El Qu�mico Francisco Armend�riz se desempe�a en sus actividades en una compa��a de productos farmac�uticos. Es de trato afable y persuasivo, gan�ndose el respeto y la estima de quienes le conocen por sus cualidades humanas. Siendo un hombre f�sicamente no atrayente, ha sabido conquistar el fiel coraz�n de la bella Rosal�a, su esposa. Paco, como le denominan sus amigos, tiene una obsesi�n que le inquieta. No es hombre celoso y est� seguro del amor que despierta en su mujer, pero su fealdad teme transmitirla a su descendencia. Este pensamiento ha hecho tal presa en �l que dedica la mayor parte de su tiempo en encontrar la f�rmula que le permita no ser padre. De hecho ha encontrado una droga, la talidomida, que parece ser la soluci�n a su problema. Meses despu�s de estar suministrando este f�rmaco a Rosal�a, se entera de su boca que ella est� esperando un hijo. Paralelamente, se conoce por los diarios la informaci�n de que dicha droga produce trastornos f�sicos y mentales a quienes abusan de ella y se le considera altamente peligrosa. Llegado el momento del parto, lamentablemente Rosal�a muere y esto supone un golpe emocional fort�simo para el qu�mico, quien para mitigar su dolor se refugia el tiempo disponible en su hijo. El ni�o se comporta, en apariencia, normal, aunque demasiado tranquilo y callado para su edad. Pasado los cinco a�os, su car�cter se transforma en irascible y Paco, en su desesperaci�n, comienza a buscar una droga para revertir esta situaci�n. Al poco tiempo de estar recibiendo el medicamento, el ni�o enloquece. Se lanza por la ventana y se va a estrellar contra el suelo, muriendo instant�neamente. Este terrible golpe termina de acabar con la cordura del padre quien es internado, sin vuelta, en un asilo para dementes. Pasado un tiempo, en forma casual, el Licenciado Carlos Montenegro sufre un accidente en carretera y a falta de hospital cercano es llevado de urgencia a la cl�nica psiqui�trica del Dr. Briones, lugar en que se haya recluido Armend�riz. Al momento, el joven e involuntario paciente comienza a notar que algo anormal est� sucediendo a los internos. Algo los est� llevando al suicidio y a nadie parece importarle, excepci�n hecha de Sof�a, una enfermera del hospital, por la cual Carlos est� sintiendo una gran atracci�n, de la cual quiz�s tenga que arrepentirse.