Este sitio participa en la lista de correo de acceso restringido ANOMALIST, que administra la Fundación Anomalía, legalizada por el Ministerio de Cultura español el 7/1/1997, Apdo. 5041, 39080 Santander, España. http://www.anomalia.org/

BIENVENIDO, BIENVENIDA

Van a continuación algunos "tips" sobre la función y los contenidos de Mitos del Milenio, desarrollado por la Comisión de Investigaciones Ufológicas (CIU), a instancias del Lic. Guillermo Carlos Roncoroni, quien falleció prematuramente en 1999 sin poder ver el sitio publicado. En la sección OVNIS se resume su trayectoria.
Mitos del Milenio no pretende ser "el portal hispanoparlante" de los temas paranormales, ni compite por tener "lo más reciente", porque preferimos verificar la calidad de la información antes de publicarla, evaluando las fuentes (se citan en cada caso), atendiendo a la honestidad y calificación profesional de los autores de los artículos (también se los menciona), factores decisivos en estas áreas del conocimiento linderas con la irracionalidad. En otras palabras, privilegiamos la calidad antes que la velocidad, criterio bastante escaso en Internet.
Más que un "portal", abrimos la "puerta de servicio" de los temas insólitos, porque sólo entrando por esa puerta se puede ver que tan limpia y en orden está realmente la casa. Y lo nuestro es, por fin, un servicio que esperamos sea de interés y utilidad.
Esperamos sus opiniones, colaboraciones o preguntas.

Rubén Morales

Psicólogo Social

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NUESTROS EXTRAÑOS HABITANTES

Los OVNIs, los fenómenos paranormales, la nueva religiosidad y otros temas enigmáticos habitan este sitio diseñado por profesionales que desean comunicar material útil y confiable.

En los umbrales del siglo XXI hay fenómenos sorprendentes que desafían a la ciencia y a las religiones tradicionales, dispersos cual guijarros que el mar depositó en la playa. La propuesta es caminar serenos por las inquietantes orillas, y encontrar enfoques luminosos a los temas actuales que desafían nuestra razón. Para los recién llegados y para quienes desde hace décadas caminan con nosotros, bienvenidos a Mitos del Milenio.


Comisión de Investigaciones Ufológicas

EDITORIALES

Editorial N° 7 - Noviembre 2002

EL VISITANTE, LOS CREYENTES Y LOS ESCEPTICOS

El visitante dio unas pitadas a su pipa para tomar ánimo en ese entorno desolado. El cielo nocturno estaba limpio, majestuoso. Cada tanto soplaba una brisa fría, de las cumbres, como para recordarle que frente a él estaba, cual ominoso muro que lentamente devoraba a los astros, la Cordillera de los Andes. El grupo de contacto se había dispuesto en círculo y una mujer -de blanco- dirigía la meditación. El visitante no entendía la cadenciosa lengua de esas gentes, y le molestaba depender de un intérprete, pero también el no entender le daba tiempo para pensar -por ejemplo- que esas mismas rocas afloraban en su país, miles de kilómetros más al norte. Y lo tranquilizó sentir que la Tierra nos une. Lanzó el humo de su pipa con satisfacción y sus ojos inquietos recorrieron las constelaciones del cielo austral. Ese paisaje celeste sí que era distinto, aunque lo había estudiado en los libros. Volvió la vista hacia el grupo, que sumisamente repetía las consignas de su directora. La meditación estaba en su clímax, por respeto resolvió apagar la pipa y guardarla. De pronto, la líder, en éxtasis, comenzó a gritar ¡ahí está la nave, ahí está la nave! Todos la vieron y hubo expresiones de asombro, en tanto el visitante disimulaba su sonrisa. La nave era, en realidad, la estrella Beta Centauri, que él -como astrónomo profesional- reconoció en el acto. El visitante era el Dr. Joseph Allen Hynek, el denominado "padre de la ufología", que llegaba por primera vez a la Argentina y pese a ser un científico de intachable curriculum, asistió a esa ceremonia invitado por místicos que le prometieron una experiencia de contacto con naves extraterrenas (1). Hynek ejemplifica la apertura mental que debe caracterizar la conducta de un hombre sabio.
A más de 20 años de esa anécdota, cada vez cuesta más encontrar émulos de Hynek, dispuestos a verificar la verdad antes de defender su idea. La división tajante entre creyentes y escépticos significó un retroceso, marcado por una degradación del diálogo entre pares, cuando el debate intelectual dejó de ser enriquecedor para ser reemplazado por la descalificación artera.
Internet posibilitó comunicaciones rápidas pero a la vez impersonales, descomprometidas y hasta anónimas, territorio propicio para la ditriba, el engaño y la calumnia. También encendieron la mecha los talk show televisivos, cuyos proyectos comerciales se extendieron a la temática paranormal, aplicando la vieja receta de enfrentar escépticos contra creyentes. En realidad, unos y otros creyeron, creyeron que estaban en un campo de batalla y que quien piensa distinto es un enemigo, lo que justifica aniquilarlo sin importar los medios. En otras palabras, autoritarismo puro. Manuel Carballal reflejó con bastante objetividad este clima enrarecido por la agresión en un recomendable artículo (2) y Jacques Vallée, siempre brillante en sus enfoques de la realidad, afirmó que "se ha bloqueado el tema en la clásica dialéctica: 'El fenómeno es extraterrestre o es una farsa'. ¡Como si no existiese otra alternativa!. Es la ciencia del prestidigitador: ¿El conejo está en la galera o en la caja?.
¿Y si estaba bajo la mesa? ¿O en la manga del operador? ¿Y si no había ningún conejo?" (3). Curiosamente, Vallée usó esa metáfora, siendo que no pocos escépticos son, de profesión, magos e ilusionistas.
John Harney dijo que los escépticos "no han tenido demasiado éxito, quizá porque la mayoría de ellos tienen sus propias y extrañas obsesiones e ideas fijas. ¿Una de las más comunes? Pensar que si investigas un informe OVNI, tienes que acabar encontrando una explicación, la cuál se constituye en LA explicación, y que cualquiera que esté en desacuerdo no es más que un loco. Un enfoque todavía más absurdo es pretender que casi todos los informes OVNI tienen la misma explicación. Así tenemos: todos son estrellas o planetas; todos son globos o aviones; todos son rayos en bola; todos son espejismos, etc.etc. Los libros sobre OVNIs escritos por escépticos son, a menudo, entretenidos por ese curioso matiz casi histérico en su contenido. Uno llega a sentir el amenazante miedo que embarga al autor de que quizá alguna vez tenga que enfrentarse a algo innegable pero inexplicable." (4)
Ese criterio de "caso investigado, caso explicado" es en realidad la contracara de los ufólogos que se esmeran en potenciar ciertos detalles del relato para favorecer la hipótesis extraterrestre, así como desdeñan informaciones valiosas que podrían abrir otros caminos de análisis.
Los informes que arriban a un "veredicto inapelable" (cualquiera sea), tras un resumen sumario del caso suelen ser tendenciosos. En cambio, los mejores informes son aquellos que abundan en detalles de toda índole, al punto de permitir extraer conclusiones distintas a las de su propio autor, de lo cual un buen ejemplo tal vez sea el caso Mindalore (5) que investigó Cynthia Hind.
El investigador de campo debe constituirse, básicamente, en un recolector de información útil, mediante técnicas de encuesta y toma de datos que luego otros puedan evaluar con libertad (6) y resistir a la tentación narcisista de explicar todo según su particular modelo de pensamiento. Es parte del legado de Joseph Allen Hynek.

