"La Noche de Carnaval." (Sainete para Señoras) Por: Eddie Ferreira

Personajes:

Maricusi
La Meretriz
El Alcalde y el Viajero
El Jefe de Policía
El Cura
El Médico
El Carnicero

El Espectáculo de Variedades:

Dos salidas a escena, la primera con una danza internacional preferiblemente americana con una duración máxima de 1 minuto, la segunda salida con una danza de corte estrictamente latino.
Tres hombres disfrazados de vedettes con vestuario finamente decorado con pedrería, velos, guantes largos de brocado, grandes penachos multicolores y zapatos de tacón alto de color nacarado.

Primera Escena:

(La casa modesta de la joven madre, una mesa puesta de comedor en la que se realiza la escena está ubicada a un costado del escenario, de manera que haya un espacio para los personajes fortuitos "Vedettes Danzantes")

(Maricusi se encuentra barriendo el quicio de la casa cuando el viajero llega)

" El Viajero: ¡Buenos día señora!

" Maricusi: ¡Buenos días buen hombre! ¿Qué puedo hacer por usted?

" El Viajero: ¿Me podría regalar un poco de agua?, vengo de lejos, el recorrido a sido agotador y me encuentro muy cansado y sediento.

(Maricusi, dejando el quehacer, invita al viajero a pasar)

" Maricusi: Por favor pase usted a esta su humilde casa y no repare por favor en la estrechez. Soy una mujer que recién he dado a luz, el parto fue muy difícil y aunque estoy todavía algo delicada de salud, creo que puedo ofrecerle algo de comer y un poco de limonada para que calme la sed.
" El Viajero: Señora, gracias por su misericordia, pues llevo toda la noche viajando y me hace falta el alimento.

(Maricusi trae al forastero una vasija para que se lave del polvo del camino.)

" Maricusi: Tenga buen hombre, lávese usted el polvo del camino.

" El Viajero: ¡Gracias mi señora! ¡Muchas Gracias!

(El hombre se lava las manos y la cara en la palangana, se seca con parsimonia, deja la vasija y la toalla en un rincón y se acerca a la mesa, mientras la mujer trae una bandeja con alimentos)

" Maricusi: Siéntese usted, póngase cómodo y vaya tomando usted un poco de pan y limonada, mientras le preparo algo más apetitoso para comer.

" El Viajero: No se preocupe usted, no tengo como pagarle tanta bondad, ¡Dios le recompense su buena voluntad!

(Ya acomodado el visitante después de un momento, pregunta.)

" El Viajero: Y dígame buena señora ¿Qué ha sucedido en estos contornos? Pues hace mucho, abandoné esta región y hasta ahora no había podido regresar.

" Maricusi: ¡Amigo! En este rincón del mundo casi nunca pasa nada, hasta el tiempo nos mantiene relegados. El ultimo acontecimiento significativo ocurrió hace ya muchos años ¿No ha oído usted acerca de la danza de las nocherniegas? Es un festival venido de ultramar supongo, puede ser que lo haya podido admirar alguna vez en la ciudad de donde viene.

" EL Viajero: Le aseguro que aunque me apasiona el arte, no he oído hablar de esa danza que usted me comenta.

" Maricusi: Pues sin temor a engañar, es lo único meritorio de contar que ha sucedido en este lugar en mucho tiempo, por los hechos que se han desencadenado desde el mismo momento de su llegada al pueblo.

" El Viajero: Pero Cuénteme hágame el favor: ¿Qué fue eso tan importante que merece tanto su atención? ¿Quién son estas beldades a quienes pronuncia con tanta emoción?

(Maricusi se acerca a la mesa donde y toma asiento para así iniciar su relato)

" Maricusi: Hace cinco años para ser exactos, pasó por aquí un teatro rodante de variedades, el teatro traía en su espectáculo las vedettes más esplendorosas que se hayan visto jamás en el pueblo, eran tres mujeres algo entradas en años, pero muy bellas en verdad, llegaron por primera vez para los carnavales de San Pedro.

" El Viajero: Siga narrando mi señora ¡Soy todo oídos! que de esas historias nunca habían pasado por este pueblo desdichado, desde que vino el circo de Afganistán cuando yo era casi un niño. Adelante: Quiero escuchar esa historia.

(Comienza a sonar la música, se atenúan las luces y al otro extremo del escenario en medio de la penumbra aparecen las tres Vedettes que visten costosos trajes de fantasía y comienzan a bailar una danza sensual)


1 minuto del espectáculo de danza.

(La música va muriendo con las luces, las Vedettes salen de la escena, retornan las luces y el diálogo continúa.)

" Maricusi: Nadie supo nunca de donde provenían, pero la verdad sea dicha, llegaron para revolucionar este pueblo dormido donde no pasaba ni el verano.

" EL Viajero: Pero, ¿y estas mujeres tenían algo en particular? ¿Cuanto tiempo se quedaron en el pueblo? ¿Han vuelto a regresar?

