones, será útil para ustedes y para la dirección de la IV Internacional (Comité Internacional), la OCI.

Capitulo I:
Algunos principios básicos, elementales, del movimiento obrero revolucionario que la OCI (U) no aplica

La capitulación al gobierno de Mitterrand ha llevado a la direcci6n de la OCI(U) a tirar por la borda principios elementales de los comienzos del movimiento obrero revolucionario, de cuando proudhonistas, anarquistas y marxistas estaban juntos. Con esto queremos decir que estos principios no fueron ni son privativos del marxismo, sino de todo revolucionario, inclusive de todo militante progresista.

Con la presencia de los compañeros Pierre y Stephan en el comité central, ustedes podrán corroborar rápida y directamente si lo que diremos es cierto, o si son delirios de un ultra izquierdista y sectario incorregible. Para ello, la dirección del POSI. Tienen que llevar la colección de Informations Ouvrieres, de tal forma que, ante cada punto de nuestro planteo, los compañeros Pierre y Stephan puedan fundamentar su respuesta a las siguientes preguntas:  ¿son reales los principios que plantea Moreno?¿ Es correcto lo que dice, cuando afirma que ustedes no hacen campaña ni llaman a luchar por esos principios elementales? De estas dos preguntas pueden surgir diversas variantes, pero todas de muy fácil respuesta: si nos ponemos de acuerdo en la primera, la segunda se responde con hechos.

Espero solamente que ustedes las formulen, sino que los compañeros Pierre y Stephan, con el criterio fraternal que los caracteriza las respondan. Mi mayor deseo es que ellos logren demostrar, al calor de la discusión, que estoy equivocado, que no he leído exhaustivamente la prensa de la OCI (U), que estoy haciendo una interpretación unilateral de los principios y de los hechos. Si esto es así, no tendré ningún inconveniente en cambiar mis caracterizaciones. Pero también es posible que la respuesta a esas dos preguntas tan simples y categóricas les demuestren que tengo razón, y los lleven a volver a defender los principios más elementales del movimiento obrero revolucionario. Cuando decimos “abandono completo de los principios más elementales...”, nos estamos refiriendo no a la simple mención, en dos o tres frases perdidas en algunos periódicos, de las tareas más elementales, sino a la campana y agitación permanente y sistemática, en todos los periódicos, de las consignas y de los principios generales, comunes a toda la historia del movimiento obrero.

A continuación enumeraremos esas consignas de principios generales, la política de todo revolucionario frente a ellas, y la actitud de la OCI (U) al respecto.

1.-La libertad de los presos de ETA y del IRA encerrados en las cárceles de Mitterrand.

Una de las principales razones de nuestra ruptura con el SU, que fue apoyada por la OCI (U) y el CORCI, fue el hecho de que el SU y sus secciones no lucharon por la libertad de los trotskistas presos en Nicaragua primero y luego en Panamá. Ni siquiera el hecho de que Mandel haya hecho une maniobra, agregando en una resolución del CEI que se estaba en contra del encarcelamiento de los trotskistas, dejó satisfechos ni a la ex-Fracción bolchevique ni al ex-CORCI, En aquel momento, denunciamos a Mandel por no llevar a cabo una fuerte campana por la libertad de los presos y de denuncia contra los gobiernos nicaragüense y panameño. Insistimos que es de principio para el movimiento trotskista la solidaridad de clase y revolucionaria con cualquier revolucionario preso, y con mucha mis razón cuando se trata de trotskistas.

Este principio vale no solo contra el SU, sino también, como todo principio, mucho más para la OCI (U), que siempre ha convertido su defensa en una cuestión de honor.

No sé si  los compañeros del CC del POSI tienen conocimiento de lo que nosotros y la CI (CI) sabemos perfectamente bien, y que es de publico conocimiento en Francia. Según Le Monde del 10 de julio de 1981, la Cámara de Apelaciones de Pau negó la extradición de seis vascos españoles el 8 de julio, acusados de tenencia de explosivos. Uno de ellos fue puesto en libertad, por considerarse que no había cometido delito, para ser de nuevo puesto bajo arresto domiciliario el 13 de agosto. A esto hay que sumarle el hecho de que la misma Cámara ha acordado la extradición de tres presos de la ETA. El 7 de agosto, la misma Cámara negó la extradición del militante vasco Eneko Alegría, por considerar que sus crímenes, aunque de derecho común, “ no son de extrema gravedad ”. A pesar de ello, Alegría permanecería en la cárcel, para comparecer el 3 de septiembre ante el tribunal de Bayona, con otros separatistas vascos acusados de tenencia de armas (Le Monde del 9 de octubre de 1981).

No sabemos cuantos suman los militantes de la ETA presos en las cárceles de Mitterrand, pero estos hechos demuestran que, como mínima, son mas de una decena. Pero supongamos que son tan sólo tres o cuatro. Es obligación numero uno de toda organización que se considere revolucionaria luchar por la inmediata libertad de estos militantes de la ETA, así como denunciar al gobierno que los mantiene presos y que se negó a incorporar su libertad en la nueva ley de amnistía. Porque el deber de todo militante u organización revolucionaria es luchar por que cualquier perseguido político, cualquiera que haya sido su crimen, y sobre todo si fue en lucha contra un gobierno que oprime a su pueblo, quede en libertad al entrar en Francia. Esta es una magnifica tradición de la época de las revoluciones democrático burguesas y del propio derecho de asilo.

Pero si bien no conocemos que cantidad de presos de la ETA hay en las cárceles francesas, si sabemos que política ha tenido la OCI (U) al respecto: no ha levantado ni un solo dedo, no ha escrito una sola línea, no ha dicho ni una sola palabra, ni ha dedicado un solo editorial a denunciar al gobierno Mitterrand por mantener presos a los etarras. Se ha negado sistemáticamente a comenzar una campana por la libertad de los mismos. Este abandono de los principios se agrava porque hay también presos del IRA. Lo único que hemos leído en el periódico de la OCI respecto a los presos fue inspirado en el siguiente hecho: el 18 de julio, el ministro del Interior concedió un entrevista a Le Nouvel Observateur , donde dijo que el gobierno ni iba a permitir la extradici6n de los vascos españoles perseguidos, aclarando también, en forma sibilina, que los reprimiría el propio gobierno Mitterrand. “Próximamente iré a Madrid a reunirme con el ministro del Interior español, le explicare que hacemos, pero la extradición no es posible” (ver Le Monde del 21 de julio de 1981). En otras palabras, no van a entregar a los vascos para que los reprima España, sino que los va a reprimir el propio gobierno Mitterrand.

Y entonces, por primera vez la OCI se acuerda de que existen presos de la ETA, pero para apoyar al ministro del Interior contra los ataques de Giscard y de la prensa burguesa, por haber dicho que no permitirían la extradición. La única vez que toca este problema, la OCI (U) lo hace levantando la consigna de: ¡No a la extradición de los militantes vascos! Y nada mas, es decir: ¡la misma consigna del Ministro del Interior! ( Informations Ouvrieres # 1010).

Los compañeros del Comité Central del POSI tienen una tradición que los debe llenar de orgullo: han sabido defender incondicionalmente a los militantes de la ETA presos y han planteado su libertad inmediata. Esa experiencia, esa política intransigente, les debe llevar a exigir a los compañeros Pierre y Stephan la inmediata modificación de esa política de silencio frente a los militantes de la ETA presos en las cárceles de Mitterrand. Además, este Comité Central debe demandar a su organización hermana en Francis, que inicie una campaña publica contra el canallesco gobierno de Mitterrand y su política de mantenerlos presos.

Pero dejando de lado este pedido, creo que el Comité Central no se negara a efectuar las preguntas de rigor a los compañeros presentes de la OCI(U): ¿ es de principios luchar por la libertad inmediata de los presos del IRA y de la ETA, denunciando al actual gobierno contrarrevolucionario francés que los tiene presos ? Y la segunda pregunta, todavía más sencilla y categórica: ¿ donde publicó la OCI una sola palabra, no una campaña, no una consigna, no una tarea ni un llamado, sino una sola palabra para señalar que hay presos de la ETA y del IRA en las cárceles de Mitterrand, y la necesidad de movilizarse para que el gobierno los libere?

2.- El repudio militante a los planes de Mitterrand de reprimir a la ETA.

El 5 de julio, el ministro de Relaciones Exteriores de Mitterrand, Cheysson, hizo declaraciones en Le Monde precisando cual iba a ser la política oficial del gobierno respecto a la ETA y sus militantes. Con toda claridad dijo: “ Sabemos perfectamente que le terrorismo representa una amenaza grave, quizás mortal, para la democracia española, por si mismo y por las comprensibles reacciones que podría provocar en el ejército español, Estamos tan resueltos como los españoles a luchar contra el terrorismo. Nuestro compromiso es categórico: ningún terrorista extranjero, españoles hoy, quizás de otros nacionalidades mañana, podrá encontrar refugio en Francia. Pero debemos actuar por nuestros propios medios, por nuestra propia Justicia, policía y servicio de Información. Debemos movilizarnos en territorio vasco. Que los terroristas vascos no se hagan ilusiones, que nos opongamos a la extradición de algunos terroristas no significa que seremos indulgentes con ellos...” . (Los subrayados son nuestros). Hay que reconocer la franqueza y la falta de subterfugios respecto a la ETA del gobierno Mitterrand: piensa hacer exactamente lo mismo que hace Juan Carlos, y por respeto, entre otras razones, al ejército español. Resumiendo, ellos dicen que están “tan resueltos como los españoles a luchar contra el terrorismo”; eso si, piensan reprimir a la ETA dentro de Francia y no dar la extradición para nos desprestigiarse.

¿Que ha dicho la OCI y los compañeros Lambert y Stephan, que tanto han defendido a la ETA y a sus militantes presos o amenazados de ser violentamente reprimidos por el gobierno español, ahora que los ataca no el gobierno del rey Juan Carlos, sino el gobierno de Mitterrand? Exactamente lo mismo que han dicho respecto a los presos de la ETA que tiene Mitterrand en sus cárceles: absolutamente nada, un silencio de cementerio frente a este monstruoso plan del gobierno Mitterrand.

Esperamos con impaciencia la respuesta que los compañeros Pierre y Stephan darán a las dos preguntas que encarecidamente les pido a los compañeros del Comité Central del POSI que les formulen: ¿ Es de principios o no luchar contra los planes de represión violenta por parte de los gobiernos burgueses, sean frentepopulistas o no, contra los luchadores extranjeros que entran al propio país? ¿Dónde la OCI se opone y llama a enfrentar por medio de la movilización y de la lucha la política del gobierno Mitterrand de reprimir con toda violencia a la ETA?

3.- La denuncia al frente único Mitterrand-Calvo Sotelo contra la ETA

Nosotros denunciamos el acuerdo contrarrevolucionario para la persecución a la Brigada Simón Bolívar, conformado por los gobiernos nicaragüense y panameño. Hicimos de ello una cuestión de honor revolucionario y de principio denunciando al SU por su silencio al respecto. Algo muy parecido esta ocurriendo en este momento en relación a la ETA, por parte de los gobiernos español y francés. Desde que subió el gobierno Mitterrand se han estrechado los lazos entre este y el gobierno de Calvo Sotelo, y sé esta discutiendo en secreto cómo coordinar mejor la represión a la ETA. Calvo Sotelo, por ejemplo, en una entrevista concedida a Le Monde el 2 de julio, dijo: “ No necesito subrayar que las extradiciones que hemos pedido y sobre las cuales el poder judicial francés sé ha pronunciado favorablemente representan también para nosotros una cuestión de ética y de principios .” Y la declaración de Mitterrand al Diario 16, el 25 de septiembre de 1981, no deja lugar a dudas: “Francia ha dicho que no habrá extradición, pero tampoco prestaré la mano a nadie que desestabilice la democracia española, defendida admirablemente por sus dirigentes y políticos.”.

Informations Ouvrieres y la OCI(U) no se han dignado hacer la más mínima declaración contra estas negociaciones contrarrevolucionarios entre los dos gobiernos para reprimir a la ETA. Insistimos, no tenemos conocimiento de ninguna denuncia, ni una sola palabra o llamado a luchar contra este acercamiento contrarrevolucionario. Una vez mas se plantean las preguntas de rigor: ¿Es o no de principios luchar contra los acuerdos contrarrevolucionarios de los gobiernos burgueses para reprimir a revolucionarios extranjeros? ¿Las negociaciones en curso entre los gobiernos de Mitterrand y de Calvo Sotelo, para colaborar en la represión de la ETA, son contrarrevolucionarias o no? Y si son contrarrevolucionarias, ¿no hay que denunciarlas ? Y si hay que denunciarlas, ¿dónde lo hicieron Informations Ouvrieres y la OCI (U) ?

4.- La libertad inmediata de los luchadores bretones, vascos y corsos que Mitterrand mantiene presos.

Si es un principio sagrado del trotskismo luchar por la libertad de los militantes obreros, clasistas, los militantes revolucionarios y trotskistas, extranjeros perseguidos o presos dentro del país, una obligación y un principio tan o más importante que el anterior es luchar por la libertad de los presos políticos del propio país. Es decir, no se puede considerar revolucionario al que se calla y no defiende a los presos políticos del gobierno reaccionario. Según et proyecto de ley de amnistía, en Francia había militantes nacionalistas bretones, vascos y corsos presos. Esa ley, en uno de sus apartados, dice lo siguiente, según comenta Le Monde del 2 de junio : “La amnistía serás completa a menos que haya habido muerte o herida grave, intento de homicidio o de herida con armas de fuego con de la fuerza pública.” Queda  bien claro que en realidad, no habrá amnistía contra ningún nacionalista o político revolucionario acusado de atentar contre la seguridad del estado, es decir, que permanecerán presos los nacionalistas bretones, vascos y corsos, Además, es muy probable que también existan vascos presos por haber ayudado a la ETA. De lo que estamos completamente seguros es de la existencia de nacionalistas corsos presos, como lo demuestra la declaración de Edmund Simeoni en Le Monde del 11 de agosto (presidente de la Unión del pueblo corso), en la que solicita públicamente la “liberación de todos los presos políticos” antes de que se abra el dialogo con el gobierno. La OCI (U) no se ha dado por enterada de este comunicado de Simeoni, como tampoco ha apoyado su exigencia de libertad inmediata de los militantes corsos presos.

Lógicamente, una medida tan regresiva, tan reaccionaria del gobierno Mitterrand, una medida que resuelve mantener en la cárcel a presos políticos de las distintas nacionalidades que han atentado contra el estado, no mereció ni la mis ligera critica de Informations Ouvrieres, ni la dirección de la OCI, Tampoco se llamo al movimiento obrero a repudiarla, ni se movilizó la OCI (U) para luchar contra ella, como tampoco se levanto la consigna de amnistía total para todos los acusados de atentar contra la seguridad del estado que tengan razones políticas. Lo hizo Mitterrand y basta. Silencio y aprobación tacita. La OCI (U) no conoce otra política que la de callarse y aceptar todo lo que Mitterrand hace.

A pesar de ser aburrido y reiterativo, les ruego que le hagan las preguntas de rigor a los campaneros Pierre y Stephan: ¿ Es o no una cuestión de principio luchar por la libertad de todos los que atentan por razones políticas contra la seguridad de cualquier estado burgués? ¿ Es o no una cuestión de principios defender a todo preso político, así haya herido o atentado contre agentes del orden burgués? Si es efectivamente una cuestión de principios ¿ por que la dirección de la OCI (U) no ha denunciado que la ley de amnistía resolvió seguir manteniendo presos a los bretones, vascos y corsos que atentaban contra la seguridad del estado o contra agentes de la fuerza publica? ¿ Por que no hace una campaña por la libertad de esos presos? ¿ Por que no le hace publicidad al comunicado de Simeóni y se apoya su pedido de libertad inmediata para los corsos presos ?

Pero aquí no estamos refiriendo a presos que hablan sido detenidos por Giscard, veamos que pasa con los que detiene Mitterrand.

5.- La lucha contra la represión de Mitterrand a los luchadores coloniales.

Un principio tan sagrado como todos los anteriores, es la lucha para evitar que los gobiernos burgueses imperialistas, sean frentepopulistas o no, de las colonias repriman a los luchadores nacionalistas.

Este principio tiene una gran importancia en el memento actual, si es cierto lo que el Grupo de liberación armado de Guadalupe informó en un comunicado, en el que denuncia que el gobierno de Mitterrand: “.. llevando a algunos de sus militantes ante los tribunales coloniales, esta perpetuando les practicas represivas del régimen anterior”. (Le Monde, 23 de septiembre).

La OCI no se ha dado ni por enterada de esta denuncia. Y, como siempre, no tiene nada que decir de los militantes nacionalistas presos por el gobierno de Mitterrand, que los juzga ante los tribunales coloniales.

Vuelven a imponerse las preguntas de rigor, ¿ Es o no un principio sagrado del trotskismo luchar contre la represión y la prisión de los luchadores nacionalistas de los pueblos coloniales, perpetrada por el gobierno imperialista? ¿ No es un claro caso de represión lo que hace Mitterrand cuando encarcela a los miembros de un grupo de liberación armada de Guadalupe? ¿ Y si es un caso de represión de un gobierno imperialista contra luchadores nacionalistas coloniales, no se impone que la OCI e Informations Ouvrieres inicien una batalla frontal contra ella, luchando por la liberación inmediata de estos presos ?

6.- La solidaridad de clase con las luchas y huelgas obreras.

Les tengo que pedir disculpas a los compañeros del Comité Central del POSI y a sus invitados, por tener que repetir o recordar que la solidaridad con nuestra clase, con sus luchas, es prácticamente el principio más sagrado del movimiento obrero. Para un clasista es una cuestión de principio, en toda lucha que lleve a cabo el movimiento obrero, sea con la dirección que fuere y con el programa que adopte, así como la táctica que tenga, él apoyarla, ser solidario. Toda lucha obrera, igual que toda guerra civil o toda guerra entre estados, nos exige un pronunciamiento categórico, a favor o en contra de esa lucha. Muchas veces estamos abiertamente en contra de una huelga, como cuando hay huelgas de obreros trabajadores blancos para impedir que trabajen obreros negros, o de otro color. Entonces el partido revolucionario abiertamente llama a romper la huelga, por ser racista. Y puede haber otras huelgas hechas por obreros pero de carácter reaccionario, como la de algunos sectores de ferroviarios rusos después de la toma del poder por el partido bolchevique, que hacían huelgas contra la revolución obrera. Entonces, el partido revolucionario esta en contra de ella y así lo pregona a los cuatro vientos. Pero estas son excepciones que confirman la regla: por principio, un activista obrero depende, apoya una huelga o toda movilización de la clase obrera.

Para Trotsky, tener el oído atentísimo ante los movimientos y preocupaciones de la clase obrera es el elemento esencial para dotarnos de una política.

Todas estas consideraciones las hacemos porque si observamos el tiempo transcurrido desde fines de las vacaciones de verano y el mes de septiembre, nos encontramos con que hay una inquietud creciente en la clase obrera francesa y algunos comienzos de huelgas y de movimientos de cierta importancia, parecidos a los que se dieron dos o tres meses antes de la gran huelga con ocupación de fabricas en 1936. Es así como según Le Monde del 27 de agosto 100 obreros de la fabrica Francia, pararon el 25 de agosto él transito en la vía férrea privada de la zona industrial de la empresa, para protestar contre las amenazas de cierre de la misma.

El 24 de agosto, cien militantes de la CGT y de la CFDT impusieron a la fabrica SNIAS de Saint-Nazaire, la reintegración “salvaje” de 7 delegados despedidos en diciembre de 1979, después de una lucha de 3 meses por salarios y empleos, Los obreros esperan, a partir de entonces, una decisión política para legalizar su situación, porque la ley de amnistía no prevé la reintegración en situaciones parecidas. (Le Monde del 26 de agosto de 1981). El 17 de agosto, en la fabrica estatal de tabacos SEITA de Chateauroux, se comenzaron a hacer huelgas por turno, para discutir las modalidades de ejecución y de indemnización del desempleo parcial.

La fabrica SEITA es la empresa estatal de tabacos y fósforos. El 21 de agosto se terminaron las huelgas por turno y el 25 se dio por terminado el conflicto (Le Monde del 25 de agosto de 1981).

Hay una fuerte presión sindical en la RATP. El sindicato autónomo anuncia que se va a reaccionar con la huelga si no se mejora la situación salarial. Y agrega, como FO lo había hecho anteriormente, “ que el poder adquisitivo de los 36 000 trabajadores de la empresa se ve considerablemente amenazado ante la ausencia de un contrato salarial.” La CGT, por su parte “ pide medidas inmediatas antes de la apertura de negociaciones en septiembre “(Le Monde del 23/24 de agosto de 1981)

Durante el mes de septiembre, se produce une huelga en la Gare de l’Est, una de las principales estaciones ferroviarias de Paris, por problemas de seguridad laboral, que triunfa el día 23.

En dos de los talleres de la empresa Renault, la más importante empresa metalúrgica de Francia, han estallado huelgas contra las condiciones de trabajo (por ejemplo, por la reducción del ritmo de la cadena) y contra la supresión de puestos de trabajo. Inclusive, la patronal, en la mayoría de los talleres de la Renault, ha decretado días de suspensión del trabajo (los días 5 y 6 de octubre para “adaptar la producción al mercado”). En Le Monde del 25 de septiembre, hay un detallado informe del conflicto y de la intervención de la CGT en el mismo.

Los trabajadores de la estación Paris-Saint-Lazare amenazaron con salir a la huelga debido a la sobrecarga de trabajo en el nuevo horario de invierno (Le Monde del 26 de septiembre 1981).

Para culminar, en agosto los habitantes de dos viviendas de trabajadores inmigrantes en Paris entraron en huelga para protestar por el alza de los alquileres (Le Monde del 22 de agosto 1981).

La OCI sólo comenta la huelga de los obreros del aeropuerto que se produjo en agosto, quienes rechazaban las pro-posiciones de su dirección. En Informations Ouvrieres # 1009 y en el # 1013, se apoya la huelga y se la comenta. Inclusive se publica un diario del conflicto. A excepción de esa, no hemos visto que te den ninguna importancia o que adopten ninguna posición con respecto a los distintos conflictos que se produjeron. En este caso el principio de los principios, es que como mínimo comentemos si estamos a favor o en contra, si somos solidarios, si vamos a hacer algo o nada sobre estas huelgas. Lo que no se puede hacer es callar principalmente cuando estas huelgas van contra empresas estatales y que, por lo tanto, nos permitirían denunciar al gobierno y ponerlo entre la espada y la pared, denunciando que es el único que puede solucionarlas en forma inmediata.

Y como siempre, las preguntas, ¿es de principio, en líneas generales, apoyar a la clase obrera --se haya equivocado o no -- cuando entra en lucha contra la burguesía o contra el gobierno burgués? ¿Es de principio, como mínimo, comentar los conflictos de la clase obrera y adoptar posiciones frente a ellos para defenderlas ante todo el pueblo? Y, si es así, ¿por qué la OCI no hace ni un comentario, ni llama a la solidaridad con las huelgas y conflictos? Y si esta en contra, ¿por que no llama a romper las huelgas que, excepcionalmente, pueden ser contrarrevolucionarias?

7.- La expropiación sin pago de los bienes de la Iglesia, incluyendo sus escuelas.

No sabía si titular este punto como lo hice o si denominarlo: la lucha más despiadada por barrer la influencia de la Iglesia católica, el mas gigantesco aparato contrarrevolucionario creado por los explotadores en toda la historia de la humanidad.

Digo esto porque los revolucionarios tradicionalmente han planteado la lucha más intransigente contra la iglesia, en el terreno ideológico y de su acción; siempre hemos planteado, en España y en los países donde la iglesia es poderosa, sacarles las escuelas y cualquier propiedad que les permita cumplir su papel contrarrevolucionario. El único medio que le podemos dejar es el del culto, respetando las creencias religiosas de los trabajadores sin dejar por un sólo día de luchar, propagar y defender el ateismo, y de combatir la religión, pero en el terreno de la propaganda ideológica. En cuanto a los medios materiales, estamos por la expropiación de todos los bienes de la iglesia. Es algo parecido a lo que hacemos frente a la monarquía. Nosotros somos consecuentes antimonárquicos en Inglaterra o en Bélgica, tal como nos explicaba Trotsky. Son instituciones que en determinado momento se pueden llenar de contenido fascistizante y bonapartista.