1) Morales, Rubén: "El festival del absurdo" Humo(R), marzo de 1981
2) Carballal, Manuel: "ARP: El fraude de los 'escépticos', www.mundomisterioso.com
3) Marhic, Renaud: "Jacques Vallée habla", Ufología Racional, N° 5, Rosario, 1998.
4) Harney, John: "Ni escépticos radicales ni conspiranoicos" www.advance.com.ar/usuarios/moralesr/mytovn3.htm
5)Hind, Cynthia: "Míreme a los ojos" www.advance.com.ar/usuarios/moralesr/mytovn13.htm
6) Véase, por ejemplo, la Guía del Encuestador de SOBEPS ar.geocities.com/mitosdel milenio2001/guiaenc.htm

 

Editorial N° 6 - Julio de 2002
¡
TODO POR TU CULPA, HOCICUDO ROJIZO!

Es tiempo de repasar con alguna serenidad la vertiginosa sucesión de interpretaciones acerca de los vacunos mutilados que ya superan el centenar en ocho provincias argentinas. Todo tuvo inicio en Salliqueló, un pueblo olvidado en el oeste de la provincia de Buenos Aires. El sábado 24/4/02 hacía sus primeras declaraciones el veterinario Daniel Belot en las pantallas de Crónica TV, luego recopiladas por "La Arena" de Santa Rosa. Resulta interesante descubrir que las ideas de Belot en ese primer momento ya contenían muchos de los ingredientes fantásticos que más tarde fueron reproducidos y amplificados por los diversos actores.
El Dr. Daniel Belot, para más datos también técnico del SENASA, acudió en respuesta a un ganadero intrigado por «un animal muerto en el campo, le llamaba la atención que de un lado estaba pelado hasta el hueso, lo que a mí me pareció imposible" (Nuevo Día 15/06/02). «Quien no lo ve no puede darse cuenta de la magnitud de la cosa, el animal había quedado echado como si fuese una liebre y del lado izquierdo estaba toda la cara, debajo del ojo, totalmente descubierta hasta el hueso, se le veían totalmente las muelas». Enseguida aparecieron otros casos en localidades vecinas, y hasta ese entonces todo sugería que se trataba de un fenómeno local. Belot dijo que los animales "tienen cortes raros como si fueran producto de acción de una intensa fuente de calor. Se observa la piel quemada en los bordes -de los cortes- y la ausencia de sangre en venas", dijo. "En uno se ve un corte perfectamente recto sobre un maxilar y otro similar, además le falta la lengua y la mayor parte del sistema de alimentación: laringe, faringe y glándulas salivales. También le falta el pabellón de la oreja en forma completa. Otro corte que es curioso el que presenta en el cuerpo (zona del costillar y abdomen), es en forma de lágrima y extrajeron los genitales externos", explicó. "en el lugar no se observan rastros de que el animal hubiera opuesto alguna resistencia y tampoco hay pastos quemados. Yo no digo que sea producto de seres extraterrestres, pero es una circunstancia rara, incluso el resto del rodeo ni se acerca a los animales muertos. La curiosidad es un elemento que caracteriza a los bovinos", concluyó. (La Arena 04/02)
A mediados de junio, el Dr. Belot iba por más, arriesgando que este suceso "sería algo así como una investigación científica, pero no me pregunte por qué un científico va a hacer una investigación en medio de distintos campos y sin pedir permiso, ni se me ocurre porque puede hacerse así». Además los autores materiales responsables «tienen que haber venido por aire, porque la distancia que había desde la calle hasta donde estaba el animal hace que sea casi imposible transportar a pie los aparatos que yo supongo se necesitan para hacer algo así». Añadió enfáticamente que «a los animales los mataron en otro lado y los pusieron ahí, y esa pauta me la da la forma en que han quedado posicionados los cadáveres». (Nuevo Día 18/06/02)
Contrariando una vieja tradición conservadora, las autoridades también arremetieron desde el comienzo embanderadas en las hipótesis más audaces. El principal investigador policial del caso, comisario mayor González de Trenque Lauquen, espetó "a estas vacas no las mataron con técnicas humanas". Rodolfo Farina, perito de la policía pampeana, advertía que en los Estados Unidos se han analizado animales mutilados en forma similar y que se había determinado la presencia de material radiactivo en los cuerpos, declaraciones claramente influenciadas por la literatura ufológica, tal vez aportada por Andrea Pérez Simondini, quien rápidamente se había trasladado a Salliqueló para estudiar los casos in situ. Las definiciones que dio la ufóloga de Victoria fueron muy concretas: "Los cortes son quirúrgicos. No hay la más mínima duda de que fueron hechos con un elemento cortante, ya que los animales depredadores o carroñeros, cuando atacan un cuerpo, desgarran brutalmente cuero, músculos y órganos. Además, fuimos a observar cada caso con varias hipótesis de trabajo, entre las que se cuenta hallar una sustancia específica en los cuerpos, de color azul verdoso, gelatinosa." Y, como siempre el que busca encuentra, hallaron esa suerte de cryptonita verde "en el paladar o en la zona de la boca de algunos animales. Presumimos que puede ser oxindol, un alcaloide que tiene efectos narcóticos". "La hipótesis que manejamos es que el fenómeno está ligado con extraterrestres. Lo que ocurre es que no nos parecía lógico pronunciarnos antes que la ciencia terminara su labor". ("La Nueva Provincia", Bahia Blanca, 23/06/02).
