LA GESTA DE ANGAMOS

NOTAS

(1) Una notable excepción fue sin duda la del héroe boliviano Avaroa, quien en inferioridad de condiciones enfrentó valientemente a las bien organizadas fuerzas invasoras. Avaroa pereció en defensa de su país, luego de rechazar la rendición con un elocuente que se rinda su abuela, carajo.

(2) Aquella situación fue muy similar a la ocurrida con los colonos anglosajones en el territorio mexicano de Texas en 1836. Además, el gobierno de Santiago, como en su oportunidad lo fue el de Washington frente a Texas, tenia intenciones de anexarse el territorio del Atacama, bajo soberanía de un país cuya debilidad radicaba precisamente en su anarquía interna.

(3) El final de ambos blindados gemelos fue totalmente distinto. El 23 de abril de 1891, durante la cruenta guerra civil chilena, el Blanco Encalada, al servicio de las fuerzas del congreso, fue torpedeado en Caldera por los cazatorpederos Lynch y Condell a órdenes del presidente Balmaceda, convirtiéndose en el primer buque en el mundo hundido por un torpedo autopropulsado. El Cochrane por su parte, fue dado de baja en 1933.

(4) Después de la guerra, la Magallanes pasó a integrar la marina mercante de su país y se hundió durante un temporal en 1906.

(5) La Esmeralda fue bautizada así en recuerdo a la fragata del mismo nombre capturada por el almirante Thomas Alexander Cochrane en el Callao, en noviembre de 1820. Llevaba por lema Gloria y Victoria, el mismo que sirvió de santo y sena a la división de abordaje de Cochrane. En la guerra contra España de 1865-66, capturó a la entonces nave española Covadonga.

(6) Terminada la guerra, la Abtao se convirtió en buque de instrucción de la escuadra chilena. Participó en la guerra civil de 1891 del lado del congreso. Entre 1905 y 1921 permaneció como pontón en Coquimbo. Fue subastada en 1922.

(7) La O'Higgins bautizada así en honor al prócer de la independencia chilena y peruana, Bernardo O'Higgins, se mantuvo en servicio activo hasta el año 1895. Posteriormente se le transformó en pontón y se le dió de baja en 1909.

(8) La Chacabuco, comandada durante la guerra por el comandante Fabián Viel, quien estaba casado con la hermana de la esposa de Miguel Grau, y a quien lo unía una relación muy afectiva, se mantuvo en servicio hasta 1890 y fue declarada pontón. Se le dió definitivamente de baja en 1909.

(9) En abril de 1864, la goleta española Virgen de Covadonga, conjuntamente con las fragatas Resolución y Triunfo había ocupado las islas peruanas de Chincha, episodio que sería una de los causales de la I Guerra del Pacifico entre España contra el Perú y Chile. El 26 de noviembre de 1865, la Covadonga fue capturada con astucia y alevosía por los chilenos durante la acción naval de Papudo, hecho que motivo el suicidio del almirante Pareja, comandante de la escuadra española y su reemplazo por el almirante Casto Méndez Núñez. El 7 de febrero de 1866, la Covadonga, al mando del entonces capitán de corbeta Manuel Thomson, participó en el combate naval de Abtao integrando la escuadra aliada peruano-chilena que se enfrentó a los españoles. Durante aquel combate, favorable a los aliados, se intercambiaron 1,500 disparos de cañon. La Covadonga fue destruida el 13 de septiembre de 1880 frente a las costas peruanas de Chancay luego de recoger una lancha cargada con explosivos. De sus 109 tripulantes, 32 perecieron en la explosión, 29 lograron huir en lanchas y 48 cayeron prisioneros de los peruanos.

(10) El Loa, otro de los barcos que participaron en el cerco del Huáscar en Angamos corrió idéntica suerte que la Covadonga, pues fue destruido frente al Callao en julio de 1880 por una carga explosiva colocada por los peruanos en una lancha que el transporte recogió imprudentemente de alta mar. Perecieron su comandante y 119 tripulantes. En cuanto al Matías Cousiño, este fue devuelto a sus propietarios, que lo prestaron al gobierno durante el conflicto. Vendido en dos oportunidades, se le rebautizó primero como Valparaíso, luego como Orompello y finalmente como Quinteros. Naufrago frente a Pisagua, debido a una colisión, el 6 de diciembre de 1928.

