"OCURRENCIAS
EN LA CAMA"
Cada noche cuando doy fin a mi cotidiana rutina de trabajo construyendo
las páginas para el website, y me dispongo a conciliar
el sueño en medio de la lectura soñolienta de algún
nuevo best seller; atisbo a mi linda afrodita concentrada en
su habitual y reiterada faena de rehacer cada noche, los cientos
de rollos que le mantienen el cabello en idénticas condiciones
como si nunca hubiera tenido reparo en rehacerlo. Tarareando
a sotto voce, ensimismada, alguna cancioncilla de moda, con los
labios tirantes para no echar a perder las mezcolanzas con que
pretende remozar el cutis ajado por el tiempo y que a mi modo
de ver no necesita para nada de aquellas ensaladas que malogran
las almohadas.
Es esa maldita manía
de las mujeres de mantener al tiempo acribillado con tareas inútiles.
Parece que se esforzaran por la futilidad.
A ver reflexionemos un poco.
Cuando nos dedicamos a la respetable tarea de rubricar cuartillas,
los hombres jamás decoramos la caligrafía, sólo
escribimos estrictamente lo necesario, a base de jeroglíficos
ininteligibles y con una desfachatez rayana en inocencia. En
cambio, las mujeres embalsaman la escritura, utilizan distintas
plumas multicolores, colocan círculos o corazones en lugar
de los puntitos de las íes, suelen utilizar extraños
firuletes en las "m", "l" y "p",
incluso hasta perfuman la correspondencia. Es realmente un castigo
leer las notas de algunas mujeres. Llegan al punto de escribir hasta con sangre
alguna esquela romántica para sellar o finiquitar la misiva
como prueba indiscutible de amor, o simplemente finalizan las
cartas con una carita sonriente o con unos labios estampados
como rúbrica incuestionable.
En el cuarto de baño un hombre
posee solamente seis artículos indispensables: el cepillo
y la pasta de dientes, la crema de afeitar, la afeitadora, un
pedazo de jabón y la toalla de algún hotel que
visitaron en las últimas vacaciones. El número
promedio de objetos en el locker de una mujer es 9.437 y no me
atrevo a citarlos por puro y perentorio desconocimiento de su
utilidad.
A la hora de salir de compras
al mercado la mujer hace una lista interminable de las cosas
que necesita y de las que no necesita o sabe que nunca usará,
luego va a la tienda y revisa todo el almacén, góndola
por góndola, pide las muestras gratis que más pueda,
prueba todos los sabores de alguna promoción extravagante
de yogures de legumbres con frutilla que sabe ciencia cierta
que nunca va a consumir, solo lo hace por ese impulso interior
que la incita a desfacer los entuertos de su felina curiosidad
y la inmarcesible manía de perder el tiempo en trivialidades.
Para cuando llega su turno en la cola de las cajillas de pago,
el carrito está desbordante de toda clase de artículos.
Por supuesto, esto no evitará que se coloque en la fila
para '10 artículos o menos'.
El hombre espera a que su refrigerador sólo contenga medio
limón y una cerveza para salir de compras a la grocería.
Para ir al trabajo, la mujer
voltea sin piedad cada mañana el guardarropa, elige entre
una maraña de ropajes de todos los estilos, marcas y colores,
muchos de ellos serán heredados por sus nietos sin llegar
jamás nunca a ser usados, se viste y se pone las zapatillas,
el cinturón y hasta el calzón interior que hagan
juego con el color del traje escogido; faltando medio segundo
para abordar el tren sale, luego regresará en volandas a cambiarlo,
si nota que la vecina eligió algún tono medio parecido
que pretenda asemejarlas. llevará sus zapatos de piel
en una bolsa de plástico (la más linda que tenga
y debe ser de alguna tienda que le de status). Antes de ingresar
al sitio de trabajo se colocará los zapatos ceremoniosamente para hacer su entrada
triunfal ante el mensajero, la aseadora y la señora que
reparte el café, con la ansiedad de quien participa en
un desfiles de modas. Cinco minutos después, cuando sus
pies están debajo del escritorio se los cambiará
nuevamente. El hombre usa el mismo par de zapatos durante todo
el año a no ser por la insistencia del cambio casi histérica
de su mujer.
Por naturaleza la mujer quiere
ser la primera en todo, no se deja ganar por nadie, siempre busca
la manera para ser la mejor.
Un día que teníamos visita, la esposa de mi amigo
le contaba tratando de impresionarla. ¡Chica! Mi marido
me compró un loro que dice papá y mamá.