La iglesia no se va a llenar de este contenido: ya esta llena. Hace siglos y siglos que esta aprendiendo y enseñando a aplastar revoluciones o a desviarlas. Es el aparato ideológico y material más terrible de los explotadores. Según informa Informations Ouvrieres en su numero 1002, centenares de miles de familias reciben hoy día educación en las escuelas católicas, obligadas a ir allí por el cierre de 4000 escuelas bajo Giscard. El problema de las escuelas católicas es hoy en día un problema cierto, de importancia. Para responder a este problema, la OCI ha levantado una consigna idéntica, de hecho, a la de la masonería y del Partido Socialista: “Fondos públicos a la escuela publica, fondos privados a la escuela privada”.No queremos detenernos en la política educacional de Informations Ouvrieres, porque ya nos referiremos a ella en otra parte de la carta. Pero queremos explicar lo que para nosotros es una posición de principio: el enfrentamiento y la lucha por expropiar todos los bienes de la iglesia; sin pago, incluidas sus escuelas.

En Informations Ouvrieres # 1000, se explica en forma mas o menos extensa la concepción, el programa y la orientación hacia la iglesia católica por parte de la OCI, en el articulo “Enseñanza: donde encontrar los medios”. En el se dice:  “Los ciudadanos católicos tienen derecho a permitir que se les inculquen a sus hijos, con la misma autoridad pedagógica las leyes de la gravedad, de Newton y la ascensión de Cristo, el experimento de Arquímedes y Cristo caminando sobre las aguas, la conquista de la biología y la resurrección de Lázaro, los descubrimientos de Galileo y las verdades de la Inquisición. Es cosa de ellos. Pero no es cosa de la escuela laica y su presupuesto, alimentado por los contribuyentes (...) Esto, con el mayor respeto por las convicciones de cada uno. La enseñanza confesional, celosa de su “carácter propio”, será entregada a la generosidad de los fieles, como ocurre con toda organización privada, que vive de sus cotizaciones”.

Les confesamos, camaradas del Comité Central del POSI, que damos esta cita avergonzados. Y la damos obligados, porque consideramos que es la justificación teórica de la consigna que hemos citado anteriormente, y que es el eje de la política de la OCI para la iglesia. Pero que en un periódico trotskista, como argumentación teórico-política, se utilice lo que he citado una argumentación que ya era atrasada a fines del siglo pasado y característica de los liberales burgueses, masones, agnósticos y laicos, nos avergüenza en nombre del movimiento obrero revolucionario.

Los compañeros, por ser de un partido trotskista español, saben mejor que yo que esto no tiene nada que ver con nosotros: ni hi consigna, ni la argumentación. Como todo razonamiento liberal burgués, no arranca de las instituciones, ni de hi lucha de clases, sino de los “ciudadanos católicos”. Entonces, siguiendo toda la teoría burguesa individualista, los ciudadanos católicos tienen derecho a organizarse en clubs, en iglesias, y esas organizaciones tienen derecho a la vida, y el estado burgués y el gobierno, a respetarles ese derecho. Esa es la línea de razonamiento y el programa de la OCI respeto a ese problema. Igual que para cualquier liberal del siglo pasado o de este, como el señor Mitterrand, para la OCI la iglesia es muy parecida a un club filatélico; los ciudadanos filatélicos tienen el derecho a “ inculcar a sus hijos con la misma autoridad las leyes de Newton.” Y que la filatelia es al actividad mas sana del mundo. Por favor compañeros: La iglesia no es una organización de ciudadanos equivocados que creen en la ascensión de Cristo y que camina sobre las aguas. La iglesia no es un libre agrupamiento casual, voluntario, de individuos con una serie de chifladuras en la cabeza. Es un gigantesco aparato contrarrevolucionario, construido durante 2000 años por los distintos explotadores, empezando por los propietarios de esclavos, continuando por los señores feudales, y terminando con los capitalistas y los grandes trusts monopólicos actuales para ayudar a la explotación del esclavo, del siervo de la gleba y del proletario moderno. Con el criterio de la OCI, los ciudadanos militares tienen derecho a inculcar a sus hijos con la misma autoridad, “las leyes de la gravedad de Newton” y que no hay nada más grande en el mundo que la disciplina militar y el respeto a los generales del ejercito.

Es lo que dice Mitterrand, pero no lo que debemos decir nosotros. Un verdadero marxista tendría que decir: somos muy respetuosos de las creencias de los ciudadanos católicos, pero lamentablemente esas creencias son manipuladas e inculcadas por el mas tremendo aparato contrarrevolucionario que ha conocido la historia, que es la iglesia católica. Lo único que debemos hacer contra las creencias del ciudadano es combatirlas ideológicamente como falsas creencias que los llevan a aceptar la explotación y a ser manejados por la iglesia. Pero contra la acción de la iglesia y contra los medios materiales que tiene para llevar a cabo esa acción educativa, social, sindical, contrarrevolucionaria, vamos a llevar una lucha implacable para quitarle esos medios. Como respeto a las creencias de los trabajadores católicos, y no es casual que la OCI hable de “ciudadanos” y no de trabajadores, aceptaremos la acción privada del culto por parte de los trabajadores, pero sin aceptar la burocracia, sin aceptar que los curas no trabajen. Es decir, vamos a permitir que los mismos curas, después de sus horas de trabajo, ejerzan el culto y no les haremos ninguna persecución mientras no den un solo paso mis allá en el sentido de invadir actividades sociales, económicas, educativas, políticas. Por eso, estamos por la expropiación sin pago de todo lo que posee la iglesia, y fundamentalmente de sus escuelas. Porque nosotros no nos enfrentamos a “ciudadanos católicos” ni a sus convicciones, sino a una institución contrarrevolucionaria. Es decir, la OCI debe levantar la consigna de expropiación de todas las escuelas privadas, y fundamentalmente de las escuelas católicas. No levantar esa consigna es una verdadera traición, no ya directamente al trotskismo, sino al movimiento obrero revolucionario que viene planteando esta línea desde el siglo pasado.

Por otra parte, no es cierto que “la enseñanza confesional... será entregada a la generosidad de los fieles, como ocurre con toda organización privada, que vive de sus cotizaciones”. Para nosotros, la escuela no es una “organización privada”, sino publica; y la enseñanza confesional no es producto de la generosidad de los fieles, ni vive de sus cotizaciones. Es todo falso, la iglesia puede dar enseñanza gratuita como da en muchos países del Tercer Mundo, porque vive de la explotación, de la plusvalía de la clase obrera, de lo que le dan las grandes empresas, la gran burguesía, de las limosnas de los explotadores, y no de la generosidad de los fieles trabajadores, sino de la generosidad de sus fieles capitalistas. Y esa generosidad arranca de la plusvalía, es decir, de las ganancias que tienen esos fieles capitalistas. Por eso todo es falso en la OCI, ni la Iglesia es una organización de ciudadanos católicos de tipo voluntario, y si no, logremos que un grupo de católicos se organicen para poner una clínica para abortar, si están de acuerdo con el aborto, a ver si la clínica es autorizada por la iglesia. No, las escuelas católicas son de la iglesia católica y no de los ciudadanos católicos. Se aplica la ley burguesa; así como la fabrica no es de los ciudadanos que trabajan en ella sino que es del patrón, las escuelas católicas no son de los “ciudadanos católicos” sino de la iglesia.

La enseñanza no debe ser privada, sino una función social; en un centro de enseñanza controlada por la clase obrera no se dejara enseñar fábulas como la ascensión de Cristo y la resurrección de Lázaro.

Denunciamos a la OCI por ocultar ante las masas francesas el carácter de la iglesia y por no denunciar las actividades de esta, inclusive las educativas, que no están al servicio de demostrar la ascensión de Cristo, que este caminaba sobre las aguas y que Lázaro resucitó, sino al de difundir conscientemente la explotación. Encubrir a la iglesia como lo hace la OCI es un crimen contra el marxismo y contra la clase obrera mundial.

Capitulo II:
No enfrenta a la contrarrevolución

Hoy día, a escala del mundo y de cada país, se enfrentan la contrarrevolución y la revolución. La contrarrevolución mundial, regional y nacional, tiene fluidos vasos comunicantes, relaciones estrechas.

La revolución también los tiene. La revolución portuguesa conmovió Europa. Lo que ocurre hoy en Francia afecta el curso europeo y mundial. La revolución vietnamita conmovió al mundo y debilitó al imperialismo yanqui y a la burocracia.

El trotskismo eleva a consciente este proceso revolucionario mundial y nacional de vasos comunicantes. Por eso no solo apoya los procesos revolucionarios, sino, como la otra cara del mismo fenómeno, enfrenta sin tregua y con odio los planes y las instituciones contrarrevolucionarias, para defender la revolución.

Desde que Mitterrand subió al gobierno, no es esta la política de la OCI. Veamos cuatro ejemplos para saber si estamos en lo cierto.

1.- El enfrentamiento a los pactos contrarrevolucionarios internacionales de Mitterrand.

Uno de los grandes meritos teóricos-políticos de la OCI fue su insistencia en denunciar los pactos contrarrevolucionarios de la burocracia y el imperialismo. Con toda razón a considerado como una cuestión de principios la denuncia de los de Yalta y Postdam, como todos los otros que se han hecho en esta posguerra. Quien no los denuncie comete un doble crimen. El primero, no combatir a su gobierno como integrante de dicho pacto. Segundo, y como consecuencia del anterior, facilita el desarrollo de la contrarrevolución mundial porque, de hecho, no defiende a la revolución mundial. En el caso del pacto Atlántico y del de la OTAN, quien no lo denuncie no solo esta facilitando el ataque de la contrarrevolución mundial, sino que tampoco defiende a la URSS, porque esos pactos no solo van contra la revolución mundial sino también contra los estados obreros europeos y la URSS.

El gobierno Mitterrand ha insistido en que esta mas unido que ningún otro gobierno francés al pacto Atlántico, a la OTAN y al actual plan Reagan. En una declaración oficial, el ministro de Defensa señala que “ hay en el mundo dos hombres nuevos: Reagan y Mitterrand. Reagan, del que se cuentan tantas leyendas, será un gran estadista. Esta rodeado de un equipo notable. Entre los dos hombres, que no tienen nada en común en los planes ideológicos, hay una comprensión mayor de la que se cree” . El propio Mitterrand ratifico esta relación contrarrevolucionaria cada vez mas estrecha con el imperialismo yanqui declarando: “Francia es un buen aliado de Estados Unidos... Tenemos intereses comunes que no están a merced de los acontecimientos circunstanciales”.

Con respecto a la Alianza atlántica y a la OTAN, el gobierno Mitterrand ha sido también categórico. Su ministro de Relaciones exteriores declaró: “Nuestra política se basa en primer termino en la Alianza Atlántica. En eso somos totalmente solidarios”. Y el mismo ministro, el 5 de julio, a su regreso de Estados Unidos, dijo sobre la OTAN y la Alianza Atlántica: “ Nosotros somos los mejores aliados de Estados Unidos”. “La Alianza Atlántica es un elemento fundamental de acuerdo, mire Paris y Washington, y nuestro modo de defensa. Los socialistas insistimos en los valores... que conforman la base de la Alianza Atlántica ”.

Y refiriéndose a la OTAN, Mitterrand declaró que “las obligaciones recíprocas terminantes de los miembros de la OTAN están mal definidas por parte de Francia, la doctrina estratégica es deficiente”. “En la polémica entre los que desean crear ya las instituciones políticas supernacionales que requiere la OTAN para actuar coordinadamente, y los que desean poner en marcha los mecanismos que conduzcan poco a poco a la creación de dichas instituciones”, “Mitterrand se ubica, hace menos de un ano, en el primer bando”, comenta Le Monde. Es decir, Mitterrand es el campeón de la unidad total de la OTAN para combatir a los estados obreros y a la revolución europea y mundial.

Cuando el gobierno de Estados Unidos anunció la instalación de misiles norteamericanos en Europa, que produjo en Alemania Federal una de las mas grandes manifestaciones populares, el ministro de Relaciones exteriores de Mitterrand fue categórico: “ Francia aprueba por completo la decisión de sus aliados atlánticos de instalar misiles norteamericanos Penning y misiles de largo alcance ”. Tanto Le Monde como The Economist coinciden en los comentarios sobre esta actitud del gobierno Mitterrand. El primero dice que “ Giscard nunca se había pronunciado a favor del emplazamiento de misiles norteamericanos en Eur opa”, y continua aclarando que las dos posiciones existentes “ entre los líderes europeos (emplazamiento de misiles contra negociación con la URSS) la posición de Mitterrand-Cheysson, coincide en general con la de la OTAN: emplazamiento de misiles Pershing en la misma proporción de la URSS”.   Y el mismo semanario, británico señalaba el 13 de junio que el gobierno Mitterrand “ ha expresado su franco apoyo a la instalación de misiles norteamericanos en cinco países europeos (cosa que Giscard jamás hizo)”.

Frente a todos esos hechos y declaraciones contrarrevolucionarias del gobierno Mitterrand, de la concurrencia a la conferencia de Ottawa donde se planificó junto con Reagan la contrarrevolución mundial (incluyendo el desarrollo del armamentismo para ir contra la revolución obrera y los estados obreros), pasando por el reforzamiento del pacto Atlántico y de la OTAN. ¿Que nos dice la OCI ? ¿Que política, que consignas, que tareas, que campañas tiene y propone al movimiento de masas?

Lo único que hemos encontrado es una mera y tímida pregunta, no una frase positiva, en un articulo dedicado al ataque de los aviones de Reagan a los de Libia. Y es la siguiente: “Es posible hoy, iniciar el camino a la ruptura con la burguesía en Francia sin cuestionar las alianzas antipopulares: pacto Atlántico, OTAN, pacto de Varsovia ?” Esto con un agravante: pregunta si es posible hoy iniciar el camino a la ruptura con la burguesía en Francia ? ¿Que significa esto? ¿Que Mitterrand inició el camino de la ruptura con la burguesía? Mitterrand es un sirviente de la burguesía y un sirviente hasta ahora incondicional. Ningún hecho va de verdad contra la burguesía.

El lenguaje y la política de la OCI debieran ser claros, tajantes. Debieron ser de denuncia permanente en lugar de lo que fue. Cada vez que el gobierno dio pasos o hizo declaraciones en favor del plan Reagan, debimos haber denunciado al gobierno Mitterrand en cada numero del periódico como lo que es, uno de los agentes mas serviles de la contrarrevolución mundial. Debimos haber llamado en cada pagina del periódico a la clase obrera francesa a luchar contra la política internacional contrarrevolucionaria de ese gobierno frentepopulista, enemigo mortal de las conquistas de la revolución de Octubre y de la revolución obrera en el mundo, que se esta armando hasta los dientes y que colabora en el armamentismo del imperialismo yanqui para enfrentar a la URSS y a los obreros de Europa y el mundo. Debimos haber llamado en cada Informations Ouvrieres a que la clase obrera se movilizara por la ruptura del pacto Atlántico, de la OTAN y fundamentalmente por el problema inmediato, concreto, de luchar contra la instalación de los misiles yanquis en cinco países europeos. Nada de esto ha hecho la OCI ni Informations Ouvrieres hasta la fecha.

Como siempre, camaradas del Comité Central, les ruego que formulen estas preguntas a Pierre y Stephan, pero a mas, creo que ha llegado el momento de que se las hagan ustedes mismos: ¿Es o no una política de principios la denuncia sistemática y la lucha contra los planes contrarrevolucionarios del imperialismo francés con el imperialismo yanqui? ¿Es o no una política de principio llamar al movimiento obrero a romper el Pacto del Atlántico y la OTAN? Es una política de principio en este momento llamar a una colosal movilización contra la instalación de misiles yanquis en Europa? ¿Es una política de principio denunciar al gobierno frentepopulista por todas estas medidas de apoyo a los planes contrarrevolucionarios del imperialismo yanqui? Y la pregunta definitiva, si todo es de principio, ¿ dónde la OCI hizo campaña y denuncia sistemáticas y llamando a luchar contra la política internacional contrarrevolucionaria de Mitterrand ?

2.- La lucha contra los planes armamentistas de Mitterrand

El gobierno de Mitterrand no ha dejado ninguna duda sobre cual es su política respecto a este problema del armamentismo. Esto gobierno ha insistido en que no piensa modificar nada respecto al gaullismo, en este terreno. El primer ministro Mauroy ha dicho que “ los imperativos de la defensa son aquellos que deben formar parte de la permanencia en la acción gubernamental ...”. Le Monde comentó la política general del gobierno Mitterrand diciendo que “el primer gobierno de izquierda bajo la V Republica, toma a su cargo la opción del general De Gaulle sobre disuasión nuclear...”. Y el mismo ministro dijo que “Francia - gracias al juego extraordinario del general De Gaulle, de estar en la Alianza Atlántica sin estar en su estructura militar integrada, y poseer una fuerza de disuasión nuclear propia—esta menos amenazada por el neutralismo que cualquier otro país de la Europa de la OTAN”.

En su visita a la base submarina de la He Longue, Mitterrand declaró que tomó la decisión de que se inicie la construcción del nuevo submarino nuclear, que se agregaría a la flota de seis ya existentes, para 1980. Le Monde, el 15 de septiembre 1981, decía que le primer ministro se comprometía a desarrollar el armamento nuclear. Y la misma personalidad anunció que será “desarrollada la fuerza de disuasión nuclear” y que proseguirán los “estudios e investigaciones en materia de armamentos a gran alcance”.

El gobierno, sin ninguna vergüenza, ya ha dado su calculo del presupuesto de defensa. Esos cálculos demuestran que Mitterrand esta en la línea de Reagan de aumentar dicho presupuesto. Y como si esto fuera poco, el gobierno informó el 13 de agosto que “ prevé indemnizar a los fabricantes de armas sometidos a embargo” (por el mismo sobre todo cuando se trataba de negocios con Chile o con Sudáfrica). Es decir, parte del presupuesto francés será destinado a indemnizar al sector más reaccionario de la burguesía francesa. Acá no haremos la pregunta de si es o no una política de principies. Acá tenemos que decir: no le da vergüenza a la OCI haber abandonado el Programa de Transición que dice.: “de igual modo reivindicamos la expropiación de las compañías monopolizadoras de la industria de guerra...”. Por que no lucha contra los planes armamentistas de los gobiernos imperialistas? ¿Porque no lucha contra los planes de Mitterrand en ese terreno? ¿Por qué no comienza ya una batalla por movilizar a las masas contra la “industria de guerra” como exige le Programa de Transición? ¿Por qué no lanza alguna consigna movilizadora contra los planes de desarrollo del armamentismo y de ampliación de los gastos del presupuesto nacional francés para ello?....

Y, mas simple aun: ¿Que palabra, qué frase escribió la OCI para denunciar, para llamar o insinuar una mera lucha contra los planes de Mitterrand de continuar la política de De Gaulle en cuanto a armamento, ampliar el presupuesto militar, construir nuevas armas e indemnizar a los fabricantes de armas? Nos conformamos con que nos demuestren que en algunos de esos aspectos, aunque no sea en todos, alga dijo la OCI. Nos conformamos no significa que aprobemos el decir una mera frase.

3.- La denuncia de la política de Mitterrand que fortalece a las fuerzas armadas del régimen.

Ha sido una política sistemática del trotskismo denunciar y, cuando las condiciones se abren, plantear la destrucción de las fuerzas armadas del régimen. La OCI ha sido una de las que mas ha insistido sobre el juego de las instituciones en el estado burgués y el papel fundamental de las fuerzas armadas como pilar de ese estado. También ha insistido en la necesidad de que el trotskismo denuncie sistemáticamente a las fuerzas armadas como lo que es, y que utilice todo gran ascenso del movimiento de masas para ir contra ellas, denunciando a los gobiernos burgueses que las mantienen y las desarrollan, las defienden como estructura jerárquica del estado burgués.

La política de Mitterrand a este respecto es clara, burguesa hasta la médula, de fortalecimiento y defensa de las fuerzas armadas burguesas. El ministro de Defensa, Charles Hernu, el 11 de julio, declaró que “considero que las fuerzas armadas han servido lealmente a los sucesivos gobiernos. Si hay reproches a hacer. . . hay que dirigirlos a los políticos y no a los militares que son la herramienta, el brazo del poder político.” Y en una reunión del Consejo superior de la función militar, declaró que “velara por los legítimos intereses de los militares”. Señaló estar a “favor de que los militares que se retiren sigan cobrando su pensión militar además del salario que puedan ganar en la vida civil”. Y en otra parte de su intervención dijo que daba “gran importancia al buen funcionamiento de la comisión instituida por el artículo  7 del régimen de disciplina general”. El gobierno ha señalado que ha discutido con la policía que no tiene nada contra ella. Sabemos bien lo que piensa Mitterrand, lo que no sabemos es lo que dice y hace la OCI. Es o no necesario hacer campana contra las fuerzas armadas y contra lo que los gobiernos burgueses hacen para fortalecerlas? ¿Si es así, donde y cuando la OCI hizo esas denuncias?

Es un problema de principios denunciar, sobre todo cuando estamos bajo un gobierno frentepopulista, que el gobierno fortalece las fuerzas armadas del régimen ?

Para nosotros, la destrucción del régimen es de principio, lo que incluye, por supuesto, a sus fuerzas armadas. Es tan de principios que bajo un gobierno burgués normal no es necesario machacarlo todos los días y, además, es mucho mas difícil hacer este trabajo porque no hay ascenso. La gente odia al ejercito, a la policía, y sabe que todos queremos que ese régimen, completo, caiga. Pero en el caso de un gobierno frentepopulista, justamente porque no se trata de un gobierno burgués “normal”, ya que la gente cree que es suyo, es precise denunciar día a día los elementos que demuestran que el régimen burgués esta intacto. Las fuerzas armadas son, por eso, punto fundamental. Pero la razón decisiva es que por haberse entrado en una etapa superior de la lucha de clases, porque hay posibilidades de revolución obrera o de contrarrevolución burguesa, se puede y se tiene la obligación de trasformar esa lucha en una de las mas importantes del partido.

4.- La destrucción del aparato burocrático estatal burgués

Desde la Comuna de Paris, el movimiento revolucionario marxista se caracteriza por la denuncia y ataque frontal a la estructura del aparato burocrático del estado burgués. Es decir, que la burocracia estatal tenga los sueldos mínimos o medios de los trabajadores, y que sea revocada por estos en cualquier momento. Además, se ha esforzado por todos los medios para que las organizaciones de la clase obrera cumplan la mayor cantidad posible de funciones estatales, para ir suprimiendo la burocracia.

El gobierno de Mitterrand ha planteado sistemáticamente que no piensa reemplazar a la policía, ni a la burocracia, sino solamente, a lo sumo, ir cambiando a los funcionarios por funcionarios socialistas. La OCI no ha hecho ningún planteamiento a este respecto, que no sea exactamente el mismo que hace el Partido Socialista. Jamás, que nosotros sepamos, la OCI ha planteado que es lo mismo un burócrata socialista que uno giscardiano, ya que ambos son funcionarios burgueses, en la medida en que se mantenga la actual estructura del aparato burocrático, que es enemigo del movimiento de masas. La OCI se ha negado a levantar la consigna tradicional del movimiento marxista revolucionario de que los empleados del estado y sus funcionarios sean nombrados por el movimiento obrero, tengan un sueldo mínimo o medio y sean revocables en cualquier momento, cuando así lo quiera el movimiento obrero. ¿Es o no una política de principio marxista revolucionaria, desde la Comuna de Paris, el exigir el control de los funcionarios por el movimiento obrero? Si es así, ¿en que artículo o frase de Informations Ouvrieres surge esta línea tradicional del movimiento trotskista ? Con el agravante de que, tanto en este punto como en todos los otros, hemos tornado el celebre programa de acción para Francia, redactado por Trotsky, donde se plantean estos problemas como de agitación inmediata,

Capitulo III
Cinco exigencias fundamentales d
e Lenin, la III Internacional y Trotsky, que no se aplican

Según mi punto de vista, la OCI no cumple con ninguno de los postulados que, tanto Lenin, la IlI Internacional y, más tarde Trotsky, a través de sus análisis demostraron que constituyen la base de la política bolchevique ante los gobiernos frentepopulistas. Ellos son:

1.- La denuncia sistemática de los gobiernos de los partidos obreros traidores.

