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020204

Carpe Diem

Lipidleggin

Luis Figueroa
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Imagínese usted a un grupo de agentes secretos del gobierno enviados a capturar a los traficantes de comida grasosa.  Algo así como el DOAN de las hamburguesas, las pizzas y los banana splits. Ese es el tema de Lipidleggin un cuento de ficción escrito por F. Paul Wilson.

Si el asunto le parece absurdo, deténgase y piense de nuevo.  En los Estados Unidos hay grupos de interés presionando para que el gobierno federal le cargue un impuesto especial a las comidas grasosas. ¿Cuál es el objetivo aparente? Obligar a los consumidores a ingerir más comidas que ellos consideran sanas.  Seguramente comidas que ellos mismos producen.
No se ría.  Así fue como empezó la prohibición de beber licor, y la de fumar; y así es como actúa el
Estado Niñera. Es decir, el gobierno que pretende inmiscuirse hasta en lo que usted se lleva a la boca.

El 14 de diciembre pasado, el Washington Post informó que el
Surgeon General de los Estados Unidos propuso cambios en las escuelas, restaurantes, lugares de trabajo y comunidades para combatir la tendencia a la obesidad.
El funcionario propuso que las escuelas prepararan menús más nutritivos y que se restringiera el acceso de los alumnos a las máquinas vendedoras de golosinas y de bebidas gaseosas. Satcher propuso que la obesidad sea reconocida como enfermedad para obligar a las aseguradoras a pagar los gastos médicos por gordura.
La representante de una ONG dedicada a la salud, no quedó satisfecha con la propuesta del funcionario, y lamentó que esta no incluyera un impuesto para hacer posible la implementación de la propuesta.  Incluso habló de subsidios a las frutas y vegetales (ah,
ya apareció el peine) e incluso para los gimnasios.

La realidad, pues, supera a la ficción.

Lo peor es que según un reporte de foxnews.com, las razones de Satcher para su propuesta se basan en datos de dudosa procedencia.
El
New England Journal of Medicine publicó que “los datos que vinculan el sobrepeso con la muerte son limitados...fragmentarios y frecuentemente ambiguos. Mucha de la evidencia es indirecta, o basada en estudios hechos con fallas graves”.
Foxsnews.com explica que aunque la obesidad está relacionada con problemas de salud, no hay evidencia de que un sobrepeso moderado esté relacionado con ellos, o con la muerte.
La cadena de noticias le atribuye este tipo de propuestas a los burócratas que tratan de darle un aspecto científico y médico al hecho de que ellos no están de acuerdo con costumbres políticamente incorrectas como comer bastante, beber alcohol, fumar, o incluso poseer armas.  Pero no hay que perder de vista a los
rent-seekers, o buscadores de rentas que están detrás de este tipo de prohibiciones y controles.  Y no se crea que esto es cosa de los bárbaros del norte, porque aquí entre nosotros, esas ideas nefastas están a la espera de su momento.

Carpe Diem Así, como de golpe, he recibido varias preguntas con respecto a qué significa la frase con la que bauticé esta columna. Para comenzar, perdonen el latinajo; pero creo que se justifica por su significado poderoso. Carpe Diem es una frase del poeta latino Horacio, y quiere decir Apodérate del día. La frase se hizo famosa por la película La sociedad de los poetas muertos. Apodérate del día, pues.

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