(11) El personaje mas pintoresco de los caudillos militares que irresponsablemente gobernaron Bolivia, sin proyecciones de estadistas y carentes de visión, fue sin duda el general Mariano Melgarejo, quien sucumbió a los halagos chilenos y terminó entregando a Santiago parte de la región costera de su patria. Destituido en 1871, el nuevo gobierno anuló el tratado de limites que aquel suscribiera con Chile en 1866 y se vió obligado a negociar un nuevo acuerdo, conocido como el Protocolo Lindsay-Corral de 1872. El desafortunado dictador, a quien el gobierno de Chile le confirió en una oportunidad el título de general de sus ejércitos, termino sus días en el Perú y murió tal como vivió, en una situación de opereta, cuando pretendía escapar de las balas de un marido enfurecido que lo encontró in fraganti en brazos de su esposa.

(12) Durante el gobierno del mariscal Ramón Castilla el Perú mantuvo la supremacía naval en el Pacifico Sur, lo que se vio reforzado por la compra de la Unión, la América, el Huáscar y la Independencia durante la gestión del presidente Antonio Pezet. Sin embargo, en los siguientes gobiernos de Mariano Ignacio Prado y José Balta se truncaron las posibilidades de adquirir barcos blindados y con la administración civilista de Manuel Pardo la marina peruana terminó reduciéndose a su mínima expresión.

(13) El Huáscar, clasificado al momento de su construcción como un buque torreón blindado para defensa de costa, fue bautizado con ese nombre por Orden General refrendada por el presidente Pezet el 13 de septiembre de 1865, en honor "...al último monarca legítimo que ocupó el trono de los Incas, que encierra en si grandes recuerdos históricos". De el escribió la revista británica Engineering en su edición de julio de 1879 ... El Huáscar es un buque de hierro, y en el tiempo en que fue construido fue el mas perfecto en todos sus elementos de defensa y en su disposición interna. Su precio fue de poco mas de 81 mil Libras Esterlinas.

(14) Los monitores de la clase Canonicus fueron diseñados por el ingeniero norteamericano Ericsson en 1862 y pretendieron ser una versión mejorada de los monitores clase Passaic. Su diseño incluía un mejor blindaje, baterías uniformes y mayor protección en la torre de comando. Como en los modelos anteriores, los Canonicus eran muy vulnerables a las minas. Inicialmente se pretendió dotarlos de una velocidad de 8 nudos, meta que no fue alcanzada. En total se construyeron nueve monitores de esta clase: el Canonicus, Saugus, Tecumesh, Manhattan, Mahopac, Wyandotte, Ajax, Catawaba y Oneota. Estos dos últimos, quizás porque la guerra civil norteamericana llegó a su fin, nunca llegaron a ser comisionados y fueron puestos en la reserva. A principios de 1868 fueron vendidos por la marina norteamericana a la empresa que los construyó, Alex Swift & Company, la cual de inmediato los revendió al gobierno del Perú el 2 de abril de ese año. Las naves partieron al Callao desde el puerto de Nueva Orleáns, rebautizadas como Atahualpa y Manco Cápac. Era evidente que no fueron adquiridas en muy buenas condiciones o se deterioraron muy rápidamente. Ambas naves de 2,100 toneladas, tenían 68.5 metros de largo por 13.2 de ancho. Estaban propulsadas por un motor Ericsson VL de dos calderos con 320 caballos de fuerza y un andar inicial de 8 nudos que después de un lustro, ya no pudieron alcanzar. Podían albergar en alta mar una tripulación de 100 hombres.

(15) Originalmente, la corbeta Unión fue mandada a construir en astilleros franceses durante la guerra civil norteamericana (1861-65) por el gobierno confederado de Jefferson Davis. Posteriormente fue puesta a la venta a terceras potencias interesadas. Miguel Grau la condujo al Perú desde Saint Nazaire y fue su comandante en el combate naval de Abtao de 1866.

