Los institutos de sociolingüística al
servicio de las administraciones
Miquel Strubell i Trueta
Director adjunto
de los Estudios de Humanidades y Filología, Universitat Oberta de Catalunya
y
ex-director de
l’Institut de Sociolingüística Catalana, Generalitat de Catalunya
Gasteiz, noviembre del
2000
La política en tanto que
actividad ejercida por el poder (institucional o popular) persigue unos
objetivos, normalmente –aunque no siempre- explicitados. A lo largo de esta
ponencia mi intención es ejemplificar diferentes formas de determinar los
objetivos, las medidas y el seguimiento y evaluación científicos de las
políticas lingüísticas de diferentes países plurilingües. Este ejercicio es
importante, y los hacemos todos los participantes en este congreso. Sin
embargo, y a pesar del título de mi exposición, no he puesto como condición, en
esta elección, que haya un organismo e investigación
sociolingüística,
lo que hubiera restringido considerablemente las alternativas. Así, me referiré
sobretodo a cinco casos concretos.
Pero
antes, en esta introducción quisiera plantear unas afirmaciones iniciales.
Si la política es el arte de lo posible (y
volveremos al final a esta afirmación), tiene que partir de la realidad. Por lo
tanto, conocer esta realidad es una condición necesaria para que una política
–añado, democrática- pueda tener opciones reales de realizarse.
Esta base en la realidad debe influir tanto en
los objetivos
–para que no supongan una transformación inasumible para la sociedad- como en
los métodos
o contenidos
–el conocimiento de la realidad hace más fácil la elección entre estimular y
obligar, por ejemplo, o entre desgravar y establecer cuotas de oferta. Son
ejemplos para ilustrar la gama de opciones de una política lingüística.
Hay, claro está, muchos métodos para obtener datos sobre
la realidad, que van de más objetivos a más sujetivos. En el campo del contacto
de lenguas existen muchos mitos sobre el uso lingüístico, y aún más entorno de
las causas o razones de la elección lingüística por parte de las personas
plurilingües. Desde el poder se ha trabajado –y bien- para que los hablantes de
lenguas subordinadas al pasar a la lengua dominante, en situaciones de contacto
interetnolingüístico donde el interlocutor entiende, por lo menos, dicha
lengua, lo racionalicen como una “deferencia” o un acto de “cortesía”. Pero la
verdad es que en muchas situaciones de la vida cotidiana el contacto entre un bilingüe
y n hablante de la lengua dominante (e incluso, el que ocupa un lugar
jerárquicamente superior, y asociado con la lengua dominante) está sujeto a
unas normas sociales muy claramente definidas y
cuya trasgresión lleva pareja la sanción social. La elección responde a
fenómenos muchos menos cordiales, y menos concientes, que la “deferencia” o la
“cortesía”!
A veces los datos necesarios no son
propiamente sociolingüísticos, y la fuente, menos todavía; pero no por esto
serán necesariamente más o menos cercanos a la realidad. Hace unos años hice un
estudio de los catalanes, vascos, valencianos, gallegos y asturianos residentes
en Madrid[1];
y al preguntar por el número de paisanos, en cada centro regional me
multiplicaron la cifra censada por un factor de 4 o 5 (menos el valenciano, que
citó el censo, aunque erróneamente: sólo exageró en un 50%). Existe una opinión
generalizada tanto dentro como fuera de Cataluña, de que viven en Madrid
100.000 catalanes. No por el hecho de haber un mayor consenso al respecto, la
cifra refleja mejor la realidad.
Por lo tanto, la tarea del política deseoso
de cambiar la realidad social de una lengua es conocerla más allá del
anecdotario particular o colectivo. Si esta conclusión es válida para cualquier
área de gobierno, es más importante en la política lingüística, donde los
efectos de las políticas lingüísticas pasadas han perdurado, donde las inercias
son muy fuertes, y donde por tanto los obstáculos que tienden a frenar el
cambio pueden ser más inamovibles.
No acabemos esta
sección, sin embargo, sin referirnos a un caso opuesto. No todo es de color de
rosa. En Bélgica durante muchos años se hizo un censo lingüístico
periódicamente, con el fin de fijar en qué municipios sería oficial el
neerlandès y en qué lo sería el francés. Tenía importancia sobretodo en dos
lugares: a lo largo de la frontera lingüística entre Flandes y la Bélgica
francófona; y en los alrededores de la ciudad de Bruselas. En los años 30 se
legisló para que, entre otras cosas, el régimen lingüístico oficial de cada
municipio fronterizo no la decidiera el propio municipio sino que se ligó a los
resultados del censo lingüístico. De hecho (tal como nos lo recuerda Vila i
Moreno 1999[2])
esto convirtió los datos de cada censo en un tema politizado, lo que generó acusaciones
de manipulación y fraude que hicieron que, finalmente, se suprimieran las
preguntas lingüísticas del censo belga y, si no me equivoco, de las encuestas
en general.
Como veremos más
adelante, hay múltiples ejemplos que demuestran como la investigación
sociolingüística ha contribuñído sobremanera a definir las líneas principales
de una política lingüística. Sin embargo, antes de entrar en ello, comentaremos
como tambien puede servir para que la opinión pública –la cual, no lo
olvidemos, fácilmente se convierte en votos para una u otra opción política, lo
que explica porqué los políticos suelen ser muy sensibles a ella, lo confiesen
o no- respalde según qué decisiones. Así, el paso fundamental para la sociedad
quebequesa, de legislar sobre la administración, los medios públicos de
comunicaicón y la educación, a legislar en 1977 sobre la lengua en el mundo del
trabajo y el comercio, no se hizo hasta después de una intensa y laboriosa
investigación encargada por el gobierno a Robert Gendron. En el momento del
encargo, la necesidad de intervenir en el único –pero mastodóntico- ámbito
donde el francés no predominaba seguramente era sentida por el gobierno. Sin
embargo, com la elaboración, publicación y difusión del voluminoso trabajo, que
recogía los resultados de diferentes estudios de campo, amdeás de un gran
número de opininoes de personas con cargos de gran responsabilidad en el
ámbito, el público mayoritariamente acogió de buen grado la llamada “Carta de
la Lengua Francesa”, ley tan fundamental que hoy, al cabo de 23 años, no ha
sido sustituído por otra. Únicamente ha recibido algunos enmiendas, en general
de índole menor (y sobretodo en los primeros años, críticas por parte de un
sector de los anglófonos de la provincia).
