Cuanto duele revivir viejos amores,
El tiempo añoso camina tan pesado.
Blancas briznas mis sienes colman finas
Y el corazón triste duerme en el pasado.

Como no restablecer las golondrinas,
Sus trinos de pasión en la alborada,
Las tardes del otoño en la campiña
Y el aroma de tus mieles en mi almohada.

Por ello la nostalgia nos derrumba.
Los abuelos que amamos fenecieron, 
Los amores de entonces nos dejaron.
Esos días superiores ya se fueron.

Solo queda el sabor de la morriña,
La agonía de una vida que se escapa
Son frustrados intentos de una muerte
Que de pura lasitud casi ni mata.

Latiníssima.com © New York, All Rights Reserved. 2001 Designed by: Eddie Ferreira No part of this website may be copied or reproduced without prior permission

Hosted by www.Geocities.ws

1