Pepita Pagés y el mensaje de Can Cerdá

Pepita fue una mujer sencilla, corriente, vendedora de verduras en un mercado de su pueblo. Tuvo desde pequeña manifestaciones de Dios y a Él se entregó, desde los primeros años, en cuerpo y alma.

Fue el 8 de noviembre de 1974, cuando un grupo de cinco personas se reunieron en una explanada de Can Cerdá, donde la Virgen le había citado. Allí, sobre un viejo árbol, medio inclinado, caído sobre el suelo, Pepita vio a la Virgen. La Señora la llamó, volvió el rostro y contempló la aparición de la Virgen de Lourdes. ¿Se presentó así para evitar interpretaciones de tipo político?.... No soy quién para opinar, pero lo cierto es que la Virgen que se manifestó en Cataluña era la misma, con la misma advocación y el mismo ropaje, que la de Lourdes, tal y como se presentó ante Bernadette Soubirous.

Tres días después, el 11 de noviembre, el grupo había crecido. Ya eran catorce las personas congregadas ante el árbol caído donde tenía lugar la manifestación. Serían las cinco y media de la tarde cuando empezaron a rezar las tres partes del Rosario, y las seis y media, cuando Pepita Pugés, en pleno éxtasis, transmitió las palabras de María: "Yo soy la Virgen de Cataluña". Y luego dijo: "Vengo para salvar a Barcelona y a Cataluña especialmente, y con ellas también a España y al mundo entero". Donde se aparece se convierte, pues, en especial defensora de la doctrina de Cristo y protectora de toda la humanidad, pero muy especialmente para aquellos del lugar donde se manifiesta.

Al terminar, manifestó la Virgen de Lourdes que se aparecía en tierras catalanas para pedir que, todos los días once de cada mes, acudieran hasta aquel lugar para rezar las tres partes del Rosario.

A partir de aquel momento corrió la voz y en zcantidades masivas llegaron verdaderas multitudes, que ante los milagros y las gracias obtenidas, acudían puntualmente a la cita con la Señora.

La Virgen, cumpliendo su papel de Ancla de Salvación para la humanidad, pedía lo mismo: Oración y Penitencia. La oración fundamental la había concretado en el rezo de las tres partes del Rosario y el Vía Crucis. Como suele ser normal en otros muchos sitios, aquí también la Virgen bendijo el agua, para convertirla en signo de posteriores milagros; y pidió una capilla, como prueba definitiva para los seguidores; y a la vez, para hacer posible en un templo más de la tierra, el refugio protector y la concesión de gracias para los seguidores de fe.

Debemos decir, al llegar a este punto, que el 11 de febrero del año 2001 pudo inaugurarse por fin la capilla, la que fue presidida y bendecida por el Obispo auxiliar de la Diócesis de Barcelona, Rvdmo. Sr. D. Carlos Soler Perdigó, que actualmente es Obispo de Gerona.

Manuel Areu, suscriptor de la revista "María Mensajera" y promotor del tema, nos escribe preocupado y nos dice:

"Esperábamos que al construirse la capilla los donativos serían suficientes en cantidad y calidad para sufragar las obras, pero no ha sido así. El dinero que poseíamos sólo alcanzó para hacer los cimientos. Se tuvieron que parar las obras. Supongo que la Providencia actuó y gracias al aval de un devoto de la Virgen, una entidad bancaria nos hizo un préstamo de 15 millones bajo una póliza de crédito a 5 años. Pudimos reanudar las obras, pero no alcanzó. Los gastos superaron en mucho al presupuesto que había hecho el arquitecto. Una vez más la Virgen actuó. La constructora que se había hecho cargo de las obras sufragó el resto que faltaba por hacer y a quien quedamos a adeudar 10 millones más. La capilla pudo inaugurarse el 11 de febrero de 2001, pero los donativos siguen sin llegar. El tiempo ha ido pasando, y estamos a mitad de tiempo de la poliza de crédito. Dentro de dos años y medio hay que devolver los 15 millones o nos exponemos a que nos expropien la capilla y el terreno, y en conciencia no podemos esperar a que la persona que nos avaló los ponga de su bolsillo, suponiendo que los tenga..."