" Maricusi: No, no hombre, después que acabó su temporada inicial, mejor dicho: su debut en el tenderete provisional que se montó para el evento en el parque principal, decidieron radicarse aquí definitivamente. Por lo menos así lo hicieron saber al pueblo en la retreta que les organizó el mismísimo alcalde al término de su aclamada función.

" El Viajero: ¡Oh si! como me gustaría conocerlas, me encanta el teatro de vodevil ¿las conoce personalmente? ¿si pudiera usted presentármelas?

" Maricusi: Ya le dije mi querido Amigo que eso no va a ser posible, porque nunca nadie las ha podido ver, como no sea en ese glorioso día de celebración. Cuando acaba el carnaval desaparecen sin dejar rastro.

" El Viajero: Que extraño, y acaso, ¿nadie conoce el lugar donde se instalaron?

" Maricusi: Justamente ese es el gran misterio, nadie sabe donde viven. Aparecen y desaparecen como por arte de magia.

" El Viajero: (Apurando un trago de limonada) Pero no entiendo, si se radicaron en el pueblo… tal vez se regresaron… ¡anda! ¿incomprensible verdad? Es cosa que intriga verdaderamente. Pero…sígame contando por favor.

" Maricusi: A partir de entonces las funciones se repiten en cada aniversario de su arribo, siempre el día exacto en que celebramos el carnaval de San Pedro a la media noche. Se instala entonces durante estas fechas memorables una carpa gigantesca, esplendorosa, en un extremo del parque del ayuntamiento, con miles de luces fosforescente que iluminan todo el vecindario, es entonces cuando aparecen renovadas las misteriosas bailarinas en medio de su música celestial y coronadas de los aplausos y los vítores de la población, su espectáculo es en realidad maravilloso, pero la verdad sea dicha, ¡amigo viajante! durante el transcurso del año, como le dije anteriormente, nadie vuelve a saber de ellas.

" El Viajero: (Con Intriga rascándose la cabeza) Definitivamente todo un misterio, una historia como de novela, como para Sherlock Colmes. Pero me alegra ¿sabe?, por lo menos algo nuevo esta pasando en este pueblo moribundo.

" Maricusi: Pero y usted buen hombre, cuénteme de usted, le escuché decir que vivía antes en este pueblo, entonces ¿porqué no lo recuerdo? Yo nací aquí y nunca antes lo había visto.

" El Viajero: yo soy el hijo único de Margarita Vidal Cedeño quien fuera por muchos años la Maestra de la única escuela. Ella, mi pobre vieja, pensando siempre en que su hijo fuera un hombre de provecho, de mundo, bien educado, me envió a casa de su tía abuela en la capital para completar mi educación. Poco después, cuando mi madre se vio achacosa y enferma emigró a la ciudad a ponerse en manos de los médicos y allí murió. Quedé tan desolado que nunca me atreví a regresar a este pueblo aletargado que casi ni conozco. Solo ahora que el señor gobernador se ha dignado nombrarme nuevo alcalde, pues me vi obligado a regresar.

" Maricusi: Pero, señor mil perdones por mi atrevimiento y mi confianza si hubiera sabido que usted era el nuevo alcalde le juro que…

" EL Viajero: No, no tenga cuidado, por el contrario joven señora, estoy altamente agradecido por las atenciones que me ha prodigado, perdóneme usted más bien por venir a quitarle su tranquilidad y su tiempo.

" Maricusi: No señor Alcalde, no sienta usted pena y dígame que más puedo hacer por usted.

(Las luces se apagan. Fin de la primera escena)

 

Segunda Escena:

(Aparece Maricusi rodeada por el médico, con anteojos, maletín y estetoscopio que viene para examinarla y una mujer joven con aspecto de meretriz, después entran en escena el cura y un carnicero).