(16) Bautizada como Putumayo. Se dice que una equivocación del pintor británico responsable de grabar el nombre en la proa determinó que fuera llamada Pilcomayo. Entre otras acciones, participó en compañía de la Unión en el combate naval de Chipana el 12 de abril de 1879 contra la cañonera chilena Magallanes. El cuatro de julio efectuó una brillante acción: En Tocopilla incendió trece lanchas enemigas y hundió al barco Matilde, sin que las fuerzas de puerto opusieran resistencia. Tras dicha acción, fue perseguida durante 20 horas por el Blanco Encalada, pero eludió al blindado sin sufrir daños ni bajas. El 17 de noviembre de 1879 el presidente Prado ordenó que la Pilcomayo, conjuntamente con la Unión y el transporte Chalaco, se dirigieran desde Arica hacia el Callao con objeto de evitar que fueran destruidas o que cayeran en manos de los chilenos. El contralmirante Riveros estuvo al tanto de la maniobra y ordenó capturar a las naves peruanas. El 18 de noviembre, los tres barcos se encontraron con la escuadra chilena. La Pilcomayo se trabó en duelo de artillería con el blindado Blanco Encalada mientras que la Unión y el Chalaco lograron evadirse. En una acción de abordaje, la cañonera peruana fue ocupada por los tripulantes del blindado, lo que terminó de mermar la escasa potencialidad de la diezmada marina de guerra peruana. Después del conflicto se le destinó a trabajos hidrográficos de la marina chilena. También se le utilizó como buque escuela para guardiamarinas. No intervino durante la guerra civil chilena de 1891, periodo durante el cual permaneció anclada en aguas argentinas. Se le dió de baja en 1905 y pasó a servir como pontón en el puerto de Talcahuano.

(17) Cuando se inicio el conflicto, el Perú era uno de los pocos países de América que gozaba de tradición naval. El primer barco de guerra peruano fue el Sacramento, capturado a los españoles en marzo de 1821. Ese mismo año se incorporaron a la escuadra el bergantín Pezuela, la goleta Macedonia, la cañonera Guerrero y la corbeta Limeña. Dieciséis años después, en 1847, el Perú adquirió su primer buque de guerra a vapor: el Rímac. Cuando Grau ingresó a la marina, en 1854, el Perú contaba con una escuadra formidable: Las fragatas Amazonas y Apurímac; las goletas Libertad, Jesús, Héctor, Peruana, Loa y Tumbes; la corbeta Yungay; los bergantines Guise y Gamarra; el pailebote Vigilante, y el vapor de guerra Rímac. En 1856, la fragata Amazonas se convirtió en el primer barco de guerra latinoamericano en dar la vuelta al mundo, lo cual acentuó el prestigio de la escuadra peruana. Diez años después, el siete de febrero de 1866, tres naves peruanas, la fragata Apurímac y las corbetas América y Unión (la fragata Amazonas había naufragado tres semanas antes) se enfrentaron a las fragatas españolas Villa de Madrid y Blanca en el combate de Abtao. El dos de Mayo de ese mismo año, los barcos peruanos Colón, Loa, Sachaca, Tumbes y Victoria, surtos en el Callao, participaron en el combate del mismo nombre contra la poderosa escuadra española del Pacífico. Sin embargo, al declararse la guerra con Chile, la escuadra peruana se encontraba en una situación lamentable. La Independencia tenia sus calderas en tierra, la Unión yacía reparándose en Iquique, el Manco Cápac y el Atahualpa estaban prácticamente inmovilizados y los transportes requerían urgente reparación.

(18) Esta intervención fue citada en la Narración Histórica de la Guerra Contra el Perú y Bolivia, del historiador peruano Mariano Felipe Paz Soldán. Las balas aceradas a que se refería Grau eran los temibles proyectiles Palliser. Por una cruel paradoja el Huáscar sería el primer barco blindado en la historia en sucumbir en combate ante aquellos proyectiles, que la marina chilena utilizó en Angamos. Después del combate, marinos norteamericanos del barco USS Pensacola abordaron la nave para evaluar los mortíferos efectos de los Palliser. Aquellos proyectiles tan insistentemente solicitados con gran previsión por Grau recién llegaron al Perú después de la captura del Huáscar y fueron por tanto, inservibles.

(19) En la práctica, el grado mas alto en la marina del Perú era el de capitán de navío. El único contralmirante en actividad al inicio de la guerra era Lizardo Montero, a quien se asignó responsabilidad en operaciones terrestres en el sur con el ejercito regular.

(20) El General Lerzundi era una nave de guerra de 850 toneladas, armada con seis cañones, construida en los Estados Unidos en 1853 e incorporada a la marina peruana en 1857. Grau ejerció el cargo de segundo de a bordo, siendo el comandante Aurelio García y García. Ambos oficiales permanecieron adscritos a dicha nave hasta enero de 1864.

(21) Cuando se inició la guerra la Esmeralda sufrió algunas modificaciones en astilleros chilenos, donde se le cambió su antigua artillería por 12 cañones nuevos de 40 libras. En tal estado se enfrentó contra el Huáscar en Iquique.

