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Beuda 17850
      (La Garrotxa)  Girona 
Teléfono: 972 19 00 24
    Móvil:  685 97 34 15

 MAS ESPINAU


BEUDA    -ALTA GARROTXA-

1. Conocer y vivir la montaña, el Mas Espinau

1.1. Situación de la casa.

 Paralelamente a la dedicación a la tierra y los animales, hemos reconstruido la casa. Hoy, hay electricidad y luz a base de una instalación fotovoltaica, hay agua corriente en la casa, baños, calefacción de leña, ... Nuestras fuentes de energía son el sol y el bosque. Hemos habilitado una parte de la casa para el turismo rural, y ofrecemos 3 habitaciones con un cuarto de baño, cocina y sala-comedor grande a compartir entre las personas que ocupen las habitaciones; también disponemos de un apartamento individual de 5 plazas con cocina-comedor y dormitorio, incorporado en una misma estancia. La arquitectura de la casa es obra con piedra vista y madera, los mismos materiales que se usaron cuando se construyó la casa en la época medieval.


1.2. ¿Qué ofrecemos?

 En la actualidad, tenemos un proyecto ganadero y agrícola que funciona, una pequeña explotación forestal con criterios, una situación de habitabilidad de la casa óptima y una autosuficiencia a nivel de alimentos bastante completa. A partir de aquí, nos empezamos a plantear la posibilidad de abrir nuestras puertas a personas interesadas en conocer un proyecto de esta naturaleza.

 Espinau no es adecuado como alojamiento base para conocer Cataluña, la finca está demasiado aislada para desplazarse cada día. Pero si quieres retirarte del estrés de la ciudad, buscas tranquilidad, quieres reflexionar, te quieres entregar por un tiempo en un sitio muy natural, sano para los ojos, el oído y para todos los sentidos del cuerpo, estás en el lugar adecuado. Se escuchan cantos maravillosos de pájaros por la mañana y al anochecer (de abril a junio), se huele el olor de los fuegos que encendemos cada día, se contempla la inmensa superficie de bosque con su multitud de verdes, se disfruta del silencio de la noche, ...

 Se pueden hacer paseos alrededor de la casa (interesante sobretodo para los pequeños visitantes) y observar los pollitos, las crías de cerdos, los corderos, ... Para los adultos y aventureros ofrecemos una serie de propuestas para hacer excursiones de varias horas o todo el día a cuevas, picos, la ruta del románico, ...

 Qué más se puede hacer en un lugar así? A lo mejor leer un buen libro o simplemente disfrutar de lo que nos ofrece el entorno. También hacemos un  taller de pan ( 6 pers. mín. ) con un horno de leña y nuestro propio cereal ecológico. Aprenderéis a encender el horno, mezclar y montar la masa, entrar y sacar los panes, ... lo básico para saber como se hace un buen pan.

 Hemos preparado también una charla sobre el concepto de finca rústica como una posible alternativa de vida. Hablaremos sobre la viabilidad de la huerta, la aplicación de la agricultura y ganadería ecológica y, la sostenibilidad del bosque.

 1.3. El Mas Espinau. Cómo se llega?

Espinau es una masía ubicada en la parte superior de un valle dLa Alta Garrotxa, a 800 m de altitud. Por su situación es un espacio privilegiado, su entorno se caracteriza por la existencia de bosques infinitos, interrumpidos por picos rocosos y acantilados calcáreos.  Gracias a la cercanía del mediterráneo, gozamos de un clima de montaña suave, con una gran diversidad de flora y fauna salvaje. Es una zona ejemplar, sorprendente, ideal para desconectar en un ambiente cálido y acogedor.

 Al Mas Espinau se puede acceder desde Besalú cogiendo la carretera dirección Beuda; estamos a medio camino entre Beuda y Lliurona.

 Anar a Vall de BianyaDentro de este enclave, nos hemos instalado con la idea de montar un proyecto alternativo a la sociedad del consumo y la abundancia.

 La finca de Espinau se abandonó en los años 60, como el resto de las fincas de esta zona . Cuando la compramos en el año 88, le faltaba muy poco para que sus edificios cayeran en ruina, los campos de cultivo estaban poblados de arbustos y árboles, no había agua, luz, ni carretera. Para nosotros era el sitio perfecto para empezar algo distinto.

