1. Ministro de la Liturgia.
Es la persona que ejerce el
culto.
Cuatro son los Ministros de la
Liturgia:
-
1º. Jesucristo, a quien San Pablo da el
nombre de "Pontífice máximo" (Hebreos, IV, 14)
y llama "el único Mediador entre Dios y los hombres" (Hebreos,
XII, 24).
-
2º. La Iglesia, como
continuadora de la misión de Jesucristo, de quien recibió el poder
sacerdotal.
-
3º. El Sacerdote, corno ministro
visible de Jesucristo y de la Iglesia.
-
4º. Los fieles, que, por el
Bautismo, son llamados a participar de los actos litúrgicos, aunque de una
manera limitada.
2. Jerarquía eclesiástica.
La palabra
jerarquía significa Principado, y comprende a todas las personas que, en un grado u otro
participan de la potestad de orden o de jurisdicción.
Potestad de orden.
Es la facultad de desempeñar
en la Iglesia las sagradas funciones.
Potestad de jurisdicción.
Es la facultad
de regir a los fieles en orden al fin sobrenatural de la Iglesia, o sea, para la
salvación de las almas.
3. Personas sagradas.
Se dice personas sagradas a las que están
destinadas a dar a Dios el culto oficial de la Iglesia. Son personas sagradas
todos los clérigos. También se llaman personas sagradas a los religiosos de ambos sexos,
porque están consagrados a Dios por los votos religiosos.
La Iglesia está dividida en diócesis, y las diócesis
en parroquias.
En la Iglesia universal manda el Papa, que reside en
Roma, en un lugar llamado el Vaticano.
Al Papa tienen que obedecer todos los Obispos, todos
los sacerdotes y todos los cristianos.
Los Cardenales ayudan al Papa en el gobierno de la Iglesia y
ellos eligen el sucesor del Papa difunto.
En cada diócesis manda el Obispo. Entre varios Obispos hay uno que sobresale en
dignidad y se llama Arzobispo.
El Párroco. En cada Parroquia manda el Párroco,
que tiene obligación de trabajar en la salvación de las almas de sus
feligreses.
Los Párrocos aplican la Santa Misa de los domingos y días
de fiesta por todos sus feligreses.
Cuando la parroquia es muy numerosa ayudan al párroco
otros sacerdotes llamados coadjutores.
La ley del Celibato prohíbe a todos los clérigos
de órdenes mayores en la Iglesia latina el contraer matrimonio, y si lo
intentaren carece de valor. Quiere la Iglesia que estén libres de los cuidados
de la familia, para dedicarse por completo al servicio de Dios y al bien de las
almas.
Los sacerdotes que están a disposición del Obispo para
la santificaci6n de las almas, y para el régimen de la Catedral, y de las
parroquias, y demás templos de la diócesis, constituyen el clero diocesano.
Los sacerdotes representan a Jesucristo y por esta razón se les debe gran respeto y veneración.
4. Los Religiosos.
Estado religioso se llama al
género de vida que voluntariamente abrazan algunos cristianos, a quienes por
lo mismo se llama religiosos; y consiste ese género de vida en que tales
cristianos no sólo están prontos a practicar los preceptos generales, que a
todos los fieles obligan, sino que se comprometen también a cumplir los
consejos del evangelio, y para hacerlo más eficazmente emiten los, tres votos de
castidad, pobreza y obediencia. También los deben vivir en comunidad.
Se llaman Órdenes aquellas religiones en que sus miembros hacen votos solemnes; y
Congregaciones aquellas religiones
en que sólo se emiten votos simples, perpetuos o temporales.
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