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030825


La Plaza Jocotenango
Luis Figueroa
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¡Vaya hombre, al fin le van a hacer justicia a Francisco Morazán!  La municipalidad capitalina ha decidido que la plaza de Jocotenango recupere su nombre original y le retirará el ominoso nombre de aquel caudillo infame.

En el marco de la guerra civil en la que se debatieron las Provincias Unidas del Centro de América, allá por 1827, Francisco Morazán invadió nuestro país, sus tropas saquearon la capital y a decir de los expertos, odiaba mucho a Guatemala.   De hecho movió la capital federal a Sonsonate y a San Salvador y la leyenda cuenta que el reloj que está en la catedral de aquella ciudad, es uno de los objetos más notables sustraídos por la soldadesca en una de aquellas ocasiones.

En 1829, como Presidente Federal, con apoyo de las autoridades de Sacatepéquez y al frente de un ejército multinacional, Morazán entró en Guatemala.  Ocupó La Antigua y Mixco, venció a los defensores de la capital en Las Charcas y sitió la plaza capitalina.

En esa ocasión, quién sabe cuál hubiera sido la suerte de nuestro país, si el general viruela no hubiera diezmado a las tropas invasoras.   Eso facilitó la suspensión de hostilidades.  Se firmaron acuerdos, pero una vez afianzado en el poder, Morazán no los respetó e inició una persecución contra los líderes del Estado de Guatemala.  Muchos fueron encarcelados o expulsados del país.

Claro que no todo era malo con respecto a Morazán.  Por ejemplo, intentó acabar con los privilegios de la aristocracia conservadora y los de la iglesia católica.  A estos últimos les redujo el diezmo y les quitó el privilegio de no pagar impuestos, así como otras prebendas.  Además, creía en la unidad centroamericana y en la federación.

Sin embargo, en 1840, como Jefe de El Salvador, volvió a la capital guatemalteca para tratar de recuperarla para la Federación.  Con lo que no contaba es con que Rafael Carrera, fundador de la República de Guatemala,  lo iba a tener sitiado, durante tres noches en la Plaza Central, con el apoyo de tres frentes.  El primero, bajó por Arrazola, el segundo por San Sebastián y el tercero por El Incienso. A la tercera noche, Morazán rompió el cerco por la Octava calle y huyó por el barranco de El Incienso.

En 1842, sin juicio previo, Francisco Morazán fue fusilado en San José, Costa Rica.

Aún si admitimos que Morazán no es el demonio encarnado que pintaban los conservadores, en lecturas como Carrera y Morazán, por Clemente Marroquín Rojas, o La historia general de Guatemala, de la Asociación de Amigos del País, es evidente que era un desatino nombrar en su honor una plaza guatemalteca.  Con razón, o sin ella, el caudillo odiaba a Guatemala y no era justo que recibiera semejante homenaje aquí.  Así que bienvenida la Plaza Jocotenango.

Hablando de justicia, esta decisión del ayuntamiento contrasta con la forma grosera, irrespetuosa y mezquina con la que, desde hace meses, es tratado el ilustre Bernal Díaz del Castillo, autor de la Verdadera y notable relación del descubrimiento y conquista de la Nueva España y Guatemala. 

Sobre su obra, José Mata Gavidia escribió: ”Las páginas bernaldianas están abiertas para mostrar su preferencia por sucesos etnohistóricos, costumbres, usos, personas, cultura, ambiente, vida socia, sobre los meramente políticos.”

A pesar de su importancia, Bernal Díaz fue removido de las inmediaciones del acueducto colonial y del reloj de flores (antiguamente conocido como La enchilada) para ser refundido quién sabe dónde.  Y para más inri, el memorial a aquel importante personaje de la historia guatemalteca fue sustituido por un vulgar monumento a las Páginas Amarillas.  Y uno no sabe qué clase de pensamiento torcido pudo motivar semejante decisión.

Guatemalteco Bilingüe. Próximamente el Colegio Guatemalteco Bilingüe cumplirá 40 años de vida.  Tengo entendido que habrá algunas celebraciones; y qué tal si nos reunimos los de la promoción de 1973.  ¿Qué es de Roxana Prem, Carolina Barillas, Gloria Archila, Sylvia Palma, Alba Gutiérrez, Rita Peláez y Gaby Busto? ¿Dónde andan Carlos García, Arturo Gálvez, David Marroquín, Edwin Villegas, Jorge Menegazzo, Luis Fernando Rodríguez, y Remy Couderc?  Digo, de paso, estamos celebrando 30 años de haber salido de primaria. Comuniquémonos y hagamos algo: [email protected]


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