Hay otro sentido
en la afirmación que “la investigación sociolingüística puede legitimar una
política lingüística”. Con el procedimiento del “pre-test - post-test” se puede
medir el grado de uso de la lengua en un sector objeto de una acción de
política lingüística, antes de iniciar la acción, y posteriormente. Tiene un
gran valor social y político el que después de una acción determinada, haya un
gran cambio en el indicador objeto de dicha acción. Un resultado favorable
puede indicar el éxito de una medida, aunque no siempre es así: la mejoría
puede deberse a otros factores. De la misma forma, un resultado de
estancamiento tiene de entrada una lectura negativa: la medida no ha servido
para nada. Pero puede ser que sin la medida la situación se hubiese degradado.
En definitiva, se puede hablar del éxito de una medida únicamente cuando se han
controlado las demás variables que pueden intervenir: una situación que en las
ciencias humanas y sociales difícilmente se porduce de forma completa, aunque a
menudo las posibles influencias son escasas a causa de un relativo equilibrio
ambiental.
Pero todo hay
que decirlo: en general, para la clase política (y la periodística también)
estas matizaciones no tienen eco, en el caso de un aumento del valor. Es
solamente en el caso que no haya cambio, que se buscan las razones...
Antes hemos
afirmado que (a) la investigación sociolingüística es necesaria para conocer la
realidad más y que (b) la investigación sociolingüística puede legitimar una
política lingüística. Pero además, hay que considerar que la investigación
sociolingüística es necesaria para el mismo diseño de una política lingüística.
Lo es para elegir los ámbitos de actuación. Lo lógico es priorizar los ámbitos
según la conjuminación de varios criterios:
1.
Se darà preferencia a los ámbitos
donde el nivel de uso de la lengua es más alejado de lo que se consideraría un
nivel “normal”.
2.
Se primarán los ámbitos donde el
efecto multiplicador de un aumento del uso de la llengua será mayor.
3.
Se destacarán los ámbitos en qué haya
más probabilidad de una óptima relación inversión-resultado.
Es poco probable
que coincidan los tres factores en un único sector, y normalmente será
necesaria una decisión política al respecto. Pero una vez tomada, habrá que
conocer a fondo el sector elegido, para poder determinar (a) los objetivos de
la acción y (b) las medidas concretas para conseguirlos.
Los censos
lingüísticos – que no dejan de ser instrumentos de medida sociolingüísticos-
también tienen conscuencias importantes en Finlandia. Nos hemos referido antes
al cas curioso de Bélgica. En este país, creado como Estado independiente en el
siglo XX, y dejando de lado por el momento el sami, o lapón, hay dos lenguas
oficiales a nivel de Estado: el finés y el sueco. Las dos tienen el mismo
estatus a nivel de todos los órganos de la administración central, aunque la
proporción de hablantes del sueco no llega hoy por hoy al 10%[3].
El censo tiene efectos prácticos porque decide el régimen de oficialidad local.
Cuando en un municipio hay una minoría lingüística que supera el 8% de la
población (menos en los municipios muy pequeños) la lengua de la minoría pasa a
ser oficial al lado de la lengua de la mayoría[4].
Así, hay municipios –la mayor parte- donde el finés es oficial, un pequeño
número de municipios concentrados en la costa del Mar Báltico donde el sueco es
oficial, y un número mayor de municipios donde las dos lenguas nacionales son
oficiales.
Finalmente,
habría que extender el significado del término “investigación sociolingüística”
para incluir otros trabajos necesarios para una política lingüística exitosa.
Así, por ejemplo, hay todo el tema de la evaluación
de las políticas lingüísticas, que merece una atención aparte. En Cataluña
dicha evaluación es supervisada por el Consell
Social de la Llengua Catalana[5],
organismo creado el 1991 por la Generalitat de Catalunya, con miembros tanto de
dentro como de fuera de la administración, y con cierto número de
sociolingüistas. Más técnico aún es la evaluación del rendimiento de las
acciones de política lingüística desde un punto de vista económico, y en este
terreno es fascinante la tarea de François Grin[6],
que ha aplicado un método a diferentes acciones de política lingüística en el País de Gales, Irlanda y el País Vasco.
En esta sección vamos a estudiar en algún detalle diferente casos de
relación entre la investigación sociolingüística y la política lingüística.
Concretamente nos referiremos a los casos siguientes: Irlanda, Quebec, Gales,
la lengua catalana, y los países bálticos.
Como se sabe, la suerte del irlandés como lengua viva es posible que se
jugara en el momento de conseguir la independencia de la mayor parte de la
isla, la “Irish Free State”, en 1922. Incluso hay quien matizaría más el tema,
diciendo que los perdedores de la guerra civil que siguió el establecimiento
del estado libre hubieron quizá tenido más éxito en la recuperación del
irlandés. Sea como fuere, es indudable que a lo largo del siglo XVIII las comunidades
de lengua irlandesa se fueron desapareciendo, pero que a partir de 1922 el nuevo estado irlandés inició una estrategia amplia
con el fin de recuperar el irlandés como una lengua nacional, y lo cierto es
que sigui hablándose un determinadas zonas, además de ser conocido por una
proporción considerable de la población total.
La política
lingüística no se apoyó, que sepa, en estudios científicos hasta 1972. Des esta
fecha el organismo responsable de la política lingüística es Bord na
Gaeilge, cuya función principal es la promoción de la lengua irlandesa
como medio de comunicación cotidiano. El Bord recibe una subvención anual del
Ministerio de Cultura, Patrimonio, el Gaeltacht y las Islas “Department of
Arts, Heritage, Gaeltacht and the Islands”, que ascendió en 1998 a £2.96m (unas
600 MPTA).
El Bord incluye
en las bases de su actuación desde 1972 los resultados un estudio de actitudes
lingüísticas que realiza un organismo independiente de investigación, el Institiuid Teangeolaiochta Eireann, o Institute of Linguistics of
Ireland. ITÉ fue fundado en 1972 como centro de investigación para la política
lingüística estatal, parecido en estructura a centros parecidos dedicados a las
políticas económicas, sociales, educativas y tecnológicas. Se dedica
principalment a realizar servicios de investigación y de asesoramiento a todas
las organizaciones involucradas en temas lingüísticos. Aunque lógicamente el
Instituto tiene una responsibilidad particular en el caso del irlandés, y
conduce investigaciones sobre el papel de esta lengua en el sistema educativo y
además sobre los usos lingüísticos cotidianos de la población. Además, el
Instituto se ocupa de las otras lenguas enseñadas en las escuelas de Irlanda –
el inglés, el francès, el alemán, el italiano y el español.
Este Instituto
tiene un departamento de investigación sociolingüística cuyo actividad más
relevante ha sido el diseño, realización y análisis de las encuestas nacionales
de 1983 y 1993.