En una escalada que iba in crescendo, las líneas de interpretación que barajaban las propias autoridades no eran menos insólitas:
- Una secta relacionada con algo fálico: "No puede ser casualidad que corten testículos, penes, ubres, anos, pezones, úteros".
- Una organización esotérica que de esta manera lleva agua para su molino demostrándoles a sus adeptos la existencia de fenómenos supranaturales.
- Una organización que trata de aterrorizar a los dueños de campos para comprarles las propiedades más barato.
- Un grupo contratado por productores de un país extranjero que quieren poner obstáculos a las exportaciones argentinas, sembrando el temor entre los compradores de carnes en otros países, al estilo de lo que ocurrió con la aftosa. (Página 12, 20/6/02)
Desafiando el sabio refrán popular que sentencia "no hay que mezclar las haciendas", cuanto más aumentaba la cantidad de vacas muertas, el desmadre de explicaciones posibles crecía en proporción. Pronto sumarían sus aportes diversos colaboradores espontáneos, difundidos por Internet, como aquel productor de Cuchillo Có que sugirió "podría tratarse de un aguará guazú, que es como un perro medio peludo, de hocico largo, que no muerde y sí despedaza a los animales (Salliquelo On Line), mientras el investigador de cultos Alfredo Silletta descartaba la intervención de sectas del tipo umbanda y la web mexicana Altillo acusaba a los mismos ganaderos de hacer estas mutilaciones para cobrar el seguro sobre un animal muerto por causas vulgares, de ordinario no cubiertas por la póliza. Mitos del Milenio consultó a una aseguradora rural y la respuesta fue que, por el contrario, las recientes mutilaciones no están tipificadas, es decir que carecen de toda cobertura.
Pero desde un principio, la interpretación más popular que flotaba en el ambiente veía los alargados cuatro dedos de una mano extraterrestre manejando con destreza el bisturí láser, pues ya en el primer caso de Salliqueló se habrían visto luces enigmáticas sobrevolando los campos. Y los ufólogos salieron a cazar testimonios confirmadores: un vecino de Chacabuco, entrevistado por Silvia Pérez Simondini, contaba que vio "un cuadrado negro con una antenita, como un televisor" desplazándose a toda velocidad sobre el agua de una laguna. El grupo contactista ELRON dijo sin vueltas "simplemente son extraterrestres que hacen sus experimentos. Se podría cuestionar que luego tiren sus restos en cualquier sitio en lugar de llevárselos, pero no hay que olvidarse que también, como todas las criaturas de Dios, tienen su humor y saben que con los seres humanos tienen asegurada la fiesta. De todos los planetas habitados, la raza humana es probablemente la más estúpida." Con mayor dramatismo, el Proyecto CATENT echó leña al fuego haciendo circular un e-mail que relacionaba estos sucesos con el cadáver de un hombre que apareció horriblemente mutilado junto a las márgenes de la Represa Guarapiranga, cerca de San Pablo, Brasil, en 1988, y algunos estudiosos de los OVNIs, por lo bajo, confesaban que todo esto era parte del pacto secreto CIA-Grises, debido a que en el remoto planeta de los ETs. se están degenerando las razas bovinas por enfermedades parecidas a "la vaca loca" y ahora se llevan partes de nuestros animales para realizar implantes genéticos en los suyos.
El propio gobernador de la Pcia. de Buenos Aires, Felipe Solá, confesó su perplejidad admitiendo que todo esto era "muy raro" y se trasladó a la ciudad de Pergamino para tomar contacto directo con los hechos que se producían. Comenzó la investigación oficial con la coordinación del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y la colaboración del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), la Universidad del Centro (Tandil) y diversos profesionales que fueron convocados al efecto. Como clara demostración de que las hipótesis sobrenaturales habían ganado el corazón de los científicos, una de las primeras cosas que hicieron fue mandar especialistas de la Facultad de Ciencias Exactas con equipos para detectar radiactividad en los cadáveres, pruebas que -por suerte- resultaron negativas.
Era hora de que aparecieran las primeras pirotecnias de lucidez intelectual tratando de explicar el fenómeno, aunque sin cuestionar demasiado los datos de base, como el veterinario Alejandro Martínez, quien -tras declararse experto en inmovilizar los bravos toros españoles- sugirió que "hay una organización detrás de los hechos" que usaría un instrumento muy común en veterinaria, el termocauterio, con el cual se pueden cortar órganos como anos, mandíbulas y pezones a las vacas en el campo y cauterizar de inmediato esos cortes. "Con eso, se logra exactamente el efecto con el que aparecen estos animales", sintetizaba el veterinario, agregando que primero se los inmovilizaría mediante un dardo disparado por una pistola de aire comprimido. (Página 12, 20/6/02).
