Feroces brujas cuidan una olla de hiel
Verdes árboles lloran en su entorno
A catorce muchachos arrancan la piel
Y de carbón llenan el horno
La victima del poema es hermosa
Desnuda, aterrada, sucia, sangrante
Agoniza en la montaña mi rosa
(Escucho tu lamento hada radiante)
En mi unicornio negro voy con empeño
Llego con mi hacha , frunciendo el ceño
A rescatarte de este nebuloso sueño
Volando cráneos transforme el canto
de ellas en dolor, fuego y llanto
Niña muerta: no aplaque tu espanto