Si alguna persona desea ayudar en el pago de la capilla ya hecha, y que su caridad evite males mayores, puede hacerlo en

Fundación Can Cerdá.
La Caixa - Entidad 2100
Agencia 0822
Control 90
C/c. 0200824961

RESUMEN DE LAS AFIRMACIONES FUNDAMENTALES QUE DIJO LA VIRGEN

El 30 de agosto de 1978 muere la vidente. Antes ya, después de dos años de asistencia ininterrumpida, los días once de cada mes, obedeciendo las indicaciones del prelado de la Diócesis, Pepita dejó de acudir al lugar de las apariciones (al igual que pasó con Amparo Cuevas en Prado Nuevo, las apariciones de El Escorial), pero las personas en línea de fe no faltaban a la cita de la Virgen. Los milagros se multiplicaban. Can Cerdá se salvó, quizá, entre otras razones, por el espíritu de obediencia de la vidente, que ya no volvió a pisar aquel lugar desde que el arzobispo de Barcelona se lo prohibió.

El Padre Gironella, confesor espiritual de la vidente, le dio la orden de redactar por escrito todo lo que la Virgen le manidfestara y ella cumplió fielmente el encargo, como buena hija de la Iglesia. De este escrito transcribimos un resumen de las afirmaciones fundamentales que le dijo la Virgen. Conviene que el suscriptor las lea y medite en su corazón, como si fuesen oro puro, pues son para él y para que él -a su vez- las dé a conocer.

- "Se nos escapan muchas almas porque no pagamos su precio". Esta afirmación la dijo también el padre Pío en varias ocasiones. El precio es el sufrimiento, decía el padre Pío; "la única moneda que hay para venir a Mí y entrar en el cielo", le decía el Señor a Gabriela Bossís.

- "Os amáis con amor desordenado y este amor os ciega, hijos míos, y no os deja conoceros a vosotros mismos: Sois ciegos por culpa del pecado"

- "La más alta y provechosa filosofía se cifra en conocerse a sí mismo por lo que es, por lo que uno es, dando gloria a Dios, o con otras palabras, dando a Dios lo que es de Dios"

- "Hijos míos, hay mucha violencia, pero vendrá una violencia todavía mayor. No podréis salir a la calle, la miseria más espantosa llegaréis a conocerla. Mis hijos sufren mucho, algunos serán perseguidos, otros muertos sin culpa...Yo llevaré sus almas a Mi Divino Hijo y estaré a su lado en la Gloria".

- "No dejar el Santo Rosario, ni la Santa Misa y recibid a mi Divino Hijo con fe y con amor. Propagad esta recomendación".

- "Jesús está en el Sagrario donde os espera y os escuchará. Pedid allí por todo el mundo, por la salvación de los pecadores, también por el Santo Padre".

Y estos puntos de meditación los firma Pepita Pagés.

Es un resumen claro, conciso y breve, como la mayoría de los mensajes verdaderos. Es un extracto dado por persona que no tenía formación algua y que apenas sabía escribir, sin cometer fallos ortográficos de todas clases.

El padre Gironella afirmaba que la última palabra la tenía la Jerarquía de la Iglesia, al igual que el Padre Alfonso Mª en El Escorial, o el Padre Amado en Ezquioga, pero todos sabemos que la Jerarquía es en un principio recelosa y hasta contraria, en su mayor parte, a las revelaciones privadas. La revelación pública terminó con la muerte del último apóstol, ciertamente, pero la verdad de los carismas según San Pedro y San Pablo, exigen estudiarlos todos para quedarnos con lo bueno, pues por la misma vía entra lo bueno y lo malo.

Por otra parte, si rechazamos las revelaciones privadas, tendríamos que rechazar la devoción al Sagrado Corazón, que fue una revelación privada a Santa Margarita María de Alacoque, el rezo del Santo Rosario, la corona de la Misericordia, el rosario de las Santas Llagas..etc..

El padre Gironella termina uno de sus relatos diciendo:

"Mientras la Iglesia no dé su decisión, nada impide que podamos sacar provecho espiritual de unos hechos y de unos escritos que nos parecen impregnados de las características del Espíritu Santo. ¿Por qué no podemos aprovecharnos de aquello que nos trae un beneficio espiritual?... Son muchas las personas que me han expuesto cuántos bienes han recibido para su alma de esta fuente de oración, sacrificio y vida cristianas"

En un posterior número concretaremos algunas otras afirmaciones fundamentales tomadas de sus mensajes.

Para conocer más detalles de estas apariciones o si desear hablar con algún encargado de toda garantía sobre ellas, bien a efectos de dar algún donativo, o comunicar algún milagro, pueden escribir a:

D. Manuel Areu Castellá.
calle Encarnación, 200 2º 2ª.
08025 Barcelona.
Tfno: 93 / 34 72 318 de Manuel Areu

Nov.2002

Regresar a Artículos