Otra idea ingeniosa que recorrió el ciberespacio con tanta convicción como ausencia de fundamento la firmaba un tal Tito Rodríguez, según el cual las mutilaciones de ganado serían causadas por colonias de avispas "chaqueta amarilla" (véspula germánica). Estas avispas son muy parecidas a las abejas comunes, excepto que tienen hábitos depredadores, al punto que se las conoce como "abejas carnívoras" por su predilección por los asados al aire libre, tan habituales en el campo argentino, y en algunos lugares se aconseja tener cuidado con lo que se lleva a la boca.
Para no ser menos, el 23/06/02 en Radio Ciudad de Buenos Aires, Rubén Morales planteó "una hipótesis absolutamente loca como todas las que están circulando... No se si, por ejemplo, puede haber algún tipo de relación con la aftosa. Que yo sepa, la aftosa se produce en la boca de las vacas, me gustaría saber si se ha investigado algo en ese sentido."
Los hechos se precipitaban y la ciencia comenzaba a redactar su veredicto oficial, el 28 de junio se anticipó un informe preliminar elaborado por el equipo de la Facultad de Veterinaria de Tandil, dirigido por su decano Dr. Alejandro Soraci, según el cual las vacas analizadas murieron por enfermedades metabólicas (por ejemplo falta de magnesio), parásitos o escasez de alimentación.
En cuanto a las presuntas "prácticas quirúrgicas", los cueros estudiados tenían cortes con bordes dentados, lo que se atribuye a mordeduras de roedores. "Con el paso del tiempo esa marca se "enmascara" y simula una línea recta o cauterizada hecha con filo y por obra del calor que puede llevar a confusiones", se explicó en los laboratorios de Tandil. (Clarín 28/06/02)
Pero apenas dos días antes de ese primer informe que achacaba toda la culpa a los vulgares roedores, el Dr. Alejandro Soraci, responsable máximo de la investigación, advertía muy tranquilo que el misterio es internacional y nadie pudo resolverlo todavía, en la entrevista realizada por Raúl Kollmann para el periódico Página 12. Entre algunos de sus conceptos textuales, recortamos los que siguen: "estudiamos siete vacas en cuatro establecimientos y no encontramos evidencia científica de la razón de las muertes, ni cómo se hicieron los cortes que tienen los animales. Ahora esperamos los resultados toxicológicos y de histopatología para ver si aparecen elementos que expliquen lo que por ahora no podemos explicar. "
"Le aclaro lo siguiente: ni esos cortes ni mucho menos la muerte de las vacas ni las lesiones que observamos son producto de animales de rapiña." "el animal fue sacrificado o narcotizado seguramente con un elemento químico."
"Le insisto, para nosotros los casos tienen máxima importancia: percibimos que está creciendo el miedo en los campos y que empieza a haber una psicosis de envergadura. Estamos preocupados."
¿Cómo se explica que dos días después, el mismo funcionario aparezca rubricando la hipótesis contraria, diciendo que las vacas murieron por enfermedades comunes y fueron comidas por ratones? Eso si que es un verdadero enigma...
Hubo que esperar hasta el 1 de julio para que el SENASA difundiera su informe definitivo, con pretensiones de "punto final", donde se insiste en culpar a los animales predadores, entre los que adjudican máxima responsabilidad al ratón "hocicudo rojizo" del género Oxymycterus. Los estudios técnicos también descartaron la presencia de radioactividad y la acción de narcóticos sobre los animales. Además se demostró mediante estudios histológicos la ausencia de participación en los cortes de elementos especiales (calor-cauterización).
El titular del SENASA, Bernardo Cané, ya distendido, expresó en tono de broma "Descartamos a los marcianos, al pombero y otras tradiciones rurales argentinas". El funcionario admitió que los análisis de laboratorio dieron vuelta la postura oficial del SENASA que, en un comienzo, creía que los carroñeros no podían ser los causantes de las mutilaciones y que éstas eran "intencionales". (Página 12, 02/07/02). En otras palabras, "el que tiene vaca, se equivaca".
¿Ya terminó todo? ¿podemos irnos a dormir tranquilos y archivar el tema confiando en que la culpa de todo es del hocicudo rojizo?. La respuesta obligada es NO, queda sin explicar por qué se acudió a una hipótesis tan racional, tan sencilla, tan rastrera, recién a último momento después de acrobáticos devaneos -en absoluto innecesarios- por el terreno de lo sobrenatural. Entretanto varias universidades ya están discutiendo la validez de las conclusiones oficiales y quedan miles de personas con la sensación de que la "verdadera verdad" ha sido, una vez más, escamoteada y encubierta detrás de una explicación simplista, en medio de una gran maniobra para distraer a la opinión pública. Y, si el SENASA realmente tiene razón, es hora de preguntar ¿quien habrá sido el asesor que lo convenció a Felipe Solá de ir a ver unas vacas comidas por los ratones?.
En las pampas argentinas, el estudio oficial ha concluido, y con él un nuevo gran mito acaba de nacer.