 En la actualidad, todo ha cambiado, Espinau se ha recuperado como finca agrícola, ganadera, forestal y, la casa tiene lo básico para vivir agua corriente (caliente y fría), luz (a través de una instalación fotovoltaica), calefacción de leña, ....


1.4. Proyecto de Ganadería.

Tenemos un rebaño de ovejas (90 madres) de raza autóctona, preciosas y únicas en toda Cataluña, con ellas trabajamos para la cría de cordero ecológico. También tenemos cabras para la obtención de leche, cerdos para la elaboración de embutidos y carne, gallinas para los huevos, perros mastines para la protección del ganado, caballos, patos, gatos, ... cada animal tiene una utilidad y un sentido dentro del funcionamiento de la finca.

 Hace tres años un pastor de vacas de la zona nos vendió su rebaño y ahora, junto con dos vecinos, lo gestionamos comercializando la carne de los terneros.

 

 


1.5. Proyecto de Agricultura.

 Hemos montado una pequeña producción de hortalizas que nos abastece de verduras frescas todo el año. También trabajamos los campos para la obtención de forraje y cereal para los animales, y un campo de trigo para la elaboración del pan (en un horno de leña).

 Desde el año 1995 estamos inscritos en el CCPAE, entendemos que el trato hacia los animales y la tierra debe ser de corazón, y conscientes de que son materia viva que debemos respetar, por eso estamos en contra de la utilización de venenos y abonos químicos. Observamos día a día que entre la tierra, los animales y los humanos hay una interrelación que si la intoxicamos y explotamos exageradamente eso conlleva a la enfermedad.


1.6. Proyecto Forestal.

 A mitad de los 90 empezamos con los trabajos forestales, limpiando encinares espesos, sacando árboles mal formados o que sobran, abriendo espacio alrededor de las variedades menos numerosas, ... de esta manera proveemos de leña nuestros fuegos y otros, sin  perjudicar el bosque.

 A pesar de las dificultades del terreno por su inclinación, difícil acceso, largas distancias hasta la casa de los clientes, ... la leña nos da una nueva perspectiva económica.

2 . Las Garrotxas, “tierras ásperas y de mala huella”

2.1. Situación geográfica de l Alta Garrotxa.

 

La Alta Garrotxa es una comarca natural que limita con el Ripollès a l´W; el Alt Empordà a l´E; el Vallespir al N; y la Garrotxa al S. Es un basto territorio de terreno calcáreo, inscrito al límite oriental de la cordillera pirenaica. Su orografía extremadamente abrupta y de difícil aprovechamiento por parte del ser humano, ha condicionado el paisaje, la vegetación, la fauna y los asentamientos humanos a lo largo de la historia y ha permitido el mantenimiento de un espacio natural relativamente aislado que conserva una importante riqueza biológica, hasta el punto de haber sido declarado Espacio de Interés Natural. Son once los municipios, que en más o menos medida forman parte de esta unidad geográfica: Beuda, Montagut i Oix, Sales de Llierca, Sant Joan les  Fonts, Tortellà, la Vall de Bianya, todos ellos pertenecientes a la Garrotxa; Albanyà, Cabanelles, Maçanet de Cabrenys, Sant Llorenç de la Muga, de l´Alt Empordà; y finalmente Camprodon, del Ripollès.  No obstante, actualmente la población se concentra principalmente en los núcleos, tras los cambios socioeconómicos que padeció este área a lo largo de los años 50 y 60, con el declive y la desaparición de actividades tradicionales como el carboneo, o los mismos trajineros y contrabandistas, hecho que incidió directamente en el abandono de muchas masías diseminadas que daban vida a estas comarcas. Hoy todavía quedan algunos labradores, pese a los inconvenientes que supone el aislamiento y la dificultad en los desplazamientos. En su perímetro y en los lugares más accesibles se han instalado algunos camping y residencias casas de payés. Por suerte, muchos de los antiguos senderos aún se pueden seguir y permiten el acceso a los lugares más escondidos, y descubrir las importantes muestras y vestigios de arte románico, para hacer las delicias de los excursionistas.