" El Doctor: Bueno, mi querida Mariquita debe usted mantener reposo absoluto, recuerde lo difícil que fue su parto y a pesar de haber pasado ya casi cuatro meses, usted no está muy bien del todo, su corazón está débil aun y debe descansar, dedíquese exclusivamente a cuidar de usted y de su linda criatura, que a Dos gracias se encuentra muy sanito, ¡Ah! Y no haga ningún esfuerzo. Reposo, mucho reposo.
" Maricusi: Pero Doctor con tanto quehacer que tengo en la casa y la atención que debo prestar al bebé, no hay mucho tiempo para el descanso.
" La Meretriz: Ve Mariquita, yo le advertí que el doctor no iba a estar muy a gusto con sus trajines. Doctor, yo procuro venir con la mayor frecuencia. cada que tengo un rato libre corro a acompañarla y ayudarle con el oficio, pero lo encuentro ya todo hecho, Mariquita es obsesiva con la limpieza, no me deja nada por hacer.
" Maricusi: Es que la vida no da espera, mujer. Pero Doctor, yo le estoy muy agradecida por todo lo que usted está haciendo por mi, cubrir el valor de la sala de parto debió costar una fortuna y todas sus visitas y desvelos, y la medicina, yo no tengo con que pagarle, si no fuera por su buen corazón creo que ni el bebé, ni yo hubiéramos podido sobrevivir, algún día podré conseguir algún dinero para pagarle, se lo aseguro, aunque sea poco a poco
" El Doctor: Mariquita no se preocupe que solo estoy cumpliendo con mi deber y por el dinero no hay afán, que mientras las cosas se puedan realizar, usted sabe que Dios provee.
" La Meretriz: Permítame decirle Doctor que su labor ha sido la de un santo, pero no de esos tiesos que vemos en las iglesias, sino de uno que trabaja de verdad sin tener que prenderle velitas ni rogarle por los milagros. Nuestra gente rebosa de buena salud y bienestar gracias a sus atenciones y todo esto sin recibir nada a cambio.
" El Doctor: Y como sabe usted que hay santos en las iglesias si nunca va por allá. Usted es harina de otro costal, con esa vida disipada que lleva, es hora de organizarse, mire que la vida es corta ¿cuando es que piensa cambiar?
" La Meretriz: Pero Doctor si es que con esto del embeleco nace uno, como los músicos y los poetas, igualito que las mañas de los políticos, como puedo yo dejarlo si cuando me topo los hombres y me lo piden suavecito al oído, me dan unas cosquillitas bajitas que casi ni me aguanto.
" El Doctor: Pero ya es hora que tenga marido propio, eso de montarlos a todos y vivir andando por las nubes como los aviones, eso no es bonito, controle esos instintos y rehaga su vida, nunca es tarde. Ya son muchas las venéreas que he tenido que sanarle que hasta me estoy cansando.
" Maricusi: Doctor, no sea duro con ella, usted sabe que es una mujer muy confiable y servicial solo que tiene sus mañitas.
" El Doctor: Que mañitas ni que mañitas, son vagabundearías si todo eso lo puede hacer igual si tuviera un solo marido.
" La Meretriz: Pero Doctor, si así es más divertido. Además, los hombres son unos pelafustanes se van siempre detrás de las primeras nalgas que olfatean, como los perros y después termina una sola y abandonada, ¿verdad Mariquita? (Enfatiza con picardía)
" Maricusi: Es verdad, pero con la ayuda de Dios podré salir adelante con mi hijito.
" El Doctor: No se preocupe Mariquita usted es otra cosa muy diferente, usted es una mujer de 40 quilates y estoy seguro que la vida le traerá un verdadero hombre, no uno de esos caníbales que habla esta impertinente. Eso que le pasó es para que aprenda a fijarse con quien se mete, son errores de la juventud, pero de los errores se aprende cuando no se quiere creer en consejos de mayores.
" La Meretriz: y usted doctor a su edad ¿porque no se ha casado? Acaso es usted…
" Maricusi: No seas imprudente mujer, cállate mujer!
" La Meretriz: Que le tiene miedo al matrimonio es lo que quería decir, hum… usted si es malpensada, no me deja terminar.
" El Doctor: Mi labor está en servir a la gente, no me queda tiempo para otras cosas (Replica el médico conturbado ajustándose los anteojos)
" Maricusi: No le ponga atención doctor, usted ya la conoce, todos sabemos que usted es un santo, si no fuera por usted ¿que seria de este pueblo?
"

(Tocan a la puerta y la meretriz corre y aparece trayendo de regreso al cura, apretada de su brazo)

" Maricusi: Siga, siga Sr. Cura ¿a que debemos su honrosa visita?
" La Meretriz: El Padrecito viene a verme a mi, ¿verdad su reverencia? (lo expresa con malicia mientras le soba el pecho al sacerdote)
" El Cura: Claro hija entre otras cosas vengo a sacarte, de una vez por todas, el demonio, pero mientras, quería saber como está la nueva familia, como ahora no veo por la iglesia a Mariquita desde que tuvo el bebé, quise averiguar que está aconteciendo.
" El Doctor: Discúlpela usted Sr. Cura, Mariquita es muy delicada de salud y a pesar de haber dado a luz hace más de tres meses, aun se encuentra bajo estricta observación, yo le he dictaminado reposo absoluto, aunque me hace caso a medias. pero por lo menos no sale a la calle. Gracias a Dios cuenta con buenas amigas (Lo dice mirando de reojo a la meretriz) que le hacen compañía y le ayudan con las compras. Aunque también debiera reemplazarla en las idas a la iglesia, que hasta una confesión buena falta le hace. (Enfatiza con sorna)
" La Meretriz: No lo repita Doctor, Dios no lo quiera, si yo le contara al padrecito mis pecados, creo que más nunca volvería a usar esa sotana. Y quien me lo quitaría de encima. (Replica riendo con picardía)
" El Cura: Dios me libre de semejante obligación (Habla alzando la vista al cielo mientras levanta lentamente los brazos en cruz) que no alcanzaría la Biblia entera para ponerle una penitencia.
" La Meretriz: ¿Le parece poquito el castigo que llevo, Padre?
" El Cura: Un castigo que te has impuesto tu misma.
" La Meretriz: Pero tiene sus raticos agradables.
" El Doctor: Esa enfermedad no tiene cura Padre, es uno de esos males crónicos como la lepra que ni sana ni mata, pero se lleva como un estigma durante toda la vida.
" La Meretriz: No diga eso Doctor, porque no me veo tan mal o si, ¡mire usted! (Dice levantando su falda dejando ver el muslo voluptuosa)
" El Cura: (Acercando la mirada alelado, carraspea dos veces y replica) Claro que está mal, muy mal, porque el cuerpo puede estar muy bueno (cambia la palabra rápidamente) eeh! muy sano, pero por dentro el alma esta enferma y ese es el peor de todos los castigos, el remordimiento, la crisis de conciencia.
" Maricusi: (Intentando defenderla) Ella es una buena persona solo que tiene sus mañitas.
" El Doctor: La vida y la salud hay que tomarlas en serio, hasta que no te caiga el sida de pronto, entonces si vivirás lamentándote y sin posibilidad de volver atrás. Eres una mujer de 40 centavos, ¡valórate! no ves que en verdad vales muchísimo más que eso, la vida saludable y el alma limpia no tienen ningún precio y con eso no te digo que no puedes tener tus sanas mañitas, pero ¡defínete!
" La Meretriz: Gracias Padre, gracias Doctor lo pensaré. Pero, ¿y que hago con las cosquillitas?
" El Doctor: Bueno, tengo que retirarme mis obligaciones lo requieren, (Repite mientras toma su maletín) El bebé esta sano y fuerte y recuerda Mariquita mucho reposo y aliméntate bien.
" La Meretriz: Yo lo acompaño Doctor (Dice mientras de coloca a saltitos del lado del doctos tomándolo por el brazo)