C.I.U.


Editorial N° 5, junio de 2002

55 AÑOS DESDE EL PRIMER "PLATILLO VOLANTE"

A diferencia de muchos grandes enigmas, el de los platos voladores tiene una fecha fundacional concreta: 24 de junio de 1947. Ese martes, cerca de las dos de la tarde, un piloto civil estadounidense sobrevolaba con su avioneta el Monte Rainier, Estado de Washington, cuando su atención fue atraída por el paso de nueve objetos volando en escuadrilla sobre las cumbres nevadas, con un rápido movimiento de zig-zag.
Temiendo que tal vez fueran armas secretas rusas, Arnold aterrizó impaciente por informar a los militares. No tuvo suerte, porque las oficinas en Pendleton ya estaban cerradas, de modo que resolvió contar su historia al periodismo. Los fotógrafos retrataron a Arnold, de pie junto a su avión, con la vista clavada en el cielo, aunque él ­curiosamente- fue de los pocos que vio OVNIs mirando hacia abajo.
Sus nueve objetos tampoco eran discoidales, sino alargados a modo de boomerang, pero se desplazaban como "platos lanzados contra la superficie del agua" que picaban y rebotaban hacia arriba. El redactor Bill Bequette hizo un abuso literario de esa descripción y tituló su artículo con la frase platillos volantes. El mayor mito tecnológico del siglo XX había recibido su bautismo. Desde entonces, todo mundo comenzó a ver objetos aéreos con forma de platillos.
Y se desató la fiebre, llovían las denuncias espontáneas a los periódicos, las autoridades no sabían qué responder, los científicos tampoco. El 6 de julio de 1947 hizo sus primeras declaraciones a The Columbus Citizen el astrónomo Dr. Joseph Allen Hynek, quien luego sería el principal asesor científico de la U.S. Air Force en materia de OVNIs y más tarde colaborador de Spielberg en el film "Encuentros Cercanos del Tercer Tipo" cuando ya era la máxima autoridad mundial en el tema.
Hynek habló con la cautela y amplitud de pensamiento que jamás abandonaría en su extendida carrera: "Los misteriosos discos volantes que se asegura han sido vistos por todos los Estados Unidos probablemente no sean objetos procedentes del espacio exterior". "No he visto ninguno. Sin embargo, -añadió- estoy muy interesado por tales informes".
Preguntado acerca de cómo convenía observar a los discos volantes, Hynek dio detalles: "El testigo debería observar cuidadosamente la trayectoria seguida por el objeto, anotar las posiciones sobre el horizonte, desde dónde observó el objeto por vez primera hasta donde lo perdió de vista. Debería también intentar establecer su altitud y velocidad", consejos que siguen vigentes ­y rara vez son tenidos en cuenta-.
Según el periodista Alejandro Agostinelli, Argentina fue de los primeros países en hacerse eco de los informes sobre platillos volantes o "platos voladores", como se los llamó aquí desde el comienzo. El 13/7/47 debutaban en la ciudad de La Plata, ocasión en que "vecinos de las calles 56 y 25 aseguraron haber visto una esfera rojiza atravesando vertiginosamente el espacio" (Noticias Gráficas), en tanto el redactor sumaba expectativas agregando que "esta mañana, nomás, una voz masculina nos aseguró, por teléfono, que acababa de pasar a la altura de Villa Crespo otro plato volador".
El 23 de julio de 1947 se informaba que un zigzagueante disco de luz viva atravesó la noche rosarina en menos de un minuto. Cinco días antes, el diario El Liberal, de Balcarce, publicaba el primer reporte detallado: Ramón Llobet, funcionario del Ferrocarril Sud y siete agentes de policía, habían visto un objeto rojizo que volaba a regular velocidad de oeste a este, a las 6.08 de ese día, al que se agregó más tarde una escuadrilla de 50 o 60 discos con una brillante luminosidad roja que, esta vez, iban de Norte a Sur. El enigma ya estaba entre nosotros, pronto la ola de los OVNIs salpicó a Jujuy, Mendoza, Salta y diversas localidades bonaerenses.
Mientras en Estados Unidos estas noticias se transmitían con expectante dramatismo, en los medios argentinos el tema era abordado con mayor liviandad, claro testimonio de dos realidades diferentes: Sobre los norteamericanos flotaba el fantasma de la reciente guerra y el hongo de Hiroshima parecía proyectar una sombra de culpa sobre sus cabezas. Argentina, en cambio, vivía el período más pródigo del peronismo, aquel de las grandes obras públicas y del viaje a Europa de Eva Perón. Las noticias sobre platos voladores engrosaban la sección "curiosidades" y se prestaban a la ironía. El diario "Crítica" no dejaba pasar el tema para hacer veladas alusiones a la figura presidencial. El 25 de julio de 1947 publicó que un plato volador fue visto por un tal "Juan Domingo Calabresi, hombre profundamente supersticioso que trabaja como quintero en las proximidades del cementerio." El mismo artículo menciona a un "Juan Arigues", sin duda apócope de "Juan narigón".
"Además de algunos toques de picardía ­subraya Agostinelli- los cronistas contagiaban un clima de suspenso, como si esperaran una pronta develación del misterio. Esos redactores jamás hubieran imaginado que el tema se extendería hasta el presente".
El 8 de julio del '47, la epidemia mundial de discos furtivos fue quebrada por un hecho increíble: Un platillo habría caído en una granja cercana a Roswell, Nuevo México. La Fuerza Aérea se apuró a desmentirlo al día siguiente, explicando que solo eran restos de un globo meteorológico, pero el teniente Warren Haught, de la base aérea de Roswell, había afirmado que "la oficina de inteligencia del Grupo Bombardero 509 de la Octava Fuerza Aérea, en Roswell Army Air Field, tuvo la suficiente fortuna de obtener la posesión de un disco volador gracias a la cooperación de los rancheros locales".
Tampoco nadie imaginaba entonces que las furibundas polémicas sobre ese caso iban a prolongarse hasta nuestros días, hablándose desde extraterrestres cabezones que murieron en el impacto hasta probables cohetes secretos con monos o maniquíes. Echando más leña al fuego, una información más recientemente desclasificada indica que en ese lugar se habría ensayado un platillo volante americano con propulsión nuclear, diseñado para salir de la atmósfera y luego precipitarse sobre Rusia con cuatro misiles atómicos a bordo.
Los OVNIs interesaban a los científicos y preocupaban a los militares, algunos místicos proponían un contacto telepático, el enigma de Roswell ya estaba instalado, el clamor popular había jugado sus cartas a la idea -más cercana al deseo que a los datos tangibles- de que estábamos siendo visitados por seres extraterrestres preocupados por nuestros ensayos nucleares y todo esto apenas 20 días después de la primigenia observación de Arnold.
Aunque los informes se multiplicaron geométricamente, nadie volvió a ver esos objetos de Arnold, en cambio se multiplicaron las denuncias sobre discos en el cielo. Sumándose al excelente trabajo de investigación histórica del Sign Historical Group <www.project1947.com/shg/>, James Easton ha propuesto, con argumentos valederos, la hipótesis de que Arnold pudo haber visto, en realidad, una bandada de pelícanos planeando suavemente sobre las cimas. <http://web.ukonline.co.uk/voyager/>
Entrentanto, ajeno a estos devaneos intelectuales, el misterio contemporáneo de los platillos volantes continúa desplegando su formidable saga que enciende acalorados debates a 55 años de aquellos lejanos acontecimientos.