 


 

2.2 . El Espacio de Interés Natural de la Alta Garrotxa.

 

Es un territorio de notable extensión (32.870 ha.) que, por su diversidad y singularidad es, sin duda, el espacio más importante del Pirineo Oriental. El relieve de la zona es de tipo calcáreo y presenta una marcada accidentalidad, con un predominio de los valles profundos, cercadas de riscos y paredes de roca. Este relieve tortuoso es el que da nombre al espacio: las Garrotxas son “tierras ásperas y de mala huella“. El paisaje de la Alta Garrotxa es verdaderamente espectacular, no ya sólo por la magnificencia del relieve, sino también por su cubierta forestal, dominada por los encinares y los robledales y por la presencia de todo un sinfín de especies de fauna y flora de gran interés. La Alta Garrotxa cuenta, además, con una importante riqueza por lo que hace al patrimonio cultural: yacimientos, masías, parajes, ermitas, plazas carboneras, ... se dispersan por todo el territorio y ponen de manifiesto la importancia que tuvieron en el pasado los asentamientos humanos y las actividades tradicionales, agrícolas y ganaderas de esta zona. El Espacio ha padecido, desde mediados del siglo pasado, un proceso de despoblamiento y abandono del territorio causado por las dificultades de supervivencia en la montaña, por la pérdida del valor del carbón como recurso energético y por el atractivo de las industrias localizadas en el valle de Fluvià, que ha comportado un progresivo abandono del territorio. Hoy es un espacio dónde conviven actividades como el senderismo y el turismo rural, junto con el desarrollo de otras actividades ligadas al aprovechamiento de los recursos naturales por parte de la población local.

               


2.3 . Algo de historia

 

Cuando uno se adentra en este país se ha de mirar y admirar los mil y un rincones que se pueden encontrar, y hace falta hacerlo despacio para no perderse ningún detalle y así percibir con intensidad el importante patrimonio cultural y natural que  esconde. El territorio montañoso y roto está recorrido por caminos que llevan a pueblos y vecindarios, a masías y fuentes, también a cuevas y abrigos que servían de techo a nuestros antepasados prehistóricos. La presencia humana dentro del espacio natural existe desde tiempos muy antiguos. Por esto, los vestigios arqueológicos son abundantes, bien sitos dentro de las numerosas cuevas existentes, bien desperdigados en cualquier parte del territorio. Andar por un sendero cualquiera de la Alta Garrotxa es irse sorprendiendo con los restos históricos de épocas más o menos lejanas, de enorme interés cultural y que modelan un paisaje fuertemente trabajado por el hombre. Y tanto si se atraviesa fondos de valles como si pasa por solanas o umbrías es fácil irse encontrando masias o casas de campo diseminadas, rodeadas de terrenos de cultivo o pasto, a veces bordeados con pared seca, tan necesaria para aminorar los fuertes desniveles del terreno. Molinos, herrerías, hornos, plazas carboneras, ... nos muestran que muchos de los productos primarios se transformaban en el mismo país. Quizás, lo más destacable sea el sinfín de construcciones medievales, sobre todo ermitas; hay cerca de una cincuentena, levantadas en su mayoría los siglos XI, XII y XII, de una gran sencillez, enmarcadas dentro del románico popular, con ábsides semicirculares, poca decoración y campanarios en espadaña dispersos a lo largo del territorio y que conforman, junto con la presencia de singulares masías, puentes románicos y viejas construcciones militares, un conjunto de gran valor. Pero des de  dónde verdaderamente se puede contemplar la inmensidad y la belleza del paisaje es cuando se llega a la cima de una de sus numerosas cumbres: Bassegoda, Comanegra, Montmajor, Talló, ... Des de allí uno se da cuenta de la perfección con que los habitantes de este territorio habían trabajado la difícil morfología del terreno para conseguir vivir de la agricultura y la ganadería. Bosque, cultivo y pasto han hecho del labrador de la Alta Garrotxa un labrador, pastor y bosquetano. Existe también una gran riqueza etnológica con costumbres, habla, canciones, ... de su gente, marcados intensamente por el hecho de ser una zona de frontera, su aislamiento, y haber sido escenario de importantes hechos históricos y de armas, como las guerras carlinas, la presencia de bandoleros, el contrabando, los maquis, ...

