28 de octubre de 1970

Kurt Bester, empleado bancario, solía dar largas caminatas a través del bosque. Este ejercicio calmaba sus nervios, acortaba sus tediosos días y le mantenía en excelente condición física. Una tarde, en forma inesperada, la lluvia se dejó caer pesadamente encontrando al hombre lejos del hogar. Con desgano y maldiciéndose a sí mismo, trató de buscar un lugar donde guarecerse, llevándolo sus pasos a una cabaña escondida entre la espesura. Su dueño, hombre tosco y poco dado a sentimentalismos, de inmediato le negó la entrada, haciendo mención a una bestia sangrienta que rondaba por el área. Lamentando su mala suerte, el caminante volvió sobre sus pasos, mientras su agotado cerebro recordaba la leyenda que circulaba y que específicamente se refería a que por esos parajes rondaba una fiera asesina que atacaba solo a niños y mujeres a quienes bebía su sangre. El hombre no era dado a creer en cuentos, pero de pronto se vio en la obligación de cambiar de opinión. Escondidas entre las matas, se dibujaban las huellas de un ser que en efecto debía ser de un tamaño gigantesco. Más allá, arrojado en el barro, el cuerpo inerte de una joven mujer con la yugular cercenada. Asustado y en busca de ayuda corrió hacia la carretera y, a la luz de los faroles de un automóvil que se aproximaba, observó la figura de un simio gigantesco. El poderoso animal enfrentó al vehículo, cuyo conductor, por esquivarlo, se fue a estrellar contra un árbol. Bester se dirigió al lugar del accidente al momento en que el espantoso gorila atacaba a una joven mujer. Impensadamente, asustado ante la presencia del joven, el animal desapareció a través de los árboles. Kurt tomó a la muchacha entre sus brazos hasta que ésta se calmó. Se trataba de June Hall, enfermera del hospital del distrito. Milagrosamente había resultado con vida pese al impactante choque. A insinuación de ella, al parecer más conocedora del terreno, caminaron en dirección a la casa del viejo marino Carus, escuchando de su boca una historia de horror y desesperación que aclaraba los orígenes de los crueles asesinatos ocurridos.

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