C.I.U.

Editorial N° 4, mayo de 2002

EL PODER DEL MITO

Mitos del Milenio es un sitio editado en la ciudad de Buenos Aires. Como se sabe, Argentina es un país que en los últimos meses fue escenario de violentos desbordes sociales, recambió cinco presidentes, devaluó bruscamente su moneda, impidió a los ahorristas retirar sus depósitos bancarios, un país donde cada día hay más pobres y desempleados, en el marco de un generalizado descreimiento popular acerca de los dirigentes políticos
En ese contexto, es perfectamente lícito preguntarse si quienes hacemos sitios como éste, que hablan de apariciones sobrenaturales, creencias y mitos, somos ajenos a esa tragedia cotidiana. ¿Vivimos en una burbuja de cristal donde nada nos salpica? ¿escapamos de la realidad? La respuesta necesaria es NO, los integrantes de este equipo también padecemos la misma situación injusta e inmerecida de nuestros compatriotas y luchamos para sobrellevarla de la mejor manera posible.
Y una de las mejores maneras de hacerlo es proseguir las metas trazadas con el mismo compromiso de siempre, sin dejar que la vorágine que arrasó nuestras economías nos despoje también de nuestros sueños. Las 40.000 visitas que ha superado nuestro sitio indican que la realidad no se agota en los titulares tremebundos de la prensa, tenemos el derecho a pensar y a creer en cuestiones que avancen más allá de lo que se nos quiere imponer en aras de un pragmatismo mal entendido. Pongamos un ejemplo extremo: la creencia en un animal mitológico moderno, como el chupacabras, acaso puede ser mucho más duradera que la creencia en un "perfecto" plan económico elucubrado en Harvard o Chicago.
Como cantaba Joaquín Sabina "Hoy el diario no hablaba de ti ni de mi". El pensamiento popular es necesariamente refractario al discurso oficial de turno y siempre encuentra resquicios por donde filtrarse. En los momentos de crisis social, como éste, es previsible que afloren con inusitada energía las creencias más relegadas, las más combatidas por la ciencia y la religión, al activarse la tendencia psicológica de regresión a lo arcaico como mecanismo defensivo ante una agresión externa que aparece como masiva e incontrolable.
Y, por fin, nuestro sitio habla de mitos, en el sentido más optimista del término, habla de mitos actuales y vivientes, defendidos por millones de personas en el mundo, mitos que sufren mutaciones cada día impregnando las nuevas creencias de nuestra cultura. Los mitos son el aliento de las civilizaciones, el sustrato imaginario que empuja la productividad de los pueblos, por eso las pirámides egipcias o mayas testimonian las creencias espirituales de esas culturas antes que su actividad mundana o comercial. Sabemos poco de sus habitantes, de su vida diaria, de sus odios y sus amores, en tanto tenemos monumentales referencias sobre sus extraños dioses, que nos parecen tan ajenos a nuestro modo de pensar actual. Es que las obras perdurables de la humanidad fueron inspiradas por grandes mitos. Japón construyó su mito de nueva nación-potencia luego de haber sido materialmente destruido durante la Segunda Guerra, hasta con dos bombas atómicas. Y hoy se ven los resultados de ese pueblo laborioso encauzado tras un mito rector.
Lo único que necesitan los grupos humanos para alcanzar su plenitud es un mito compartido que sustente sus actos, un imaginario colectivo modelador de conductas, cosa que no tiene un valor financiero, no la enseñan los economistas, no cotiza en Bolsa. Toda idea de futuro es, per se, pura fantasía, sin pruebas materiales ni referencia escrita alguna. Sin embargo, los pueblos que avanzan se aferran a un imaginario de futuro hasta hacerlo realidad. Con esa premisa, sigamos construyendo los Mitos del Milenio.