(El Doctor sale de la escena mientras la Meretriz regresa lenta y pensativa)

" El Cura: Mariquita preséntame al retoño que no quiero conocerlo el día del bautizo.
" Maricusi: Claro Padre y perdóneme que no haya podido ir a la iglesia con más frecuencia, usted siempre ha sido como mi verdadero guardián desde que se accidentaron mis padres. ¡Oh! El tiempo como pasa volando ya es hora de dar de comer a mi bebé.

(Maricusi sale de la escena y regresa momentos después con el bebé alimentándose de su pecho desnudo. Mientras, el cura simula no ver a la meretriz ella le coquetea con la mirada))

" La Meretriz: Padre, ¿usted siempre ha sido tan serio? yo recuerdo hace algunos años cuando llegó a este pueblo con el señor obispo, era usted tan guapo y ahora tan serio y regañón.
" El Cura: Es por tu bien hija mía, yo tengo que hacerte ver el buen camino. y la verdad es que me sacas de casillas, ¿por qué no puedes ser una mujer como las demás? Deja tus andanzas y ¡cásate!
" La Meretriz: Pero Padre si no hay un solo hombre en este pueblo que quiera casarse conmigo, a no ser que a los curas ahora los dejen casar, porque entonces, usted sí se casaría conmigo ¿verdad se reverencia?
" El Cura: No digas tonterías, eres un mujer joven y muy bella aunque con tus mañitas y ves, justamente por esas mañitas es que nadie quiere casarse contigo.
" La Meretriz: Solo me buscan para………
" El Cura: Lo se, lo se, no hay necesidad de repetirlo.
" La Meretriz: ¿Pero yo a usted le gusto, Padre?
" El Cura: Me gustaría más que fueras una buena mujer.
" Meretriz: Acaso no soy buena, Padrecito? (Con actitud coqueta, removiendo el trasero con desparpajo)
" El Cura: Yo no he dicho eso, tu me entiendes, vaya!
" Maricusi: Deja al Padre tranquilo, que lo vas a matar un día de estos, tu ya no tienes arreglo, mujer. Mire Padre (Le dice acercándole al chico mientras el seno permanece al descubierto) como le parece, ¿lindo verdad?
" La Meretriz: ¡Y tú que hablas! mostrándole las pirujas el padrecito.
" EL Cura: (Visiblemente turbado) Eso es otra cosa, yo la miro con los ojos del alma.
" La Meretriz: Del alma, siii del alma, (Incrédula) como si a usted no le diera cosquillitas.
" Maricusi: (Retornando el chico a su seno y retirándose del Cura) ¿Cómo le pareció Padre?
" El Cura: Hermoso y gordito.
" La Meretriz: (Irónicamente) Muéstrale al otro a ver que le parece.

(En ese preciso instante tocan a la puerta y la meretriz sale rápidamente regresando con el carnicero que entra jadeante con un cesto en la mano)