De hecho fue en
1973 que se encargó el primer estudio decenal, a otro organismo: el “Committee
on Irish Language Attitudes Research”. Dichas encuestas han sido muy parecidos
en diesño y realización, y seuelen ser consideradas una serie. Estudian en
detalles la competencia de la población en irlandés, les actitudes hacia la
lengua y el uso del irlandés.
El instituto
tiene publicaciones interesantes sobre la evolución del irlandés y sobre los
resultados de sucesivos estudios. Así, Ó Gliasáin ha estudiado la validez y
utilidad de la pregunta lingüística en el Censo, desde su introducción en 1851
(1996?)[7].
En otro estudio longitudinal, Pádraig Ó Riagáin[8]
(1997) ha estudiado la relación entre política lingüística y reproducción
social en Irlanda, entre 1893 y 1993. Dicho libro analiza a fondo las
tendencias identificadas en las dos encuestas lingüísticas nacionales de 1983 y
1993.
The data suggest that over the period, two processes of language change were operating: "the language strategy had failed to maintain Irish in the indigenous Irish-speaking areas, and although it had increased the ratios of Irish speakers in other areas, this had not led to the general re-establishment of Irish as a community or home language". (O Riágain & Tovey)[9]
Otro importante
estudio es de Tina Hickey[10]
(2000) sobre los resultados del número rápidamente creciente de centros de
preescolar (naíonra) que utilizan
métodos de inmersión precoz en irlandés. Muestra los muy significativos avances
que se obtienen en el dominio del irlandés, que conducen a un mayor uso del
irlandés en sus domicilios, donde los padres se esfuerzan a ayudarles a
adquirir la lengua. El libro contiene muchas recomendaciones para orientar el
futuro desarrollo de este tipo de centros.
En el contexto
de los acuerdos entre los gobiernos de Irlanda y el Reino Unido, llamados de
Viernes Santo, de 1999, el artículo 2 del acuerdo establecía (y el 2 de
diciembre del mismo año se realizaba) la creación de un organismo oficial, Foras Teanga, que sustituye Bord na
Gaeilge e incorpora su personal, sus activos y sus obligaciones. Este organismo
se dedicará a la promoción del lenguaje irlandés, incluyendo entre sus
funciones la siguiente:
facilitating and encouraging its use in speech and writing in public and private life in the South and, in the context of part three of the European Charter for Regional or Minority Languages, in Northern Ireland where there is appropriate demand[11];
No cabrá esperar
grandes cambios en la relación entre las administraciones y los organismos de
investigación. Hasta ahora, los informes de Institiuid
Teangeolaiochta Eireann han sido tenidos muy en cuenta por parte de
los dirigentes políticos. Los informes públicos derivados de la encuesta
decenal han reflejado la necesidad de apuntalar al Gaeltacht (su misma creación
fue resultado de uno de los informes), al mismo tiempo que la de crear espacios
sociales urbanos donde el conocimiento del irlandés sea útil y, en tercer
lugar, han revelado un estado de opinión pública favorable a la suavización de
la exigibilidad del dominio del irlandés para acceder a la función pública o a
una plaza universitaria, aunque comprometida sentimentalmente para con el
futuro de la lengua y positiva hacia su promoción. Así, el año pasado (1999),
se dejó sin efecto el requisito a todos los profesores de enseñanza media de
acreditar un determinado nivel de irlandés para poder cobrar el sueldo íntegro.
Al ser un
organismo independiente de la administración, aunque financiado por ella, tiene
un grado más grande de libertad a la hora de exponer las conclusiones de sus
estudios. Ahora bien, últimamente se especula en que el Instituto, o por lo
menos su departamento de investigacion sociolingüística, podría dejar de
percibir financiación del Estado, lo que seguramente forzaría su clausura.
La llamada
“revolución tranquila” del Quebec, iniciada en los años sesenta, describe el
proceso de reconstrucción de una identidad francesa de la población francófona
de Quebec, que pasa a la industrialización de manos de los anglófonos, cuya
lengua se extiende rápidamente por la provincia, anteriormente en la mayor
parte del territorio, de población francófona monolingüe. El gobierno de la época
emprende un reforzamiento jurídico del francés, mediante iniciativas
parlamentarias, a la vez que el parlamento encarga a una comisión, presidida
por Gendron, un profundo estudio sociolingüístico sobre la situación y sus
recomendaciones.
La comisión
Gendron publica los resultados de su estudio en tres importantes volúmenes[12]
que tratan de la lengua del mundo laboral, de los derechos lingüísticos y de
los derechos étnicos. Su conclusión principal es que si la integración
económica de Quebec no se hace en francés, esta lengua será progresivamente
marginada y se acelerarán los procesos de sustitución lingüística, procesos
estudiados a fondo por especialistas quebequeses en base a los datos censales.
Los censos muestran como en todo el resto de Canadá, la decadencia del francés
es rápida; únicamente en Quebec se puede aforar que hay una cierta integración
lingüística de los no-francófonos. Pero entre los inmigrantes llegados a Quebec
–la población lingüísticamente más móvil- los estudios demuestran que la gran mayoría
aprende el inglés y no el francés.
Grâce au rapport Gendron, publié en 1972, le gouvernement avait à sa disposition les éléments d'analyse et de réflexion nécessaires pour satisfaire la majorité et faire taire les milieux indépendantistes sans s'aliéner la minorité anglophone. Les 15 000 pages dactylographiées des travaux de la Commission ont été résumées dans un volumineux rapport de trois tomes: Livre premier, La langue de travail (379 pages); Livre deux, Les droits linguistiques (474 pages); Livre trois, Les groupes ethniques (570 pages). Les recherches effectuées par la Commission Gendron confirmaient ce que tout le monde savait déjà: la prépondérance de l'anglais dans les communications administratives et techniques des travailleurs, dans les communications verbales et dans les exigences linguistiques du marché du travail. Au terme d'une description très détaillée de la question, le rapport concluait ainsi:
“Il ressort que si le français n'est pas en voie de disparition chez les francophones, ce n'est pas non plus la langue prédominante sur le marché du travail québécois. Le français n'apparaît utile qu'aux francophones. Au Québec même, c'est somme toute une langue marginale, puisque les non-francophones en ont fort peu besoin, et que bon nombre de francophones, dans les tâches importantes, utilisent autant, et parfois plus l'anglais que leur langue maternelle. Et cela, bien que les francophones, au Québec, soient fortement majoritaires, tant dans la main-d'œuvre que dans la population totale.”[13]
En 1973, el
reelegido gobierno liberal de Quebec, con Richard Boursassa a su cabeza, toma
nota de varias de las recomendaciones del informe, relativas al uso del francés
en la la administración pública, en el mundo laboral y económico. El ambiente
es crispado: el informe Gendron ha hecho impacto, como también lo han hecho los
datos del censo de 1971, que confirman el temido retroceso del francés en
Quebec. El subsiguiente Loi sur la langue officielle (loi 22, de julio de 1974)
es el primer intento serio de establecer una política lingüística
globalizadora, y convierte el francés en única lengua oficial. Sin embargo, no
ataca de raiz la problemática, quedándose a mitad de camino.