C.I.U.

Editorial N° 3, abril de 2002

INTERNET: LO MUCHO QUE FALTA HACER


La aparición de Internet, y su geométrico crecimiento, constituye uno de los más poderosos avances humanos en los últimos años. Si nos referimos a los particulares temas de estudio que aborda Mitos del Milenio, Internet facilitó muchísimo el acceso a la información y aceleró el intercambio de mensajes entre investigadores geográficamente alejados. Antes, cuando nadie imaginaba la existencia de buscadores robot surfeando entre millones de documentos virtuales, el tortuoso camino era visitar personalmente bibliotecas, librerías o archivos hasta conseguir la información requerida y luego compartirla con los colegas por el correo postal, que ­con suerte- solía demorar unos 15 días en la entrega de una carta.
Todo eso parece pertenecer a un tiempo remoto pero no ha pasado una década desde que Internet se instaló de modo efectivo entre nosotros, y esa intrusión vertiginosa trajo consigo previsibles desajustes e insospechables efectos secundarios.
La mayoría de los estudiosos aprovechamos muy parcialmente las potencialidades de Internet, ahora la comunicación entre países es casi instantánea, pero no estamos preparados para sacarle el máximo provecho a esos intercambios; falta aún desarrollar softwares especiales para analizar y clasificar información científica (en tanto hay un feroz desarrollo informático en los rubros comerciales y de juegos, por ejemplo); además la cotidianeidad del imeil junto a su lenguaje coloquial, lo privan de esa cuidada elaboración formal que tenía la correspondencia ordinaria y que dio lugar a la conservación de "cartas célebres" de todas las épocas, con memorables pensamientos. ¿Cómo serán los imeils que perduren para la posteridad? ¿cuantos lúcidos pensamientos serán sepultados en el olvido tras ser devorados por un virus villano?.
A diferencia de los libros, -de los cuales siempre se puede localizar una copia, por raros que fueran- los sitios web son volátiles, mutantes, inestables, y aquella dirección tan interesante que fue visitada el mes pasado, mañana puede mostrar en la pantalla la cruda leyenda "not found" sin la menor pista acerca de que cosa pasó con ese sitio. Por ejemplo, en varias bibliotecas privadas argentinas puede encontrarse el libro "El misterio de los platos voladores" (Cristian Voght, Ed. La Mandrágora, 1956). En cambio, si buscamos al primer sitio web argentino sobre el mismo tema ("Ufozone BBS" del ufólogo bonaerense Luis E. Pacheco) será difícil reconocer los contenidos originales ­que atesorarían ese poco o mucho valor histórico- tras las sucesivas actualizaciones de su editor, quien además ha comunicado su decisión de desactivarlo para siempre. ¡Y está en su natural derecho!. El fenómeno de la inestabilidad del material en la red preocupa tanto que ya hay varias empresas internacionales desarrollando bancos de datos que resguardarán los principales archivos que han sido suprimidos para luego abrir un portal que permitiría "navegar en la web de 1998", por ejemplo, donde se podrá encontrar exactamente los mismos materiales que estaban publicados por entonces.
Internet es una herramienta maravillosa, nos seduce con su ilimitada gama de posibilidades creativas, de comunicación y de conocimiento, pero también nos atiborra con información sucia, con imeils jamás solicitados, con virus peligrosos, lo que se traduce en tiempo de vida perdido en ocupaciones indeseables.
Aquellos que investigamos con honestidad intelectual los OVNIs y lo paranormal deberemos, más temprano que tarde, converger en actividades compartidas horizontalmente entre sitios afines, incluso formar agrupaciones de webs para el logro de metas comunes. Las posibilidades son inmensas: crear listas de correo, teleconferencias y foros sobre temas cada vez más específicos que apunten al trabajo compartido, diseñar nuevas formas de almacenar y compartir archivos, consensuar criterios para filtrar la información contaminada, promover la publicidad y la prensa internacional de sitios o de determinados eventos que merezcan destacarse, y un largo etcétera. La tecnología está disponible para hacerlo ya mismo, solo falta la voluntad humana de promover proyectos en esa dirección, cualesquiera que fueren, que no dependan del monopolio de un portal sino de la relación amigable entre pares que participan de una misma búsqueda.

C.I.U.

