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020624


Carpe Diem

Vacas y cerdos
Luis Figueroa
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Un viejo chiste ruso cuenta la historia de un campesino que ten�a una vaca y odiaba a su vecino porque �l ten�a dos.  Un hechicero le ofreci� al primer campesino que le conceder�a un �nico deseo.  Y �qu� pidi� el campesino? �mata la vaca de mi vecino� le orden� al brujo.

Esta historia, que acabo de leer en la
Reason Magazine, est� incluida en un art�culo de Ronald Bailey, en el que se refiere a un estudio de dos economistas brit�nicos (uno de Oxford y otro de Warwik) que demuestra que la envidia hace que muchas personas se perjudiquen a s� mismas, con tal de causarles da�o a otros.

Bailey explica que �los socialistas frecuentemente alegan que el capitalismo est� basado en los peores impulsos de la humanidad, tales como la codicia y el ego�smo, a pesar del hecho de que la gente que vive en sociedades donde prevalece el mercado, tienden a ser m�s generosas y cooperadoras que aquellas que viven en sociedades donde no prevalece la econom�a de mercado�.  El estudio al que se refiere Bailey subiere que �los socialistas que creen que su ideolog�a apela a los mejores instintos de la humanidad, han entendido todo al rev�s.  La envidia est� detr�s del esp�ritu igualitario del socialismo.�

Esto es obvio entre aquellos que defienden el Impuesto Sobre la Renta, el Impuesto a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, los aranceles, la reforma agraria y otras pol�ticas que supuestamente castigan a los ricos; pero que en realidad tienen un costo alt�simo incluso para aquellos que las promueven. Costo que no es evidente inmediatamente, pero que se manifiesta en la falta de m�s y mejores inversiones productivas y empleos, y por supuesto, en pocas oportunidades para el desarrollo y bienestar.  

Como con el campesino del chiste, lo importante para los socialistas no es que todos tengamos dos vacas, sino que el vecino no las tenga.  Lo importante es la envidia contra los ricos, y el af�n de exprimirlos aunque eso nos cause da�o.

Ya qu� estamos en chistes, otro que ilustra lo anterior y es uno de mis favoritos, est� en el libro
Eat the Rich, de P.J. O�Rourke. Este es el de un campesino que ten�a un cerdo y el animal se sentaba a la mesa con la familia.  Adem�s, el chancho ten�a tres medallas colgadas al cuello y una pata de palo.  Un d�a un visitante pregunta por qu�, y el campesino le responde: la primera es porque salv� a nuestro beb� cuando se estaba ahogando, la segunda es porque rescat� a nuestra hija en un incendio, y la tercera es defendi� de un toro bravo a nuestro hijo mayor.  �Entiendo�, dijo el visitante, �pero, �por qu� tiene una pata de palo?� y el campesino le contesta �Porque le tenemos mucho cari�o, y en lugar de matarlo nos lo comemos por partes�.

Eso es lo que pasa con algunos que entienden el valor de la acumulaci�n de capital, la inversi�n, el proceso productivo y la generaci�n de empleos; pero que a�n as�, defienden los impuestos y pol�ticas citadas.  Ellos les tienen mucho cari�o a los creadores y constructores, y entonces, en lugar de matarlos, se los comen por partes.

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