" El Carnicero: ¡Buenas tardes tengan todos! Vengo a traerle estas chuletitas de chancho a la señora Maricusi.
" Maricusi: (En voz alta) adelante don Fermín, pase usted.
" El Carnicero: (Caminando al interior con el cesto en la mano y dando claras muestras de felicidad) Muñeca, muñeca, están armando en la plaza del ayuntamiento la carpa de variedades.
" La Meretriz: Otra vez las nocherniegas, qué ¡Bah! Estas próximas noches no tendré trabajo, y con lo malo que está, ahora todos querrán ir allá.
" Maricusi: Como pasa el tiempo otra vez vuelven las fiestas de San Pedro.
" El Cura: Llegó el demonio al pueblo nuevamente (Lo dice santiguándose) Ojalá el nuevo alcalde haga algo, no podemos seguir viviendo revolcándonos en el pecado.
" Maricusi: Pero Padre, desde que llegaron las nocherniegas por primera vez, el pueblo es otro. Ha habido más adelanto, se respiran aires de prosperidad. ¿Donde se ha visto un banquero más manirroto que éste? Creo que es el único banco en el mundo que no presta, regala.
" El Carnicero: (Poniendo el cesto sobre la mesa del comedor) Es cierto Padrecito, este pueblo ahora es otro, parece que esas mujeres fueran brujas porque desde que llegaron aquí la gente cambió, se dedicó a trabajar y a disfrutar sanamente, en familia. Será que lo que le faltaba a este pueblo eran unas fiestas de San Pedro bien montadas, de lujo, porque todo el tiempo el pueblo se mantiene trabajando juicioso de sol a sol esperando y comentando como será el acontecimiento del año siguiente.
" El Cura: Está bien, está bien, lo reconozco, ahora todo está mejor. Pero esas noches de mujeronas casi desnudas y piernas al aire, con sus bailes exóticos, ¿cómo es que se aparecen como fantasmas? ¿de donde habrán salido?
" El Carnicero: Yo no se Padre, pero que están buenas, eso que ni dudarlo.
" La Meretriz: Qué buenas! Ni qué buenas! si son ya cuarentonas, lo que pasa es que te estás quedando ciego pedazo de tonto, ¡compare! (Replica llevándose las manos a la cintura y contoneándose sensualmente) Esto si es carne fresca y de la buena, que de buena carne es de lo único que usted sabe.
" El Carnicero: No se moleste Muñequita, usted sabe que es la única que quiero en esta vida, es solo por alimentar el ojo.
" El Cura: Y si es la única que quiere ¿porque no se casa con ella?
" La Meretriz: Padre, Padre, no lo acose por favor, pobrecito pajarito. ¿no ve que primero tenemos que conocernos bien? No sea que me pase lo que a…….. (Lo dice irónicamente indicando repetidamente con los labios a Maricusi)
" El Carnicero: Es verdad, es verdad Padrecito, la muñeca tiene razón.
" El Cura: Que razón ni que razón. ¡Sinvergüenzas!
" Maricusi: No se moleste Padre ya sabe que si las cosas están saliendo bien en el pueblo, nunca hay dicha completa.
" El Cura: Creo que tendré que ir a investigar todo eso que esta sucediendo en la plaza del ayuntamiento ( y sale rápidamente de la escena sin despedirse)
" Maricusi: Y que otro motivo tiene su visita, (Interroga al policía)
" El Carnicero: Perdone señora Mariquita pensé que podía necesitar algo más y me dio pena interrumpir al Sr. Cura, usted sabe que siempre estoy para servirle.
" La Meretriz: Si claro, el servidor de la humanidad, desde cuando tomas tan a pecho tu trabajo, si solo quieres andar montado a mis espaldas.
" Mariusi: Gracias, muchas gracias don Fermín, voy a traerle su dinero, en un momento regreso, el bebe se durmió, de paso voy a dejarlo en su cunita. (y se retira dejándolos solos)
" La Meretriz: (En voz baja y regañona) Lo que viene es a espiarme malandrín disfrazado de carnicero.
" El Carnicero: Es que no te encontré en tu cuarto y tengo el apetito a flor de piel, hasta me tiemblan las manos, mira (y se le acerca intentando acariciarle los senos)
" La Meretriz: Apetitos de mierda, ¿no ve que estaba con el Curita y la señora Mariquita? no sea bruto, métalo en agua fría, no me moleste ahora, ¡váyase pa'l carajo!
" El Carnicero: Camina, si, si, solo un ratico, (con doble sentido) solo unito. Hasta te traje un regalito.
" La Meretriz: (ilusionada) ¿Un regalito? Pero si vive en la inopia todo lo que se gana se lo gasta en cerveza y con las putas.
" El Carnicero: Pero si tu eres la única.
" La Meretriz: Es verdad, es verdad. ¿Y donde está mi regalito? (Alargando la mano con ansiedad esperando recibirlo)
" El Carnicero: (Se inclina tocando con las manos sus genitales) Aquí esta tu regalito, muñequita! (y ríe socarronamente) ja, ja, ja, ja
" La Meretriz: ¡Uuy! Zoquete de mierda, ¡muérase!