Lenin no practicó ni la política de apoyo (ni siquiera a las medidas “progresivas”) ni el silencio ante el gobierno provisional ruso. El mismo día en que se entero del triunfo de la revolución de Febrero, mandó un telegrama que decía : “ Nuestra táctica: no confiar en el nuevo gobierno, ni apoyarlo; desconfiamos especialmente de Kerensky..” pero una vez llegado a Rusia plantea sus famosas Tesis de abril, en las que dio la línea que seria característica del bolchevismo y del trotskismo respecto a los gobiernos frentepopulistas.

Su política frente al nuevo gobierno era clara: “Demostrar la falsedad absoluta de sus promesas... desenmascarar a este gobierno que es un gobierno de capitalistas... en vez de exigir que deje de ser imperialista, cosa inadmisible que no hace más que despertar Ilusiones.” Día a día, aplicara esta política: no hay un solo articulo de la Pravda de todo el año 1917, donde no se ataque violentamente al gobierno frentepopulista y a los partidos obreros traidores. Por razones de espacio no quiero detenerme en citar la inmensa cantidad de artículos en los que planteaba que sus promesas, sus planes y todo lo que decía eran “una falsedad absoluta” en los que los “desenmascaraba” minuto a minuto sin depositar la menor confianza en ellos. Y esa política la aplico incluso durante el golpe de Kornilov, porque sostenía que ni siquiera entonces debía contar con nuestro apoyo: “(...) Cambiamos la forma de nuestra lucha contra Kerensky. Sin aflojar un ápice en nuestra hostilidad hacia el, sin renunciar a nuestra tarea de derrocar a Kerensky...”

En su famosa resolución sobre los distintos tipos de gobiernos obreros y la política a tener respecto a ellos, la III Internacional adopta esta línea. En cuanto a los gobiernos formados por partidos obreros contrarrevolucionarios, el “gobierno obrero liberal” y el “gobierno obrero socialdemócrata” (Alemania), luego de definirlos como “gobiernos camuflados o coalición entre la burguesía y los lideres obreros contrarrevolucionarios”, la resolución afirma: “Los lideres obreros corrompidos suben al poder para engañar al proletariado sobre el verdadero carácter de clase del estado, para postergar el ataque revolucionario del proletariado y ganar tiempo”. Por lo tanto, la IlI Internacional resuelve no sólo que “los comunistas no deberán participar en semejante gobierno” sino que con carácter imperativo “desenmascararán despiadadamente ante las masas el verdadero carácter de esos falsos gobiernos obreros”. Y Radek, explicando esta táctica en nombre del Partido Comunista de la URSS decía que la política de apoyo electoral al partido laborista para que suba al gobierno se sintetizaba para la III Internacional en la siguiente consigna: “Voten por el partido laborista, pero prepárense a luchar contra el”.

Trotsky, en relación al frentepopulismo español, señala: “Romper con el fantasma de la burguesía, que no permanece en el frente popular mas que para impedir a los obreros hacer su revolución. Esto es lo primero que esta en el orden del día”. Es decir, Trotsky llama a “condenar y denunciar implacablemente” a los partidos obreros, a la burguesía y al gobierno que ambos constituyen.

En Francia, tuvo una posición parecida. En ese sentido es interesante ver como el oportunismo utiliza la famosa cita de Trotsky sobre la segunda oleada, en la que dice que “no metemos a León Blum en la misma bolsa con los de Wendel y sus de la Rocque. Acusamos a Blum de no comprender o prever la formidable resistencia que opondrán los de Wendel”. Se utiliza esto para sacar la conclusión de que Trotsky opinaba que le partido revolucionario solo debía luchar contra los de Wendel y los de la Rocque y abandonar la lucha y denuncia sistemática al gobierno Blum. Olvidan que luego de esta frase, Trotsky continuaba con otra que decía: “ Debemos repetir que, a pesar de nuestra oposición irreducible al gobierno Blum, los obreros nos encontraran en primera línea de combate contra sus enemigos imperialistas ”. (The Crisis of the French Sections, 1935-1936, p. 150).

Para quien quiera entender, si reemplazamos a Mitterrand por Blum y a los hermanos Willot en lugar de los de Wendel: “Estaremos en la primera línea del combate” contra los hermanos Willot, a pesar de “nuestra oposición irreductible” al gobierno Mitterrand. Acusaremos a Mitterrand de “no comprender la formidable resistencia ” que le opondrán los hermanos Willot.

La OCI (U) no tiene esta política clara de Lenin, la III Internacional y Trotsky. Por el contrario, desde que asumió el gobierno Mitterrand, no hay una sola denuncia precisa contra el gobierno burgués imperialista y contrarrevolucionario, y mucho menos lo desenmascara despiadadamente. En el famoso editorial de Informations Ouvrieres # 1005, no se dice una sola palabra sobre el carácter del nuevo gobierno, ni si hay que combatirlo o si debemos denunciarlo. Es decir, la OCI (U) se ha pasado la vida denunciando al frentepopulismo y cuando, por fin, hay un gobierno frentepopulista en Francia, lo único que tiene que decir en su editorial es que hay que enfrentar a los burgueses que combatirán a ese gobierno. El hecho decisivo para un trotskista cuando surge un gobierno frentepopulista es que se ha constituido un nuevo tipo de gobierno contrarrevolucionario. Eso es lo que hay que explicar y decir a las masas. Lo que hará la burguesía con ese gobierno es sólo un elemento de ese análisis, pero el elemento esencial es la denuncia de ese gobierno y de los partidos obreros que lo conforman, como contrarrevolucionarios. Hacerlo, no debe significar necesariamente que llamemos a voltear al gobierno ya, como hacíamos con el gobierno de Giscard. Todo lo contrario, mientras no ganemos a las masas no levantaremos la bandera del derrocamiento, pero a las masas les diremos la verdad desde el primer día: el enemigo acérrimo, que no quiere saber absolutamente nada con ese gobierno ni con los partidos contrarrevolucionarios que lo conforman, es nuestro partido. Nuestro partido se da la tarea de denunciarlo, de mostrar cómo todos esos traidores son sirvientes de la burguesía y Mitterrand el más importante de todos ellos, masones contrarrevolucionarios, agentes podridos del capital financiero y del imperialismo. Y esto desde el primer momento, para poder convencer a las masas de que hay que derrocarlo lo mas pronto posible. Y eso hay que decirlo en los editoriales y hacer una campaña sistemática.

2.- La falta de ataque sistemático y la delimitación tajante con los partidos obreros traidores

Lenin, la IlI Internacional y Trotsky, no sólo plantearon que había que denunciar día a día y minuto a minuto al gobierno de los partidos obreros traidores sino también a esos partidos. En contra de la posición oportunista de Kamenev-Stalin, Lenin sostuvo que la oposición a los partidos obreros contrarrevolucionarios debía ser mas tajante y nuestra denuncia mas violenta que nunca a partir de que surgía un gobierno frentepopulista. Decía Trotsky de la política de Lenin: “En la coalición de los socialistas con la burguesía liberal (esto es en el frente popular de nuestros días) Lenin solo veía traición al pueblo” . Y Trotsky sigue: “ Los partidos transaccionistas que predominaban en los Soviets no eran para el aliados, sino enemigos irreconciliables” . (Trotsky, Stalin, p. 19). Esa era línea de Lenin. Esto lo llevó a redactar una resolución publica referida a los partidos obreros contrarrevolucionarios, en la que dejo que “ estos partidos apoyan al gobierno provisional, que representa los intereses del capital y ha tornado una posición contrarrevolucionaria, no solo en política exterior, sino también interior”. (Lenin, Obras completas, Tomo XXV, p. 84).

La III Internacional, entre las 21 condiciones para ser considerado partido comunista, señala, en la primera, que “ en las columnas de la prensa, las reuniones publicas, en los sindicatos, en las cooperativas, en todas partes donde los partidos de la III Internacional tengan acceso, deberán criticar no solamente a la burguesía sino también a sus cómplices, los reformistas de toda clase ”. Es decir, ya la III Internacional votaba contra la política de Kamenev y Zinoviev de que bajo los gobiernos frentepopulistas sólo se debe atacar a la burguesía o a los enemigos del gobierno. Acá, como principio sagrado para un comunista, se señalaba con toda claridad que no se debe criticar solamente a la burguesía, sino a los reformistas de toda clase. Y, por si hubiera dudas, en la # 17, se vuelve a insistir como condición sine qua non para poder considerarse comunista lo siguiente: “Hay que llevar a cabo una guerra sin cuartel al viejo mundo burgués y a todos los antiguos partidos socialdemócratas amarillos. Es... fundamental que la diferencia entre los partidos comunistas y los viejos partidos “socialdemócratas” o “socialistas” oficiales que vendieron la bandera de la clase obrera sea mas neta a los ojos de todo trabajador”. En esta posición de la III Internacional fue insistentemente defendida por Trotsky en la época de los frentes populares.

Por ejemplo, cuando criticó al grupo Molinier-Frank, que en el año 1935 rompió con la sección oficial y comenzó a publicar el periódico La Commune. Aunque el frente popular no estaba en el gobierno, Trotsky consideró que tanto el plan de publicar La Commune sin un claro programa de acción, como la política del periódico, eran una capitulación al socialpatriotismo. Y es en ese momento que Trotsky señala que el crimen de Molinier es “renunciar a la critica implacable a los socialpatriotas (llamándolos por su nombre) y renunciar a la critica sistemática a la Izquierda revolucionaria y a Pivert personalmente”, en su periódico. Y agrega que si se renuncia a esa critica implacable, lo que se lograra es tener un “ periódico sapista o pivertista” (The crisis .. p. 98), es decir, centrista. La posición de Trotsky es completamente clara: se debe hacer una “critica implacable a los socialpatriotas (llamándolos por su nombre)”, a partir de la constitución del frente popular. Es decir, denunciar a Blum, a Thorez, a Pivert a todos ellos a través de una critica implacable para los primeros y sistemática para el segundo. Es decir, siempre el mismo tema de Lenin a Trotsky: “La critica implacable, la critica sistemática” a los oportunistas y a los centristas. Esta critica implacable y sistemática hay que hacerla mas que nunca cuando los partidos obreros contrarrevolucionarios constituyen un gobierno frentepopulista.

Y en España, Trotsky insistía sobre cuales debían ser los puntos principales de nuestra política bajo el gobierno frentepopulista. Esos puntos principales debían ser los siguientes: “ I. Condenar y denunciar implacablemente ante las masas la política de todos los dirigentes que forman parte del frente popular; 2. Comprender a fondo y exponer claramente ante los ojos de los obreros avanzados, el lamentable papel jugado por la dirección del POUM”. (La Revolución española, volumen I, p. 343). Es decir, lo mismo que decía en Francia, con una coincidencia lingüística que no tiene nada de casual, en los dos países la misma palabra: “implacablemente”. Trotsky siguió insistiendo sobre esto y, en plena guerra civil decía: “ Se trata de dirigir con supremo coraje a las masas contra sus direcciones traidoras. Aquí comienza la sabiduría. Romper con el fantasma de la burguesía, que no permanece en el frente popular mas que para impedir a los obreros hacer su revolución. Esto es lo primero que esta en el orden del día. El segundo paso es dirigir a los socialistas, anarquistas y comunistas contra sus dirigentes que no quieren romper con sus ministros burgueses, esos espantajos protectores de la propiedad privada. Aparte de esto no hay mas que verborrea, charlatanería y mentiras” . (Ídem, vol. II, p. 81).

La política de la OCI (U) es directamente la opuesta. En lugar de movilizar a los obreros contra sus direcciones, que están en el gobierno aumentando los precios, disminuyendo los salarios de hecho, etcétera, Informations Ouvrieres llama a formar un frente único a las organizaciones obreras contrarrevolucionarias para luchar contra los aumentos de precios decretados por el gobierno que ellos constituyen. “Contra el aumento de precios, contra el derrumbe de los salarios, organizado deliberadamente por los patronos, solo existe une posibilidad de luchar, organizar el frente único de las organizaciones obreras, para reclamar, precisamente a todos los patronos que se regocijan tanto: aumento general de salarios, bloqueo automático del aumento de los precios ”. “ (Informations Ouvrieres # 1007, editorial). Pero no se limitan a llamar al frente único de estas organizaciones para luchar contra el capitalismo, capitalismo que los partidos obreros están defendiendo desde el gobierno, sino a algo mucho mas grave: no hay ninguna campana sistemática de delimitación y de denuncia contra estos partidos obreros. No se nombra nunca a Mitterrand por su nombre, contra lo que decía Trotsky, ni a los ministros. Se hace algo mucho mas grave: a partir de que sube el gobierno frentepopulista, la OCI (U) ha menguado sus ataques al PC, que, antes, con toda razón, eran brutales y sistemáticos. Los abandona ahora, cuando debería redoblarlos y extenderlos al PS. Pero, en su afán de no diferenciarse del PC y del PS, la OCI (U) ha llegado al colmo. Ha planteado en su documento principal para el congreso, toda una teoría y toda una política para evitar que las masas odien cada día mas al PS y al PC. Esa teoría que Informations Ouvrieres viene practicando con “sabiduría”, es la de decir que todos los males que tiene la clase obrera francesa por culpa del gobierno se deben a los funcionarios giscardianos, y no a los partidos comunista y socialista.

Lo mas grave en este aspecto es que Informations Ouvrieres y los dirigentes de la OCI (U) no sólo no se diferencian del Partido Socialista sino que hacen acuerdos, expresos o no, con estos traidores. Por ejemplo, se esta votando, junto con los socialistas, en la UNEF, contra lo que decía Lenin, se están haciendo acuerdos, es decir la política de frente único se esta llevando a cabo. Jamás se hace la menor critica de la política de las fracciones del PS principalmente, y también del PC en los distintos órdenes. Es decir, no se dice nada de la política del Partido Comunista sobre los 12 meses de servicio militar. No se ven partidos enfrentados en forma brutal y sistemática en todos los renglones de la actividad política y sindical y de la lucha de clases en Francia. Todo lo contrario, la OCI (U) esta aplicando sabiamente, la línea de los oportunistas y de Kamenev y Stalin, de desdibujar las diferencias en lugar de acentuarlas, y la política del acuerdo. Si no es así, que me den ejemplos. Que me demuestren cómo, en todos los lugares, nos caracterizamos por una denuncia sistemática y un enfrentamiento brutal contra las fracciones del PC y del PS, no concordando por principio en nada con ellos, sacando excepciones casi inexistentes. Y acá entra también lo del frente único obrero: cuando surge un gobierno frentepopulista termina la táctica del frente único obrero, por eso Trotsky le llamaba táctica porque no se aplica en todas las instancias del movimiento obrero. Por ejemplo, cuando surge una etapa superior de la lucha de clases y los partidos obreros entran en el gobierno, se termina esta táctica. La táctica es el enfrentamiento total a estos partidos en todos los lugares, en todos los sindicatos, porque son los portaestandartes y defensores directos de la burguesía. Si no es así, los compañeros Pierre y Stephan tienen una gran cultura marxista, y especialmente leninista y trotskista, y pueden aportar multitud de citas para demostrar que estoy equivocado.  Cuando planteó el frente único como línea general en el año 1917 Lenin? Cuando lo plantea la III Internacional? Cuando están en el gobierno los partidos obreros traidores, agentes del capitalismo, el frente único? Y cuando planteó Trotsky el frente único con los partidos obreros traidores que formaban parte de un gobierno contrarrevolucionario? Que nosotros sepamos, nunca. Puede ser como excepción, pero no conocemos un solo clase. Conocemos sólo los que ya hemos citado de Lenin, que dicen lo contrario: ni un acuerdo con los partidos traidores a la clase obrera.

3.- La lucha intransigente contra el propio imperialismo y de apoyo a los movimientos coloniales y semicoloniales.

En la condición octava, de las 21 para ser considerado como comunista, la III Internacional señalaba: “En el problema de las colonias y de las nacionalidades oprimidas, los partidos de los países cuya burguesía posee colonias u oprime a otras naciones, deben tener una línea de conducta particularmente clara. Todo partido perteneciente a la III Internacional tiene el deber de denunciar implacablemente las proezas de “sus” imperialistas en las colonias, de sostener, no con palabras sino con hechos, todo movimiento de emancipación en las colonias, de exigir la expulsión de las colonias de los imperialistas de la metrópoli, de despertar en el corazón de los trabajadores del país sentimientos verdaderamente fraternales con respecto a la población trabajadora de las colonias y a las nacionalidades oprimidas y llevar a cabo entre las tropas metropolitanas una continua agitación contra toda opresión de los pueblos coloniales”.

La OCI (U) no tiene ninguna campaña sistemática por el derecho absoluto a la autodeterminación, a la libertad e independencia de las colonias y semicolonias. La única consigna que conocemos -- es posible que haya otras frases circunstanciales --, la utilizó Informations Ouvrieres al comentar los triunfos electorales del Partido Socialista y Comunista en las colonias, en contra de los candidatos gaullistas o giscardianos. Sobre la base de estos triunfos -- según Informations Ouvrieres – “ pueden establecerse nuevas relaciones políticas, no basadas en la opresión colonialista, y que le den a esos pueblos la oportunidad de ejercer el derecho a la autodeterminación”... Como vemos, es muy poco, aunque muy poco seria algo y eso es prácticamente nada. Si tenemos en cuenta que la OCI (U) nunca menciona ni plantea la ruptura de los pactos de Evian y de la OCAM, que atan a la coyunda del imperialismo francés la ex-colonias africanas, trasformándolas en semicolonias totalmente controladas y dominadas por el imperialismo, su política de lavarse las manos en la lucha contra su propio imperialismo aparece con toda claridad. Por lo tanto, la OCI (U) no llena los requisitos para entrar a la III Internacional de Lenin.

Esta falta de una lucha consecuente por el derecho absoluto a la autodeterminación de las colonias y semicolonias, va acompañada de la falta de una denuncia sistemática de la política colonialista, racista, del Partido Socialista y de Mitterrand. Mientras los partidos nacionalistas denuncian sistemáticamente al gobierno Mitterrand como igual o peor que el de Giscard, la OCI (U) jamás comenta esas denuncias, y no defiende a los movimientos nacionalistas ni apoya sus denuncias. Mucho mas grave que no hacerse eco de las denuncias, es que se pinta al Partido Socialista y a sus triunfos como elementos en favor de la liberación de las colonias, mientras los movimientos nacionalistas dicen que los socialistas son agentes coloniales,. Esto lo sabe muy bien el Comité Central del POSI, porque el Partido Socialista y comunista en el país vasco no son un elemento de liberación de ese pueblo sino de sujeción al imperialismo castellano. En Francia, ocurre exactamente lo mismo. Jamás la OCI (U) ha publicado esta conclusión que ustedes han defendido y explicado sistemáticamente ante el movimiento de masas en España. Sin embargo, Informations Ouvrieres considera “ una feliz marejada política ” el que los socialistas ganen las elecciones en las colonias porque “pueden establecerse nuevas relaciones políticas” . No es así. Tienen razón los movimientos nacionalistas al denunciar al Partido Socialista y al gobierno de Mitterrand como colonialistas. Y es una vergüenza que Informations Ouvrieres no haga la misma denuncia, se calle la boca y que, por el contrario, abra ciertas esperanzas sobre la política del Partido Socialista. Lo mas grave de todo es que el gobierno Mitterrand, con toda claridad, ha dicho que seguirá manteniendo todos los acuerdos coloniales firmados con las semicolonias africanas y que continuara teniendo un ejercito para la ocupación colonial, para la intervención.

El ministro de Defensa de Mitterrand, el 11 de julio, señalaba: “Nosotros tenemos tales acuerdos con países africanos. Deben ser respetados. Esto significa que Francia debe poseer los medios de intervención exterior, equiparse para ello. Debemos tener fuerza de intervención (....). Nuestras tropas tienen la misión de proteger a nuestros ciudadanos si son amenazados o molestados” . (Le Monde). Mas claro imposible: Francia tiene un ejercito para intervenir en las colonias y para defender a los ciudadanos franceses, o sea a los ciudadanos que explotan a las semicolonias africanas, si son “amenazados o molestados”. La OCI (U) no ha denunciado estas declaraciones.

Lo más grave de todo es que la OCI (U) no apoya ni defiende a los movimientos nacionalistas que se oponen al imperialismo francos. Los representantes del movimiento independentista de Martinica denunciaron a dirigentes o agentes del Partido Socialista. Uno de ellos, con toda valentía, dijo que “la elección del nuevo presidente de la Republica Francesa no alterara mi pensamiento ni mi acción ”. Y otro dirigente nacionalista dijo: “Nadie se engaña. Usted es un sirviente incurable del estado francés”, refiriéndose a Aimé Césaire. “Usted se ha convertido en el interlocutor privilegiado del gobierno, porque el estado sabe que usted es el único capaz de garantizar el orden colonial, e incapaz de proponer la ruptura con el colonialismo” . (Le Monde, 2 de julio). Lógicamente, Informations Ouvrieres no comentó para nada este planteo.

La Unión de Trabajadores de Guyana, la UTG, en un comunicado difundido el miércoles 12 de agosto en Paris por la CGT, denuncia que el nuevo prefecto de la Guyana “ ha instalado en el departamento un régimen de terror y miedo ”. Y refiriéndose al comportamiento de las fuerzas del orden al enfrentarse a los obreros de la construcción en huelga desde el 15 de julio, declara: “La democracia es hoy día atacada y la UTG, de la misma manera que los trabajadores en huelga, sufre la represión de un verdadero régimen policial. Esta situación es peor que aquella que nosotros conocimos bajo el poder precedente” . (Le Monde, 14 de agosto). Y la OCI (U) no dice ni media palabra: ni apoya al movimiento nacionalista, ni denuncia a Mitterrand. Nos conformaríamos con que publicaran esta denuncia, es decir, que hicieran lo mismo que siempre han hecho ustedes, compañeros españoles del POSI, denunciar sistemáticamente al imperialismo castellano y al gobierno de ese imperialismo, ayer Franco, hoy Juan Carlos, y mañana muy posiblemente Juan Carlos y Felipe González. Es decir, los prefectos socialistas nombrados por Mitterrand reprimen brutalmente a los obreros en huelga y al movimiento nacionalista, que denuncia que la situación es tan mala o pero que bajo el gobierno de Giscard, e Informations Ouvrieres no dice nada ni comenta estos graves acontecimientos y esta represión de Mitterrand.

El Grupo de Liberación Armado, un movimiento nacionalista de Guadalupe, en un comunicado publicado en Le Monde del 23 de septiembre, plantea con toda claridad que “ independientemente del color de los sucesivos gobiernos franceses, nuestro objetivo es el acceso incondicional a la independencia nacional de nuestro país ”. Y: “En momentos en que el gobierno francés toma posiciones firmes sobre el tercer mundo en general, y Sudáfrica y Nicaragua en particular, a la vez que reconoce en declaración conjunta con México la legitimidad de los patriotas salvadoreños que enfrentan a la represión, adopta con respecto a sus propias colonias actitudes retrógradas, por las cuales deberán rendir cuentas ante la historia ”. La OCI (U) no se da por enterada.

4.- La movilización de los soldados por sus derechos contra la estructura militar.

La cuarta condición para ser considerado apto para entrar a la III Internacional, señalaba : « El deber de propagar las ideas comunistas implica la necesidad absoluta de llevar a cabo una propaganda y una agitación sistemática y per severante entre las tropas. En los tugares donde la propaganda abierta presente dificultades a consecuencia de las leyes de excepción, debe ser realizada ilegalmente. Negarse a hacerlo constituirla una traición al deber revolucionario y en consecuencia incompatible con la afiliación a la IV Internacional. “ Parte esencial de toda política trotskista, mucho más cuando se entra en una nueva etapa, superior, de la lucha de clases, como en este caso con el surgimiento del nuevo gobierno en Francia, es el tratar de movilizar a los soldados, de defender sus derechos, para tratar de destruir la estructura de las FF.AA. del régimen desde adentro. Podríamos decir que no hay política principista revolucionaria, si no se plantea el armamento de la clase obrera, y la lucha, la organización de los soldados para oponerla a la estructura normal de las FF.AA. del régimen.