No será hasta la
llegada al poder de los nacionalistas (Parti québécois) en las elecciones del
15 de noviembre de 1976 que el gobierno decide tomar el toro por los cuernos,
incorporando buena parte de las recomendaciones del informe Gendron en lo que
se llamaría (y sigue llamándose) la Charte de la langue française
(Carta de la Lengua Francesa o loi 101, de 1977).
Los estudios
posteriores han demostrado la efectividad sociolingüística de muchos aspectos
de la ley, sobretodo de la decisión de hacer obligatoria la asistencia a la escuela
francesa a los hijos de la familias inmigrantes (los llamados allophones), ya que los estudios
censales posteriores, de 1981 y sobretodo de 1991, indican un claro progreso en
este segmento de la población en lo que se refiere a su incorporación a la lengua
francesa.
Muchos de estos
estudios emanen de la universidad, pero otros son fruto de la actividad de un
organismo oficial, el Conseil de la
langue française:
Le Conseil donne son avis au ministre sur les
questions que celui-ci lui soumet; il le saisit aussi des questions qui
appellent l'action ou l'attention du gouvernement. Pour étayer ses prises de
position, il surveille l'évolution de la situation linguistique au Québec
quant à l'usage de la langue et à sa qualité. [...] Ainsi, le Conseil de la
langue française mène des études dans les domaines d'intervention de la
politique publique. La langue de travail, de l'enseignement, de l'intégration
des immigrants, de l'informatique et des nouvelles technologies, de
l'Administration publique, des services, de l'affichage, de l'information
scientifique et technique, ainsi que l'évolution démographique et la qualité de
la langue constituent, notamment, autant de thèmes d'observation et de
réflexion sur l'aménagement
linguistique au Québec.[14]
Vemos, por lo tanto,
como en Quebec la tradición de pragmatismo norteamericano se ha unido a la
voluntad de conservar la identidad de un pueblo, gracias a la estrecha relación
entre los resultados de la investigación y las decisiones políticas.
Hay que tener en cuenta
que el gobierno federal tiene una política bilingüista envidiable en muchos
aspectos y, por ejemplo, pone a disposición los datos del censo en lo que se
refiere a la lengua materna, la lengua usada en casa, y el dominio de las
lenguas oficiales, lo cual da un corpus estadístico de gran utilidad para la
planificación lingüística[15]. Entre
otros especialistas, es destacable la tarea de Charles Castonguay[16] en la
explotación a fondo de dichos datos y el estudio de las tendencias que se
detectan. No hay que menospreciar la importancia de las tendencias para sensibilizar,
en el pasado y sobretodo en los años 60 y 70, tanto el gran público como los
políticos y los líderes de opinión francófonos. Entre otros hallazgos, hay que
destacar la enorme diferencia en la vitalidad de la lengua francesa en Quebec,
y su decadencia incluso rápida en casi todo el resto del Canadá (Bastardas
1999)[17].
No quiero terminar el
apartado sobre Quebec sin hacer mención de una institución importante, el Centre international de recherche en aménagement linguistique[18],
situado en la Université Laval.
Depuis
sa création en 1991, le Centre international de recherche en aménagement
linguistique (CIRAL), autrefois connu sous le nom de Centre international de
recherche sur le bilinguisme, s'intéresse au domaine de l'aménagement
linguistique, tout particulièrement à l'étude des situations linguistiques et
des phénomènes de contacts interlinguistiques à l'échelle nationale et
internationale[19].
El CIRAL lleva a cabo
investigaciones en este campo, en varias direcciones: (a) en los fundamentos de
la planificación lingüística, (b) sobre políticas lingüísticas y derecho
lingüístico, y (c) la planificación lingüística en Canadá. No depende del
gobierno, ni se trata estrictamente de un instituto de sociolingüística; pero
su contribución al conocimiento de la realidad sociolingüística canadiense y
quebequesa ha sido notable.
El País de Gales
comparte con Irlanda el hecho de que su lengua esté amenazada por la misma
lengua inglesa. Pero hay grandes diferencias, favorables en algunos casos a los
irlandeses y a veces al revés. Así, el hecho de conseguir la independencia por
lo menos les permitió diseñar una política sin condicionantes constitucionales
impuestas. En Gales, el marco jurídico básico es, por el contrario, el
británico. En cambio, la proporción de la población que utilizaba de forma
cotidiana el idioma en cuestión, a la hora de diseñar una política lingüística,
fue claramente favorable a los galeses.
En Gales no
existe un centro de investigación equivalente al ITÉ irlandés. Sin embargo, hay
desde hace algunos años un órgano oficial de promoción de la lengua galesa, el Bwrdd
yr Iaith Gymraeg[20]. Este
organismo fue creado en diciembre de 1993 por una ley del Parlamento Británico
del mismo año[21], al no
haberse producido todavía la “devolution”, es decir, el retorno a los galeses
de una parte de su soberanía, o capacidad de decisión sobre su propio destino.
Dicha ley de 1993 tiene, en síntesis, tres puntos clave: establece la
obligación, por parte del sector público, de tratar al galés y al inglés en pie
de igualdad, en el momento de ofrecer servicios al público en el País de Gales;
da a los hablantes del galés un derecho absoluto de parlar el galés en los tribunales; y crea el Bwrdd,
con la misión de supervisar el cumplimiento de estos compromisos y de promover
y facilitar el uso del galés. El Bwrdd, incluso antes de pasar a ser un organismo oficial,
contribuyó decisivamente a crear un estado de opinión favorable a la mejoría
del marco legal para el galés[22].
Su función principal es la de promover y facilitar el uso del idioma
galés. A finales de 1999 tenía nueve
miembros, nombrados por el secretario de Estado para Gales, y una plantilla de
28 personas. Gracias a la ley equivalente al Estatuto de Autonomía[23],
el Bwrdd dejó de depender de la
Welsh Office, organismo del gobierno central equivalente a una Delegación del
Gobierno, y pasó a depender de la Asamblea Nacional[24].