¿Ah si? Respondió a la defensiva en un acto relejo. Pues el mío
me compró una lata que dice Melocotones en almíbar.
Cuando una mujer dice que
estará lista en cinco minutos está utilizando el mismo
concepto del tiempo que los hombres cuando dicen que el partido
de fútbol terminará en cinco minutos. Ninguno de los
dos tiene en cuenta el entretiempos, los comerciales ni los replays.
Si se reúne con sus
amigas una noche, pasarán la noche entera hablando y hablando
hasta entrada el alba y dejan los temas que no alcanzaron a tratar
para decirse para después. Si unos amigos se reúnen
una noche, solo dirán unas quince o veinte palabras cada uno,
la mayoría de las cuales serán: "Queda más
cerveza?" o "Pásame otro slice de pizza".
El hombre siempre ha considerado
el teléfono como una herramienta de comunicación,
utiliza el aparato para enviar cortos mensajes a sus semejantes.
Una mujer después de haber ido a visitar a su amiga por
dos semanas, ni bien llega a la casa, la llama y habla trece horas
más.
Los últimos estudios
científicos demuestran la existencia de hormonas femeninas
en las bebidas alcohólicas. Esto podemos observarlo porque
cuando bebemos decimos muchas tonterías, conducimos fatal
y somos capaces de hacer cualquier tontería.
A las niñas les encantan
los juguetes, pero a los 11 o 12 años, comienzan a perder
el interés para dedicarse a las banalidades y a la parlanchinería.
Los hombres nunca pierden su obsesión por los juguetes.
Veamos como evoluciona la
mujer en las diferentes etapas de la vida:
A la de 7 años, la metes en la cama y la cuentas un cuento.
A la de 17, le cuentas un cuento y la llevas a la cama.
La de 27, te cuenta muchos cuentos mientras la llevas a la cama.
Y la de 47 te dice "déjate de cuentos y vamos a la
cama".
Las mujeres en las deliciosas
y reconfortantes prácticas del sexo prefieren unos 30
ó 40 minutos de juego previo o calistenia para atemperar
sus lágrimas y sentimientos. Tiempo suficiente para ver
medio tiempo del partido de fútbol. Los hombres en cambio
usan unos 30 ó 40 segundos suficientes para la iniciación,
tiempo exacto para rasgar y desparramar las vestiduras por el
piso. Y sienten que conducir de regreso a sus casas es parte
del juego previo.
Las mujeres en mi humilde
consideración se parecen a los zapatos nuevos, hay que
echarles un poco de alcohol para que aflojen.
No podemos ignorar que la
cualidad que el hombre prefiere de la mujer es la ingenuidad,
veamos:
Qué es la Naturaleza?, le preguntaron cierto dia a una
mujer y ella respondió: "Exactamente no lo sé,
pero lo Natural es que la ropa quede más suave lavada
a mano".
Cierta noche mientras observaba con algo de lascivia
a mi mujer semidesnuda recostada sobre la cama, con su ensalada
de guacamole untada en el rostro, me atreví a insinuarle:
Mi amor me hace falta fornicar?
Sin la menor perturbación me respondió con su delicado
acento característico:
"Es que no estás conforme con la Mastercard, Credicard,
la visa y la American Express?.
Claro que a la hora de obtener
lo que desean su ingenuidad no tiene límite.
En nuestras últimas vacaciones por Europa, el primer día
que llegamos a Ámsterdam mi prima nos llevó a conocer
una "Sex Shop", yo entré medio aludido y mi
esposa preguntó a la topa tolondra golpeando con el bolso el mostrador.
- Joven tiene consoladores.
A lo que el encargado respondió:
- Si señora, son los que están alla arriba colgados
en esa pared.
Inmediatamente replicó mi mujer:
- Me da el rojo.
El encargado del mostrador voltea extrañado y le contesta:
No Señora, ese el extinguidor.
Cuando estuvimos las últimas
vacaciones en la finca de mi abuelo, la esposa del capataz quiso
hacerle una atención y le dijo:
la yegua de paso fino acaba de tener potrillos del semental campeón,
con el tiempo será una magnifica inversión. Señora
le vendo un potrillo.
Y mi mujer le contesto admirada: y para que quiero yo un potrillo
vendado.