El Partido Socialista, por afán electoral, comprendiendo que este era un grave problema para la juventud francesa, levantó la línea, antes de las elecciones, de 6 meses de servicio militar. Esta consigna es ahora sentida por toda la juventud francesa. Tradicionalmente, por principio, los trotskistas hemos tenido un programa de transición para llevar a los cuarteles y movilizar a la juventud, a los soldados : organizar comités de soldados, elección de los oficiales por estos, control desde las organizaciones sindicales de la instrucción militar, derecho a discutir, reunirse y leer lo
que se desea dentro del regimiento, crear células o fracciones políticas y tener una paga igual al salario mínimo o medio para todos los soldados, etc. En declaración difundida el 12 de agosto en Le Monde, el ministro de la Defensa declara tajantemente : “Queda descartada la idea del servicio militar de seis meses. “ Ya antes el ministro, en su con ferencia al Consejo Superior de la Función Militar, había dicho: “ Ya he dicho públicamente que estoy en contra de la constitución de comités de soldados, y doy gran importancia al buen funcionamiento de la comisión instituida por el articulo 17 del reglamento de disciplina general. “ ( Le Monde , 4 de julio). Por el artículo 17, se crean comisiones consultivas con soldados designados por la superioridad.         

La juventud comunista acepta la política del gobierno de mantener un año el servicio militar, pero por lo menos lo hizo críticamente, ya que levantó un programa para no descolocarse frente a las reivindicaciones de los soldados: “ Gratuidad de los transportes, aumento de la paga de soldado a 30 % del SMIC, un desarrollo de la formación mili ­ tar con medios suficientes, la garantía de la libertad de información y de opinión, el respeto a cada uno , y que se ponga fin a la caza de brujas en las fuerzas armadas.”( Le Monde, 8 de agosto). Por lo tanto, en este punto, la OCI (U) se ha quedado a la zaga del PC.

Frente a estas medidas concretas del gobierno y a esta necesidad sentida por la juventud, la OCI (U) no tuvo ninguna respuesta. No levantó la consigna de « Movilicemos a la juventud “, ni desde la UNEF, desde la propia juventud de la OCI (U), o de la OCI (U) misma. No llamó a las otras organizaciones juveniles para luchar por los 6 meses de servi­ cio militar, ni para enfrentar la estructura jerárquica de las FF. AA. Si no es así, las preguntas que venimos formu lando le permitirán a los compañeros Pierre y Stephan rebatirme con hechos.

5.- La Alianza Obrera y Campesina.

El Programa de Transición señala que “ las secciones de la IV Internacional, bajo la forma mas concreta posible, deben elaborar los programas de reivindicaciones transitorias para los campesinos y la pequeña burguesía de la ciu dad de acuerdo con las condiciones de cada país, Los obreros avanzados deben aprender a dar respuestas claras y concretas a las preguntas de sus futuros aliados”. (p. 24-25).

Uno de los puntos esenciales de la política trotskista, es lograr la alianza del proletariado y del campesinado pobre, llevándolos a luchar contra la burguesía y el gobierno burgués de turno, sea frentepopulista o no. En ese sentido, por principio, estamos a favor de toda movilización campesina que luche contra su miserable condición de vida y contra la explotación de que son objeto por parte del gobierno burgués, de los terratenientes, la burguesía y de los grandes monopolios. Decimos esto porque en esta « primera oleada “, que se ha abierto en Francia, es decir, de luchas que van aumentando, el campesinado también esta comenzando a decir algo. El 13 de agosto, para testar contra la impor tación de productos españoles, los agricultores invadieron el Hotel de impuestos de Tarascon. La CGT publicó un comunicado dando « toda su solidaridad a los campesinos y a sus organizaciones “, subrayando que “ el conjunto del Mediodía agrícola esta siendo conmovido por una serie de acciones potentes, valientes y justificadas “ ( Le Monde, 2/3 de agosto). Ya para el 7 de agosto, se produjeron nuevas manifestaciones de có1era entre los campesinos del Mediodía.

Comentando esta movilización de los pequeños campesinos, Informations ouvrieres , en su numero 1 012 del 8 de agosto, en un articulo titulado: “Los trusts agroalimentarios arruinan a los pequeños campesinos”, denuncia a los monopolios de la alimentación, que obligan a los pequeños campesinos a vender sus productos a precios demasiado bajos. Esto lo logran importando frutos, legumbres y vinos de España. Los campesinos han reaccionado deteniendo los camiones trasportadores y destruyendo la carga, y el articulo concluye diciendo que la situación se debe al Mer cado Común Europeo, que defiende los intereses capitalistas. Llama a poner en marcha medidas anticapitalistas resueltas, contra los trusts agroalimenticios y las empresas comerciales que controlan el mercado. Y alerta que detrás de las manifestaciones de los últimos días, hay maniobras políticas que no son inocentes y que apuntan, desde el punto de vista de los intereses del capital, contra el gobierno Mitterrand-Mauroy “. Es penoso que Informa­tions ouvrieres no tenga una sección de acertijos, porque si no este articulo tendría que haber ido allí, ¿ La OCI (U) es solidaria como la CGT con esta movilización de los campesinos, la que se llevó a cabo a principios de agosto en Fran­ cia ? ¿ Si o no ? No puede haber otras respuestas. Si somos solidarios, hacemos todos los alertas que querramos, inclusive podemos criticar la oportunidad de haber luchado o no, pero tenemos que decir claramente que somos soli­ darios, que estamos a favor de que los campesinos se organicen y que sigan haciendo manifestaciones de este tipo, agregándole un programa abiertamente revolucionario, como es : por la nacionalización del comercio mayorista de la uva y de tos productos agrícolas producidos por los campesinos. Expropiación que debe ser sin pago, igual que la de los grandes trusts agroalimenticios. Y a partir de allí, la garantía por parte del gobierno de precios altos, remunerativos, que le garantice el sueldo medio de los trabajadores de Francia a todo campesino. Y si por las venias de su producto a los precios que fije el estado, mostrando su contabilidad, el campesino no obtiene su salario medio, el estado se lo completara. Lógicamente, para hacer este planteo, hay que movilizarse contra el propio gobierno de Mitterrand, que quiere lo contrario. ¿ Esta dispuesta la OCI (U), puesto que todavía no lo ha hecho, a lanzarse contra el gobierno, por apoyar las movilizaciones campesinas y plantearle a la clase obrera que las apoye ? ¿ O es que la OCI (U) no está a favor de dichas movilizaciones ? Si lo esta, entonces, ¿ por qué no llama a los obreros a apoyarlas y ela bora un programa transicional revolucionario para solucionar inmediatamente el problema de los campesinos ?

Capitulo IV:
Falta de política sindical revolucionaria

Para el trotskismo, es una obligación militar en los sindicatos de masas, hasta tanto el ascenso revolucionario de lugar a sindicatos revolucionarios independientes y otras organizaciones. En Francia, los sindicatos constituyen nuestro lugar de trabajo mas importante. La OCI (U) aplica este principio: sus militantes están afiliados a los sindicatos. Desarrollan una intensa actividad en ellos y, en el caso del sindicato estudiantil UNEF, independiente y  democrático, juegan un destacadísimo papel como dirigentes.

Por todo esto, es de fundamental importancia que el partido tenga una política sindical en todos los sectores: obreros, maestros, profesores, funcionarios públicos, estudiantes secundarios y universitarios, etc. La lectura del periódico y de los documentos para el XXVI Congreso de la OCI (U) me han convencido que el partido tiene una orientación profundamente oportunista en relación al movimiento sindical. Oportunismo reflejado, principalmente, en que la OCI no tiene un programa de transición para el movimiento sindical en ninguno de sus sectores, especialmente el sindicalismo obrero.

1.- La denuncia de los dirigentes socialpatriotas en los sindicatos.

Entre las celebres “21 condiciones” del segundo congreso de la III Internacional, encontramos la siguiente: “9. Todo partido deseoso de pertenecer a la Internacional Comunista debe llevar a cabo una propaganda perseverante y sistemática en los sindicatos, cooperativas y otras organizaciones de masas obreras. Deben ser formados por comunistas cuyo trabajo tenaz y constante conquistara a los sindicatos para el comunismo, Su deber consistiría en revelar en todo momento la traición de los socialpatriotas y las vacilaciones del “centro”. Debemos ser claros: la OCI no cumple este “ deber “ de todo partido revolucionario. No denuncia “en todo momento” la “traición de los socialpatriotas”. Entre los números 1000 y 1020 de Informations Ouvrieres, solo hemos encontrado algunos artículos de denuncia de la CFDT y la CGT (de esta ultima campana sistemática de denuncia de sus direcciones traidoras). Y sobre todo, donde esta la CGT-FO, que como veremos, tiene importancia fundamental para la OCI? La falta de dicha campana, camaradas del POSI, tiene un nombre por la positiva: silencio criminal y cómplice.

Hay un caso excepcionalmente grave: el de FO, donde el camarada Pierre Lambert ocupa un alto puesto de dirección. El camarada es, al mismo tiempo, secretario general de la OCI y miembro de la mas alta dirección de nuestra Internacional: por consiguiente, no se trata de un trabajo de entrismo, o clandestino, del compañero en FO. Por consiguiente le pido al viejo camarada Pierre, con todo respeto, que me responda a la siguiente pregunta: Donde y cuando ha cumplido con su deber de “revelar en todo momento la traición” del socialpatriota Bergeron desde que el gobierno frentepopulista de Mitterrand llegó al poder ? Y si no “en todo momento”, por lo menos si en algún momento la OCI o el camarada Pierre denunciaron públicamente al traidor socialpatriota Bergeron?.

Este es un problema clave, porque si el máximo dirigente sindical y político de la OCI no esta aplicando esta política contra Bergeron, entonces estamos ante una capitulación ante ese traidor; y, peor aún, el camarada Pierre esta actuando como correa de trasmisión del socialpatriotismo en nuestro partido. Por consiguiente, toda la política de la OCI, de capitulación ante el gobierno de Mitterrand, obedece a razones muy profundas.

A esta altura quiero aclarar que no estoy insultando a Pierre, mi camarada por el que siento el mas profundo respeto y aprecio. Simplemente, estoy aplicando las enseñanzas de Trotsky, la actitud de nuestro maestro en un caso similar. En una conversación con la dirección del SWP, del 15 de junio de 1940, se le preguntó si creía que el partido se estaba “adaptando políticamente a la burocracia sindical”. Esta fue la respuesta del Viejo, y tengamos en cuenta  que hablaba de los dirigentes en los cuales había depositado todas sus esperanzas: “En cierta medida, creo que la presión de los elementos mas atrasados de la clase obrera se refleja siempre a través de los camaradas sindicalistas. Es una presión saludable; pero también puede apartarlos de los intereses históricos de la clase: pueden llegar a ser oportunistas”. (Conversaciones con Trotsky, en Escritos, Tomo XI, vol. 2, pp. 377-378).      

2.- La política de la OCI (U) en la UNEF: dialogar, concertar, informar al gobierno frentepopulista.

En su discurso programático del 8 de julio ante la Asamblea Nacional, el primer ministro Mauroy indicó que el gobierno efectuaría una “ trasformación profunda de nuestro sistema educativo. Todos deben participar: padres,  funcionarios electos, asociaciones, representantes de los asalariados y empleadores. Y en primer lugar, los docentes (...) La unificación del servicio publico de educación será resultado de una concertación y una negociación” . (Le Monde, 10 de julio). Desde entonces, la política del gobierno con referencia al movimiento estudiantil es “concertación y negociación”.

Guiándonos por las declaraciones de altos dirigentes de la UNEF independante et democratique que a la vez pertenecen al Comité Central de la OCI, y por los artículos de Informations Ouvrieres, la política de la OCI (U) en este terreno es, y perdóneseme el epíteto, lo más vergonzoso que he Visto en toda mi trayectoria de militante trotskista. Si en el sindicalismo obrero se peca de omisión, en el sindicalismo estudiantil se peca por lo que se dice y hace (quizás por que tenemos gran fuerza en el sector).

La conclusión a partir de la lectura de Informations Ouvrieres y otros materiales es inevitable: la UNEF se ha convertido en vocero de la política de “concertación y negociación” del gobierno frentepopulista en el movimiento estudiantil, y la impone en el sector que ella dirige. “ El buró nacional de la UNEF constata que, ante la nueva situación creada por la llegada de Francois Mitterrand a la presidencia, el papel de la UNEF consiste en informar a las autoridades de todas las reivindicaciones y aspiraciones de los estudiantes ”. (IO, # 1000, subrayado nuestro). Camaradas del POSI: ¿Habéis leído bien ? De acuerdo a la UNEF, hasta que llegue un gobierno frentepopulista, y el papel del sindicato deja de ser el de movilizar al estudiantado, para asumir la abyecta función de informante. Olvidémonos de movilizar a la juventud y al estudiantado alrededor de consignas transicionales de tipo revolucionario sentidas por la juventud: seis meses de servicio militar y salario estudiantil, derecho de todos los jóvenes a no trabajar hasta completar los estudios universitarios, que solo se pueden satisfacer mediante la movilización revolucionaria y masiva. Nada de eso: nuestra tarea es “informar a las autoridades”, es decir, a un gobierno burgués contrarrevolucionario.

En Informations Ouvrieres # 1002, el camarada Jean-Christophe Cambadelis, presidente de la UNEF y miembro del Comité Central de la OCI (U), afirmó: “ Consideramos que ha llegado el momento del sindicalismo Independiente, democrático y de concertación ”. Bajo Giscard, el sindicalismo estudiantil “independiente y democrático” (para diferenciarse de los stalinistas de UNEF-Renouveau). Ahora, bajo el frentepopulismo de Mitterrand, se agrega la “concertación”. Con quien? Con un gobierno contrarrevolucionario imperialista. Jamás el peor de los revisionistas del trotskismo se atrevió a tanto. Pero Cambadelis sigue insistiendo: “ Nos felicitamos por las posiciones de las autoridades del nuevo gobierno sobre la concertación”. (ídem). Camaradas del POSI: ¿No es esto una vergüenza para el trotskismo mundial ?

Esta política de información y concertación con un gobierno imperialista contrarrevolucionario regocija a la OCI y la UNEF: “En primer lugar, debemos felicitarnos por el nuevo clima que reina, que permite que la UNEF fuese recibida fácilmente, inclusive en el Eliseo y el Matignon, cuando, antes, eso resultaba muy difícil, incluso imposible”. Y más adelante: “ La UNEF constata que el ministerio de educación nacional esta abierto al dialogo y se felicita de que se esta buscando una solución a los problemas que preocupan a tos estudiantes ”. (UNEF Informa 16.9.1981).

Y en Informations Ouvrieres # 1008: “El colectivo nacional de la UNEF independiente y democrática ha discutido su actitud hacia el gobierno. Pensamos que la situación es favorable para una nueva política universitaria, que incluya las reformas necesarias para que se respete realmente el derecho a estudiar ”. Resumamos: la tarea de la UNEF ya no es movilizar sino informar; el sindicalismo estudiantil, antes independiente y democrático con respeto a los stalinistas, es ahora de concertación con respecto al gobierno frentepopulista; las posiciones de las nuevas autoridades son motivo de felicitación publica; el ministerio de Educación dialoga y busca “reformas necesarias para que se respete realmente el derecho a estudiar”. ¿ Que estudiante que lea esto creerá que el gobierno frentepopulista es contrarrevolucionario y enemigo mortal del movimiento estudiantil y de la juventud? Yo hago el siguiente vaticinio: el gobierno frentepopulista, contrarrevolucionario, no va a satisfacer ninguna de las grandes aspiraciones de la juventud francesa. A lo sumo hará alguna reforma tímida, para evitar su movilización revolucionaria pero en lugar del derecho a estudiar, para la juventud obrera habrá mas hambre y en lugar de trabajo, cuando termine los estudios, habrá mayor desempleo. Eso es lo que hay que decirle a los estudiantes para sacarlos del engaño.

La UNEF no prepara a los estudiantes y la juventud para enfrentar la inevitable traición del gobierno. Al contrario, la UNEF y la OCI capitulan por completo ante la política del gobierno, y la trasmiten concientemente en la universidad. Y esta política criminal de entregar al movimiento estudiantil atado de pies y manos al gobierno contrarrevolucionario, cuenta con el apoyo total de las fracciones socialistas en el movimiento estudiantil (como no podía ser de otra manera, ya que es su partido el que gobierna).

Conclusión : en el sindicalismo obrero no denunciamos a los socialpatriotas, mientras que en el movimiento estudiantil nosotros somos los socialpatriotas, agentes de Mitterrand-Mauroy-Savary.

3.- El apoliticismo, política burguesa.

Los 28-29 de mayo (es decir, después de las presidenciales y antes de las legislativas), se realizó el congreso de fundación de un sindicato de estudiantes secundarios, impulsado por la UNEF. Según la crónica de Informations Ouvrieres # 1002: “Al final del congreso se presenta una propuesta de que el sindicato de secundarios se pronuncie a favor de la elección de una mayoría de diputados PS-PCF a la Asamblea Nacional. Con ello se intenta que el sindicato apruebe la posición de una organización política, lo cual lo aislaría porque lo haría aparecer como el parabrisas de un partido. Numerosos delegados subrayan así mismo que, en las reuniones sindicales donde estuvieron, no se les dio mandato para tomar tal posición. En definitiva, la respuesta del congreso no pudo ser mas clara. La propuesta de llamar a votar por una mayoría PS-PCF es rechazada por 1931 mandatos (90,02’% de los votos), contra 214 (9,97 %)”. (Aclaramos que la tendencia que presento la moción, es dirigida por la LCR trotskista). Quizás en otro marco (es decir, si la UNEF tuviera una política general correcta, trotskista), discutiríamos esto como un error grave, pero táctico. Pero en este caso estamos ante una concepción, para no luchar contra la ultraderecha socialista en el movimiento estudiantil y docente: el apoliticismo sindical.

El trotskismo sostiene exactamente lo contrario: los militantes del partido van a los sindicatos para plantear su programa revolucionario adecuado a ese gremio y tratar de imponerlo. Só1o admiten adecuaciones tácticas, formulaciones que resulten comprensibles para los trabajadores y sirvan para movilizarlos. Pero de ahí a no hacer política en los sindicatos hay un trecho larguísimo, Para citar tan solo dos casos, esta la polémica de Lenin y los iskristas contra el economicismo y el sindicalismo. Y Trotsky, en Adonde va Inglaterra, aprueba la medida de expulsar de los sindicatos a todo obrero que no apoye al Partido Laborista.

La posición de apoliticismo sindical es típica del sindicalismo amarillo. Justamente, los agentes de la burguesía en el movimiento obrero (las direcciones sindicales burocráticas) buscan que las organizaciones sindicales eviten la política, que dejen la actividad política en manos de los partidos, separados de las organizaciones de masas.

Si había en la UNEF una corriente a favor de votar por Giscard, nosotros, los campeones de la democracia en el movimiento estudiantil, debíamos defender su derecho a hacer sus planteos y contraponerle los nuestros en una lucha política implacable. Pero plantear, como la dirección de la UNEF, que el sindicato no debe hacer planteos políticos “para no comprometer su unidad”, es ceder al chantaje burgués.

4.- La unidad sindical

Dejamos este importantísimo punto para el final, porque queremos destacarlo. Una de las rémoras del movimiento de masas francés es su división en varias organizaciones sindicales: CFDT, CGT, CGT-FO, además de los sindicatos independientes de maestros y profesores.

La OCI ha denunciado en múltiples ocasiones que la división del movimiento obrero, por causa de la política de los aparatos, es culpable de casi todos los males que sufre el proletariado francos. Es por ello que se prolonga la agonía de la Va Republica, al no haber una acción unificada del proletariado y las masas que provoque su derrumbe final. Siendo así, ¿ porque en ningún lugar se plantea la unidad sindical, la federación única? Esta tendría que ser una consigna prominente en nuestras campañas sobre el movimiento obrero. Es una consigna para agitar, porque, ¿ que obrero francés -- obrero de base, no burócrata del aparato -- no esta de acuerdo con la unidad de todo el movimiento obrero en una sola central obrera? Lo mismo tenemos que decir a nivel de cada industria, se impone la lucha por un solo sindicato, mucho mas ahora, en la nueva etapa que se ha abierto. No levantar esta consigna es hacerle el juego a la burguesía y lo aparatos, en su afán de mantener la división del movimiento obrero.

Capitulo V:
El apoyo al gobierno Mitterrand lleva a un programa mínimo

Tanto por la practica política de la OCI unificada como por su publicación semanal y sus documentos teóricos-políticos para el congreso que se llevara a cabo a fin de año, surge claro que el eje esencial de su política con respecto el mas vergonzante y el peor que se le puede dar a un gobierno burgués. Jamás Lenin, la III Internacional o Trotsky apoyaron una sola medida de un gobierno burgués. Han defendido medidas, han utilizado esas medidas, pero jamás de los jamases las apoyaron cuando el gobierno burgués las propuso, porque eso significaría apoyar el conjunto de la política de dicho gobierno ante el movimiento de masas. Significaría que los obreros considerarían que puede haber solución a sus problemas de fondo aprobando algunas medidas del gobierno burgués. Si se aprueba una, se puede hacer lo mismo con muchas otras.

Lo que los marxistas revolucionarios cambian, tal como lo explicamos en ese articulo, es la forma de negarse rotundamente a aprobar medidas del gobierno burgués. Como demostraré en lo que sigue, en contraposición a esta línea de Lenin y la III Internacional, y de Trotsky, el oportunista, desde el año 1917 hasta Pablo, ha sostenido la teoría del apoyo a las medidas progresivas y el repudio a las negativas, y otras expresiones parecidas a las que utiliza hoy en día la OCI unificada. Esta política desarma a los trabajadores que llegan a la conclusión de que el gobierno puede seguir dando pasos y logrando solucionar sus problemas. Eso es dar la impresión opuesta de la que quiere darle a la clase obrera un partido trotskista.. Este utiliza todos los medios para demostrar que el gobierno frentepopulista y sus ministros son sirvientes de la burguesía y que todas las medidas de ellos van en el sentido de frenar la revolución, aun cuando parezcan “progresivas”, y que lo que hay que hacer es repudiar al gobierno con todas sus medidas, que son parte de su política. En síntesis: el objetivo de los marxistas revolucionarios es ir despertando un odio creciente en el movimiento obrero y de masas contra los partidos obreros contrarrevolucionarios y contra los gobiernos burgueses de los que ellos forman parte, para, cuando ese odio se haya expandido al conjunto del movimiento obrero, poder derrocar al gobierno. Si apoyamos las medidas, en lugar de odio provocamos confusión como mínimo y mas bien esperanzas en ese gobierno.

1.- La desocupación.

Vamos a ver las consecuencias de la política de apoyar las medidas “progresivas “. En el editorial de Informations Ouvrieres #1012 se da la posición de la OCI unificada respecto al plan del gobierno en relaci6n a la desocupación. “Mauroy dice: “El gobierno propondrá en diciembre la aprobación de un plan de dos años [...] que organizara la lucha implacable contra el desempleo. Permitirá iniciar una transformación profunda de nuestra sociedad en 1984. En ese momento, se nos presentará un plan quinquenal mas ambicioso. Ningún trabajador puede dejar de aprobar el principio de tales planes” . Mauroy, en su discurso, había sido suficientemente claro. Había dicho que hay un millón ochocientos mil desocupados, y que para 1984, dentro de dos años y medio, se crearan doscientos diez mil puestos. Luego se propondrá un segundo plan de cinco anos. Cuando la OCI unificada dice que “ningún trabajador puede dejar de aprobar el principio tales planes”, me pregunto si será una broma. Dar trabajo a lo largo de mas de dos años, aproximadamente al diez por ciento de los desempleados que habría para entonces en Francia, y, a partir de ese momento se hará un plan quinquenal mas ambicioso para solucionar la desocupación; es una broma un tanto cruel. Para un desocupado actual, el “principio” de Mauroy que la OCI unificada apoya con todo entusiasmo, que lo considera como un paso, le significa esperar siete anos para ver si, con esos planes burgueses, se soluciona el problema de la desocupación. Hay que tener coraje e inculcarle mucha confianza en el gobierno frentepopulista a los trabajadores para decir con tranquilidad que hay que apoyar el plan.

