�Que este Pr�ncipe que no adivina que era hombre, sepa que hay en �l una miseria, el Rey, y una majestad, el Hombre! Jam�s se ha presentado a vosotros una oportunidad m�s magn�fica. Ju�rez, haced que la civilizaci�n d� un paso inmenso. Abolid sobre la faz de la Tierra la pena suprema. �Que el mundo vea esta cosa prodigiosa! �Que la naci�n en el momento de aniquilar a su asesino vencido, reflexione que es hombre y le suelte y le diga: �T� eras el pueblo como los dem�s, �vete!�. Esta ser� Ju�rez vuestra segunda victoria. La primera, vencer la usurpaci�n, es magn�fica. La segunda, perdonar al usurpador, es sublime.... Sobre todos los c�digos morales mon�rquicos chorreando sangre, abrid la Ley de Luz, y en la m�s santa p�gina del Libro Supremo, que se vea el dedo de la Rep�blica puesto sobre el mandamiento de Dios: �No matar�s�.
V�ctor Hugo
1867