 


2.4 . El bosque y la flora

 

La Alta Garrotxa es mayoritariamente un espacio forestal. La morfología tan rota del terreno ha impedido que otros usos se impusieran. Y el bosque que actualmente encontramos es consecuencia del aprovechamiento continuado de madera y leña que el ser humano ha hecho a lo largo de los siglos. Los trabajos de bosquetano, de carbonero, de trajinero eran oficios habituales en el mundo de la Alta Garrotxa y son ejemplo los numerosos caminos y plazas carboneras que aún actualmente se encuentran medio emboscados. Cuando se pasea por los valles y montañas de la Alta Garrotxa y se contemplan sus bosques, nos damos cuenta rápidamente que las especies vegetales que dominan son las autóctonas: encinares y robledales en las solanas, hayedos en las umbrías, alisedas y saucedas en las rieras, pinares de pino silvestre en las cumbres, ... Y en medio de toda esta fronda hay un mosaico despoblado de árboles y formado por vegetación de rocas y tarteras, o landas y prados de montaña donde se pueden encontrar algunas especies endémicas del espacio y de otras únicas en la península Ibérica. Esta diversidad forestal caracteriza una vegetación formada por especies de ambientes marcadamente mediterráneos, atlánticos, centroeuropeos o, incluso, subalpinos, y que es consecuencia de una vegetación propia del área geográfica próxima a la costa y al Pirineo, así como también la gran variedad de microclimas producidos por la particular geomorfología de la zona. Esta riqueza florística hace que se sobrepasen las 1.400 especies vegetales.

 


2.5. La Fauna

 

La extensa masa forestal, la dispersión de prados y pastos, de manchas de terreno cultivado, de acantilados, roquedos y tarteras; también la situación geográfica, a caballo entre la llanura y el Pirineo; la gran cantidad de valles, y principalmente el relieve tan característico de la zona con altitudes que van de los 300 m a los 1.550 m, hacen que haya una multitud de hábitats para la fauna. Además, el despoblamiento humano favorece que haya rincones tranquilos para refugiarse, para alimentarse, por criar, ...Las especies más ariscas como el águila real, el gato montés y el pico negro se mueven por las Garrotxas menos frecuentadas. Algunas especies prefieren estar dentro del bosque; aves como el pico verde y el pico picapinos, el trepador azul, el gavilán, y los reyezuelos. Mamíferos como la gineta, el lirón gris, el corzo y sobre todo el jabalí, tan abundante en este dominio forestal, y reptiles como la rana roja, la salamandra, el sapo, o la serpiente verde, pasan la mayor parte de su vida emboscados. Otras prefieren los espacios abiertos. Aquí podremos levantar algún grupo de perdices rojas, cruzarnos con algún rebaño de rebecos, contemplar el paso de rapaces como el águila culebrera, el halcón abejero o el halcón peregrino. También el buitre e incluso el quebrantahuesos pueden pasarnos por encima de la cabeza en búsqueda de algún cadáver. Y si reseguimos los acantilados con la mirada, con algo de suerte podremos ver pájaros tan espectaculares como el treparriscos en el invierno, o algún bando de grajas de pico rojo que busca receso para pasar la noche. Las rieras y torrentes son el hábitat idóneo para la rana verde, el tritón pirenaico, la serpiente de agua y la serpiente viperina, los tritones común y jaspeado, el martín pescador, el mirlo de agua y, evidentemente, peces como los barbos de montaña, los cachos, la trucha común y el cada vez más escaso cangrejo de río autóctono. Para otras especies hace falta esperar la puesta de sol. Cuando los acantilados toman el tono anaranjado fruto de los últimos rayos de luz solar empezará a moverse toda la fauna nocturna y fácilmente oiremos el cárabo y el autillo, quizás también al búho chico, el búho real o el chotocabras, e incluso, si afinamos la oreja, alguna musaraña peleándose o algún ratón de bosque mordisqueando avellanas.

 



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