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¿La Capilla de San Miguel de Garabandal, sin solicitud de culto, exigía permiso del Obispado para construirla?

Por Francisco Sánchez-Ventura

Contesto a un artículo publicado en Internet, bajo el título de "Monumento a la desobediencia". Se refiere a la pequen a capilla dedicada a San Miguel, que a mi me encargaron en sendos mensajes levantar a mi costa, hasta que como consecuencia de hacerse realidad el Aviso y el Milagro, se construya después, un gran Templo dedicado al referido Arcdigel en los pinos de Garabandal. La prueba de que tan pequeña construcción es provisional está en la circunstancia de que es desmontable y está compuesta a base de materiales nobles. El lugar de emplazamiento fue fijado por la vidente Conchita, presente en el momento de empezar las obras, cuando pensábamos ubicaría en otro terreno que compramos junto a la calleja para tal finalidad.

Como es lógico, y dada la realidad de que siempre iba muy justo de dinero, no me hizo ninguna gracia el encargo de realizar esta inversión, aunque los mensajes recibidos fueron a través de una excepcional vidente, ratificados además por milagros trascendentes. Por ello intenté eludir el compromiso a mi manera, pero no pude, por las contrariedades y "castigos" en cadena que empezaba, providencialmente a vivir .

Así estaba el asunto, cuando el párroco, D. José Olano, se encontró con la pequeña capilla levantada, en cuatro días, en un solar situado junto al camino que sube a los pinos, y me dio, en consecuencia, un oficio del Administrador Apostólico, D.Enrique Cabo, que sucedió a Puchol tras su trágico accidente, oficio en el que me decían que en dicha capilla no se podía rezar ni la más elemental Avemaría, y muy especialmente el Rosario, y que quien se atreviera a desobedecerle tendría que atenerse a "las responsabilidades exigidas por Nos".

Cuando el párroco me dio el oficio de referencia, me calificó de valiente, por haber levantado dicha construcción a espaldas del Obispado, a lo que con toda sinceridad le contesté: "Todo lo contrario, soy un cobarde, pues lo hice porque no quiero que me ocurra como al Obispo de Santander", pues precisamente fin yo la persona encargada por Conchita para bajar al Obispado la advertencia del Arcángel San Miguel sobre las consecuencias que podría sufrir el titular de la Diócesis que no tratara sus manifestaciones con el debido respeto. Este mensaje fue recibido en la madrugada del 2 al 3 de julio del año 1965, cuando acudí a Garabandal, en virtud a una petición hecha por Conchita, tan reiterada como inconscientemente, después de vivir la aparición del 8 de junio; y digo inconscientemente, porque cuando llegué a su casa el día de referencia, la vidente se extrañó muchísimo, afirmando que allí no pasaba nada y que mi visita no tenía razón de ser, y que tampoco era cierto que ella me hubiera citado para nada. A la mañana siguiente, en el momento de despedirme, me dijo que era cierto que tenía que venir, para cumplir el encargo de entregar personalmente al obispo un sobre cerrado para él, lo que tras muchas dificultades, protestas y pérdida de tiempo, encerrado en una pequeña sala de espera del Obispado, no pude hasta ultima hora de la noche cumplir mi cometido. Ignoro si influyó dicho mensaje en la decisión del doctor Beitia Aldázabal, de pedir la dimisión, alegando que se encontraba mal de la vista.

Al Doctor Beitia le sucedió el Obispo Puchol, quien al hacerse cargo de la sede me pidió un informe, como autor del primer libro publicado, sobre las razones en que me fundamentaba para afirmar que los fenómenos vividos tenían un claro origen sobrenatural. El informe se lo mandé, pero no me contestó. Cuando firmó la nota condenatoria contra Garabandal, calificó a esta pequeña capilla, que no creo ocupe una superficie superior a los ocho o diez metros, de un gran templo además que el origen de todo lo vivido se reducía a un simple juego de niñas de pueblo. Firmó la condena y a los pocos días, precisamente en fecha 8 de mayo, día en que la Iglesia conmemora la aparición del Arcángel San Miguel, que fue quien se manifestó para dar el mensaje de advertencia de los peligros que podían correr quienes condenaran aquellos fenómenos sin el debido estudio, regresando de una reunión de obispos celebrada en el Valle de los Caídos, dio el vehículo que conducía, ~ de diez vueltas de campana, salió disparado del coche y quedó muerto en el acto, mientras su acompañante, que nos informa con detalle del caso, y que era el protovisitador diocesano Doctor Arrieva, no se explicaba el haber podido salir del vehículo sin el menor rasguño... Y es que con las cosas de Dios no se puede jugar, y suelen ser con frecuencia incomprensibles.

Con el Excmo. Sr. Obispo, D. Juan Antonio del Val, me entrevisté en dos ocasiones, concretamente en el último año de su ejercicio en el cargo como titular, y le pedí permiso para trasladar la capilla de San Miguel, dada la circunstancia de ser desmontable, a Sabiñánigo (Huesca), pero me contestó con estas palabras que juro ante Dios, solemnemente, que son ciertas: "No puedo autorizar la capilla, porque llevaría inherente la aprobación de unas apariciones, cuando hemos tomado el acuerdo todos los Obispos españoles de no reconocer ninguna, pero le ruego que no se la lleve, porque me consta que está haciendo mucho bien..."

Cierto que no pedí permiso a la jerarquía para levantar aquel pequeño templete calificado por el Sr.Puchol de gran templo, porque entiendo que en cualquier terreno particular se puede levantar un altar o oratorio dedicado a cualquier santo que figura en el santoral, y el Arcángel San Miguel figura Diferente hubiera sido si mi intención hubiese sido la de celebrar cultos, aunque me consta que los garabandalistas que suben y celebran la Santa Misa con frecuencia cuentan con todos los permisos y autorizaciones pertinentes. y en cualquier caso ya no es responsabilidad mía ni culpa del que se gastó bastante dinero con el exclusivo objeto de obedecer a la Viren, realizando a tal efecto una capilla en un jardín o finca particular y en honor de un arcángel de la Iglesia Católica.

Por eso entiendo que calificar el Obispo Puchol de gran templo la capilla a San Miguel, es tanto como calificar la bañera de una casa particular de excepcional piscina olímpica.

Todo lo resumido lo expongo con detalle en la nueva edición del libro a punto de poder ofrecer a nuestros clientes, que en principio pienso titular así: "El misterio de Garabandal a punto de aclararse', título acompañado de dos frases complementarias que dirán: "Las videntes eran autenticas" y "Los acontecimientos anunciados se precipitan".

Las diferentes notas condenatorias y a la vez contradictorias entre si, de los diferentes obispos. que a un ritmo de un alio y cinco meses de promedio. al frente de la Diócesis, se sucedieron en nueve años, justifica, unido al proceder inamisible de no admitir en el proceso de investigación de tan trascendental caso, a ninguna persona dispuesta a dejar constancia de una afirmación a favor de las apariciones, ha justificado plenamente que se retrase en el tiempo la llegada del Aviso y el Milagro, que sin embargo. intuirnos y creemos tener pruebas para demostrar2 que están a punto de llegar, pues lo que la Virgen promete se cumple siempre. En el libro lo intentamos demostrar plenamente.

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