Lo que nos
interesa de la actividad del Bwrdd es sin duda el procedimiento que utiliza
para diseñar sus líneas estratégicas.
Por una parte,
se somete cualquier proyecto estratégico a un amplio proceso de consultación
con organizaciones intersadas en la lengua galesa, antes de su aprobación, una
vez enmendado. Así se hizo con el importante documento “A Strategy for the
Welsh Language”, aprobado en diciembre de 1996 y vigente todavía. Refleja, así,
un claro consenso sobre el camino a seguir, en los años hasta la publicacion
del censo lingüístico de 2011.
El objectivo
principal de la estrategia es ‘facilitar que la lengua galesa llegue a autoreproduirse
y segura como medio de comunicación en Gales’[25].
Para perseguir este objetivo se pretende responder a los cuatro gran retos que,
a criterio del Bwrdd, tiene delante suyo la lengua galesa:
1.
incrementar el número de personas
capaces de expresarse en galés
2.
proporcionar oportunidades para el uso
de la lengua
3.
cambiar los hábitos de uso
lingüístico, and estimular la gente a aprovecharse de las oportunidades
ofrecidas; y
4.
fortalecer el galés como lengua dentro
del contexto social
El Bwrdd ha sido
sensible a la opinión de la población desde sus inicios. Encargó a la empresa
NOP un estudio de actitudes lingüísticas en Gales, (realizada en 1995 y
publicada en 1996), y el resultado fue que una mayoría abrumadora creía que la
lengua era motivo de orgullo y aprobaba su uso.
El Bwrdd encargó
a Beaufort Research otra encuesta, en 2000, sobre la situación del galés al
inicio del milenio[26].
En conclusión,
vemos como el Bwrdd no tiene un instituto propio, ni siquiera tiene un acuerdo
a largo plazo como lo ha tenido hasta el momento el Bord na Gaeilge com ITÉ. En
cambio, concede gran importancia a la investigación sociolingüística.
Uno de los
padres de lo que llamamos la “sociolingüística catalana” es, sin lugar a dudas,
Lluís Vicent Aracil. Estudioso tan brillante como heterodoxo y, para algunos
(¿para qué negarlo?) incómodo, Aracil ha hecho aportaciones a la disciplina que
a veces han tardado años en ser comprendidas. Otras no han pasado de
propuestas, como es el caso de su “Projecte per a una institució per a l’ús del
català” (Aracil 1982)[27].
Su propuesta fue presentada al Grup Català de Sociolingüística en noviembre de
1976, en un momento excelente: los trabajos del Congrés de Cultura Catalana.
Aracil propone
un organismo que actuarà en la totalitat
(las palabras y cursiva son suyas) del ámbito lingüístico catalán, y no en una
de sus regiones. Tendrá personalidad jurídica propia, y negociará con las
autoridades sus relaciones jurídicas, funcionales y financieras.
Sus funciones
serían siete, principalmente: clarificadora, orientadora, supervisora,
coordinadora, informativa, promotora y organizadora. Las funciones quinta y
sexta son de especial interés para nuestra temática:
Informativa i consultiva, en respecte a demandes específiques. Naturalment, la Institució deurà aplegar totes les dades sociolingüístiques pertinents i accessibles.
Promotora i/o realitzadora, no sempre de iniciativa pròpia, de projectes concrets, com ara exploracions i indagacions especialitzades (enquestes, recerques documentals, elaboració teòrica i terminològica, etc.)(Aracil 1982: 227-228)
Parecerá decepcionante comprobar que dicho organismo nunca se ha fundado.
Lo que sí ha existido y existen son algunos organismos regionales, en Cataluña
y en el País Valenciano. Respecto a la tarea de investigación y orientación de
la política lingüística, son principalmente dos: el Institut de Sociolingüística Catalana, de la Generalitat de
Catalunya, y el Generalitat Valenciana.
Como se sabe, el proceso de recuperación del catalán en el País Valenciano
fue objeto desde los años 70 de una “contraplanificació” para permitir la
continuada castellanización, que la Generalitat Valenciana intentó tímidamente
invertir en tiempo de los gobiernos socialistas, pero que, desde la entrada en
el gobierno del Partido Popular, sigue vigente[28]. Actualmente hay, en
la Direcció General d’Innovació Educativa i Política Lingüística un “Servei
d’Investigació i Serveis Sociolingüístics”[29].
Leemos en el Internet que ...
El Servei d'Investigació i Estudis Sociolingüístics, exercix les funcions d'anàlisi de la situació social del valencià i del procés de normalització lingüística en els àmbits d'ús oficial i social; el foment de la investigació bàsica en sociologia de la llengua; la implantació i el manteniment del Centre de Documentació de Sociologia de les Llengües i l'intercanvi amb altres centres d'investigació i planificació lingüística.
Es dóna informació detallada del Centre de Documentació de Sociologia de les Llengües, ja que arreplega la informació produïda i seleccionada pel SIES, i esta informació constituïx dos seccions complementàries però amb objectius diferenciats:
a) informació numèrica que constituïx el Fons de Dades Numèriques, i
b) informació documental que constituïx el Fons de Dades Documentals.
Centre de Documentació de Sociologia de les Llengües.
Fons de Dades Numèriques. El coneixement de la realitat sociolingüística de la Comunitat Valenciana ha sigut la finalitat de les investigacions sociològiques portades a terme fins ara. Estes es van iniciar en 1983, abans de la posada en funcionament del propi Centre i continuen realitzant-se fins a l'actualitat.
Al llarg de quasi tres lustres d'activitat s'han materialitzat prop de quaranta projectes, uns d'àmbit general i altres referits a sectors concrets que constituïxen una font d'informació única, per les seues característiques, per a una llengua que està en procés de normalització, tenint en compte l'anàlisi de la seua situació social i la seua evolució.
Beques: ORDRE de 15 de febrer del 2000, de la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, per la qual es convoquen beques per a la realització de treballs sobre la situació i evolució social del valencià.
Fons de Dades Documentals. El tractament que la premsa ha donat a les diferents llengües de l'Estat Espanyol, al valencià en especial, i a tots aquells factors que s'hi relacionen, des de l'ensenyament fins a l'economia, passant per l'organització del territori i les diferents manifestacions culturals, han sigut objecte del buidatge de premsa que, des de l'any 1987, ha anat conformant el Fons de Dades Documentals. Són 13 anys de seguiment de la informació de premsa que donen una visió, la de la premsa escrita, de les distintes situacions socials i dels diversos processos de normalització lingüística que han seguit les comunitats autònomes que tenen més d'una llengua i l'actitud que les comunitats autònomes monolingües han tingut respecte a estos processos.
