"La Rueda del
Tiempo."
Somos miserables
porque vivimos desde siempre muy identificados con el ego. ¿Qué
quiero decir cuando digo que permanecemos demasiado en el ego?
¿Y qué pasa exactamente cuando permanecemos demasiado
en el ego?
O bien estás
en la existencia, o bien estás en el ego; no es posible
estar en las dos al mismo tiempo. Estar en el ego significa estar
apartado, estar separado en su propio yo egoísta y solitario.
Estar en el ego quiere decir convertirse en una isla. Estar
en el ego significa dibujar una línea fronteriza alrededor
tuyo hacia tus semejantes. Estar en el ego significa hacer una
distinción entre esto es lo que soy y eso es lo que no
soy. La definición, el límite entre el "yo"
y el "no yo" es lo que determina el ego. El ego aísla
y te congela: ya no fluyes más.
De ahí
que el común de la gente se haya convertido casi en cubos
de hielo. No tienen ningún calor, no encuentran ningún
verdadero amor.
Cuando fluyes,
el ego deja de existir. El amor es cálido y los egoistas
tienen miedo del amor que creen reservarlo para si mismos, pero
ese amor que creen no existe, porque el amor es una emanación
que fluye entre dos o mas seres, no se proyecta en si mismo,
eso se llama narcisismo.
Si el calor
del amor verdadero llega a los hombres, éstos empiezan
a fundirse y los límites se evaporan. En el amor las fronteras
no existen; en el gozo también se desaparecen los límites,
porque es consecuencia del amor.
En la sociedad
desde que tengo uso de razón, a los hombres en particular,
se les ha enseñado a no llorar, a poner un rostro duro
frente a las situaciones que pueden herirles y a no demostrar
que sienten dolor. Las mujeres también pueden caer en
esta trampa y todos nosotros, una vez u otra, hemos podido sentir
que la única forma de sobrevivir al naufragio de la sociedad
consiste en esconder nuestros sentimientos y emociones, a fin
de no ser heridos otra vez.
Si nuestro
dolor es particularmente profundo, incluso puede que intentemos
esconderlo de nosotros mismos. Esto nos puede volver viciosos,
dependientes alcohólicos, drogadictos, o simplemente seres
fríos, rígidos y calculadores, porque, en el fondo
sabemos que una pequeña rotura en el hielo puede volver
a liberar la herida y hacer que ella empiece a circular hacia
nosotros otra vez.
Las lágrimas
tienen la clave para la ruptura de las esclusas del aislamiento.
Las lágrimas y únicamente las lágrimas tienen
el poder de fundir ese hielo. hace bien llorar, y no hay razón
para que te sientas avergonzado de tus lágrimas.
El llorar nos
ayuda a liberar el dolor, nos ayuda a ser suaves con nosotros
mismos y, finalmente, nos ayuda a sanar
Es entonces
el momento de abrirnos a la vida, a nuestros semejantes, a la
sociedad, a la naturaleza. A medida que te mueves hacia arriba,
hacia el cenit donde esta tu corazón, la vida se convierte
en un dar, en un compartir amor. Entonces iras creando en tu
interior la abundancia del amor.
Al llegar la
meditación, aprenderás a manejar la sobreabundancia
de tu amor, de compasión y sentirás un deseo infinito
de compartirlo, y brotará libre y natural como de un manantial
en tu corazón.
Es por esto
que, incluso en el mundo común y corriente, la gente piensa
que el amor viene del corazón. Para ellos es simplemente
algo que han venido escuchando por tradición; y quizás
no lo conocen porque nunca han llegado al interior de su propio
corazón.
El meditador
siempre llega al meollo de su corazón y cuando ha alcanzado
el epicentro de su ser, de repente una explosión de amor
y comprensión, de compasión y gozo, de dicha y
bendición, surgen en él golpeando con una fuerza
tal que el corazón se abre.
Tú también
estás en la situación en que tienes la oportunidad
de compartir tu amor, tu alegría y tu risa, y al compartir
descubrirás que te sientes más pleno.
No tienes necesidad
de ir a ninguna parte o de hacer ningún esfuerzo en especial.
Te das cuenta de que puedes disfrutar de la sensualidad sin posesividad
o ataduras, que puedes dar a luz a un niño o a un nuevo
proyecto con un igual sentido de plenitud en total paz y creatividad.
Todo lo que hay a tu alrededor parece como si se estuviera unificado
ahora.