(La luz se atenúa hasta la oscuridad, fin de al segunda escena)

 

Tercera Escena:

(El Cura, el Alcalde con traje entero, Maricusi en traje de calle y la Meretriz aparecen en escena)

" Maricusi: Que noche tan inolvidable, gracias señor Alcalde por invitarme, si el Doctor supiera de mi escapada seguro no le gustaría.
" El Alcalde: Era lo menos que podía hacer por usted después del recibimiento tan amable que me brindó a mi regreso al pueblo. Además, un gran evento, verdaderamente encantador, como usted me había contado, quería corroborarlo con mis propios ojos. pero se quedo cortita en palabras el evento es magnificente. Y solo ocurre una vez al año, y como dice el dicho "una vez al año no hace daño". Por el doctor no se preocupe.
" El Cura: Eso no está bien Mariquita si el doctor te dijo reposo, es reposo.
" Maricusi: Lo se Padre, pero como dijo el Sr. Alcalde "una vez al año no hace daño", no podía perderme por nada del mundo la presentación de las candilejas. Le aseguro Padre que fue un evento excepcional, lástima que usted la ha tomado en contra de las vedettes, porque en verdad el programa es magnífico, no tiene nada de vulgar.
" La Meretriz: Siii muy lindas las muchachonas ¿y yo qué? Soy una abandonada, ya nadie se fija en mí.
" Maricusi: No te pongas así, anímate y cuéntale el Padre como fue el espectáculo sin omitir detalle.
" La Meretriz: Muy bien, afine el oído Padre, Las mujeres aparecieron en el escenario bien elegantes y para mi gusto carnudas, ataviadas con vestidos muy brillantes, llenos de lentejuelas y pedrería, con los penachos de plumas de pavo real……………..

(La Meretriz continúa su relato y mientras la voz se va perdiendo suavemente se va escuchando acercarse una música muy pegajosa, las luces se van encendiendo y aparece en escena el grupo de vedettes bailando una danza latina sensual muy elegante y exquisita. Cuando termina la danza las luces se apagan y continua el dialogo)

" La Meretriz: (como poseída) Todo el pueblo estaba fascinado con la danza sublime de las nocherniegas, el embelezo era general, verdaderamente alucinante, la música embrujadora, como si la melodía proviniera de algún hipnótico encantador de serpientes.
" Maricusi: Ya está bien, está bien, No exagere. Como lo puede apreciar Su reverencia, el espectáculo estuvo primoroso y las mujeres aunque entraditas en años se mostraron espectaculares.
" El Cura: Pero son una mala influencia para nuestra juventud.
" El Alcalde: Sr. Cura mírelo desde el lado artístico, sin mojigatería.
" Maricusi: Además Padre, si se tratara de la mala influencias de las mujeres (Mira con sorna a la meretriz afirmando el pie varias veces sobre si mismo). No seria propiamente por las bailarinas.
" El Alcalde: Solo las vemos por aquí una vez por año, en el carnaval de San Pedro, que mala influencia puede traer este espectáculo artístico a nuestros jóvenes, por el contrario creo que los chicos tiene mucho que aprender y ganar enseñándoles a apreciar el arte de la escenografía, la filigrana de la joyería, la delicada confección del vestuario, la cadencia de los pasos de la danza. Yo pienso Sr. Cura que el espectáculo está a la altura de los mejores escenarios del mundo, El Radio City Music Hall, la Escala de Milan, la Opera de Berlin, EL Teatro Colón, El Palacio de Bellas Artes y lo tenemos aquí, como de puro milagro, en nuestro pueblo, debemos antes dar gracias a Dios. Recuerde Sr. Cura que "el arte es la madre de la cultura de los pueblos".
" El Cura: Pero si esas madres son mujeres de mala vida. Definitivamente no.
" La Meretriz: Mala vida, noo, pésima. ¡venir a desplazarme de mi lugar!
" Maricusi: Nadie te ha quitado nada, porque solo hacen su espectáculo, le dan vida a este pueblo y desaparecen.
" El Cura: ¿y que le habrán visto a este pueblo? ¿Porque no se Irán con su música a otra parte?
" El Alcalde: Nadie lo sabe, pero solo nos han traído algo de diversión y con ello allegado el progreso. ¿qué no salta a la vista?
" Maricusi: Es verdad Padrecito, hasta creo que deberían ustedes, que son las máximas autoridades, promover una escuela de arte en nuestro pueblo.
" La Meretriz: ¿Escuela de arte?
" El Alcalde: No es una mala idea Mariquita, así nuestro pueblo seguiría creciendo y culturizándose pero ahora con más método, los jóvenes tendrían un lugar donde aprender y socializar organizadamente.
" El Cura: Esos snobismos son cosa del demonio y nos llevarán directo a la perdición.
" La Meretriz: ¿y yo puedo matricularme en esa escuela? (Ansiosa)
" Maricusi: Claro, solo tienes que esperar que la escuela sea una realidad.
" El Cura: Pero si no hay dinero para estas cosas, recuerden que somos un pueblo pobre.
" La Meretriz: (Enfática) En vía de desarrollo.
" El Alcalde: Justo por eso Padre, porque necesitamos culturizar a nuestra gente y sacarla de la pobreza en que hemos estados anquilosados tantos años. Es cosa de hablar con el banquero.
" La Meretriz: Pero el Sr. Banquero es un hombre muy empingorotado y yo no tengo que ponerme cuando vayamos a verle, Mariquita présteme un vestido de esos que usted tiene tan bonitos.
" Maricusi: ¿Y quien dijo que tu irías a ver al banquero?
" El Cura: Pues si quiere que vaya. Después de todo estoy seguro que será tiempo perdido, y uno más o uno menos que importa. Con las fachas de esta loca, más rápido nos ponen de patitas en la calle.
" EL Alcalde: Pero Sr. Cura ya sabe usted que este pueblo en los últimos años se ha venido civilizando como por arte de magia, ni un solo robo, ninguna violación, por ahí una riña de vez en cuando, nada de violencia y mucho menos durante las festividades en que las gentes del pueblo están como obnubiladas, solo tienen cabeza para su carnaval, todo ha transcurrido últimamente en camaradería y santa paz.
" La Meretriz: Es cierto Sr. Padre, yo recuerdo que antes las noches de jolgorio eran totalmente diferentes, eran una sola borrachera, todas las cantinas llenas y el trabajo de sobra, plata, plata, plata. Era como una bendición de mi Dios. ¿verdad Padre? Y ahora hasta se me terminó el trabajo. (Indica desconsolada)
" El Cura: No digas boberías mujer, que eso no es ningún trabajo, es una holgazanearía.
" Maricusi: Esta noche se terminan las carnestolendas, cuando las cosas vuelvan a la normalidad nos reuniremos con el banquero para proponerle la idea, ¿Qué les parece?
" El Alcalde: Muy bien Mariquita, cuenta con mi apoyo incondicional.
" El Cura: Conmigo ni hablar, para nada estoy de acuerdo. (Negando lentamente al tiempo con la cabeza)
" La Meretriz: Padre lo que a usted le hace falta es una esposa que le ayude con las cosquillitas, porque mire esa cara, ¡que geniecito! y no me diga que no lo acosan las cosquillitas.
" Mariusi: No molestes más al padrecito y ve a la cocina por un poco de café.