En vez de, como exigían Lenin y Trotsky, denunciar al plan Mauroy como un plan burgués hasta la medula, en todos sus aspectos, como un plan ridículo, que no soluciona para nada el problema de la desocupación; en lugar de plantear nuestro programa de transición, la OCI unificada apoya el plan contrarrevolucionario y declama generalidades.

Como siempre, la OCI unificada, que ha defendido tantos años el Programa de Transición y su método, se olvida de la verdadera posición trotskista, transicional para la desocupación. Como dice el Programa de Transición: “La lucha contra la desocupación es inconcebible sin el llamado para una amplia y audaz organización de obras públicas. Pero las obras publicas no pueden tener una importancia durable y progresiva, tanto para la sociedad como para los desocupados, si no forman parte de un plan general, trazado para un período de varios años. En el cuadro de un plan semejantes, los obreros reivindicarán la vuelta al trabajo, por cuenta de la sociedad, en las empresas privadas cerradas a causa de la crisis. El control obrero, en tales casos, será sustituido por una administración directa por parte delos obreros. La elaboración de un plan económico, así sea el mas elemental desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores y no de los explotadores, es inconcebible sin el control obrero, es decir, sin que la mirada de los obreros penetre a través de los resortes aparentes y ocultos de la economía capitalista. Comités que representen las empresas individuales deben reunirse y escoger los respectivos comités de trusts, de ramas enteras de la industria, de regiones económicas, en fin, de toda la industria nacional en conjunto. En esa forma, el control obrero se convierte en una escuela para la economía planificada ”. (pp. 18-19).

Esto, aplicado a Francia, significaría que hoy día, para superar la desocupación tendríamos que levantar, y llamar a los obreros a la movilización por el reintegro de todos los obreros despedidos a sus antiguas empresas, y si estas no pueden reintegrarlos, que sean expropiadas sin pago y controladas por el movimiento obrero, a través de comités de empresa. Por otro lado, suprimir el presupuesto de defensa, y que toda esa fabulosa cantidad de millones de francos, pasen a disposición de un Congreso del movimiento obrero que haría un plan económico de conjunto, fundamentalmente de obras públicas, para dar trabajo a todos, a los jóvenes sin trabajo, a los despedidos, a los que salen de las universidades y los secundarios, a todos los trabajadores franceses, o variantes por el estilo. En contraposición a esta clara posición del Programa de Transición, la OCI unificada tiene un programa mínimo y otro máximo para los días de fiesta. El mínimo es apoyar esa miseria de que en dos años se creen doscientos diez mil puestos por parte del gobierno, sin cuestionar siquiera que la burguesía siga explotando a los trabajadores, como plantea el plan del gobierno. El máximo, afirma que no hay que tener miedo de ir al socialismo, que hay que movilizarse para atacar a la burguesía, que hay que repartir las horas de trabajo con el mismo salario, etc. Si sigue habiendo cerca de dos millones de desocupados en Francia los obreros tienen que saber que parte de la culpa por esa situación la tiene la OCI unificada, que aprobó el plan frentepopulista de “guerra al desempleo”, en lugar de denunciar esa “guerra” como la de los explotadores contra los explotados.

2.- Las nacionalizaciones

En el discurso programático de Mauroy del 8 de julio, se plantea la política del gobierno sobre las nacionalizaciones. En dicho discurso, Mauroy aclaró: no habrá nacionalizaciones indebidas ni se afectará a los capitales extranjeros; en los casos de empresas o bancos con fuerte participación extranjera, los accionistas extranjeros tendrán libertad de conservar sus acciones o venderlas al estado; la indemnización de los empresarios será “jurídicamente incontrovertible”.

Informations Ouvrieres, en el editorial del numero 1012, es decir, dando la posición oficial de la OCI unificada, estuvo “a favor” de Mauroy, diciendo: “Todas las organizaciones y partidos que se reclamen del socialismo están, por principio, a favor de la supresión de la propiedad privada de los grandes medios de la producción y de cambiarla por su colectivización. Todo avance en ese sentido solo puede resultar positivo. Por consiguiente, no pueden dejar de estar a favor, a priori, de la nacionalización de esos once grupos y de la extensión de la nacionalización del crédito”. En el afán de embellecer al gobierno, la OCI unificada llama “colectivización” a una vulgar nacionalización capitalista, que lo único que hace es fortalecer el capitalismo de estado, y buscar apoyo para el desarrollo del capitalismo en el país.

Una vez mas, la OCI unificada se olvida totalmente del Programa de Transición para adoptar una posición contra el: confiar e inculcar confianza a los trabajadores en el gobierno, estando a favor de la política de nacionalizaciones del gobierno burgués, insinuando que son “ colectivizaciones “. El Programa de Transición precisa que: “la diferencia entre estas reivindicaciones y la confusa consigna reformista de “nacionalización “ consiste en que : 1) nosotros rechazamos la indemnización; 2) prevenimos a las masas contra los charlatanes del Frente Popular que, mientras proponen la nacionalización en palabras, siguen siendo agentes del capital; 3) exhortamos a las masas a contar solamente con su fuerza revolucionaria ; 4) ligamos el problema de la expropiación con la toma del poder por los obreros y los campesinos” . (p. 20).

Trotsky no puede ser más claro. En lugar de hacer invocaciones a la supresión y a la colectivización de la propiedad privada, y por lo tanto “esta a favor... de las nacionalizaciones” que va a llevar a cabo el gobierno Mitterrand, el Programa de Transición nos dice que hay que “prevenir a las masas contra los charlatanes del Frente Popular”, ya que son “agentes del capital”, y no confiar mas que en la “ fuerza revolucionaria”, es decir, no confiar en el gobierno de los charlatanes. Trotsky hubiera dicho que Mauroy es un charlatán al servicio del capitalismo, que no hay que confiar para nada en el y só1o en la fuerza revolucionaria de las masas, que hay que expropiar sin pago y luchar ya por “la toma del poder por los obreros y los campesinos”.

El programa de la OCI unificada se trasforma en un programa mínimo, que “está a favor” de una medida ultraburguesa, que no soluciona absolutamente ningún problema y que no ataca en absoluto a la burguesía. Y paralelamente hay alguna que otra referencia en el periódico, muy, muy excepcional, a través de preguntas algunas veces y otras en forma implícita, a la conveniencia, de no pagarle a los burgueses que se expropian. Pero la línea positiva, editorial, ha sido el apoyo, a priori, al plan de nacionalizaci6n del gobierno.

3.-Los inmigrantes

De cada cuatro trabajadores manuales en Francia, uno es inmigrante, según creo. Es decir que para una organización revolucionaria el problema de los trabajadores inmigrantes es de fundamental importancia. El gobierno de Giscard tuvo una política represiva contra los inmigrantes, promulgó la ley Bonnet, que ponía una cuota fija de trabajadores extranjeros con derecho a entrar a Francia, y la ley Stoleru, por la cual todo inmigrante que pierde su empleo debe abandonar el país o, mejor dicho, de hecho se lo expulsa. Además de esto, los inmigrantes sufrían una gran discriminación con respecto a la vivienda y a los salarios. Para colmo de males, no se les permitía tener una organización especifica y no estaban autorizados a votar. Cuando Mitterrand subió al poder, Giscard amenazaba con expulsar algunas familias con sus niños.

El 26 de mayo, el ministro del Interior de Mitterrand suspendió todas las expulsiones de trabajadores inmigrantes. Lógicamente, esto emocionó a la OCI unificada, y en el numero 1002 de Informations Ouvrieres, del 30 de mayo, sacó un articulo al respecto titulado “Un importante primer paso”, donde se decía que “En primer lugar, es un importante primer paso en la satisfacción de las reivindicaciones de los trabajadores inmigrantes, tras la caída de Giscard-Bonnet-Stolew. En segundo lugar, indica el camino a seguir para desmantelar el aparato represivo perfeccionado bajo Giscard-PoniatowsKi-Peyreffitte” .  Y continua mas adelante: “Se ha satisfecho su reivindicación (Francia es su país) (...). La medida de suspensión provisoria, a la espera del debate sobre emigración en la Asamblea Nacional, ha parado esa maquina que perturbada sus vidas [de los inmigrantes] en nombre de las leyes giscardianas”. Es decir, la OCI unificada no llama a desconfiar del gobierno frentepopulista francés, socialchauvinista, enemigo mortal de los trabajadores, sino todo lo contrario, llama de hecho a quedarse tranquilo, ya que se había dado un “primer paso”. La manía del primer paso es característica de las corrientes oportunistas en el movimiento revolucionario, que siempre hablan de primeros pasos progresivos de los gobiernos burgueses, tal como hemos dicho. No llamo a la movilización y organización de los trabajadores inmigrantes, ni les alertó ¡cuidado con este gobierno al servicio del capitalismo y del imperialismo!

El 8 de julio, Mauroy dio la posición oficial del gobierno con respecto a los inmigrantes. En su discurso dijo que no se admitirían nuevos inmigrantes, pero no se expulsara a los ya afincados en Francia. Sin embargo, se mantendrá la ley Bonnet y la ley Stoleru. Es decir, las dos leyes giscardianas contra los inmigrantes. El Partido Socialista se había comprometido a dar el voto a los inmigrantes, en principio, en las elecciones municipales. Poco después, el gobierno informó que no otorgara esa reivindicación. Para no prolongar mas, el ultimo Informations Ouvrieres que he leído, el 1020, señala que “la ley presentada por el gobierno para liquidar la ley Bonnet -- relativa a las condiciones de entrada en Francia de los trabajadores inmigrantes -- así como las medidas de expulsión por las cuales el poder giscardiano se había otorgado también un derecho arbitrario” se estaba discutiendo en el Senado. Respecto a los textos de las leyes presentadas por el gobierno socialista, dice Informations Ouvrieres: “Es necesario reconocer -- tal cual lo denuncian varios diputados del mismo PS -- que distan de responder plenamente a las necesidades de igualdad y justicia elementales reclamadas por los trabajadores inmigrantes ”. Pero eso no seria nada. Estos proyectos, deficientes según Informations Ouvrieres, sufrieron un agregado en el Senado, “ obligando a los inmigrantes que viven en Francia desde hace 2 años a dar una prueba irrefutable de eso ”. Y como si esto fuera poco, se suprimió el articulo del proyecto que les daba derecho a las asociaciones de inmigrantes constituidas desde hacia mas de cinco años para luchar contra la discriminación y a ejercer ante la jurisdicción todos los derechos reservados a la parte civil. Informations Ouvrieres señala que un senador socialista, M. Roujas, fue el que hizo votar la liquidación de este articulo. Es decir, “el primer paso” se trasformó en un pisotón contra los inmigrantes, en un paso atrás, o como mínimo en un marcar el paso parecido a las leyes giscardianas, aunque cambiando en algo la forma para hacer demagogia. Es decir, se confirmó la sospecha y las denuncias de los trotskistas, de nosotros, y no las esperanza de la OCI unificada, esperanzas que les hacían decir que eran un “importante primer paso” el anuncio del gobierno de que no se permitirían las expulsiones en la solución del problema de los inmigrantes.

Una vez mas, el programa de la OCI unificada es solo un programa mínimo porque ni siquiera en este articulo, donde se analizan las leyes del gobierno y la acción de los senadores socialistas, contra los inmigrantes, se los llama a organizarse para luchar contra la discriminación que están sufriendo por parte del gobierno frentepopulista. Y lo que es mas grave, la OCI unificada sigue sin levantar un programa de lucha en favor de los inmigrantes pero para plantearlo al conjunto del movimiento obrero.

Por todo esto les confieso que no se si la OCI unificada cree que hay que luchar por el voto en todas las instancias para los inmigrantes, por el derecho irrestricto a permanecer, a tener una casa decente y a organizarse como quieran. Tampoco se si la OCI unificada defiende los derechos nacionales a su lengua y a sus costumbres y cultura, como por ejemplo el derecho a escuelas bilingües. Y por ultimo, sigo sin saber por que no han apoyado la huelga de los inmigrantes contra el aumento de los alquileres ?

4.- La enseñanza atea y privada.

Es una vieja consigna de la masonería y de los librepensadores exigir que los fondos públicos vayan a la enseñanza laica y los fondos privados a la privada. El gobierno socialista, integrado por masones, no puede menos que simpatizar con esta consigna y esta política. La OCI unificada ha levantado esta misma consigna, dándole una gran importancia. Una de las pocas campañas agitativas, una de las pocas posiciones sistemáticamente levantadas por la OCI unificada ha sido esta línea. Pero esta consigna no es ya mínima, sino directamente burguesa. Levantan el derecho a la existencia de dos tipos de escuela, ambas burguesas, aunque es mas progresiva la enseñanza laica que la religiosa. Pero el defender el derecho de las dos escuelas y pedir tan solo que los fondos públicos vayan a la escuela publica no es una consigna transicional, anticapitalista, sino liberal burguesa.

 Una posición verdaderamente trotskista arranca de reconocer que la enseñanza es un hecho social, que tiene que estar en manos de la sociedad y no en manos caprichosas de cuanto grupo quiera organizarse, aunque se autofinancie. La verdadera posición trotskista es la expropiación de las escuelas privadas, la estatización completa dela enseñanza y su control y planificación por parte del movimiento obrero . La OCI unificada levanta la consigna pequeño burguesa, no trotskista, de control por parte de los maestros, los padres de los alumnos y los jóvenes, de la enseñanza. Es así como Informations Ouvrieres, en su numero 1018 decía “¿quien mejor que los maestros, padres de alumnos y jóvenes para definir en que sentido se debe reformar la escuela, expresar las necesidades y proponer medidas? Para quebrar la resistencia de los capitalistas, no habría que apoyarse en los maestros, padres y jóvenes y movilizarlos? Es decir que, para Informations Ouvrieres, los padres, los jóvenes y alumnos, lo mismo que los “ciudadanos católicos” para las escuelas católicas, son los elementos esenciales a tomar en cuenta para solucionar el problema. Ignora así el mas elemental de los principios marxistas de que tanto los ciudadanos como los padres se dividen en burgueses, pequeño burgueses y proletarios, y que las instituciones sociales, como la escuela, también. Es decir, respecto a la enseñanza, igual que respecto a las escuelas católicas, Informations Ouvrieres tiene una concepción liberal burguesa y no de clase. Nosotros creemos que la clase obrera es la única clase que puede controlar la escuela para que estar al servicio de los jóvenes trabajadores y de todos los jóvenes.

Como en todos los otros casos, la OCI unificada se conforma con un programa mínimo, la enseñanza laica, y no levanta un programa de transición. Ese programa no puede ser otro que “control obrero de la enseñanza” para garantizar un sueldo medio a los estudiantes y el derecho al estudio universitario para todos los jóvenes, sin olvidar la necesidad urgente de expropiar todas las escuelas privadas y estatizar la enseñanza.

Capitulo VI:
¿Programa mínimo o de transición basado en una consigna de poder ?

De la misma manera que la dirección de la OCI durante años criticó ferozmente los gobiernos frentepopulistas y cuando le llegó la hora de enfrentar a tal gobierno optó por callarse la boca porque los obreros creen en el, algo parecido ocurre con el Programa de Transición. Durante años y años la OCI defendió el Programa de Transición y su método, para hoy día negarlo en toda su actuación: en la elaboración de sus documentos como en su política diaria, de la misma manera que en los artículos y posiciones que se defienden en Informations Ouvrieres. Según entendemos, la OCI ha abandona el método y el contenido del Programa de Transición para adoptar un programa mínimo como tratamos de demostrar.

Querríamos detenernos en el análisis de esta cuestión, que es cardinal.

1.- ¿Combatir las ilusiones desde las Ilusiones o luchar por las necesidades mas apremiantes del movimiento obrero ?

Todo el oportunismo de la OCI parte de considerar que el factor fundamental y decisivo a tomar en cuenta para elaborar nuestra política y consignas son las ilusiones del movimiento obrero y de masas. No es casual que uno de los documentos políticos y teóricos mas importantes elaborados en relación al gobierno Mitterrand comienza tomando en cuenta la conciencia de las masas y no las necesidades objetivas que se le presenten. El criterio de que lo que hay que tomar en cuenta esencialmente es el nivel de conciencia de las masas para elaborar nuestra política y nuestras consignas ha sido un criterio tradicional del oportunismo. Para este, lo importante era acompañar al movimiento obrero mas primario y la conciencia mas atrasada de las masas; es decir, no se trata de respecto hacia esas ilusiones sino de un acomodamiento a ellas. Al principio no comprendimos que significaba la fórmula de la OCI que nos llego a parecer ingeniosa y útil... Hoy día nos damos cuenta que es una formulación oportunista, muy peligrosa. Uno toma en cuenta las ilusiones de las masas para adoptar las mejores tácticas para combatirlas; no para ceder a ellas. La OCI toma esas ilusiones para formularse lo esencial de sus consignas y políticas. Empieza por ceder al gobierno capitalista y a sus ministros, ya que las masas creen en ellos. La OCI, en el fondo, cree en el gobierno o, por aceptar las creencias del movimiento de masas, hace como que cree; es decir, no ataca ni denuncia sistemáticamente a Mitterrand y sus ministros.

El otro criterio de la OCI es que la política hay que hacerla en base a las coyunturas, por la situación concreta del momento, y apoyándose esencialmente en la experiencia del movimiento de masas. Por eso, para ellos los elementos fundamentales a tomar en cuenta para elaborar nuestra política son: las ilusiones por un lado y, por otro, la experiencia. Es decir, dos factores subjetivos y no la situación objetiva y las necesidades que surgen de esta situación objetiva. Por eso la OCI sostiene que no hay que atacar al gobierno frontalmente ni denunciarlo mientras las masas no hayan hecho su experiencia y signan teniendo ilusiones respecto al mismo.

Los trotskistas, empezando por Trotsky, creemos exactamente lo opuesto. Para nosotros, las ilusiones son un elemento importante a tomar en cuenta pero de segundo orden ya que sirven só1o para formular la táctica y las consignas. No podemos menospreciar ni las ilusiones ni la experiencia, pero los elementos esenciales para formular nuestra política son las necesidades del movimiento obrero y de masas. Es decir, en este momento la desocupación, la carestía de la vida, la escasez de los salarios, mas la necesidad de cambiar el gobierno, son los factores decisivos para poder elaborar una política, un programa y las consignas adecuadas a esa política y a ese programa. Otra actitud sorprendente de la OCI, es que, para no arrancar de las necesidades mas urgentes de las masas para formular su política plantea hoy día que el problema es esencialmente político, y por ese medio trata de ignorar las necesidades objetivas de las masas. Trata de hacer una abstracción de la realidad objetiva para plantear que los problemas son meramente políticos y nos económicos y de lucha inmediata contra la miseria. Todo esto lleva a la OCI a negarse a tener un verdadero programa de transici6n para la situaci6n actual en Francia.

2.- La falta de un verdadero programa de acción, transicional.

El compañero Pierre, en el documento que ha elaborado como proyecto de resolución central para el congreso de la OCI, afirma muy tranquilamente que no tienen un programa de acción, que ya va a llegar un momento en que lo van a elaborar. Es así como textualmente dice:

Dicho esto, nosotros estamos en presencia de una tarea que debemos consumar, a saber, elaborar sobre la base del Programa de Transición de la IV Internacional, un programa de acción que responda a la nueva situación política entre las clases en nuestro país ¿Podemos de inmediato ? ” (Proyecto de Rapport politique preparatoire au XXVI’ Congreso, segunda parte, pp. 9 y 10).

La respuesta es no”.

“Es indispensable que la OCI elabore en las próximas semanas y los meses que vienen un programa de acción. No se trata sin embargo de ser ni ultimatista ni abstracto” (Boletín interior # 1, p. 19).

Este problema de no tener un programa de acción transicional nacional ha sido bien debatido en las filas del movimiento trotskista. En 1935, Frank-Molinier resolvieron publicar un periódico de masas frente al surgimiento de la nueva situación originada por la formación del frente popular y el comienzo de ascenso que se daba en el movimiento obrero. Es así como sacaron el periódico La Commune, con cinco consignas: la creación de comités obreros y comunas; la formación de milicias populares y el armamento de los obreros; derrotismo revolucionario; gobierno obrero y campesino; reconstrucción del partido revolucionario. El viejo Trotsky señalo como esta línea de Molinier-Frank era oportunista, de capitulación al socialpatrotismo, que esta tendencia a capitular se expresaba en el hecho de que el grupo de Molinier-Frank no tenia un programa de acción, de transición como lo denominaríamos hoy. Y es así como Trotsky dijo que “lo que las masas pueden demandar del periódico es un claro programa y una orientación correcta ”. Y mas adelante dice: “ Para nosotros lo importante es un programa que corresponda a la situación objetiva [...] Pero en la carta de Frank, en todo su pensamiento -- así como en el bien conocido llamado de La Commune -- no hay mención ninguna de programa, y no sin razón: el programa constituye un serio obstáculo para la confraternización con la pequeña burguesía, los intelectuales, pesimistas, escépticos y aventureros; nosotros, por nuestro lado, creemos que el programa determina todo .” (The Crisis, pp. 99 y 106).

Y Trotsky se refería, en este caso, a la necesidad de apoyarse en el programa de acción que el había elaborado para Francia en el año 1934, o de elaborar un nuevo. Trotsky agregó mas, que si no hay programa no puede haber consignas, no puede haber absolutamente nada que sea verdaderamente marxista revolucionario. Trotsky insistió que sin programa transicional o de acción no era posible hacer absolutamente nada por parte de un partido revolucionario.

Posteriormente, Trotsky para cuando redactó el Programa de Transición, volvió a insistir que lo primero que debe hacer un partido revolucionario es el programa. Respondiendo a la pregunta que puede hacer un partido revolucionario en esta situación dijo: “ En primer lugar, dar una visión honesta y clara de la situación objetiva, de las tareas históricas que manan de esta situación independientemente de que los trabajadores estén o no maduros para esto. Nuestras tareas no dependen de la mentalidad del obrero [...] Nosotros debemos decir la verdad a los trabajadores, y entonces ganaremos a los mejores elementos ”.  Y volvía a insistir: “Lo que es importante, cuando el programa esta definitivamente establecido, es conocer las consignas muy bien y maniobrar con habilidad”.

Es decir que la misma consigna depende de la situación objetiva y no de la mentalidad del movimiento obrero. Como Trotsky lo decía: “ Solo podemos decir que nuestras consignas corresponden a la situación objetiva ”. (The Transitional Program for Socialist Rev. Discussions con Trotsky).

Esto es lógico, porque el Programa de Transición es un método que hay que aplicar a escala nacional, para la movilización del movimiento obrero de ese país. Así como la IV no puede tener a escala mundial ninguna consigna que no se apoye en el Programa de Transición y en los distintos programas transicionales que vayamos elaborando de acuerdo a las situaciones que se abran, a nivel de un país no se puede elaborar una sola consigna si previamente nos hemos elaborado el programa de transición para la etapa de que se trate en ese país. Sin ese programa de transición todas las tareas y consignas que se planteen son oportunistas, ya que el movimiento, las tácticas se vuelven todo y el programa, los fines, las estrategias no son nada, no existen.

3.- El programa mínimo de la OCI.

Si nosotros seleccionamos las consignas que tiene la OCI hoy día en Francia, corroboraremos que en líneas generales es un programa mínimo. Aun las consignas transicionales que levanta muy de vez en cuando y excepcionalmente, también son mínimas, porque para ser transicionales tienen que ser parte de un sistema, ya que aisladas y circunstancialmente planteadas son mínimas. Para que una consigna sea transicional tiene que cumplir tres condiciones: ser un llamado a la acción, a la movilización de los trabajadores contra sus explotadores o su estado; estar íntimamente ligada a otras consignas inmediatas que la superen, principalmente el control obrero; por ultimo debe estar inextricablemente ligada a la columna vertebral del programa de transición, el planteo de poder y la construcción del partido como la otra cara de ese planteo de poder. Es decir, siempre las consignas tienen que formar una estructura íntimamente vinculada entre si, de las cuales unas dependen de las otras, para darle dinámica y para educar al conjunto de la clase obrera.