El Fons de Dades Documentals oferix els servicis següents:
Base de Dades i Arxiu de premsa
Biblioteca Especialitzada
Hemeroteca
Difusió Documental i Publicacions
Beques: ORDRE de 14 de febrer del 2000, de la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, per la qual es convoquen tres beques per a la realització de pràctiques professionals en documentació.
Enllaços d'interés[30]
El ritmo de realización de estudios, muchos
de los cuales son consultables vía internet, ha cambiado sustancialmente desde
la llegada al poder del Partido Popular, como podemos apreciar en la tabla
siguiente:
1985-1989
|
9 |
1990-1994
|
13 |
1995-1999
|
3 |
De todas formas,
y por ejemplo, los datos del censo lingüístico de 1991 quedan reflejados en
unas ochenta tablas detalladas y muy útiles por si algún dia alguien quiere
aprovecharse de ellas para hacer una política de promoción del catalán, cosa
por el momento dudosa en Valencia. La tabla 3, por ejemplo, muestra los efectos
beneficiosos del sistema educativo sobre el dominio del catalán en las comarcas
de habla catalana, sobretodo en la alfabetización[31].
El fundador y
actual director de dicho servicio és Rafael Lluís Ninyoles, sociólogo
valenciano y autor, entre otros muchos libros, de la mejor propuesta para una
España multilingüe, Cuatro idiomas para
un Estado, escrito mientras se redactaba la Constitución española. Le
encontramos activo, por ejemplo, como principal ponente en las IX Jornades de
Sociolingüística, sobre “Conflicte Lingüístic i Ideologia”, jornadas
organizadas periódicamente por el Gabinet Municipal de Normalització
Lingüística (Ajuntament d’Alcoi) y celebradas en Alcoi los dias 19 y 20 de
mayo de 2000[32].
La Generalitat
de Catalunya es la otra promotora de un servicio regional de investigación
sociolingüística referida a la lengua catalana. El Institut de
Sociolingüística Catalana se creó a finales de 1980, unos meses despues de
la primera articulación en servicios de la Dirección General de Política
Lingúística. Un grupo de sociolingüistas son llamados poco despues de las
primeras elecciones al Parlament de Catalunya de la nueva etapa democrática, en
1980, junto con juristas de renombre, para opinar sobre la conveniencia o
necesidad de deplegar el artículo 3 del Estatuto de Autonomia (1978), artículo
que se refiere a la oficialidad lingüística. Su opinión es prácticamente
unánimamente a favor, y de hecho poco despues empezaría el tramite
parlamentario de una ley que se aprobaría en abril de 1983.
Esta
intervención tan precoz de sociolingüistas se debe a varios factores, el
principal de los cuales era la memoria recentíssima (1977) de las conclusiones
del Congrés de Cultura Catalana[33]
que ya he mencionado. Otro factor fue el revuelo que levantó, en plena campaña
electoral, un artículo manifiesto de un grupo de profesores de filología
catalana, en qué se clamaba por una política lingüística decidida.
La misión del
Institut queda reflejada así:
L'Institut de Sociolingüística Catalana té per missió seguir, documentar i avaluar el resultat de les actuacions de política lingüística mitjançant la realització, promoció i difusió d'informes i recerques sobre l'ús del català en els diversos sectors, i de les dades sobre la situació sociolingüística.
A tals efectes, li correspon l'elaboració i actualització del mapa sociolingüístic de Catalunya.
Manté un centre de documentació especialitzat en sociolingüística i dret sobre llengües.[34]
Como se ve, sus
funciones son muy parecidas a las del Servei valenciano. Durante diez años, aún
teniendo un jefe para la sección de Estudios, el Institut estuvo sin director
(con rango de jefe de servicio), cargo que yo ocupé, primero con carácter
provisional (era todavía jefe del servico de normalización lingüística) y luego
como titular hasta 1999.
Su centro de
documentación en sociolingüística es descrito por sus usuarios como uno de los
mejores de Europa. Dispone de 22.000 libros, de los cuales 10.000 estrictamente
de sociolingüística y el resto de materias afines; 230 suscripciones a revistas
especializadas; y un archivo de más de 35.000 noticias de prensa recogidas
desde 1982.
Los estudios del
Institut ¿hasta qué punto han influído en la política lingüística?
Habría que distinguir entre diferentes tipos de estudio:
(a)
Estudios sectoriales, para ver el
grado de uso de cada lengua en diferentes funciones, las actitudes de los
líderes del sector, el dominio del catalán entre el personal, etc. Entre éstos
podemos destacar estudios de sectores tales como las grandes empresas con sede
social en Cataluña (ICOP,S.A.[35],
Aguilera i Romaní 1995[36]),
las clínicas privadas, la publicidad exterior[37],
los supermercados y cadenas de alimentación. Dichos estudios permiten
identificar los aspectos de la relidad sociolingüística que merecen la atención
prioritaria de la administración, y además reflejan la situación cuantificada
antes de la realización de dichas actuaciones, lo que permite luego valorar los
cambios producidos por dichas acciones. Finalmente, suponen un recurso
potencial de cara a legitimar las acciones ante la opinión pública.
(b)
Otra línea de investigación consiste
en explotar los datos de cada censo lingüístico. Los de 1991 fueron publicados
en un libro coordinado por Modest Reixach[38],
y el informe respecto del censo de 1996 será publicado en breve plazo.
Contienen mapas por comarcas, de los cuatro habilidades lingüísticas, y tabién
sobre su evolución a lo largo del tiempo. Permiten detectar los focos de más
castellanización, fruto siempre de la inmigración, lo que ha orientado el
Consorci per a la Normalització Lingüística[39]
en sus programas de actuación urgente. Además, yo mismo participe muy
activamente, junto con Pere Pugès, en el aprovechamiento de los datos censales
para diseñar un sistema de repartición de los recursos disponibles de la
Generalitat. El objetivo final era destinar más recursos globales a los sitios
más necesitados, pero sin gravar a los ayuntamientos. Así, la aportación de la
Generalitat era proporcionalmente mayor según la creciente dificultad
sociolingüística, a partir de la media: un uso creo que único de los datos
censales sociolingüística.
