Cierro mis ojos para inventar cada parte de tú cuerpo
Surcando el infinito sin alas donde estás,
Para espiar a hurtadillas cuando el amor desnudas
Y estupefacto, inmóvil, agorar tu ansiedad.
Mi impaciencia inmanente parece que adivinas,
Atisbando rincones, auscultando el ambiente,
Presagiando los besos que nuestro amor calcina,
Con caricias soñadas que cruzan el poniente.
Cuando entra el eretismo a tu lecho de rosas
Y deslizo silente mi amor bajo tu armiño,
Oh! alientos enlazados, oh! carnes voluptuosas,
Oh! el m�gico estertor en tu corpi�o.
Cuando despunta el alba y el tibio Xué acaricia
Nuestros sexos dormidos a través del dintel.
El fuego de tu entraña apaciguó mis ansias,
Remembrando gemidos de la noche que fué.
Y cada día que pasa te presiento a mi vera,
En el c�firo suave y en el viento tenaz.
En irisadas flores de nuestra primavera,
Con aves que te llaman con su dulce trinar,
Tu imagen impoluta absorta en mis clamores,
Divaga por mi mente donde quiera que est�s.
Que hasta la luna vuela allende las flores
para decirme cuando verte puedo volver.
Al contemplar el cielo cuando cae el crep�sculo,
A�orandote mia... te vuelvo a desear
Sintiendo en mi extrav�o tus eternas caricias,
Y percibiendo a solas tu manera de amar.
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