La OCI lanza consignas en forma anárquica, separadas una de la otra, sin ligarlas, sin formar un sistema. Y principalmente no las liga al problema del poder.

Hoy día el programa de la OCI para Francia gira alrededor de las siguientes consignas: aprobar el plan de nacionalización del gobierno; aprobar los principios del programa del gobierno contra la desocupación; establecer una política de concertación y negociación en el terreno estudiantil y educacional; estar por la enseñanza laica y también por la enseñanza privada, solamente exigiendo que los fondos públicos vayan a la enseñanza laica y los privados a la privada ; aprobar en principio las medidas del gobierno con relación a los inmigrantes ; como “un primer paso importante” hacernos portavoz del movimiento obrero para negociar con el gobierno el problema de los temporarios, etc., etc. Este es el programa que mas agita la OCI. Es mas que mínimo, es el programa súper mínimo del propio PS. Pero de vez en cuando, muy excepcionalmente, sin ligarlas una con otra, sin plantear una política revolucionaria y una agitación sistemática de las consignas transicionales, la OCI levanta alguna que otra consigna transicional, es decir, que va contra la propiedad privada capitalista o que levanta consigna de poder, como “ gobierno PS-PCF” u otras parecidas. Pero sin ese planteo de poder como eje de nuestro sistema y de nuestra agitación de nuestro programa, no hay tareas y consignas verdaderamente transicionales. Veamos si estas consignas son realmente transicionales, o si son parte de un programa mínimo.

4.- La lucha contra la miseria del proletariado.

Dice nuestro Programa de Transición: “ En las condiciones del capitalismo en descomposición, las masas continúan viviendo la triste vida de los oprimidos; y ahora mas que nunca amenazadas por el peligro de ser arrojadas a un abismo de miseria. Están obligadas a defender su pedazo de pan, ya que no pueden aumentarlo ni mejorarlo. No es necesario ni posible enumerar las diversas reivindicación especiales que surgen a cada momento de circunstancias concreta, nacionales, locales y sindicales. Pero dos calamidades económicas fundamentales, en las cuales se compendia el absurdo creciente del sistema capitalista, a saber: la desocupación y la carestía de la vida, exigen consignas y métodos de lucha generalizados ” (Programa de Transición, p. 12).

¿Es este un cuadro exacto de la situación del proletariado francos bajo el gobierno de Mitterrand ? Por cierto: la desocupación esta alcanzando el tope de los dos millones. El gas ha aumentado en un 22 %, la luz en un 15%, la gasolina en seis céntimos el litro, la tarifa del metro en un 14 % y los alquileres de vivienda en un 10-13 %. Mientras tanto, los salarios mínimos han aumentado en un 10 % (del cual el 5 °/o correspondía de todos modos a convenios salariales anteriores).

Y en este cuadro el presidente Mitterrand solicita al Consejo de Ministros un “presupuesto de austeridad”, diciendo en referencia a los salarios: “Ciertas aspiraciones legitimas deberán esperar un poco” (Le Monde, 25-7-81); con ello muestra la verdadera faz de su gobierno, contra los mil y un llamados fraudulentos de Mauroy a la “guerra contra el desempleo”.

Contra estas plagas del capitalismo, el Programa de Transición es muy claro, al plantear medidas de lucha que, por dirigirse directamente contra el sistema capitalista y el estado burgués, adquieren un contenido revolucionario porque son parte de un sistema revolucionario de conjunto. Entre estas medidas tenemos:

Contra el desempleo: escala móvil de horas de trabajo (reparto del trabajo disponible entre toda la fuerza de trabajo existente); plan de obras publicas con salarios, horas de trabajo, etc., fijados por los sindicatos.

Contra la disminución del salario real: escala móvil de salarios (aumento automático del salario conforme al aumento del costo de la vida).

Contra el aumento de precios: congelamiento de los precios, bajo vigilancia de comités obreros.

Y a estas añade, contra el sabotaje y el parasitismo capitalistas, la expropiación y estatización de la banca y las instituciones financieras, la expropiación sin indemnización de los grandes trusts y las familias mas ricas del país (las “60 familias” de Estados Unidos y las “200 familias” de Francia), la abolición del secreto comercial e industrial con la apertura de los libros de contabilidad, etc.

Todas estas medidas deben “formar parte de un plan general, trazado para varios años”. Pero eso no basta: “La elaboración de un plan económico, así sea el mas elemental desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores y no de los explotadores, es inconcebible sin el control obrero ” (Programa de Transición, pp. 18 y 19). Es decir, Trotsky liga entre si a las tareas transicionales, no las deja libradas a su suerte.

Recorriendo el periódico Informations Ouvrieres del número 1000, al 1020, ¿que encontramos ? Encontramos, por ejemplo, en el editorial del numero 1005, lo siguiente: “ Contra el aumento de precios organizado por capitalistas y banqueros, se debe, en primer lugar, resolver un verdadero aumento de salarios y pensiones de acuerdo al costo de la vida. En segundo lugar, control y supervisión de precios ” (i por quién? ¿ Ligado a que? No se dice). El numero 1014 plantea el congelamiento de precios. El editorial del 1020 plantea “el reparto del trabajo disponible entre todos los trabajadores, manteniendo íntegros los salarios ”. Y a lo largo de varios números, la nacionalización sin indemnización de Agache-Willot y de “toda empresa que amenace con cerrar sus puertas o despedir” (editorial numero 1012). Una declaración del CC de la OCI en el número 1001 plantea el “levantamiento del secreto bancario” . En una o dos oportunidades, en forma aislada, se plantea el “control obrero” y el gobierno sin burgueses en dos o tres variantes.

El hecho es que esta consignas, correctas en si, se plantean mecánicamente y sin ninguna relación entre si en los distintos números de IO (algunas, como la escala móvil de horas de trabajo, só1o en uno dos números). Pero suponemos que estas consignas (y otras que IO jamás menciona, como “plan de obras publicas”) aparecieron en todos los números del periódico. Esto de nada sirve, si faltan esas dos consignas que las engloban y las convierten en un plan de lucha a ser agitado sistemáticamente ante el movimiento obrero: “plan económico general, elaborado por el movimiento obrero, contra el plan económico de los patronos y el gobierno”; “control obrero de la producción”, consigna esta ultima que aparece una vez en el suplemento del numero 1016 (declaración del CC). No es casual: como siempre, la OCI evita cuidadosamente formular un plan con consignas agitativas de movilización anticapitalista, porque anticapitalista significa anti-gobierno de Mitterrand. Y la OCI no quiere tener el menor roce con ese gobierno.

Hacer una campaña sistemática, con un plan de lucha revolucionario y anticapitalista contra la miseria del movimiento obrero y de masas, es o no una cuestión de principios para el trotskismo? Si es así, ¿donde esta ese plan en la prensa y la agitación de la OCI ?

5.- La movilización de las masas: un imperativo constante.

Una de las características del bolchevismo y el trotskismo es la búsqueda y agitación constante de las consignas de movilización del proletariado y las masas. Como ejemplo tenemos nuestro “programa de transición, cuya tarea consiste en la movilización sistemática de las masas para la revolución proletaria ” (p. 12). Este concepto de movilización sistemática se repite en cada una de las tareas que enumera el programa :

La desocupación y la carestía de la vida exigen consignas y métodos de lucha generalizados ...“ (p. 12)

contra la carestía de la vida (...) solo es posible luchar con una consigna: la escala móvil de salarios” . (p. 12)

La lucha contra la desocupación es inconcebible sin el llamado a una amplia y audaz organización de obras públicas”. (p. 18).

Y en síntesis: “La posibilidad o la imposibilidad de realizar las reivindicaciones es, en el presente caso, una cuestión de relación de fuerzas que sólo puede ser resuelta por la lucha”. (p. 13)

No queremos abundar en mas ejemplos, sólo señalar que, cualquiera sea la etapa de la lucha de clases y la experiencia de las masas, el partido revolucionario buscara las “consignas y métodos de lucha” adecuados. ¿Cómo responde la OCI a esta exigencia? Es ilustrativo en primer término ver que hace antes del 10 de mayo. Hasta ese día, Informations Ouvrieres estaba repleta de consignas y métodos de lucha: “ Echar a Giscard”; “Unidad PS-PCF”; “Derrotar la política divisionista de los aparatos”; “Marcha a las sedes del PS y el PC para exigir el desistimiento automático”; “Cien mil firmas para obligar a Marchais a pronunciarse por el desistimiento”; “Gran manifestación para entregarle a Marchais las cien mil firmas”; “ Acto de la OCI por la unidad para echar a Giscard” ; etc., etc.

Ahora, vemos todo lo contrario. Una recorrida de Informations Ouvrieres posterior a la elección nos muestra un panorama, del cual damos algunos ejemplos.

IO # 1012: “ Contra los capitalistas, apoyarse resueltamente en la clase obrera, la juventud, las masas explotadas ”. Aquí se trata de nacionalizar las empresas que amenacen con el cierre o despidos, para contrarrestar la desocupación. Pero, ¿ Como? ¿Mediante una huelga? ¿Una manifestación? ¿Un petitorio al gobierno?

IO # 1019: “Contra los capitalistas, es necesario apoyarse en la movilización de los trabajadores”. Nuevamente: ¿que movilización concreta? ¿Con que consignas precisas? En todos los IO recientes hemos encontrado los siguientes llamados.

1) A un congreso de trabajadores temporarios, con el fin de formar una delegación que concurra el 12 de septiembre al ministerio de trabajo para presentar un petitorio de estabilidad laboral. Punto, nada mas. ¿Creen compañeros de la OCI, con su experiencia sindical, que eso solo constituye una medida de lucha que solucionara los problemas de los trabajadores interinos? No: esta medida por si sola ni sirve para nada. Tiene que haber un plan de lucha como el siguiente (solo a titulo de ejemplo):

Trabajo efectivo para los temporarios !Manifestación de cientos de miles, para acompañar a la delegación al ministerio. Damos al ministro un plazo de un mes para darnos trabajo a todos ! Este es un problema que incumbe a todos los obreros: vamos a los sindicatos y comités de fabrica a pedir de solidaridad con nuestra lucha!

2) “ Mitines, viernes 23 de octubre. Paris - Porte de pantin y del 15 al 28 de octubre en... “ (IO 1017) (siguen los nombres de unas ochenta ciudades). ¿Para que es el mitin? ¿Cuales son sus consignas? ¿Que tareas propondrá al movimiento obrero frente a sus problemas mas sentidos? No se sabe, a lo sumo se dice una vez: “Para explicar las posiciones de la OCI (unificada) y luchar por una política que responda a los intereses del proletariado” (Idem). Los carteles invitan a ir al acto sin ninguna consigna, sin ninguna proposición concreta de alguna acción.

3) “ Contra la movilización política lanzada por la CNPF, oponer la movilización de los trabajadores, que podría tomar la forma de una convocatoria a un congreso de empleados de bancos, instituciones financieras y de seguros (IO # 1017). Podría tomar la forma... ¿ y quien lo convoca: el sindicato? ¿Los comités ? Si se trata de resolver la nacionalización, ¿que medidas de lucha debería tomar ese congreso, de acuerdo a la OCI ? No se sabe.

4) En varios artículos se llama a “movilizarse por la nacionalización del grupo Agache-Wiltot. Ni un solo despido!”. Una vez (IO # 1019) encontramos el siguiente llamamiento: “ Elegir delegados de taller y de fabrica, que esos delegados de taller y de fabrica se retinan en conferencia nacional y tomen todas las disposiciones para movilizar a todos los obreros, a toda la población amenazada por los despidos, para ganar la batalla contra los Willot y sus hombres ”. Ese llamado aislado, sin consignas ni métodos, tampoco sirve para nada. Habría que decir (nuevamente, por ejemplo):

“Que el sindicato (o los comités de fabrica) llame a un congreso de delegados. Allí la OCI propondrá: “Ocupación inmediata de Boussac-Saint-Freres y todas las fabricas del grupo Agache- Willot”. “Con las fábricas ocupadas, enviemos una delegación al ministerio para exigir la nacionalización inmediata, sin indemnización y bajo control obrero, de Agache-Willot”. “Formación de piquetes de defensa. Formación de comisiones que vayan a pedir medidas de solidaridad a los sindicatos y comités de fábricas”. “ Gran mitin de la OCI en la Porte de Pantin: por la nacionalización de Agache-Willot, la OCI propone huelga y ocupación de las fabricas de ese pulpo capitalista”.

¿ A que se deben llamados (bastante escasos, por cierto) a movilizar; llamados abstractos, sin consignas, sin propuestas organizativas, que por lo tanto no movilizaran a nadie ? Creemos que la clave está en un documento político “elaborado por el BP de la OCI ... como texto preparatorio para el XXVI Congreso , publicado en La Lettre   Informations Ouvrieres numero 1011: “En el momento actual debemos expresar que es lo que esperan las masas del gobierno, lo cual no significa que todas las reivindicaciones deben formularse en dirección al gobierno: la regla general es que se deben formular en dirección a la patronal, y no forzosamente en términos de acción inmediata. La preparación de las grandes luchas que vendrán, posiblemente la huelga general, dependen esencialmente de la maduración política,..”.

En otra parte veremos si las consignas deben ir contra la patronal o el gobierno. Pero acá se dice que las consignas no se deben formular “forzosamente en términos de acción inmediata”.

Podríamos estar de acuerdo si especificara que consignas: por ejemplo, “Fuera los ministros burgueses del gobierno”, o “Cuando tengamos la fuerza suficiente voltearemos al gobierno burgués de Mitterrand”. Estas no son consignas para la movilización. Son consignas propagandísticas, para “explicar pacientemente”, y lo serán mientras las masas confíen en este gobierno.

Pero acá debemos pensar que se trata de todas las consignas. Convicción que se refuerza cuando leemos IO: ninguna consigna para la acción, ninguna medida de lucha.

Las grandes luchas y la huelga general “dependen esencialmente de la maduración política”: eso es indudable. ¿Pero significa eso que mientras tanto no hacemos nada mas que propaganda general por la “nacionalización” o por la “guerra contra el desempleo”? Y más: ¿puede acelerarse la “maduración política” sin que los trotskistas despleguemos una agitación cotidiana, incansable, con consignas y medidas de lucha alrededor de los problemas mas sentidos (carestía de la vida, desempleo y el del gobierno que necesitamos con toda urgencia)? Esto, camaradas del CC del POSI, no es trotskismo: es reformismo.

6.- Consignas o tareas de transición no ligadas al planteo de problema del poder es la negación del trotskismo.

Trotsky, en el Programa de Transición, es categórico respecto al problema central de las reivindicaciones transitorias. Dice:

“Es preciso ayudar a las masas, en el proceso de la lucha cotidiana, a encontrar el puente entre sus actuales reivindicaciones y el programa de la revolución socialista. Este puente debe consistir en un sistema de reivindicaciones transitorias, que partiendo de las condiciones actuales y de la actual conciencia de las amplias capos obreras, conduzcan a una sola y misma conclusión: la conquista del poder por el proletariado”. (Programa de Transición pp. 10).

E insistiendo en este criterio de que si las reivindicaciones transitorias no se ligan al problema del poder no sirven, recordemos que Trotsky cuando señala que estamos por las expropiaciones sin pago aclara que nosotros “ligamos la expropiación con la toma del poder por los obreros y campesinos”.

Nada de esto hace la OCI. En ningún momento liga sus consignas con un planteo de poder para oponerlo al gobierno burgués de Mitterrand. La OCI ha eliminado totalmente de su agitación la mas formidable consigna elaborada por Lenin y Trotsky para la etapa en que las masas tienen ilusiones en el gobierno frentepopulista, que es “Fuera los ministros burgueses y la burguesía del gobierno frentepopulista”. Lo penoso es que no tiene, ni agita en forma permanente ninguna otra consigna de poder.        

No hay ninguna explicación valedera para justificar este abandono de la consigna transicional mas importante elaborada por el marxismo para enfrentar ese momento de la lucha de clases. Siempre el punto más importante, central del Programa de Transición es el planteo del poder que nosotros queremos y el poder que por la vía de la agitación nosotros oponemos al gobierno burgués de turno. Lenin siempre opuso al gobierno frentepopulista ruso una o dos formulas de poder. “Todo el poder a los Soviets”, ni bien llegó a Rusia. Y, posteriormente “Fuera los ministros burgueses del gobierno provisional” y así sucesivamente. Jamás un partido trotskista deja de hacer un planteo de poder.

Pero este planteo no es parte de una sumatoria, es decir, no se suma a las otras consignas sino que es el eje del sistema de “reivindicaciones transitorias”. Justamente este es el eje del sistema de “reivindicaciones transitorias”. Justamente este es el eje que la OCI no tiene. Como consecuencia de este abandono total del programa de Transición (por que no hay Programa de Transición sin planteo de poder sistemático para agitar todos los días como eje esencial de todas nuestras consignas y de toda nuestra política), nos encontramos con el abandono por parte de la OCI de la lucha por un gobierno obrero y campesino. No solo no lucha porque se vayan los ministros burgueses del gobierno frentepopulista, sino que -- lo que es mucho mas grave -- ha abandonado totalmente el punto del Programa de Transición que insiste en la necesidad de luchar por el gobierno obrero y campesino.

La OCI ha renunciado durante todo este tiempo a hacer la demanda de los bolcheviques, dirigían a los mencheviques y socialrevolucionarios: “ Romped con la burguesía”,  “Tomad en vuestras manos el poder”. Tal cual lo dice Trotsky: “Por eso cada una de las demandas transitorias debe conducir, por consiguiente, a una única conclusión política: los trabajadores necesitan romper con todos los partidos tradicionales de la burguesía para establecer, junto  a los campesinos, su propio poder” . (Programa de Transición pp. 35).

La OCI no ha exigido, como imperiosamente lo demanda el Programa de Transición, que “Todos los partidos que apoyan en los obreros y campesinos y hablan en su nombre, que rompan políticamente con la burguesía y entren al camino de la lucha por el gobierno de los obreros y campesinos ”. (Programa de Transición, pp. 34). Y tampoco ha hecho absolutamente ninguna agitación alrededor de las reivindicaciones de transición que deberían formar, en nuestra opinión, el programa del gobierno obrero y campesino. A pesar de que Trotsky insiste en el Programa de Transición que esta agitación debe ser infatigable, es decir, permanente y con toda fuerza. Y esta consigna, como todas las otras del Programa de Transición tiene como uno de sus objetivos destruir “las ilusiones reformistas y pacifistas”.

7.- La construcción de los partidos trotskistas.

La otra cara de la columna vertebral del Programa de Transición es la campaña agitativa sistemática en favor de la construcción de un partido trotskista con influencia de masas. Esta campaña sistemática se expresa de dos maneras: No puede llevársela a cabo si no hay una critica permanente y una delimitación tajante de los partidos obreros traidores que justifique que el partido trotskista llame a la vanguardia obrera a construir y desarrollar nuestro partido como el único partido enfrentado mortalmente al gobierno frentepopulista y a los otros partidos obreros contrarrevolucionarios. Si no se cumple la primera tarea de denunciar a los traidores no se puede cumplir la otra, de llamar a fortificar nuestro partido, porque ningún obrero podrá entender hoy en Francia por que tiene que venir a la OCI, si la OCI está, en líneas generales, con el programa del Partido Socialista y si no lo critica, como tampoco critica al PCF. Esa es la razón por la cual la OCI ha abandonado toda campaña sistemática de explicación por un lado y de agitación por el otro, llamando a los obreros a construir el partido trotskista, ni siquiera en los carteles de un acto programado, llama a construir la OCI. La OCI no puede levantar la consigna de que los obreros que estén frontalmente contra el gobierno frentepopulista y que enfrentan a los partidos obreros traidores vengan al partido, porque desgraciadamente la política de nuestra sección francesa no coincide con los sentimientos revolucionarios de la vanguardia obrera. Todo esto le pasa por haber abandonado el método del Programa de Transición.

Capitulo VIII:
La importancia decisiva de esta discusión

Es una constante en la historia que, al llegar un gobierno frentepopulista al poder, aparecen en el movimiento obrero dos bloques claramente delimitados: el oportunista y el revolucionario. Atención: no tendencias sino bloques: agrupaciones heterogéneas que integran en su seno a corrientes dispares, inclusive antagónicas del movimiento obrero. Pueden existir enormes diferencias de orden táctico, histórico, teórico e inclusive filosófico entre sus componentes: lo que los une son algunas posiciones políticas esenciales.

El ejemplo clásico lo tenemos en la revolución rusa, bajo el gobierno frentepopulista de Kerenski. Allí surgió un bloque revolucionario integrado por una corriente del marxismo revolucionario (Lenin-Trotsky) y anarquistas y eseristas de izquierda. Y en el otro polo, un bloque oportunista, integrado por revisionistas contumaces (Plejanov), centristas internacionalistas (Martov) y también un sector del marxismo revolucionario (el ala Kamenev-Stalin del Partido Bolchevique).

No es casual que en estos casos surjan bloques y no partidos o tendencias : la intensidad de la lucha de clases en la etapa revolucionaria provoca una gran polarización en el movimiento obrero y de izquierda, que trasciende las viejas diferencias sin eliminarlas.       

Qué es lo que une a las distintas tendencias en sus respectivos bloques? Su actitud con respecto al gobierno frentepopulista y los partidos obreros contrarrevolucionarios que lo conforman. La política del bloque oportunista posee dos características bien precisas. Por un lado, apoya al gobierno frentepopulista; cada uno de sus integrantes lo hace de distintas manera, pero todos están unidos en esa política de apoyo, o “defensa” del gobierno. Por el otro, tiende a diluir la estricta línea de demarcación entre los partidos obreros revolucionarios y contrarrevolucionarios, al buscar acuerdos con estos.

De estas características se deriva toda una política: abandono de la denuncia sistemática del gobierno frentepopulista y contrarrevolucionario en la agitación cotidiana y en la prensa del partido; abandono de las consignas de gobierno, de la tarea de “explicar pacientemente” -- es decir, de manera propagandística pero constante -- a las masas, la necesidad de voltear al gobierno para instaurar el poder obrero revolucionario; etc., etc. El bloque revolucionario, que como decíamos mas arriba, también es heterogéneo, posee características políticas antagónicas al oportunista: ataca al gobierno frentepopulista y se diferencia tajantemente de los partidos obreros contrarrevolucionarios que lo integran. De ahí su política constante: denuncia sistemática del gobierno, ningún apoyo a sus medidas o declaraciones, por progresivas que parezcan; inculcar en las masas la mas absoluta desconfianza; negativa a celebrar el menor acuerdo con los partidos obreros traidores, desenmascarándolos, llamando a las masas a combatirlos. Y sobre todo, la “explicación paciente”, y constante, de consignas tales como “todo el poder a los soviets”, “fuera los ministros burgueses”, que sirvan para demostrar nuestro odio hacia el gobierno burgués y la necesidad de instaurar el gobierno revolucionario. Lleva esta política al punto tal de repudiar, como hizo Trotsky, y la sección francesa en 1936, el “ acuerdo de Matignon” entre Blum, la patronal y los sindicatos, que incluía medidas tan “progresivas” como la ley de las cuarenta horas.

Francia de hoy, bajo Mitterrand (como la Francia de 1936 bajo Blum), no es una excepción. Frente al gobierno frentepopulista vuelven a aparecer los dos bloques. En el bloque revolucionario estamos nosotros, junto a los grupos, sectas o partidos ultraizquierdistas, y aventureros que en el mundo son. En el oportunista, formando parte de un bloque mayor del PS y el PC, esta el bloque de las corrientes lideradas por Pablo, Mandel, y Lambert. Nuevamentc se repite la historia: un sector del movimiento marxista revolucionario, el de Lambert, pasa a formar parte del bloque, oportunista.

Compañeros del comité central del POSI, quiero aclarar que no estoy insultando al camarada Pierre. Simplemente que, como marxista, aplico caracterizaciones políticas y no me asusto de llamar a las cosas por su nombre. Si estoy equivocado, el error se volverá en mi contra, o servirá para hacer bromas a costa de mi aventurerismo teórico. Por eso quiero detenerme en las razones que me llevan a sostener que existen dos bloques actualmente en el movimiento trotskista internacional.   