(22) Sobre este incidente Grau escribiría siete días después del combate a su hermana política, Manuela Cavero, esposa del comandante de la Chacabuco, Fabián Viel, la siguiente nota.- "El valiente comandante de la Esmeralda murió como un héroe en la cubierta de este buque, en momentos en que emprendió un abordaje temerario. Yo hice un esfuerzo supremo por salvarlo, pero desgraciadamente ya fue tarde. Su muerte me amargó la pequeña victoria que había obtenido y pasé un dia muy afligido. Conservo de Prat, su espada con los tiros, algunas frioleritas, que haré llegar a su pobre viuda, que las estimará como un triste recuerdo de su infortunado esposo. El galante Grau cumpliría lo expresado y envió a Carmela Carvajal Vda. de Prat, las pertenencias de su esposo, acompañada de una emotiva carta donde destacaba la arrojada acción del valiente oficial chileno.

(23) Grau sin embargo, personalmente consideraba a la Independencia como un barco de tercera categoría.

(24) Durante el encuentro el Huáscar hizo siete disparos y el Blanco Encalada nueve.

(25) El diez de julio, frente a la bahía de Iquique, Grau capturó al Matías Cousiño y bien pudo destruirlo de inmediato. Sin embargo su sentido humanitario de la guerra, que causó asombro y admiración en sus contrincantes, lo hizo suspender el hundimiento de la nave hasta que el último de sus tripulantes la hubiera evacuado. Fue durante este largo proceso que apareció la corbeta Magallanes. Grau intento perseguirla, pero repentinamente también incursionó en escena el acorazado Cochrane, lo que forzó el retiro del Huáscar. El comandante del Matías Cousiño, en su parte elevado a la comandancia de marina, señaló: "El comandante Grau ha tenido mucha consideración con nosotros, porque nada le habría sido mas fácil que sacrificarnos y echar el buque a pique sin decirnos antes que lo abandonáramos en los botes". Irónicamente, unos meses después, el Matías Cousiño sería uno de los seis barcos chilenos que contribuiría al cerco del Huáscar en Angamos, aunque no participó directamente en el combate.

(26) Las damas de Trujillo habían bordado este pabellón y habían solicitado al almirante que fuera izado en caso de combate. Grau se comprometió a hacerlo y cumplió su promesa.

(27) Enrique Palacios combatió con extraordinaria bravura. Capturado moribundo, los chilenos, admirados de su valor, le prestaron todas las atenciones, pero falleció pocos días después, víctima de las siete heridas de bala.

(28) Samuel Mac Mahon, primer ingeniero del Huáscar, de nacionalidad británica, recibió la orden del alférez Ricardo Herrera.

(29) De todos estos barcos destruidos, el único que logró ser reflotado fue el monitor Atahualpa, que fue utilizado como pontón chileno y dado de baja en 1910.

(30) Luego del combate de Angamos, dos diarios extranjeros publicaron los siguientes despachos fechados 10 de octubre de 1879: El Times de Londres: "El Huáscar es un barco histórico, ha figurado en todos los combates navales en el curso de la guerra; ha bombardeado las poblaciones de los chilenos (solo las fortificadas), perseguido y capturado los buques transportes y ha sido por varios meses el terror de la costa chilena. Al mando de un hábil y valiente oficial y tripulado por hombres excelentes, el Huascar ha sido siempre un formidable adversario". El Heraldo de Nueva York: "No se necesita haber estado del lado del Perú en la desgraciada guerra de Sudamérica, para lamentar que el gallardo Huáscar haya sido capturado por los chilenos. Algo que parecía buena suerte, pero que probablemente no era sino competencia en su manejo, ha colocado repentinamente a este buque entre los mas famosos que han surcado aguas americanas. Ninguna empresa era demasiado grande ni demasiado pequeña para el. Que mantenga su antigua reputación ahora que se halla en otras manos es muy dudoso, porque comandantes tan hábiles como Grau no hay muchos". El 14 de octubre, el representante del gobierno de los Estados Unidos en el Perú, Isaac Christiancy, emitió al Secretario de Estado norteamericano un informe sobre el combate de Angamos en los siguientes términos: "Esta pequeña nave bajo la inteligente dirección del almirante Grau tuvo por cerca de cinco meses no solamente estorbada sino completamente paralizada a toda la flota chilena, incluyendo dos enormes acorazados, y mantuvo abierta la comunicación por mar para los transportes peruanos desde el norte del Perú hacia Arica... La desaparición de ese buque cambia por completo el aspecto de la guerra y da a los chilenos el control del mar ... El gobierno peruano esta haciendo máximos esfuerzos para compensar la perdida del Huascar y procura adquirir otras eficientes naves, pero será difícil encontrar al hombre que ocupe el puesto de Grau, tales hombres no son a menudo hallados en ninguna parte ..."