EL
SENTIDO DE LOS VALORES EN LAS NUEVAS PEDAGOGÍAS
Carlos Alberto
Jiménez V.[i]
Las nuevas pedagogías fundamentadas
en el desarrollo de los valores, se interesan más por comprender la complejidad
humana y la naturaleza del aprendizaje natural del hombre que cualquier otro
método de instrucción, pues promueven y fortalecen tanto en el educando, como
en el educador: La libertad, la honestidad, la tolerancia, la solidaridad, la
responsabilidad, la autorrealización, la autotrascendencia y otras actitudes del desarrollo humano.
Estas nuevas pedagogías del siglo XXI, enfocarán su atención en la capacidad que tienen todos
los humanos de trascender, a partir de los valores que cada sujeto logre
desarrollar, en la familia, en la escuela y en la sociedad. Lo anterior a
través de un proceso de interrelación social
que logre configurar la
personalidad de cada sujeto, para pensar, sentir, amar y actuar de una forma
coherente con nuestro contexto; de tal forma que permita un desarrollo conjunto
de las autonomías individuales, de la participación democrática y del sentido de pertenencia a nuestra región.
Por otra parte la pedagogía transpersonal y valórica, apuntará a un nuevo tipo de aprendiz y a una nueva
especie de sociedad. Este tipo de educación
es más humano que la educación tradicional e intelectualmente más
rigurosa que muchas alternativas del pasado.
Su objetivo no es simplemente preparar al individuo para valerse por si
mismo en la vida, sino orientarlo hacia la trascendencia y la autorrealización. Esta última libera a la persona de los problemas
deficitarios de la juventud y de los problemas neuróticos (o infantiles, de la
fantasía, innecesarios o irreales) de la vida, de modo que le permitirá
enfrentarse con problemas reales de la
cotidianidad.
Esta pedagogía entiende
el desarrollo humano, como un proceso de construcción permanente del ser y del
deber ser, dentro de un proceso dialéctico
que logre comprender lo humano en toda su integralidad: Desde lo
instintivo y visceral hasta lo lógico – cognitivo, mediado todo este proceso
por la creatividad, que también es un valor. Lo anterior para que exista un
equilibrio armónico entre el sustrato
biológico y psíquico del ser con la experiencia cultural y social.
Si
hacemos de nuestra práctica educativa un espacio fundamentalmente axiológico en
el que generemos espacios de comprensión en torno al desarrollo humano,
lograremos de esta forma proponer nuevas alternativas en el quehacer pedagógico. Es necesario trabajar en este sentido
conceptos como: La construcción de
la identidad en el amor, en la
compasión y en la cooperación, para que los
sujetos implicados en dichos procesos se conviertan en individuos
críticos, autónomos, libres, singulares, en los cuales se acepte la
contradicción y la diferencia. También otros aspectos relacionados con los
valores se deben de desarrollar, como son: el respeto, el auto control, la
creatividad la iniciativa, la sinceridad, la critica, el análisis, la lúdica,
el afecto, la justicia, la bondad, y
el autocontrol entre otros.
Los
sujetos implicados en esta nueva pedagogía, se vuelven constructores de redes sociales y de cultura
propiciando la formación de adultos capaces de vivir democráticamente, viviendo
como seres humanos valorando el hecho de que muchos mundos son posibles, aún
siendo diferentes y que el significado y la realidad son construidos a través
de nuestras prácticas culturales. Es
necesario en este sentido, construir una nueva sociedad fundamentada en el
amor, en el afecto y en la compasión, para que de esta forma se pueda
comprender al otro, aún así le irrite a
uno, su diferencia.
Escritor e investigador
de procesos Pedagógicos alternativos alrededor de la Neuropedagogía, la
Creatividad, la Lúdica y el desarrollo
humano
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