Editorial N° 2, marzo de 2002

ANTE TODO, CLARIDAD DE PRINCIPIOS

Mitos del Milenio aborda con afán investigativo el extenso temario que genéricamente abarca "lo paranormal", las nuevas creencias, además de todos aquellos fenómenos que parecen desafiar a la ciencia y la fe ortodoxa.
Por razones de orden, sus contenidos están dispuestos en cuatro secciones principales: Parapsicología, Mística, Hechos Increíbles y OVNIs, además de la muy visitada sección Noticias que se actualiza periódicamente.
La filosofía del sitio es difundir información veraz, confiable, de fuente conocida, con datos que puedan ser útiles a los investigadores, a los universitarios y a todos los interesados en estas temáticas, para lo cual se brinda un nutrido repertorio de enlaces, una suerte de faro para la navegación hacia los posibles destinos que busca el visitante, a diferencia de muchas webs que solo incluyen algunos mezquinos links a los sitios de sus amigos íntimos.
Mitos del Milenio tampoco deslumbra con efectos especiales, anuncios sensacionalistas, publicación de imeils-cadena conspiranoides o sospechosos videos de autor desconocido. Dicen los expertos en informática que Internet cumple con la Ley de Sturgeon, según la cual "el 99% de cualquier cosa es basura" y ese porcentaje amenaza con ser aún mayor en los terrenos que transitamos. Los navegantes advertidos ya se cansaron de ver tanta pirotecnia electrónica revoloteando en la pantalla, porque en definitiva buscan caminos que lleven al conocimiento, buscan datos concretos, buscan respuestas interiores, buscan eludir las garras de charlatanes advenedizos que acechan detrás de vistosos portales repletos de seudociencia mercantil.
Y, aunque este escenario pareciera umbrío, lo más maravilloso, palpable cada día, es que a la gente no hay que explicarle absolutamente nada, cada quien sabe desde donde viene e intuye bien hacia donde va. Nos ha sorprendido comprobar que quienes se contactan por primera vez con Mitos del Milenio suelen iniciar el diálogo con consultas muy personales, directas, como si tuvieran la certeza de que van a ser escuchados, de que merecerán una respuesta apropiada, y luego de ese primer encuentro suelen permanecer como amigos reunidos por un tema en común, aunque habiten en lugares muy distantes y sin haber tenido la posibilidad de verse cara a cara.
Esa hermosa realidad resume los objetivos del sitio: Construir un nexo, un puente, un vínculo, entre personas que desean tener acceso a un saber que no está de oferta en los mercados, que es cuestionado por las religiones tradicionales y que las universidades no enseñan.
Sigamos caminando juntos.

C.I.U.

Editorial N° 1, febrero de 2002
UNA HISTORIA, UNA LINEA DE CONDUCTA

En octubre de 1976, el Lic. Guillermo C. Roncoroni fundó en Buenos Aires la Comisión de Investigaciones Ufológicas (C.I.U.), entidad que prosigue actualmente el rumbo trazado por su creador, abocándose al estudio científico de los variados aspectos que abarca la temática OVNI.
La C.I.U. editó durante más de una década la revista UFO PRESS, cuya calidad de contenidos fue ampliamente valorada por ufólogos de Latinoamérica y España. En 1978 elaboró el ARGENCAT, primer análisis estadístico por computación sobre OVNIs realizado en la Argentina. Declarada representante de CUFOS (EE. UU.), la C.I.U. tuvo el privilegio de contar como huésped al Dr. Joseph Allen Hynek ­considerado el padre de la ufología científica- durante las visitas que el meritorio astrónomo realizó a Buenos Aires en 1980 y 1982. En 1988 la Comisión redactó una Guía de Procedimientos para la Recopilación de Datos de Experiencias OVNI y en 1999 lanzó el sitio de Internet Mitos del Milenio, su actual medio de expresión de contenidos e ideas.
Desde 1976 hasta la fecha, el equipo de la C.I.U. continúa su tarea de investigación con ritmo sostenido, en un trabajo profesional, interdisciplinario, necesariamente silencioso, porque toda investigación seria ­más aún en un tema donde predomina tanta irracionalidad- requiere abordar con cautela múltiples aspectos que involucran interconsultas con especialistas, búsquedas bibliográficas, estudios de campo, etc. antes de arribar a conclusiones que puedan ser útiles para el avance del conocimiento. Como muy bien escribió el Dr. Oscar A. Galíndez hace más de un cuarto de siglo "no estamos embarcados en una carrera alocada cuya meta inmediata sea contabilizar primicias y, la mediata, la de impactar al lector con un manejo indiscriminado de información muy reciente."
Una red internacional de colegas investigadores, a través de Internet y otros medios, ­como el "colegio invisible" que describió Hynek- comparten permanentemente calificadas aportaciones que contribuyen al esclarecimiento de los temas en estudio y continúan engrosando los archivos de la C.I.U. con información actualizada y veraz.
Muchas personas, conocedoras de esta actividad, se contactan con Mitos del Milenio con el deseo de comunicar sus observaciones o experiencias "no convencionales" que los tuvieron como protagonistas, y suelen ser los primeros en requerir, por motivos obvios, el secreto de su identidad. Los criterios de honestidad profesional que sostiene esta Comisión protegen la solicitud de privacidad a quienes brindan su desinteresado testimonio para contribuir a resolver este fascinante enigma moderno, así como se les trata de brindar un acompañamiento que les ayude a elaborar el proceso de comprensión de su intensa experiencia, de modo que puedan asimilar sus enseñanzas e integrarlas positivamente a la vida cotidiana.
A todos, simplemente gracias.

C.I.U.



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