La carátula es gentileza de nuestro amigo chileno Raúl Tapia.

10 de febrero de 1971

Falta muy poco para la medianoche... El Monje Loco entra en la vieja capilla y se acerca al órgano... Al sonar las doce campanadas se escucha una risa que produce escalofríos... ¡Nadie sabe!... ¡Nadie supo!... La verdad en el horrible, en el espantoso caso de... "La Antorcha Viviente". Los personajes de esta historia son gente como hay tanta en todas partes del mundo...

El Monje Loco nos relata un suceso acaecido en un pueblo tropical en América. En compañía de su esposa Berta y de su hijo que lleva su mismo nombre, víctima de un hechizo agoniza Juan, el más importante hacendado de la región, no sin antes advertir a su heredero que también éste será alcanzado por una maldición familiar. Aterrado, el joven huye con rumbo desconocido y Clemente, un trabajador de confianza de la familia, comienza a hacerse cargo del mantenimiento de la granja acompañado de la Ama Berta. Con el fin de evitar comentarios sarcásticos sobre una posible relación amorosa entre la viuda y el joven ayudante, Martina, sobrina del viejo Juan, también se traslada a la casa del fallecido hacendado, ganándose a pulso la confianza de Berta y de paso enamorando a Clemente, con el cual contrae matrimonio al poco andar. Pero el recién casado desea más. Considera que por derecho propio la hacienda debe pasar a sus manos. Al descubrir que la Ama invoca a artes mágicas pidiendo el retorno de su hijo, Clemente decide hacer una visita al Tío Gregorio, brujo del lugar, y desde ese instante, producto de la superstición, ignorancia y ambición, se desencadena una seguidilla de actos atroces que revelan lo ilimitado de la maldad que puede ocultar el alma humana.

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