Embargado por tétricos pensamientos, el Monje Loco se acerca al lugar de la cita. En ese momento, en lo alto del campanario, una mano invisible mueve la soga del badajo... ¡Son las doce de la noche! ¡Nadie sabe!... ¡Nadie supo!... La verdad en el espantoso caso de... "Dos al Abismo".

Otro de los temas favoritos de El Monje Loco es el que abarca la crueldad sin motivo aparente. Garpo y Marpa, dos bandidos sanguinarios, esperan en los caminos aterrando a todo ser viviente, despojándolos no solo de sus pertenencias sino además de su vida, sin que para ello medie un peligro que atente contra su infame seguridad. Para seres de esta naturaleza todo ser humano es un enemigo, incluyendo a quienes aparentemente están de su lado. La excusa puede estar en cualquier detalle. En esta oportunidad y por mera cosa del destino la causa es la posesión de un collar, obviamente maldito para ellos.