Al regreso mi abuelo nos prestó
su helicóptero personal debido a que esa noche estaba
haciendo muy mal tiempo y teníamos premura de llegar a
casa por cuestiones del trabajo. Después de encender los
motores el piloto le pregunta a mi esposa que estaba sentada
en el puesto trasero
-Señora, me hace un favor?.
Diga joven que desea. - aseveró mi esposa
-me dice si la luz intermitente de atrás funciona?.
Se voltea el mujer y le responde:
Si...No...Si...No...Si...No...
Eso sí, las mujeres permanecen
siempre fieles a sus sentimientos. El invierno pasado la lotto
jugaba 300 millones y me acerque con mi esposa a comprar un boleto,
mientras hacíamos la fila interminable se me ocurrió
preguntarle: Mami, si te ganaras los 300 millones ¿me
dejarías de querer? No, mi vida, como se te ocurre. Pero
te echaría mucho de menos, respondió.
Claro está que de las miles cosas que hablan las mujeres
no hay una sola de la menor importancia, las mujeres no están
interesadas ni poquito por algo serio o culto, si no me cree por
favor hágale a su mujer las siguientes preguntas:
1. ¿Cuánto duró
la Guerra de los Cien Años?
2. ¿Que país fabrica los sombreros de Panamá?
3. ¿En qué mes celebran los rusos la Revolución
de Octubre?
4. ¿De qué están hechos los pinceles de
pelo de camello?
5. ¿De qué color es el ave llamada pinzón
púrpura?
6. ¿Como se llamaba el caballo Palomo de Bolivar?
7. ¿De dónde provienen las grosellas chinas?
Al analizar las respuestas
debes no ser tan rudo y aplicar algunas de las reglas de la lógica
difusa que es la que utilizan por siempre las mujeres,
Por ejemplo:
1 -Dios es amor. El amor es
ciego. José Feliciano es ciego.
Luego, José Feliciano es Dios.
2 -Mi mujer dice que no soy nadie. Nadie es perfecto. Luego,
yo soy perfecto.
3-Pero sólo Dios es perfecto. Por tanto, yo soy Dios.
Si José Feliciano es Dios, yo soy José Feliciano!!!!
Por Dios, soy ciego!!!!
Citaré algunos de los
ejemplos o definiciones y estudios que sobre las mujeres han
emitido los más importantes filósofos, grandes
pensadores y eruditos en el mundo:
Principiemos por la definición
de "mujer" que encontramos en el diccionario Larousse:
conjunto de células medianamente organizadas que rodean
una vagina.
Algunos connotados estudios
médicos han llegado a la conclusión que
Las mujeres dejan de menstruar después de la menopausia
para que haya suficiente sangre para las varices.
Otros más avanzados afirman que las pocas mujeres que
conducen se pintan al llegar a los semáforos en rojo,
porque no tienen huevos para rascarse.
Analicemos.¿Qué
necesita un hombre para entrar a la policía?... dos fotos
y ser bruto.
¿Y una mujer?... solamente las dos fotos.
Hora entiendo por qué los ataúdes de las mujeres
tienen forma de Y invertida.
Pues porque la mujer cada vez que la vas a enterrar abre las
piernas.
He llegado a la conclusión que las ( . )( . ) de las mujeres
se parecen a Disneylandia, Porque a pesar que fueron hechas para
los niños, las disfrutan más los adultos...
Por el contrario los niños
muestran una inteligencia superior desde muy temprana niñez. Recuerdo
una tarde de domingo en la biblioteca, nuestro hijo debía
tener un poco más de 2 años, mientras yo leía un
libro de Diógenes Laercio: "Vidas de filósofos ilustres".
Mami, mami quiero hacer pipí -bueno le contesta mi mujer,
ven, acércate te llevo al baño -no tu no. Quiero
que me lleve mi abuelita -¿ y porque tu abuelita? le replica
-es que a ella le tiembla la mano.....
No necesitamos ser genios
para saber por qué las mujeres son tan charlatanas y los
hombres tan inteligentes?
Pues porque los hombres tienen dos cabezas y las mujeres cuatro
labios. Los dos superiores para meter la pata, y los dos inferiores
para pretender arreglarlo todo.
Preocupada, mi esposa se me
acerca cierto día y me dice:
- Amor estaba pensando...
- ¿Pero para qué Mija?! le respondí apresuradamente - El médico te ha
dicho que hagas la vida de siempre y que no te esfuerces en hacer
cosas extrañas!
Oye, Mi amor, ¿nunca
se te ha ocurrido enviarme flores?
- Para que Mija, si todavía estás viva! |