muñeca diabolica fabrica negra /backgiound=red
Nunca olvidaré como una muñeca pudo cambiar tanto mi vida. Era la muñeca de mi hermana menor. Ya había olvidado todo hasta
hace unos días que me empezaron a suceder cosas extrañas.
Fui a mi sótano para buscar mi diario en el cual escribía de niño todo lo que me pasaba:
“Hoy le trajeron a mi hermana, una muñeca del tamaño de una niña de 2 años de edad. A mí me dio miedo no sé porqué, pero a todos
les encantaba”, fue lo primero que leí cuando abrí el diario.
Esas palabras me trajeron a la mente todos los recuerdos terroríficos que había olvidado. Qué desgracia volver a recordar todo.
Seguí leyendo el diario: El día de hoy, mi hermana trajo la muñeca a la mesa en donde desayunábamos. Todos reíamos porque estábamos recordando el paseo
a la playa hace un mes. Fue divertido ir a la playa y jugar a quien hacía el mejor castillo de arena. Pero me di cuenta que la muñeca
me miraba fijamente. Entonces paré de reír y me la quedé mirando. La piel se me puso como de gallina. Pero pensé que tal vez era
cosa y seguí riendo con mi familia. Luego del desayuno mi hermana me pidió que le trajera por favor su muñeca que había dejado en la mesa de desayuno. Entonces fui porque mi hermana se estaba bañando. Regresé a la mesa y no encontré a la muñeca. Volví a preguntarle a mi hermana si es que estaba segura de que había dejado la muñeca en el comedor y ella me dijo que sí estaba segura. Entonces volví y esta vez sí encontré a la muñeca. Me asustó mucho esto porque en la casa solo estábamos mi hermana y yo ya que mis padres se habían ido de compras. No podría dejar de pensar en lo que había ocurrido. Ese día durante la noche, no podía dormir. Así que bajé a la cocina a tomar un vaso de leche. Tenía miedo caminar por la casa de noche pero me ganaba la sed que tenía. No vi a la muñeca ni nada, menos mal. Al regresar a mi cama, iba a apagar la luz, pero ¡Oh, Nooo! se me apareció la muñeca. Me estaba sonriendo de una forma muy malévola y yo quedé paralizado sin saber qué hacer. muñeca diabolica de mi hermana La muñeca se me tiró encima mío y empezó a morderme e hincarme con sus cachos. Me estaba lastimando mucho y empecé a sangrar. Pero mi instinto de supervivencia hizo que me defienda con todas mis fuerzas. Tomé mi sábana y empecé a ahorcar a la muñeca. Pero me di cuenta que no le hacía nada (lo que me hizo pensar que no tenía vida y que estaba poseída por algún demonio). Entonces tomé una botella de vino que tenía debajo de mi cama y empecé a darle con él a la muñeca. La botella se rompió y la muñeca terminó bañada en alcohol. Entonces empecé a buscar en mi cajón de noche y cerca a mis cigarrillos encontré un encendedor. Aproveché y la prendí en llamas. La muñeca seguía moviéndose como loca y tuve que tirarla por la ventana. Mi pared era roja y al ver que tenía sangre en mi cuerpo, parecía que mi cuarto estuviera bañado de mi sangre. Me desmayé por la fatiga y el susto. Pensé que me estaba muriendo. Al día siguiente me desperté en mi cama con mis padres y el médico. Estaba recuperándome pero había un detalle: Mi hermana no estaba. Cuando le pregunté a mi mamá en dónde estaba mi hermana, ella me dijo que estaba en la escuela. Entonces me quedé más tranquilo. Pero mi mamá me dijo que mi hermana se había llevado a la muñeca a la escuela. Noooo!!!!!!! Entonces les conté a mis padres lo que había sucedido el día de ayer. Pero no me creyeron. ¡Ya tenía 15 años y no me creían! Entonces lo mejor que se me ocurrió para salvar a mi hermana fue decirles que me dejaran descansar, que estaba agotado por el accidente del día anterior (ellos pensaban que lo que me había ocurrido solo era un tonto accidente). Apenas cerraron la puerta de mi cuarto, me alisté y salí por la ventana a buscar a mi hermana a su colegio. Estaba malherido por la lucha con la muñeca el día anterior, pero traté de correr lo más rápido que pude. Hablé con la profesora y le dije que quería un minuto a solas con mi hermana. Pero sentí un nudo en la garganta cuando me dijo que ella había salido temprano a casa porque la había ido a buscar su abuela. ¡¡¡Si todos mis abuelos habían muerto hace años!!!! No sabía qué hacer; salí desesperado y casi me atropella un auto. No llamé a la policía porque no me iban a creer y sería inútil. Me puse a pensar en donde podría estar mi hermana. Dios mío, ¡¡¡mi hermana estaba con una muñeca diabólica y una anciana que decía ser nuestra abuela!!! ¡¿De dónde salió esa anciana?! Me acordé que la muñeca había sido quemada por mí el día anterior, así que pensé que podría estar derramando cenizas (me parecía raro que mi hermana no se haya dado cuenta que la muñeca estaba quemada y se la haya llevado a la escuela así, salvo que mi hermana me haya estado ocultando algo). Entonces empecé a buscar desesperadamente algún indicio de la muñeca en el suelo. Después de 5 minutos, encontré un pedazo de plástico, era un dedo del pie de la muñeca. Me sentí asqueado de tocar eso pero al mismo tiempo me di cuenta que podía encontrar a mi hermana. La muñeca estaba herida, posiblemente muy furiosa y temía que le fuera a hacer daño a mi hermanita. No sabía qué hacer. Regresé a mi casa y no había nadie. Fui al cuarto de mi hermana para ver si es que podría encontrar algo. En su closet encontré una nota arrugada: “Lo siento, no pude más. La muñeca está intentando poseerme. Está por abrir el closet. Ella está quemada y muy furiosa. Ya no puedo contenerla más. Si alguien encuentra esta nota es porque la muñeca ahora está en mi cuerpo y probablemente ahora yo sea la muñeca o tal vez ya esté muerta.” Parecía una historia de terror. Me estaba volviendo loco. Mi vida se había convertido en una de esas leyendas urbanas que supuestamente te ocurren a ti cuando no compartes en Facebook la historia. No puedo creerlo. Ya que un amigo de Facebook me había pegado algo en mi muro diciendo que si yo no lo compartía, mi vida sería un infierno. ¿Sería eso lo que estaba ocasionando todo? Escuché un sonido que venía del primer piso… Bajé las escaleras despacio con mi bate de béisbol. Ya eran las 7 de la noche y empezaba a oscurecer. En eso volteo y era una anciana que estaba histérica. Yo caí hacia atrás de la impresión.