(Desfallece la luz, fin de la tercera escena)

 

Cuarta Escena:

(La suntuosa oficina del banquero, un escritorio, poltronas, cuadros, una mesa esquinera y sobre ella un florero con tulipanes)

(Cuando retorna la luz aparece el Banquero, el Médico y el Jefe de Policía que se encuentran brindando alrededor del escritorio del banquero.
Acto seguido hacen la entrada Maricusi, la Meretriz, el Cura y el Alcalde.)

" El Alcalde: Como le va Sr. Banquero, espero que haya pasado bien sus intempestivas vacaciones.
" El Banquero: Adelante, Adelante, Bienvenidos. Gracias Sr. Alcalde, ¿en que puedo ayudarles?
" La Meretriz: Venimos por lo de las nocherniegas.
" EL Banquero: No entiendo. (Algo confundido) ¿a que se refiere?
" El Cura: Permítame explicarle señor, aunque la verdad no se que estoy haciendo aquí.
" EL Banquero: No hay problema Sr. Cura, continué usted por favor.
" El Alcalde: Disculpe Padre creo que debo ser yo quien haga la proposición al Sr. Banquero. Si no interrumpimos alguna negociación con los señores, claro. (Dirigiéndose al Médico y al Jefe de Policía que asienten con la cabeza)
" EL Jefe de Policía: mi visita es de pura cortesía, ya me iba.
" EL Banquero: Me pareció escuchar a esta pobre mujer que el tema que traen a colación se refiere a las damas del espectáculo de la noche de San Pedro.
" La Meretriz: Pobre pero honrada (Replica acomodándose los senos dentro del brassiere) y en franca lucha contra la competencia.
" Maricusi: No comencemos, Mujer, deja que los señores se entiendan, limítate a escuchar.
" El Médico: Pues yo también me iba. pero no puedo ocultar que la curiosidad me intriga.
" Maricusi: Claro Doctor, quédese por favor, y a propósito usted no ha vuelto a visitarme por estos días, ¿Algún enfermo grave en un pueblo cercano?
" El Médico (Carraspeando) Si, si, discúlpeme si, no he podido auscultarla últimamente, pero veo que ha entrado en clara mejoría hasta asistió a la función la noche de carnaval.
" Maricusi: ¿Y usted como lo sabe doctor, si no estaba en el pueblo?
" El Doctor: (Confundido) No, no, en verdad no lo se, solo lo imagino, porque nadie en este pueblo se escapa al encanto del espectáculo de las nocherniegas.
" El Cura: Bueno señores al mal paso darle prisa.
" EL Banquero: Continúe señor alcalde, vayamos de lleno al asunto.
" El Alcalde: Queremos que ustedes nos ayuden con el misterio de las consabidas damiselas y en consecuencia proponerle algo.
" El Banquero; ¿y de que manera podemos ayudarlos?
" La Meretriz: (Dirigiéndose al jefe de policía) Usted debe saber algo, su responsabilidad consiste en saberlo todo, hasta el secreto ese de las mujeronas, ¿acaso no es el jefe de la policía?
" El Jefe de la Policía: ¿y como que tendría yo que saber?
" Maricusi: Nada, nada, disculpe a esta mujer parece que delira
" La Meretriz: Deliro de ganas de saber quienes son, ¿porqué nadie las conoce? Usted también estuvo ausente durante las fiestas.
" El Jefe de Policía: Andaba cumpliendo con mi deber de investigador.
" La Meretriz: ¿Y para cumplir con su deber necesita llevar puestas pantimedias de nylon? (Se agacha sorpresivamente levantando la bota del pantalón del jefe de policía)
" El Cura: Ahora si que estoy confundido de verdad, pero es cierto lo que dice esta mujer, esto merece una explicación, no puede ser que nuestro jefe de policía sea un homosexual, ¡que vergüenza!

