Un baúl de madera olvidado en algún rincón de un desván produce la sensación de un secreto escondido. El Monje Loco nos relata la historia de un inocente que tiene la desdicha de tener que cargar con la culpa de un padre homicida.

Los tríos siempre crean conflictos. El Conde Esteban de Fejer comparte con el Barón Ladislao de Heves y la bella Condesa de Nograd una aparente agradable charla. Los dos nobles están enamorados de la joven y se pelean su atención. Sin embargo ésta ya se ha decidido por Esteban y en unos días anuncian su unión en matrimonio. Sin embargo, Ladislao no está en absoluto de acuerdo en aceptar este rechazo y comienza a maquinar la forma de revertir la situación. Inesperadamente, el Barón recibe de parte de sus amigos un hermoso baúl que por años ha pertenecido a la familia Fejer. Esta pieza de madera da la oportunidad al rechazado noble para realizar su venganza. Invita a su rival a servirse una copa y le envenena. Una vez consumado el crimen, mete el cuerpo dentro del baúl y lo cierra estrepitosamente, pasando a llevar y cercenado el dedo anular del infortunado. Recelosamente toma el despojo y lo tira dentro del mueble, volviéndolo a cerrar con furia. Una vez deshecho de la prueba acusatoria, Ladislao en forma muy cuidadosa comienza a cortejar a la bella Condesa de Nograd, quien quizás por soledad o como una manera de mitigar su dolor acepta la idea de formar matrimonio con el Barón de Heves. De esta unión nació un hijo que lleva el mismo nombre de su progenitor. Los meses pasan en armonía, pero Ladislao, bajo el peso de su conciencia, no es feliz. Un día accidentalmente cae por un ventanal y se estrella contra las rocas, falleciendo instantáneamente. Pasa un tiempo, en 1914 estalla la guerra. Belgrado es bombardeada por la fuerza austro-húngara y, escapando a la masacre, la Condesa de Nograd viaja con su hijo a radicarse a Estados Unidos. Siendo éste ya un hombre, su madre fallece de muerte natural y, por circunstancia de la vida, en un almacén Ladislao de Heves, hijo, adquiere el baúl que una vez sirvió para cometer el horrendo crimen. Lo lleva a su hogar y desde ese momento siniestras situaciones van derivando en su decadencia física y moral.