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No olvido al año viejo

Luis Figueroa
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"¡Ay, yo no olvido al año viejo!
Porque me ha dejado cosa muy buena.
Me dejó una chiva, una burra negra,
una yegua blanca, y una buena suegra."

De las tradiciones correspondientes a la última noche del año hay dos que me caen en gracia: La de comer doce uvas con las campanadas de la media noche, por supersticiosa; y la de hacer una lista de propósitos para el año siguiente, por terapéutica.

Durante mi vida he hecho cuatro listas, pero me he comido unas 120 uvas escuchando el tañido de campanas, durante los últimos segundos del año.  Mis cuatro listas siempre han sido privadas, pero hoy la compartiré con ustedes. ¿Por qué? Pues porque ¿de qué otra cosa podría escribir para alejarme de la telenovela nacional, cuando finaliza el primer año del tercer milenio? 
Así que aquí va, no sin pedir el perdón de los lectores que creen que estas son ligerezas y que prefieren los análisis sesudos, o las diatribas feroces.

1. No voy a ir a misa, pero me propongo acordarme más seguido de darle las gracias a Dios por mi familia, mis amigos, y por toda la gente buena con la que trabajo y tengo relación durante el año; porque no me falta el pan, y porque no paso de que me den catarros.

2. No voy a dejar de comer pizzas, hamburguesas ni galletas, pero si puedo prometer que voy a cenar menos.  Eso sí, sólo de lunes a viernes, porque los fines de semana y los feriados son para disfrutarlos y para comer como romano.

3. Mis pies no se posarán en gimnasio alguno, pero voy a desempolvar mi bicicleta y aprovechar que los domingos están cerradas la Reforma y la avenida de las Americas.  Supongo que eso no me va a bajar la panza ni me va a sumar años de vida, pero tampoco me va a hacer daño.  A menos que me atropelle un trailer.

4. Voy a caminar más despacio, eso sí.  Voy a desacelerarme. 

5. He de leer más.  Los programas de animalitos y los documentales del Discovery y de People and Arts están bien; pero la presa de libros pendientes en mi librera está creciendo a un ritmo demasiado rápido.

6. Voy a ir más al cine y a lo mejor también me culturice un poco.  Por ejemplo, voy a aprovechar más las oportunidades que ofrecen la Organización para las Artes Francisco Marroquín y el Museo Popol Vuh.

7. Ya no me voy a enojar cuando doña Olga, la señora que me ayuda con la limpieza de la casa, me guarde las cosas fuera de lugar y me tenga loco buscándolas. Bueno...ya no me voy a enojar tanto, pues.

8. Voy a viajar más por Guatemala. Voy a ir a lugares que no conozco y a conocer gentes y costumbres diferentes, pero tan cercanas. Por lo pronto, ya empecé por ir a Esquipulas y a
Copán por Santa Rosa y Jutiapa, en lugar de hacerlo por la carretera al Atlántico.

9. Esta es prestada de alguien más: trabajaré como si no necesitara el dinero, amaré como si nunca hubiera sido lastimado, y bailaré como si nadie me estuviera viendo.

10. Voy a llevar mi bonsái a mantenimiento.

11. Este es el año en que terminaré de pasar en limpio mi libro de cocina que se llama
Confieso que he comido.

12. Ya no molestaré con columnas melosas, por lo menos durante un buen tiempo; y  este año,  reencontrémonos en la esquina de la casa de Portillo, con los chicos y chicas de
Viernes de Luto.


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