1. ¿ Un bloque teórico-político entre Pablo y Lambert ?

Acá no se trata de comparar las respectivas trayectorias de Pablo y de Lambert, ni sus principios o sus posiciones teóricas. En este sentido, Pablo y Pierre son totalmente antinómicos: por algo hablamos de bloque. Lo esencial es comparar sus posiciones políticas frente al gobierno de Mitterrand. Y hablo conscientemente de Pierre, porque creo que el es el autor principal del documento aprobado por el Comité Central de la OCI unificada para presentar ante el congreso.

No quiero detenerme en los planteos de la OCI unificada en Informations Ouvrieres, ya tratados extensamente en otras partes de esta carta. Quiero referirme al “Projet de rapport politique preparatoire au XXVI Congres de la OCI”, publicado en Bulletin Interieur número 1.

Toda afirmación que aquí se haga vale mas que mil artículos de IO porque acá no es cuestión de artículos, o series de artículos sobre tal o cual problema. No: este informe fija, sin confusión posible, la política oficial del partido para todo un periodo, hasta el congreso siguiente.

1) En la pagina 19 del mencionado boletín se mencionan cuatro puntos de apoyo de la OCI unificada al gobierno. Sobre la necesidad de quebrar el aparato de estado de la V Republica: “ La OCI unificada apoyará todo paso que el gobierno Mitterrand-Mauroy pueda dar en este camino, sin tomar a su cargo su política ”.

2) Sobre la política económica y las nacionalizaciones que proyecta el gobierno: “La OCI unificada apoyara todo paso que el gobierno Mitterrand-Mauroy de en este sentido. Consideramos que las medidas tomadas por el gobierno para que los trabajadores de Boussac-St Freres conserven sus empleos hasta septiembre constituyen un primer paso”.

3) Sobre la derogación de las leyes antilaicas y la supresión de fondos oficiales para la enseñanza privada: “ Una vez más, la OCI apoya todo avance en este sentido ”.

4) Sobre los problemas del empleo, el aumento de precios, la enseñanza, la formación profesional: “Será siempre desde el mismo ángulo que deberemos abordarlos”.

Comparemos ahora estas posiciones, que tienen el merito de ser extremadamente claras, con las expresadas en el periódico Pour I’autogestion y otros materiales de la Tendance Marxiste-revolutionnaire Internationale, el partido de Pablo.

1) “ ... nosotros defenderemos incondicionalmente al gobierno de Mitterrand-Mauroy contra los ataques de la derecha y apoyaremos todas las medidas sociales y políticas que tome, que satisfagan las reivindicaciones de los trabajadores...” (Pour I’autogestion, # 1).

2) “ Apoyamos cada medida favorable a los trabajadores, luchamos contra toda contraofensiva de las fuerzas burguesas...” (La victoire socialiste, suplemento de Pour I’autogestion # 2. Esta es la resolución política del congreso constitutivo del partido).

3) En el mismo material plantea un “programa de acción” de 14 o 15 puntos: ninguno va contra el gobierno o contra los partidos obreros contrarrevolucionarios. Lo máximo que se llega a decir es: “En un primer momento, al menos, los trabajadores saldrán a la lucha en nombre del gobierno, para defenderlo de los ataques de sus enemigos internes y externos”. Y “ solo la movilización independiente de las masas trabajadoras es capaz de generar una dinámica que supere los limites impuestos por el programa presidencial y las instituciones de la V Republica ”.

4) Finalmente, en un editorial de la revista Sous le drapeau du socialisme, se dice: “Se trata de combinar hábilmente la unidad de acción, el apoyo a toda medida progresiva, con la propaganda del programa transitorio...” (10 de mayo).

Como vemos, ni Pablo ni Lambert atacan al gobierno, ni plantean la necesidad de denunciar su carácter imperialista y contrarrevolucionario, ni enfrentan a los partidos obreros contrarrevolucionarios. La misma posición digamos de paso, tiene la LCR mandelista. No aportaré aquí las citas que lo demuestran, para no extenderme. En todo caso, si hay alguna diferencia entre Lambert y Pablo, es que, mientras aquel habla de “apoyar pasos”, este habla de “apoyar medidas”. En esta diferencia terminológica (evidentemente no es mas que eso) vemos un acercamiento entre Lambert y... Stalin, quien desde las paginas de Pravda en marzo de 1917 también apoyaba los “pasos progresivos” del gobierno provisional.

Con estas posiciones, la OCI y Lambert han llegado a una nueva concepción teórico-política según la cual, cuando se produce un enfrentamiento entre el gobierno y el movimiento obrero, no se aprovecha la situación para denunciar implacablemente a Mitterrand y a sus ministros obreros como traidores, sino todo lo contrario: se echa la culpa de todos los males a los gerentes o administradores nombrados por el gobierno anterior. Ejemplo notable de ello es el conflicto en el aeropuerto Charles de Gaulle, cuando a mediados de julio se produjo una huelga contra el despido de varios obreros. En el documento para el XXVI Congreso de la OCI unificada (ya citado), Lambert explica la actitud de la OCI, como ejemplo de lo que debe ser la política del partido en la actual etapa: “Nosotros no dijimos, el responsable es el ministro [de transportes] Fiterman; nosotros dijimos que lo es la Dirección General”. Por consiguiente, de acuerdo a Lambert, nuestra política va dirigida a evitar cuidadosamente que las masas odien a los ministros del gobierno burgués.

2. Kamenev-Stalin contra Lenin-Molotov

Me parece útil reseñar un poco como siempre han surgido los dos bloques antagónicos bajo los frentes populares. Empecemos por la revolución rusa. Antes de la llegada de Lenin a Rusia, se produce una profunda diferenciación política entre los jóvenes dirigentes como Molotov, que habían tomado la dirección del partido y el Pravda, y los dirigentes más viejos como Kamenev y Stalin. ¿En que consistían las diferencias? Todos coincidían en que no se podía plantear por el momento la consigna “Abajo el gobierno provisional”. Ahora bien, Molotov y su grupo hacían eje en la denuncia sistemática del gobierno y los partidos obreros contrarrevolucionarios, y no aprobaban ninguna de sus medidas por “progresiva” que fuese.

A partir de la llegada de Stalin y Kamenev a Petrogrado, se produce un cambio notable en la política del partido: Kamenev publicó en Pravda un articulo donde avala por completo la política de “defensa nacional” propiciada por la mayoría menchevique-SR del Soviet. Esta política fue ampliamente repudiada por la base del Partido Bolchevique. Por su parte, Stalin tuvo una política que en esencia coincidía con la de Kamenev, pero de manera mucho mas hábil y cuidadosa que la de aquel, ya que no planteaba el apoyo al gobierno de manera franca. Veamos: “Expoliado por el desarrollo de la revolución, el gobierno provisional tuvo que dar este primer paso hacia la emancipación de los pueblos y lo dio (...). Los pueblos de Rusia que hasta ahora eran considerados sospechosos pueden ahora respirar libremente y sentirse ciudadanos de Rusia”.

Camaradas, en política es valido el aforismo que dice “ El estilo hace al hombre”. Comparemos el estilo de Stalin con el de la OCI. Stalin dice “El gobierno provisional tuvo que dar este primer paso hacia la emancipación de los pueblos y lo dio. Informations Ouvrieres dice con respecto a la medida de suspender las expulsiones de inmigrantes: “Es un importante primer paso hacia la satisfacción de las reivindicaciones de los trabajadores inmigrantes...”. Ninguno de los dos denuncian que detrás de las medidas aparentemente “progresivas” vendrán mil medidas contrarrevolucionarias. Así fue en Rusia, donde el gobierno provisional resultó tan imperialista como el zarismo. Así será en Francia con Mitterrand, desde ya lo vaticinamos.

Pero Stalin no se limitó a apoyar una medida (“paso”): formulo la teoría-programa de ese apoyo en una forma clásica que el trotskismo posteriormente analizó.

A fines de marzo comenzó una conferencia bolchevique, paralelamente a una asamblea de representantes de los Soviets. La conferencia se prolongó hasta el arribo de Lenin, a principios de abril. El informante en el punto principal del orden del día -- la política frente al gobierno provisional -- era Stalin. Una frase de Stalin en ese informe ha pasado a la historia como la formula clásica del oportunismo: “Hay que apoyar al gobierno provisional en la medida en que este consolida los avances de la revolución; por el contrario, no se le debe apoyar en aquello que sea contrarrevolucionario”. Trotsky comenta que, ante el informe de lo que estaba haciendo el gobierno, “ la conferencia de los bolcheviques, inquieta, hubo de abandonar la fórmula de apoyo”. Y agrega que ninguna de las resoluciones de esa conferencia, ni siquiera las que criticaban las “maquinaciones contrarrevolucionarias“ del gobierno, incluía una consigna de poder para oponerla al gobierno frentepopulista.

Desde su primer artículo en Pravda, Stalin jamás mencionó al gobierno provisional: frente al el observó un silencio completo. Trotsky comenta que “El breve articulo publicado por Stalin en Pravda el 14 de marzo de 1917 (...) no contenía una sola referencia al gobierno provisional o a la guerra”. Hemos leído los artículos de Stalin correspondiente a esta etapa oportunista (Obras, año 1917, edición española) y sólo hemos encontrado alguna que otra referencia a tal o cual ministro. En cambio, con la “astucia” característica del oportunismo, busca siempre la forma de apoyar algún “paso”, sin denunciar jamás al gobierno ni, por consiguiente, levantar una consigna de poder como eje de su política.

Otra de sus características, según deducimos de la lectura de sus artículos y de los comentarios de Trotsky, es la de atacar a los elementos “feudales”, a los enemigos del gobierno; jamás al gobierno mismo. Puesto que próximamente prepararé un trabajo histórico sobre las diferencias que se han producido en el movimiento marxista respecto al frentepopulismo, me limitare a dar aquí algunas citas, referentes a la política de Lenin. Ya desde el extranjero precisó en un telegrama a la dirección bolchevique, que la política frente al gobierno consistía en “ no confiar ” en el “ ni apoyarlo... desconfiamos especialmente de Kerenski” . En un primer proyecto de Tesis, escrito a los pocos días de la caída del zar, dice con respecto a los partidos obreros contrarrevolucionarios: “No debemos consentir ningún genero de bloques o alianzas, ni siquiera acuerdos”.

Ya en Petrogrado, insiste con su característica claridad en la línea que debe aplicar el partido: “ Demostrar la falsedad absoluta de sus promesas... el menor apoyo al gobierno provisional”. En las Tesis de Abril, el principal documento programático de la revolución rusa, dice: “Es inadmisible que el proletariado le preste el menor apoyo al nuevo gobierno burgués”. Y no prestar el “menor apoyo” significa, en lenguaje marxista, que no se debe apoyar ninguna de sus medidas.

Veamos la aplicación de esta política en un momento de máxima tensión: en medio del golpe de Kornilov. “No debemos apoyar al gobierno de Kerenski ni siquiera ahora. Es una falta de principios”. Y en el mismo articulo denuncia a los bolcheviques que adoptaban una línea oportunista al querer prestar algún tipo de apoyo al gobierno de Kerenski.

Demás esta decir que Trotsky ha escrito muchas paginas en apoyo a esta política y de critica a la línea oportunista de Kamenev y Stalin.

3. El bloque Molinier-Pivert-Schachtman contra Trotsky.

En el año 1935, cuando se constituyó el frente popular en Francia, Pivert y Molinier dieron una fuerte lucha contra Trotsky. Esta lucha es muy interesante porque tiene que ver no con el gobierno frentepopulista, porque todavía no había subido al poder, sino con los partidos obreros traidores que formaban el proyecto frentepopulista. Molinier-Frank sacaron un periódico de masas, rompieron con la sección oficial y, en base a cinco consignas, comenzaron a estructurar su grupo. Trotsky no sólo critico acerbamente el que no tuvieran un programa de acción, sino de que no denunciaran violentamente a los partidos reformistas y al propio Pivert. Todo esto ya lo hemos explicado. Era necesario hacerlo para recordar la argumentación del viejo. Para él lo mas grave era tender a hacer un bloque con Pivert, que a su vez hacia un bloque indirecto con Blum y el PC. Es decir, Trotsky denunció a Molinier como socialpatriota por negociar con Pivert e indirectamente hacer un bloque con los partidos oportunistas a través de él. Pivert, por su parte, atacaba a Trotsky por sectario, por criticar muy duramente al PS y al PC.

Mucho mas interesante es la situación que se dio en España con Schachtman, pero ya en relación al gobierno frentepopulista y nos a los partidos que conformaban el frente.

Trotsky, en una carta a Schachtman, le decía que “si tuviéramos un diputado en las cortes, votaría contra el presupuesto militar de Negrin”. Hay que recordar que el gobierno Negrin pedía dinero en las cortes para comprar armas para luchar contra el fascismo. Schachtman respondió con una carta en donde decía que estaba sorprendido y se preguntaba si no era un error tipográfico de la carta de Trotsky. Años después aclararía que la sorpresa no sólo fue suya sino de toda la dirección del SWP. Los argumentos de Schachtman, y posiblemente de Cannon, y del resto de la dirección del SWP son los mismos de siempre, de Stalin, de Kamenev, de Nin. Como nos vamos a negar a votar a favor de una medida que va en este caso contra el fascismo o contra el capitalismo? Es decir, la línea de apoyar las medidas progresivas del gobierno frentepopulista en lugar de denunciarlo. Trotsky respondió en forma tajante que “Un voto favorable al presupuesto en el parlamento no es un acto de apoyo material sino un acto de solidaridad política. Si es lícito votar por el presupuesto de Negrin, por que no habría de serlo enviar representantes a su gobierno? Esto podía ser interpretado como una ayuda material. Los stalinistas franceses han otorgado su confianza al gobierno del Frente Popular, aunque no participan directamente en el. Nosotros pensamos que esta forma de participación es peor aun, es la mas perniciosa forma de participar. Dar a Blum todos los medios que necesita para su acción significa participar políticamente en el gobierno de coalición”.

El mismo Trotsky continua señalando que la posición de Schachtman era la típica de los reformistas. Nosotros agregaríamos y la típica de Stalin y Kamenev, de apoyo a medidas del gobierno, a las que se consideran progresivas, necesarias.

Es así como la pregunta de Schachtman: “Cómo podemos negarnos a entregar un millón para comprar fusiles para el Frente? Nos ha sido hecha miles de veces a los marxistas revolucionarios por los reformistas: como pueden no votar por millones y millones necesarios para las escuelas y las carreteras, por no hablar de la defensa nacional? Admitimos la necesidad de las escuelas y las carreteras, de la misma forma que admitimos la necesidad de la lucha contra Franco. Utilizamos los ferrocarriles “capitalistas “. Nuestros hijos van a las escuelas “capitalistas “, pero nos negamos a votar los presupuestos del gobierno capitalista”.   Y demostrando que su línea y la de Lenin era toda una línea histórica respecto a los gobiernos frentepopulistas, nos explica cómo en contra de la línea de los sectarios de oponerse a estas medidas, a las medidas de un gobierno que goza de la confianza del movimiento obrero, cómo tenemos que actuar para que los obreros que creen en el gobierno nos entiendan: “ Desde el punto de vista de la agitación, no tenemos ninguna dificultad, hoy día, para explicar nuestra postura en España por el voto negativo. Pedimos dos millones para fusiles y sólo nos dan uno. Reclamamos la distribución de los fusiles con control obrero y nos lo niegan. Como habríamos de dar voluntariamente nuestro dinero y nuestra confianza a un gobierno que nos hace esto ? Todo trabajador comprendería y apoyaría nuestra postura”. Es decir, hay que rechazar las medidas “progresivas” del gobierno, aunque para la agitación, para que las masas entiendan esta actitud permanentemente negativa de no votar ninguna medida por positiva que parezca de un gobierno contrarrevolucionario que se disfraza de obrero, Trotsky nos dice que en lugar de rechazarla tenemos que oponerle consignas transicionales y superiores que vayan en el sentido de la revolución obrera, y del desarrollo del control de la clase obrera, sobre todo para que el gobierno las rechace, y así darle claridad a la clase obrera demostrando que son medidas, en ultima instancia, en favor de la burguesía.

4. El caso Bolivia

La primera discusión en nuestro movimiento que nosotros conocemos en esta posguerra, respecto al problema de los gobiernos frentepopulistas y la política que debemos tener ante ellos, se dio en 1952 sobre Bolivia. Es muy interesante porque la polémica fue ya entonces con Pablo y Mandel.

Todos ustedes saben que en abril de 1952 el proletariado boliviano destruyo al ejercito e impuso como único poder real en Bolivia a las milicias armadas del movimiento obrero y campesino. Se formó al mismo tiempo un gobierno de Paz Estensoro, dirigente del MNR, con alguno que otro dirigente sindical en el gabinete, principalmente Lechin. Ante este nuevo fenómeno pocas veces visto, de un ejercito totalmente liquidado y de un gobierno frentepopulista teniendo que cabalgar sobre esta situación, parecida a la de Nicaragua hoy día, Pablo y Mandel lanzaron la línea de “apoyo critico” al MNR. Así es como en 1954, en julio-agosto, Quatrieme Internationale decía, aprobándola, que la posición trotskista en Bolivia fue ejercer “presión sobre el gobierno para que realice las aspiraciones más sentidas de los obreros y campesinos”. La línea que Lenin definió como del peor tipo de oportunismo, confiar y exigirle a un gobierno frentepopulista que de soluciones revolucionarias.

Pero en diciembre de 1957, Quatrieme Internationale resumía la posición que había tenido el “trotskismo”, es decir, los discípulos de Pablo y de Mandel en Bolivia, de la siguiente manera: “El POR comenzó con un apoyo justo pero critico al gobierno del MNR. Vale decir, evito lanzar la consignas de “Abajo el gobierno del MNR”, lo apoyó críticamente contra todo ataque por parte del imperialismo y la reacción, así como toda medida progresiva”.

Como vemos, es toda una posición directamente opuesta a la de Lenin, que insistía en que ni aun en el momento en que Kornilov se levantó contra Kerenski había que darle apoyo. De la misma manera, eso de apoyar toda medida progresiva iba en contra de la línea de Lenin y del propio Trotsky, de que no se le podía dar ni el mas mínimo apoyo al gobierno frentepopulista.

Los antecesores del PST (A) combatimos con toda energía contra esa política. Denunciamos que dar apoyo critico, que apoyar medidas de un gobierno frentepopulista y por lo tanto contrarrevolucionario, era una traición al trotskismo. Y utilizamos los mismos argumentos que habían utilizado Lenin y Trotsky para combatir las desviaciones oportunistas anteriores. Creemos que nuestra posición en aquel momento fue correcta. Pero no sólo fue correcta en este aspecto, sino también en el problema del poder. Mientras los pablistas y mandelistas en Bolivia hacían planteos de poder ligados al MNR o a la izquierda del MNR, negándose, al mismo tiempo, a criticar a las distintas tendencias del gobierno reivindicándolos como izquierdistas, tratando de que desaparecieran las diferencias burocrática y trotskista de la COB, en vez de acentuarlas y denunciar mas que nunca a los corrientes burocráticas de Lechin y del PC. Nosotros, por el contrario, denunciábamos violentamente a Lechin e hicimos nuestro conocido planteo de poder de “Todo el poder a la COB” Esa fue nuestra línea, esa creímos que era la línea de Lenin y Trotsky, esa seguimos creyendo que es la línea correcta hoy en día.

5.- Una discusión crucial para la IV Internacional (Comité Internacional).

La discusión que se ha iniciado no sólo es crucial para la IV Internacional (Comité Internacional), sino posiblemente la mas importante que se ha llevado a cabo dentro del movimiento trotskista mundial. Esta discusión tendrá consecuencias fundamentales no solo para nuestra organización internacional en su conjunto, sino también para cada una de las secciones nacionales. Entre las secciones nacionales donde posiblemente con mayor rapidez se exprese la enorme importancia de esta discusión, es en nuestro movimiento español. Y esto por una razón obvia: hay muchas posibilidades que a corto plazo Felipe González gane las elecciones y se constituya un gobierno frentepopulista u obrero capitalista en España. Entonces, la actual discusión adquirirá una importancia decisiva para ustedes, camaradas españoles. Tan decisiva que si ustedes aprueban las posiciones de la OCI (U) y son consecuentes con ellas, a partir de que suba González al gobierno van a tener que hacer un cambio radical en vuestra política, idéntico al de la OCI (U) hoy día.

Bajemos a tierra lo que esto significaría. Si hicieran lo mismo que la OCI (U), veríamos lo siguiente: se dejaría de mencionar en vuestra prensa y en vuestra agitación a los presos etarras y de luchar por su libertad. Se diría que si los vascos votan por los socialistas van por buen camino, en su lucha por la independencia. No se diría nada si el  gobierno persigue los exiliados políticos chilenos o argentinos, mucho menos se luchará por su libertad si están presos. Se dejaría de mencionar la lucha del pueblo vasco, no se la apoyaría y se llegaría al colmo de no publicar ninguna noticia más de la ETA y de las represiones que sufra del gobierno de González. Si el ejército español ocupa el país vasco, no diremos nada.

Tampoco se diría nada si González llega a un acuerdo con Videla perseguir a los exiliados del Con Sur. Si González entra en la OTAN, lógicamente no lo denunciarían, ni mencionarían el hecho en vuestra prensa. Mucho menos harían una campana ni se llamaría a ninguna manifestación contra el gobierno que adoptó esa medida.

Si González aumenta el presupuesto de defensa si les regala dinero a los fabricantes de armas, “indemnizándolos”, sellarían su boca y su prensa, cuidándose muy bien de hacer el menor comentario, no hablemos ya de la menor critica.

Si González promulga un plan ultra burgués contra la desocupación, por el que -- con mucha suerte -- dentro de dos años habrá cien mil nuevos puestos de trabajo, al mismo tiempo que le entrega millones y millones a los capitalistas para que creen puestos de trabajo a través de mayores ganancias, ustedes dirán que están por el principio de este plan de González y que lo apoyan.

Si hay huelga o conflicto en la Seat, como los hubo en Renault, durante semanas y semanas, no dirán esta boca es mía, nuestros periódicos no publicaran una sola línea sobre el tema, llegando al colmo de ser el único periódico en ese país que no menciona ese conflicto que es de enorme importancia, por ser la más grande empresa industrial del país. Serán los únicos dentro del movimiento obrero que no apoyaran ese conflicto.

A cambio de ese silencio publicaran sesudos artículos o proyectos de resoluciones políticas para el congreso, que en forma elíptica dirán que no hay que hacer huelga contra las empresas estatales porque van contra el gobierno. Si hay huelga de los trabajadores andaluces inquilinos en Barcelona, por el aumento de los alquileres decretado por el gobierno, lógicamente ni lo informaran y mucho menos lo apoyaran. Al fin y al cabo es el gobierno quien hizo los aumentos y no hay que luchar contra el.

Y, en relación al punto cardinal que define cuando una corriente es oportunista o revolucionaria, que es la del poder, tendrán una posición muy clara: buscaran con microscopio que incisos o frases de una ley, o de un proyecto o de un discurso de los miembros del gobierno aparece como “progresivo” o como un “paso útil” para decir que hay que apoyar ese paso en el camino del proceso... etcétera.

Jamás harán una campana de denuncia sistemática del gobierno y llegarán al colmo de decir que le culpable de la huelga de la Seat no es el gobierno sino los gerentes nombrados o protegidos por el gobierno. Buscaran todo tipo de pretextos para no atacar al gobierno, y, lo que es mas grave de todo, abandonaran la tradicional consigna trotskista de fuera los ministros burgueses del gobierno frentepopulista.

Las pocas veces que digan algo, cada cinco o seis periódicos, respecto a que sería conveniente que se fueran los burgueses del gobierno, lo dirán en forma tímida, temerosa, como con lastima de herir al gobierno, y jamás harán ninguna campana ni levantaran ninguna consigna en forma sistemática de gobierno y de poder alternativos para enfrentar al siniestro gobierno frentepopulista de González, agente de la monarquía y de la contrarrevolución españolas. Lo mismo harán respecto a los partidos socialista y comunista. En todas partes tenderán a votar con ellos, evitando que los obreros crean que tenemos diferencias. Habrá acuerdos de hecho o tácitos con ellos sobre enseñanza, sobre movimiento estudiantil, sobre el apoyo a las “medidas progresivas” del gobierno, etc.