(c)
Otra línea, de gran interés, fue una
colaboración estrecha con el Consell Social de la Llengua
Catalana, institución creada por la Generalitat de Catalunya en 1991, con
representaciones de los principales sectores sociales, cívicos, educativos,
mediáticos, administrativos y empresariales de la sociedad catalana. Dicha
colaboración consistió, a lo largo de los años 1991-1993, en el apoyo logístico
para un proceso complejo de análisis estratégico, proceso necesario para la
elaboración de un Pla General de Normalització Lingüística. Dicho plan
permetió identificar a cada departamento ministerial del gobierno sus objetivos
en el sector de su competencia, en materia lingüística, en función del
análisis, que se llevó a cabo poniendo a disposición de los miembros de los
grupos de trabajo todos los resultados de estudios sectoriales. Los objetivos
sectoriales se diseñaron en estrecha relación con los departamentos que luego
se encargarían de llevar a cabo las medidas correspondientes, planteamiento que
luego no tuvo siempre el éxito deseado. Pero no es éste el lugar para evaluar
el grado de ejecución del Plan.
No quisiera
terminar esta sección dando la impresión de que considero que el único modelo
posible para un centro de investigación sociolingüística con vocación de
contribuir a la política lingüística sea en de un centro integrado como servicio
en la propia administración. En la Universidad de Barcelona, desde hace pocos
años, hay un centro de investigación sobre sociolingüística y comunicación (el
CUSC-UB) que tiene un gran potencial científico para realizar encargos de la
administración.
Quisiera hacer
una breve referencia a otro proyecto, diseñado en Estonia para la promoción del
su lengua nacional, lengua gravemente amenazada por la presencia, en este
antiguo estado de la Unión Soviética, de casi un 40% de monolingües rusófonos.
La estrategia llamada “The Language Training Strategy for Non-Estonian
Population in Estonia” fue
aprobada por el gobierno el 21.04.98. Tuvo la fortuna de estar vinculado a este
proyecto durante su elaboración, como consultor experto. La redacción de la
estrategia fue dirigida desde 1996 por el “Estonian
Language Strategy Centre” que podría
haber contenido en su interior un embrión de instituto de investigación
sociolingüística. Sin embargo, dicho centro tuvo una vida efímera: dependió de
la financiación del programa PHARE de la Unión Europea, financiación de
carácter limitado en el tiempo.
Encontramos referencias a la investigación que muestran sus diferentes funciones potenciales: la de diseño y la de control. Así, entre sus objetivos hay el siguiente, referido al diseño:
To design, on the basis of scientific research, language usage regulation planning measures for the Estonian language to be capable of functioning with full value as the national language, ensuring, at the same time, its functions as the state language and satisfying the needs of the users of the Estonian language in all areas of life and communication.[41]
Y, más adelante, encontramos una
función de control y seguimiento:
SECTION 2 LANGUAGE MONITORING AND SUPERVISION OF COMPLIANCE WITH THE LANGUAGE ACT
[…]
Objective 5
COMPLIANCE WITH LINGUISTIC RIGHTS
To analyse the compliance of official and public language use, and the linguistic rights of individuals and groups, with currently valid legal norms.
Measures
1. To collect, analyse and systematise socio-linguistic and demographic-linguistic information and make the results of research and analysis known to the public.
2. To map the linguistic situation in predominantly minority-language-speaking areas and to organise regular surveys on the linguistic situation.
3. To analyse usage of the state language, minority and foreign languages in different regions, authorities and fields.[42]
Hay que añadir, aunque sea a
título personal y sea una impresión sujetiva, que el valor que se atorga a los
datos estadísticos en Estonia es muy alto, hasta el punto de que podamos a
veces dudar de su validez. Parece como un tic heredado de la ocupación
soviética. Además, habrá que ver hasta qué punto el plan mencionado será
llevado a cabo en realidad, o quedará simplemente como un elegante y bien
diseñada declaración de principios, como ha pasado en otros sitios.
No hay sitio para comentar aquí
el proceso paralelo emprendido en el vecino Letonia, donde hay igualmente una
minoría rusófona numéricamente fuerte y mediáticamente vociferante.
Así, pues,
espero haberles convencido –la tarea era fácil: como dicen los ingleses, “he
predicado a los conversos”!- de la bondad de las tres afirmaciones iniciales:
1. La investigación sociolingüística es necesaria para conocer la realidad más
allá de los tópicos; 2. La investigación sociolingüística puede legitimar una
política lingüística; y 3. La investigación sociolingüística es necesaria para
diseñar una política lingüística.
Ahora bien, O Riagain y Tovey[43] nos
recuerdan que somos optimistas si creemos que en general los resultados de la
investigación se convierten en una mejoría de la política del sector en
cuestión.
The question of the impact which research has on the formation of policy has not been given a great deal of attention in the relevant literatures - in contrast, for example, to the issue of how policy processes and requirements impact on the design and conduct of research. What discussion exists in this area mainly assumes that data generated by applied research in the social sciences is useful to policy makers and essential for effective policy making, but that, as Ager puts it, "It is a well-known feature of much government policy that decisions are often based on flimsy data" (1996: 6[44]). There has been considerable discussion of how lack of knowledge or the failure by policy-makers to make use of available knowledge can flaw their policies (Rossi and Wright 1984[45]), but little of why that might happen.[46]
Como gente interesada
en la plena recuperación del uso de nuestras respectivas lenguas, debemos
estudiar el funcionamiento no solamente de la sociedad y los ciudadanos, sinó
además de los procesos de toma de decisiones políticas. El análisis de puntos
fuertes y débiles en la planificación estratégica[47]
nos puede ser de utilidad para detectar los obstáculos administrativos o
políticos que impiden –o cuanto menos dificultan- la realización y políticas y
acciones que nos parecen necesarios. Ahora bien, hay que ser humildes tambien:
sabemos más de describir y analizar los fenómenos sociolingüísticos que de cómo
se interviene para superar los obstáculos sociales y cambiar la situación
sociolingüística. Además, no sabemos lo bastante, creo, sobre cómo presentar
los resultados de la investigación de manera que un decisor político pueda
valorar las conclusiones y ver claramente las alternativas que se le plantean.
Tal como dicho al comienzo, la política no es el arte de lo
necesario, sino de lo posible. Lo cual significa que lo necesario a veces no es
posible. Una de las tareas de los sociolingüistas, en su vertiente más
aplicada, debería ser la de buscar maneras de hacer posible lo que no lo
parece. Tema aparte es si hacen falta organismos permanentes dedicadas
exclusivamente a la investigación sociolingüística para fines de diseño,
control y evaluación de las políticas lingüísticas, y financiados por, o
pertenecientes a, la administración pública. La decisión no solo depende de
cada caso, sino incluso de cada momento.
[1] Strubell, Miquel "¿Bilingüismo en Madrid?", Bilingüismo y biculturalismo. Edicions
Ceac, Barcelona, pp. 133-163, 1978.
