Los cielos, la tierra
Y el mismo Jehová,
Aclaman, Señora,
Tu gloria inmortal.
Llena eres de gracia,
De dicha sin par,
Y Dios es contigo,
Contigo Su paz.
¡Oh Santa María,
Oh nuncio de paz!
De Dios eres Madre
Al mundo salvad. |
Salvadnos, luciente
Estrella del mar,
Del mar de la culpa
Salvadnos ¡piedad!
Y cuando ya llegue
Nuestra hora final,
Cerrad nuestros ojos
Y al Juez aplacad.
Y al cielo llevadnos
De Dios a gozar,
en donde entonemos
un canto eternal.
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