Ese es el espejo fiel de vuestra futura política si aceptan la política y teoría actual de la OCI para el gobierno Mitterrand.

No es necesario decirles, compañeros, que la nuestra es una política diametralmente opuesta. No hay un solo de estos puntos en los que nosotros hagamos lo mismo que la OCI hace o plantea. Es directamente lo opuesto. Coincidimos en un solo punto, como Lenin coincidía con Kamenev: que mientras las masas sigan creyendo en el gobierno, no hay que levantar como consigna inmediata para la acción “abajo el gobierno”. Con dos aclaraciones: que nosotros desde ahora mismo le diremos a las masas que tienen que romper con el gobierno porque es su enemigo mortal, y de que su creencia es una creencia irracional porque es creer en sus enemigos contrarrevolucionarios, y diremos claramente a la clase obrera que el objetivo de nuestro partido, el principal, es hacer una insurrección para echar a ese gobierno traidor. La segunda aclaración, de que Kamenev, cuando llegó el momento de voltear al gobierno frentepopulista también estuvo en contra.

Capitulo VIII:
Es IMPRESCINDIBLE dotarnos de una tesis sobre los gobiernos frentepopulistas

Esta discusión se debe a un error de los que escribimos las Tesis: creíamos que el problema de los gobiernos frentepopulistas estaba completamente solucionado por los análisis de Trotsky, a pesar de ser una cuestión decisiva. La subida de Mitterrand al poder nos ha revelado que no es así, que hay lagunas y graves problemas no resueltos o que se replantean. Como todo problema teórico no resuelto provoca diferencias profundas en la política y la practica. A esto se agrega el que todos los gobiernos frentepopulistas han provocado respuestas, tanto oportunistas como revolucionarias, por parte de dirigentes, corrientes y organizaciones del propio marxismo revolucionario. Tanto la respuesta oportunista como la revolucionaria han tenido, a lo largo de este siglo, casi las mismas características y hasta las mismas palabras. Debido a la juventud de los cuadros y simpatizantes del movimiento trotskista en general, nos vamos a permitir esquematizar las respuestas, tanto de oportunistas como de revolucionarios, para que sirvan de base para elaborar una Tesis que si es producto de un acuerdo sirva de base para superar el actual impasse. Veamos cuales son esas características que se repiten y que podemos generalizar como primeros elementos de la futura tesis.

1.- En relación al gobierno frentepopulista

El punto central que diferencia a los oportunistas de los revolucionarios, y hoy día al revisionismo del trotskismo, es el que tiene que ver con la política respecto al gobierno. El oportunismo y el trotskismo se diferencian tajantemente en tres aspectos fundamentales en relación a su política.

El primero es el que tiene que ver con el apoyo o no. Los oportunistas se caracterizan por dar su apoyo al gobierno frentepopulista. Este apoyo puede ser abierto, vergonzante, o puede ser a las medidas del gobierno, o de hecho, cuando no se opone claramente a esas medidas, o cualquier otra variante por el estilo. En oposición a eso, el trotskismo se caracteriza por no dar ningún tipo de apoyo, bajo ninguna circunstancia, ni al gobierno ni a sus medidas. Esto no quiere decir que no defienda esas medidas cuando son atacadas por la contrarrevolución. En algunas oportunidades, Trotsky -- no Lenin -- llamó apoyo a esta defensa, pero se trataba de apoyo frente al ataque de otros. Pero, cuando no hay un ataque a esas medidas, nunca las apoyamos cuando el gobierno las propone. En segundo lugar, los oportunistas se caracterizan por tener un silencio cómplice respecto al gobierno. No lo denuncian como un gobierno burgués y, como todo gobierno burgués, contrarrevolucionario. Es decir, no hay una política de denuncia sistemática, de enfrentamiento y oposición frontal al gobierno.

El revolucionario en cambio, hace una denuncia sistemática, implacable, del gobierno como burgués y contrarrevolucionario, llama a no creer en ninguna de sus promesas o medidas.

Contra esta línea del oportunista, el eje de toda política revolucionaria es la agitación sistemática de un tipo de gobierno obrero diametralmente opuesto al frentepopulista, para contraponerlo a el. Estas consignas de gobierno que se agitan minuto a minuto, tales como “Fuera los ministros burgueses del gobierno”, “Gobierno del PS y PC”, “Gobierno obrero y campesino”. Trotsky inclusive ha levantado la consigna de dictadura del proletariado o de gobierno obrero o la mas famosa de “Todo el poder a los Soviets”. Siempre, siempre, el revolucionario tiene un gran consigna, que es la fundamental: la consigna de poder para oponer al gobierno frentepopulista. Esta para nada quiere decir que cuando las masas aun confían en el gobierno levante la consigna de voltearlo. Pero esto no significa que le oculte a la clase obrera su caracterización y política. Nos preparamos para echar al gobierno cuando convenzamos a los obreros que es un gobierno contrarrevolucionario.

2.- Frente a la burguesía, el imperialismo y la reacción feudal.

El oportunista sólo denuncia a la burguesía, al imperialismo y a la reacción feudal como enemigos de los trabajadores, callándose sobre el gobierno, como si este no fuera el eje de la política revolucionaria. El oportunista tiene manía por atacar a los partidos burgueses que fueron desplazados por el gobierno frentepopulista. Dentro del partido bolchevique, los oportunistas tenían manía por atacar al zar y por no decir nada sobre el gobierno. Los revolucionarios, en cambio, sin dejar de atacar a la burguesía, al imperialismo y a la reacción feudal, no dejan de denunciar sistemáticamente, aprovechando cada oportunidad, al gobierno que, en ultima instancia, es agente de todos ellos.

3.- Frente al imperialismo.

El oportunista no hace agitación en forma permanente sobre el carácter imperialista del gobierno ni del propio país. A partir de que sube el gobierno frentepopulista se produce un silencio criminal en relación a este carácter del gobierno y del país. En contraposición, el revolucionario denuncia el carácter imperialista del gobierno y del país con tanta o mayor fuerza que anteriormente.

4.- Frente a los movimientos nacionalistas y a las naciones oprimidas que enfrentan la explotación del imperialismo.

No hay campañas agitativas, ni luchas, ni manifestaciones, ni declaraciones a favor de las colonias, semicolonias, ni los movimientos nacionalistas, que enfrentan al propio imperialismo, por parte del oportunista. En contraposición, el revolucionario hace más agitación que nunca, debido a que la situación le permite hacer actividades prácticas en su favor. Levanta sistemáticamente la consigna de independencia de las colonias y de las semicolonias, o el mas absoluto derecho a la autodeterminación nacional. Asimismo, reivindica los movimientos nacionalistas, aun cuando discrepe con su política, defendiéndolos incondicionalmente en forma publica y agitativa.

5.- Frente al aparato del estado.

El oportunista no denuncia al gobierno como defensor incondicional de la estructura burocrática del estado y, por consiguiente, no hace una agitaci6n permanente por la destrucción del estado burgués. El revolucionario, por el contrario, denuncia sistemáticamente al aparato burocrático del estado burgués y llama a destruirlo para imponer un nuevo tipo de estado: comuna según Lenin, soviético según Trotsky.

6.- Frente a las fuerzas armadas

El oportunista no denuncia a la siniestra política gubernamental de consolidar la estructura jerárquica de las fuerzas armadas, ultimo bastión del régimen capitalista. Por consiguiente, no hace ninguna campaña por destruirlas. El revolucionario, por el contrario, en esta etapa, hace una feroz campaña y tiene un programa de transición para destruirlas.

7.- Frente a los partidos obreros contrarrevolucionarios.

Los oportunistas, ni bien los partidos obreros contrarrevolucionarios suben al poder, abandonan toda critica y denuncia de ellos como contrarrevolucionarios y como la máxima garantía de supervivencia del régimen capitalista e imperialista en el mundo. Se abandona así una de las tareas primordiales del marxista revolucionario. Como consecuencia de ello, tiende a diluir las diferencias con los otros partidos en vez de agudizarlas. El revolucionario hace exactamente lo contrario: denuncia mas que nunca a esos partidos como contrarrevolucionarios, agentes del imperialismo y la burguesía, y trata por todos los medios de movilizar a las masas para que los enfrenten y luchen contra ellos. Es decir, acrecienta su denuncia y acentúa las diferencias aprovechando que forman parte del gobierno burgués. Así como no apoya ninguna medida del gobierno, lo mismo hace con los partidos contrarrevolucionarios: no pacta acuerdos con ellos para evitar que se oscurezca su repudio.

8.- Frente a la revolución mundial.

El oportunista ignora la revolución mundial y no tiene política para desarrollarla. Es así como se abandona todo planteo, por parte de Nin como de Molinier-Frank, o Kamenev-Stalin en Rusia, de desarrollo de la revolución mundial. El revolucionario, por el contrario, le da tanta importancia al desarrollo de la revolución mundial como al proceso revolucionario de su propio país, y denuncia al gobierno como agente de la contrarrevolución mundial, planteando consignas como la Federación de Republicas Socialistas Europeas y otras variantes por el estilo, atacando el carácter chauvinista del gobierno frentepopulista.

9.- Frente a la IV Internacional.

El oportunista, al abandonar una estricta delimitaci6n de los partidos obreros contrarrevolucionarios, al dejar de denunciarlos diariamente, abandona la principal tarea de nuestro programa que es plantearle al movimiento de masas y a la vanguardia, que repudia a los partidos obreros contrarrevolucionarios, que la principal tarea es la construcción de un partido revolucionario para enfrentarlos. Que este partido no puede ser otro que un partido trotskista o trotskizante con influencia de masas.        

Capítulo IX:
¿Qué hacer ?

Después de esta extensa carta, creo que todos los que asisten a vuestra reunión, coincidirán conmigo, en que las diferencias, aparentemente al menos, son totales. Es decir que la OCI y nosotros no estamos de acuerdo en ninguna línea, ni siquiera en una consigna. Las que la OCI levanta, nosotros no las levantaríamos y las que nosotros creemos que hay que levantar, la OCI no las levanta. En síntesis, toda la política de la OCI nos parece equivocada. Hace unas pocas semanas, un camarada y amigo, acérrimo defensor de las posiciones de la OCI, me decía que todos mis ataques apuntaban a demostrar que la OCI es revisionista. Agregaba que tenia la impresión de que la Fracción Bolchevique se estaba reestructurando, y que eso significaba una política fraccionalista, de ruptura de la IV Internacional (Comité Internacional). Como conclusión, este compañero me señaló que podíamos seguir teniendo relaciones muy cordiales, hasta fraternales, pero que iba a dejar toda discusión conmigo, si yo no empezaba por reconocer que ni la OCI ni su dirección eran revisionistas, porque el revisionismo y el trotskismo son incompatibles y, en ese caso, hay que romper en lugar de discutir en común. Yo le respondí que, efectivamente, considero que las posiciones y la política actual de la OCI son revisionistas. Le aclare mas aun: que considero como revisionistas las posiciones y la política de la OCI, pero no así a la organización ni a su dirección. Es decir, distingo entre la caracterización de una organización y sus dirigentes, y la de su política. Lógicamente entre ambas se establece una relación dialéctica, aunque pueden no ser idénticos. Por ejemplo, creo que Rosa Luxemburgo tenia una posición completamente revisionista sobre el problema nacional, pero la hubiera votado a ella con las dos manos para ocupar el puesto mas importante, junto con Lenin y Trotsky, en la III Internacional, si hubiera vivido en su época. Otro ejemplo: he denunciado y sigo denunciando la posición de Pierre y de Felipe sobre el Frente Unico Antiimperialista como completamente revisionista. Durante varios periodos de mi vida, yo mismo he tenido una posición parecida a la de estos compañeros, y un compañero jóven, a comienzos de la década del 50, polemizando muy duramente conmigo y mi partido, diciéndome que yo era revisionista por defender la teoría del Frente Único Antiimperialista, y yo no me ofendí para nada. Por lo contrario, escuche atentamente para tratar de ver en que tenia razón. Tomemos otro ejemplo. Durante veinte años Pierre tuvo una posición revisionista respecto a Cuba, casi revisionista clásica. El definía a Cuba como un estado capitalista y no como obrero. Pero a nadie se le hubiera ocurrido plantear que teníamos que romper con Pierre por ese problema. Todo lo contrario. Yo le plantee al SWP que no teníamos que romper ni con Pierre ni con Healy por esa posición.

Podría seguir dando ejemplos de posiciones oportunistas y revisionistas mías. Es lógico; es una consecuencia de la crisis de nuestra Internacional, que aparece mucho mas frecuentemente de lo que creemos. Hace poco tiempo, me di cuenta de que la posición que yo tenia sobre El Salvador acerca de una serie de cuestiones, apuntaban al revisionismo, a la capitulación a la guerrilla. Y me di cuenta de esto, cuando fui informado, de las posiciones, para mi perfectamente ortodoxas, de los compañeros Pierre y Felipe con respecto a ese país. Entonces, no me desgarré las vestiduras. También es claro que las actuales diferencias no existen en un solo segmento de la realidad, como eran las de Rosa Luxemburgo con Lenin sobre el problema nacional. Nuestros diferencias ahora giran alrededor del problema básico de toda política revolucionaria en esta etapa: la respuesta que tenemos que dar frente a los gobiernos frentepopulistas. Además, esto se combina con muchos otros problemas. En este caso, en mi opinión, también con la posición teóricamente revisionista de los compañeros sobre el Frente Único Antiimperialista.

Justamente, el modo en que se solucione el problema del Frente Único Antiimperialista, es un ejemplo de cómo tenemos que actuar. A través de la discusión, de la observación de los resultados de determinada política. En Bogota, entre Felipe, Pierre y yo, elaboramos un documento que considero un progreso extraordinario, un documento bien principista en el que nos oponemos al revisionismo del POMR, que -- para mi -- era la máxima expresión del revisionismo de Pierre y Felipe. Lo concreto en este caso, es que las relaciones fraternales y la discusión, nos permitieron elaborar ese documento. Y al decir elaborar, estoy exagerando mi intervención, porque fue escrito de cabo a rabo por Pierre. Yo só1o hice una modificación teórica importante, por lo que me parece, y algunas observaciones que hizo Felipe.

Quisiera aprovechar la carta para responder a las otras observaciones que me hizo este amigo, camarada de la OCI. En primer lugar y principalmente, quiero asegurarle que la Fracción Bolchevique no se esta reestructurando para nada, ni tenemos como objetivo la ruptura. Consideramos a la IV Internacional (Comité Internacional) la mas, grande conquista del movimiento trotskista desde el año 1938. Asimismo, consideramos a sus Tesis, su dirección y su organización, como el mas grande logro del PST argentino, inclusive mayor que el de su propia construcción. Levantar medio dedo contra la IV Internacional (Comité Internacional) en este momento, seria para nosotros un crimen. No hemos dado ni medio paso para reestructurar la Fracción Bolchevique, como lo demuestra el hecho de que no hemos hecho ningún esfuerzo por convencer a la dirección del PST argentino de nuestras posiciones en la discusión actual. Y no puede haber Fracción Bolchevique sin la intervención homogénea del PST argentino.

Lo único que queremos nosotros es una discusión amplia, fraternal, que garantice una salida positiva a la actual discusión. Creemos que esta planteada una fuerte discusión y nada mas que eso.

Hechas estas aclaraciones, que considero muy útiles porque pienso que no estoy respondiendo solamente al compañero mencionado sino a muchos de ustedes que deben tener las mismas ideas, creo conveniente responder al planteo del camarada, acerca de que no se puede discutir si nosotros decimos que son revisionistas. Antes que nada, debo decirles que no toda la dirección del PST argentino considera que la política actual de la OCI es oportunista. Por otra parte, poner condiciones a la discusión es muy malo, porque la frena u obliga a ocultar lo que uno piensa. Trotsky, cuando discutió con Burnham y Schachtman señaló que, a pesar de caracterizarlos como oportunistas, no había ningún inconveniente para que siguieran en la misma organización, ya sea que ganaran o perdieran la mayoría. La discusión debe ser abierta, para que todos digan lo que quieran. Esa es nuestra única preocupación. Por otra parte, cuando el camarada me plantea el ultimátum de que la condición para discutir entre nosotros era que no nos digamos revisionistas, se estaba olvidando del carácter de nuestra organización internacional, la IV Internacional (Comité Internacional). Ustedes, las direcciones del POSI y del PST saben muy bien que en la ultima reunión del Consejo General, tanto a Raúl como a Enrique se los definió como revisionistas, oportunistas, capituladores, etc., etc., sin que por eso ellos se ofendieran en lo mas mínimo y sin que Pierre y yo dejáramos de decirles lo que pensábamos, ni que ellos dejaran de respondernos de la misma manera. Por eso, el ultimátum del compañero, me hacer pensar, y no entiendo por que, hay dos varas distintas para medir como debe llevarse a cabo una discusión. Una, para los que no son franceses y argentinos, y otra para los de estas nacionalidades. Para nosotros las discusiones tienen que ser fraternales, pero al mismo tiempo francas, donde cada diga lo que opina. Insisto en que tenemos grandes diferencias, es decir diferencias que no tienen que ver con la aparición de una u otra consigna en el desarrollo de nuestra actividad en Francia, sino con toda una política global. Pero esto no puede ser motivo para hacer peligrar en lo mas mínimo la gran conquista que significa la IV Internacional (Comité Internacional). Lo único que esta planteado, repito, es una discusión amplia sobre todos estos problemas. Junto con ello, se impone denunciar y evitar a todo el que quiera quebrar nuestra estructura organizativa y nuestras conquistas.

A todos los compañeros de direcciones nacionales con los que he conversado -- ya sea que provengan del ex-CORCI o de la ex-FB -- les he planteado una cosa muy sencilla que garanticen la mas amplia libertad en la discusión. Y, al mismo tiempo, que traten de que sea una discusión útil, no académica.

En este sentido, a todos estos compañeros, les he dicho que voy a demandar que se nos otorguen siete condiciones para garantizar una discusión amplísima y una solución positiva. Esas condiciones para mi, mínimas, son las siguientes:

1.- Abrir ya una discusión a seis o siete meses. La culminación de esta discusión debe ser una conferencia mundial bajo el régimen del centralismo democrático, sobre la base de informes de cotizaciones de las organizaciones a esa fecha y con un sistema de representación parecido al de la anterior conferencia.

2.- Esta discusión abarcara obligatoriamente a las secciones oficiales o grupos simpatizantes, lo que significa las siguientes obligaciones: realización de congresos extraordinarios nacionales entre un mes a o quince días antes de la conferencia mundial; la publicación en todos los órganos oficiales de sección o de grupo reconocido, de una pagina para cada posición; la publicación de todos los documentos, es decir, que no haya boletines internes de discusión, porque la discusión será publica.

3) Se nombrara una comisión moral y organizadora elegida y formada por las organizaciones de la IV Internacional (Comité Internacional), menos la OCI y el PST argentino. Como formulas alternativas, podemos optar: si hay acuerdo en cuanto a los nombres entre los dos partidos últimamente nombrados, quedara constituida ipso facto la comisión. Si no hay acuerdo en las otras fórmulas, se reunirían los países que cobijan a las dos viejas tendencias del CORQI y de la FB en un proceso de unificación, o que ya se hayan unificado -- como Portugal y Venezuela -- para que ellos, en forma democrática, nombren la Comisión de Control que no podrá estar constituida por argentinos ni franceses.

4)La comisión votaría por mayoría simple de votos y sus resoluciones serán inapelables y de aplicación inmediata.

5) Cada uno de los grupos que defienden a cualquiera de ambas posiciones tendrán derecho a mandar a los partidos de la IV Internacional (Comité Internacional) a los compañeros que consideren necesarios, durante los seis meses de la discusión, para defender de viva voz y en los organismos que estos compañeros consideren útiles para la defensa de sus posiciones. Esto significaría que el PST argentino tienen el derecho a enviar diez compañeros a militar durante seis meses en la OCI para defender las posiciones y los documentos del PST argentino sobre el problema francés en Francia. La OCI tendría que pagarle la vida y los viáticos. Este mismo derecho, ya, inmediatamente, estoy autorizado a informar que el PST argentino se lo ofrece a la OCI. Pero no se trata de ofertas entre partidos, sino de que se tiene que reglamentar este derecho. Si no, la discusión se vuelve abstracta, fácilmente manipulable por las direcciones, por mas buena voluntad que tengan. Desde ya se les otorga a la dirección en el exterior del PST argentino, una pagina permanente en IO ; lo mismo hará el PST con la OCI, pero como las publicaciones del PST argentino son mensuales, se le darán cuatro paginas en lugar de una para compensar las que da la OCI.

6) El congreso de la OCI tratara de no votar ninguna resolución y sólo hará un congreso informativo para posibilitar que el congreso que verdaderamente resuelva la política definitiva de la OCI sea el que se lleve a cabo cuatro meses.

Camaradas, tendría algunos otros problemas urgentes que agregar. Al releer este documento lo veo, por un lado, muy extenso y, por el otro lleno, de imperfecciones, olvidos y, posiblemente, exageraciones, y citas mal dadas. En unos pocos días mas tendré listo el documento definitivo, mi carta abierta, si es que el curso de las discusiones no me llevan al convencimiento de que no es conveniente publicarla.

Como no tengo tiempo, dedicare unas pocas líneas a lo que pensaba, en mi proyecto original, que seria todo un sub capítulo. Es muy posible que no edite el documento, porque considero que hay dos elementos fundamentales para ello. El primero, es que debemos, como siempre, ir de los aspectos mis teóricos y abstractos a los mas concretos. Eso significa que lo que mas quiero discutir para ver si tenemos posibilidad de llegar a un acuerdo son las Tesis, el proyecto de tesis que tengo sobre el frente popular. Si tenemos una base de acuerdo sobre esas tesis, todo estará en vías de arreglo, como ocurrid respecto el Perú y al FUA. Si no hay bases de acuerdo sobre esas tesis, considero que pasaremos a una situación posiblemente crítica, porque eso significaría que tenemos diferencias muy profundas sobre el hecho mas importante de la lucha de clases en este momento, que es el gobierno frentepopulista francés. El segundo hecho que quería señalarles es que, muy posiblemente, todo se arregle fácilmente. Porque no es la primera vez que entre el compañero Pierre y yo surgen grandes diferencias teóricas, y hasta ahora siempre las hemos solucionado en forma muy fraternal, a través de una colaboración estrecha, pese a las discusiones muy fuertes. Esas discusiones nunca menguaron el concepto que tengo del compañero Pierre.

De la misma manera, creo que el núcleo de la dirección de la IV Internacional (Comité Internacional) que hasta ahora lo hemos conformado Pierre y yo, muy posiblemente vuelva a salir indemne de esta prueba que será esta fuerte discusión, y que logremos una síntesis superadora. Para eso, es necesario saber urgentemente, si el esquema muy simple y muy claro de proyecto de tesis que aporto en, esta carta a ustedes, puede ser pie para la elaboración de una tesis común, que comience a superar esta tremenda discusión que tenemos por delante.

Lleguemos o no un acuerdo, elaboremos o no una tesis conjuntamente sobre los gobiernos frentepopulistas, no disminuiré ni medio milímetro mi aprecio, mi consideración hacia el compañero Pierre. A lo sumo, diré que las leyes de la historia, no sólo son superiores a un Secretario General burocrático, sino al dirigente trotskista mas talentoso que he conocido en mi vida política.

Es decir, compañeros, soy profundamente optimista porque -- hoy mas que nunca -- creo en la pasión trotskista como en el talento del compañero Pierre, como de los otros compañeros que lo acompañan, Stephan, Francois y Felipe, en el secretariado de la IV Internacional (Comité Internacional). Creo tanto en ellos que estoy casi seguro de que esta discusión en curso significara un gran salto hacia adelante para la organización común que hemos construido con el aporte inestimable de los compañeros que he nombrado. Porque creo en ellos, es que soy muy optimista. Disculpándome nuevamente por la extensión de esta carta, me despido de ustedes deseándoles éxitos en vuestra reunión y en el proceso de unificación.

Nahuel Moreno.

 



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