Jugadores de Juego de Pelota

Sobre los jugadores del Sagrado Juego de Pelota, tenemos como referente más antiguo, las crónicas de los primeros españoles, que llegaron a mesoamérica, como Sahágun, quien refiere lo siguiente: "...era este ejercicio muy usado entre los señores y principales". Aun que se sabe también, que habia "jugadores profesionales", por lo general gente del pueblo, quienes gracias a su habilidad, conseguían mejorar su estatus social, al estar bajo la protección, de algún "señor". Tenemos también que, Durán señala, que existía otro grupo que: "...jugaban por vía de interés y vicio, poniendo toda su felicidad y conato en no perder, sino ganar, como hombres tahures, que no era otro su oficio, ni comían de otra cosa, ni tenían otro ejercicio, si éste no....De esta manera andaba éstos de ordinaro, pobres y mal aventurados, sin sembrar, ni coger, ni entender en más de en jugar." No podemos hablar en general de los jugadores, toda vez que éste era practicado, por todo tipo de personajes. Tenemos en primera instancia a los Dioses en sí, tal y como se describe en el Popol Vuh;ya bien se trate de Hunahpú e Ixbalnaqué. O tal como se lo podemos aprecia en el Codice Borgía ; en el que podemos apreciar al Tezcatlipoca negro (Yayauhqui) y al Tezcatlipoca rojo (Tlatauqui); que se encuentran frente a frente, dentro de un tlachtli, como jugadores de pelota. Por lo que podemos concluir de las diferentes crónicas de la Conquista, este "juego" no sólo estaba restringido a las grandes solemnidades rituales, para la invocación y adoración de los dioses; sino que de igual forma, era practicado por mandatarios, altos funcionarios, nobles, en muchas ocaciones, con fines lúdicos y económicos; pues se sabe, que era objeto de apuestas. En cuanto a las grandes festividades religiosas, se sabe, que había "sacerdotes-jugadores", que como bien lo interpreta Frederick A. Peterson, se representaban con las grandes Cabezas Olmecas, a quienes salían victoriosos, del juego. Por otro parte, encontramos descripciones sobre "jugadores profesionales", a los que, no sólo la gente del pueblo, sino también la clase noble y los gobernantes, tenían en gran estima; y quienes recibían grandes honores y regalos, por su pericia, para el juego de pelota. El atuendo del jugador Sabemos no sólo por las múltiples figurillas recuperadas, en diversas zonas arqueológicas, sino también por lós cronistas, que consistía en un maztlatl o taparrabos, y un fuerte cinturo de cuero de venado del que pendían unas placas del mismo material, para la protección de la cadera. Contaba así mismo como protectores en los muslos, rodillas y manos. Si bien es cierto, que en diferentes pinturas, marcadores, estelas y frisos, como el de Chichén Itzá, se les representaba con ricos y altos tocados, estos no eran empleados durante el juego. A continuación, presentamos una serie de fotografías de diferentes figurillas encontradas en diversas zonas arqueológicas. Hosted by www.Geocities.ws