Disfrútalo.
Enraízate en ello y deja que la abundancia de amor y
compasión que hay ti se derrame sobre todos los que te
rodean.
La distinción
entre la hierba fria y monótona y las flores multicolores
de gran belleza y aroma, es la misma que hay entre el hombre
frio que no ha salido de su ego y los iluminados que saben que
tienen una fuente inagotable de amor en el corazón.
En realidad
no hay posibilidad de que sea de otra manera. El iluminado ha
florecido y se encuentra completamente abierto. Sus lotos, sus
pétalos han llegado a una plenitud total ... Ciertamente,
el que tú estés lleno de la primavera es mucho
más hermoso que las gotas de rocío otoñales
que caen de las hojas de loto. Esta es una de las cosas más
hermosas a observar: cómo las gotas de rocío otoñales
caen mansamente sobre las hojas de loto y brillan en el sol de
la mañana como perlas reales. Pero, por supuesto, ésta
es una experiencia momentánea. A medida que el sol se
eleva, las gotas de rocío del otoño empiezan a
evaporarse y entonces desaparecen... Esta belleza temporal no
se puede comparar ciertamente con la primavera eterna en tu ser.
Este florecimiento
interior, esta totalidad que se siente, permiten la posibilidad
de un movimiento ilimitado. Se puede ir en cualquier dirección:
interior y exterior; no existe ninguna diferencia ya que su gozo
y madurez no pueden ser disminuidos por los hechos externos.
Se ha llegado a una época de centramiento y expansión.
Todas las experiencias
de la vida en meditación nos conducirán indefectiblemente
a este momento de perfección. La base es sólida
ahora y el equilibrio, el éxito y la buena fortuna serán
tuyos ya que son el resultado de lo que se ha experimentado y
asimilado interiormente.
La vida en
esencia parece repetirse a sí misma estúpidamente.
- A menos que te des cuenta, seguirá repitiéndose
como una rueda de molino-. Es la rueda del tiempo. Se mueve acompasada,
precisa e inexorable como un reloj capital: al nacimiento le
sigue la muerte, a la muerte le sigue el nacimiento; el amor
es seguido por el odio y el odio es seguido del amor; al éxito
le sigue el fracaso, al fracaso le sigue el éxito.
Las galaxias todas dan vueltas alrededor de este círculo
arcano que se mantiene moviendo constantemente, y los doce signos
del zodiaco aparecen en su circunferencia. Justo dentro de la
circunferencia esta el triángulo de la divinidad que gira
sobre su eje en todo momento apuntando hacia arriba, hacia lo
supremo, y el símbolo chino del yin y el yang, el hombre,
lo masculino y lo femenino, la creatividad y la receptividad,
descansan en el centro.
El universo
es esta enorme rueda que representa el tiempo, el destino, el
karma. Todas las metas privadas son neuróticas. El hombre
esencial empieza a saber y a sentir: "No estoy separado
del Todo y no hay necesidad de buscar y sondear por mi propio
destino". Las cosas están sucediendo, el mundo se
mueve: llámalo Dios... Él está haciendo
las cosas. Ellas están sucediendo por sí solas.
No tengo necesidad de hacer ningún esfuerzo, ninguna lucha;
no tengo necesidad de pelear por nada. solo "relajarme y
ser".
El hombre esencial
no es un hacedor. El hombre circunstancial es un hacedor y está,
por supuesto, en medio de la ansiedad, de la tensión,
del stress, de la angustia; está sentado constantemente
sobre el cráter de un volcán que puede explotar
en cualquier momento. El hombre circunstancial vive en un mundo
de incertidumbres y creencias como si fueran ciertas. Y justamente
esa incertidumbre crea la tensión que margina su ser:
Porque intuye en lo profundo que nada es certero.
Comúnmente
se ha dicho que la única cosa permanente en el mundo es
el cambio. La vida es un cambio continuo, una evolución
eterna, morir y renacer. El dualismo existencial en que esta
constituido el universo, y donde todos los opuestos juegan un
papel definitivo en este vasto patrón circular. Que va
y viene incansable.
¡Si te
agarras del borde de esta rueda intangible te marearás
con absoluta seguridad! Muévete hacia el ojo del huracán,
ubicate en el centro del equilibrio y relájate, entonces
permanecerás en el más manso reposo, sabiendo que
todo esto, también pasará.
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