(Todos cuchichean entre dientes confundidos por el repentino descubrimiento)

" El Medico: Calma señores, no creo que sea para tanto juzgar mal a quien bien les ha servido.
" El Alcalde; Como así, explíquese por favor.
" El Jefe de Policía: (Carraspeando) Disculpen es mejor que me retire a mis deberes
" Maricusi: Creo que su deber esta aquí mientras aclaramos de una vez por todas este asunto.
" El Banquero: Pero por favor a que han venido, hasta ahora no han formulado ningún requerimiento.
" El Alcalde: Pues el motivo de nuestra visita es…

(No alcanza a terminar la frase, cuando la Meretriz sacando un brassiere de pedrería del maletín del doctor)

" La Meretriz: (vocifera) ¿Y su paciente adolece de los senos doctor?
" El Médico: Dame eso acá, como se atreve…
" La Meretriz: De modo que usted me hace la competencia, no, Doctor, no puedo creerlo (lloriqueando) creo que este mundo esta patas arriba, con razón he perdido mi sustento.
" EL Cura: Por todos los santos! ahora si que no entiendo nada de nada. (Echándose bendiciones)
" El Alcalde: Calma, calma a todos, creo entender lo que esta pasando.
" Maricusi: Pues por favor señor Alcalde explíquenos.
" La Meretriz: Si díganos, aclárenos se lo ruego porque me va a dar un patatús (Dejándose caer en los brazos del banquero quien se apresura a sostenerla, mientras el médico con su mano le abanica viento sobre la cara)
" EL Banquero: (Con la Meretriz en los brazos) Señores, calma, calma, creo que les debemos una explicación.
" El Cura: Explíquese de una buena vez Sr. Banquero.

(El Jefe de Policía da vueltas por el recinto, impaciente, con las manos asidas a la espalda)

" El Banquero: Hace casi 20 años que el Doctor, el Sr. Jefe de Policía y yo nos conocimos siendo estudiantes, nuestra niñez había trascurrido nefasta por la intransigencia de la gente que no nos aceptaba como somos.
" La Meretriz: (Levantándose de entre los brazos del banquero) porque eran maricas, si, maricas, los únicos hombres que usan brassieres y medias de nylon son los maricas. (y vuelve a dejarse caer)
" El Banquero: Llámenlo como quiera, pero no hacíamos nada malo que pudiera dañar a nadie, solo nos sentíamos mujeres entre estos cuerpos de hombre.
" La Meretriz: (Se vuelve a levantar súbitamente) y qué cuerpos, Padre, ¿no ve qué desperdicio?
" El Alcalde: No le haga caso y continué por favor.
" El Banquero: Seguimos estudiando en medio del escarnio de nuestros compañeros, mientras, nos divertíamos a escondidas jugando a las mujeres, así que decidimos conformar un espectáculo de fantasía y recorrer el mundo, logramos un éxito rotundo, como nunca lo imaginamos, no solo en el espectáculo sino en nuestras propias carreras profesionales.
" El Cura: ¿Y porqué no se quedaron por allá? bien lejos.
" EL Médico: Justamente Padre, porque la gente nos conocía y no nos aceptaba, porque todavía por desgracia existe gente intransigente como usted. Así que decidimos partir hacia algún lugar remoto y desconocido, alejados del mundanal ruido de la sociedad urbana que se supone más civilizada, para radicarnos de incógnitos y llegamos aquí por la pura suerte de la causalidad.
" El Jefe de la Policía: Les podemos asegurar con certeza que nuestra única intención fue la de servir, la de colaborar con todos ustedes, la de tender una mano amiga a los que sin saberlo nos necesitaban, la de ayudarles a propiciar un mundo más llevadero a cambio de un poco de sosiego. Ver los niños y los jóvenes crecer sanos con la ayuda del médico, sin hambre y con empleo y para eso el banquero ha trabajado con ahínco los últimos cinco años. Luchando denodadamente contra la violencia para mantenernos libres de los malhechores que abundaban por todos los rincones de este pueblo miserable.
" El Alcalde: Está bien, está bien, eso no se puede negar.
" Maricusi: Ah! Por eso desde que llegaron las nocherniegas la noche de carnaval, en las fiestas de San Pedro, el pueblo cambió definitivamente para bien.
" EL Banquero: Y esperamos que todos lo hayan apreciado así.
" La Meretriz: Pero si me dejaron sin trabajo. (Recrimina con voz quebrada)
" El Alcalde: Nadie puede negarlo y les estamos muy agradecidos, porque como me lo había señalado la señora Mariquita la noche de mi llegada, este pueblo antes de ustedes se moría de letargo.
" El Cura: Y ahora nos consumiremos en los profundos infiernos.
" Maricusi: No Padre, ellos han sido excelentes ciudadanos, si los aceptamos, creo que estamos empezando a ganar el cielo.

 

FIN

El telón cae lentamente.

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