[2] F. Xavier Vila i Moreno, La
dinàmica glotopolítica a Bèlgica, en Polítiques
lingüístiques a països plurilingües, Col·lecció
Publicacions de l’Institut de Sociolingüística Catalana, Sèrie Documents de
Treball núm. 10. Barcelona: Departament de Cultura de la Generalitat de
Catalunya, pp. 31-62, 1999.
[3] Proporción bastante menor
que la de catalanoparlantes en el Estado español, dicho sea de paso).
[4] Pau Puig i Scotoni, Els països nòrdics davant la pressió de l’anglès, en (varios autores) Polítiques lingüístiques a països plurilingües. Col·lecció Publicacions de l’Institut de Sociolingüística Catalana, Sèrie Documents de Treball núm. 10. Barcelona: Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, pp. 63-76, 1999.
[5] Al que nos referiremos de nuevo más
adelante.
[6] François Grin & François Vaillancourt, The cost-effectiveness evaluation of
minority language policies: Case studies on Wales, Ireland and the Basque
Country, European Centre for
Minority Issues. ECMI Monographs #2. November 1999.
[12] Gouvernement du Québec. Rapport Gendron, Libro 1: La lengua de
trabajo, Québec, 1972, 379 p. Libro 2: los derechos linguistiques, Québec,
1972, 474 p. Libro 3: los derechos ethniques, Québec, 1972, 570 p.
[15] Consultable en el Internet. Por ejemplo, para los datos de 1996: http://www.statcan.ca/english/census96/dec2/nalis6.htm
[17] Albert Bastardas i Boada (1999), Les relacions entre política lingüística i comportament lingüístic: apunts des dels casos del francès al Canadà a fora de Quebec. Revista de Llengua i Dret. núm. 31, setembre de 1999. Reseña en: http://www.eapc.es/publicacions/RLD/rld31sum.htm
[21] Hay un resumen detallado de esta ley en: http://www.hmso.gov.uk/acts/summary/01993038.htm
[22] Ver el
artículo de Maite Puigdevall i Serralvo, “Política lingüística al País de Gal·les”,
en Polítiques lingüístiques a països
plurilingües, Col·lecció Publicacions de l’Institut de Sociolingüística
Catalana, Sèrie Documents de Treball núm. 10. Barcelona: Departament de Cultura
de la Generalitat de Catalunya, pp. 97-114, 1999.
[23] The Government of Wales Act 1998.
[25] “To enable the Welsh language to become
self-sustaining and secure as a medium of communication in Wales”
[27] Aracil, Lluís V. (1982) Papers de Sociolingüística. Edicions de la Magrana: 219-228.
[28] Ver, por ejemplo, el artículo de Rafa Ramos, Contraplanificació: el
cas valencià, publicado en la revista Noves
SL, Barcelona, Generalitat de Catalunya (mayo de 1999). Reproducido en http://www.uv.es/~ramos/contrapl.html
[30] Actualmente (15/10/00) no funciona el enlace con la página de
enlaces.
[33] Gracias al éxito del Congreso se fundó una Fundació Congrés de Cultura Catalana que persigue los mismos fines, aunque obviamente sin el fervor multitudinario del inicio de la transición política. http://www.geocities.com/fundccc/index.htm.
[35] ICOP, S.A. Estudi sobre l’ús del català a les empreses: informe definitiu de resultats. Barcelona: ICOP, S.A., 1992, 5 vols.
[36] Aguilera, M.M.; & Romaní, J.M. Actituds dels consumidors davant de l’ús comercial del català. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura, 1995. (Publicacions de l’Institut de Sociolingüística Catalana. Sèrie Documents de Treball; 7)
[37] Generalitat de Catalunya. Estudi d’observació de l’idioma de la publicitat exterior. Barcelona: Eco Consulting, 1997.
[38] Reixach, Modest (coord.). El coneixement del català. Anàlisi de les dades del cens lingüístic de 1991 de Catalunya, les Illes Balears i el País Valencià. Barcelona: Generalitat de Catalunya, Departament de Cultura, 1997. (Publicacions de l’Institut de Sociolingüística Catalana. Sèrie Estudis; 6)
[40] Les politiques linguistiques des
Pays Baltes (ed.
Jacques Maurais). Terminogramme.
(hors série). Quebec: Office de la langue française, Gouvernement du Québec. Julio de 1998.
[41] Diseñar, sobre la base de la investigación científica, medidas de planificación de las normas de uso lingüístico para que la lengua estoniana sea capaz de funcionar con todo valor como lengua nacional, asegurando asimismo sus funciones como lengua estatal y satisfaciendo las necesidades de los usuarios de la lengua estoniana en todos los ámbitos de la vida y la comunicación.
[42] SECCIÓN 2: SEGUIMIENTO LINGÜÍSTICO Y SUPERVISIÓN DEL CUMPLIMIENTO DE LA LEY
LINGÚÍSTICA
[…]
Objetivo 5: CUMPLIMIENTO DE LOS DERECHOS LINGÜÍSTICOS
Analizar el cumplimiento del uso
lingüístico oficial y público, y los derechos lingüísticos de los individuos y
los grupos, en relación con la normativa actualmente vigente.
Medidas
1. Recoger, analizar y sistematizar la información
sociolingüística y demográfica y publicar los resultados de la investigación y
los análisis.
2. Hacer un mapa de la situación
lingüística en zonas predominantemente de lengua minoritaria y organizar encuestas periódicas sobre la
situación lingüística.
3. Analizar el uso de la lengua estatal, las lenguas minoritarias y las lenguas extranjeras en diferentes regiones, administraciones y ámbitos.
[46] La cuestión del impacto que tiene la
investigación sobre la formulación de las políticas ha recibido escasa atención
en las bibliografías correspondientes, a diferencia, por ejemplo, del tema del
impacto de los procesos y necesidades políticos en el diseño y realización de
la investigación. El poco debate que existe en este terreno suele dar por
supuesto que los datos generados por la investigación aplicada en las ciencias
sociales es útil para los diseñadores de las políticas y es esencial para la
formulación exitosa de una política, pero que, como ha dicho Ager, "Es una
característica notoria de muchas políticas gubernamentales que las decisiones
se basan a menudo en datos de valor dudoso" (1996: 6[46]).
Ha habido un considerable debate sobre como la falta de conocimiento o el hecho
de que los formuladores de las políticas hagan caso omiso del conocimiento
disponible puede dañar sus políticas (Rossi & Wright 1984[46]),
pero muy poco sobre porque esto pueda suceder.
[47] Hay una interesante introducción al tema, escrita por Carter McNamara, en http://www.mapnp.org/library/plan_dec/str_plan/str_plan.htm