Esta
es mi Tita, ¡Virgen bendita!
Que un día grande me regaló,
Sin condiciones y sin prebendas
Todo su excelso buen corazón.
No era mi madre, pero lo era.
Y de mis hijos siempre lo fue.
Cuando la vida ruda y certera
Me dejo solo andando a pie.
Tanta ternura nunca había
visto
Hacia insensato como fui yo.
Piedad tan dulce, ¡cuantas caricias!
Que mitigaron mi gran dolor.
Amor del puro en sus manos buenas
Siempre colmaron mi frenesí.
Y me enseñaron que a un alma
en pena
Solo lo cura un amor asi.
En los altares de mi existencia
Junto a mi madre está mi Tita.
Mis oraciones y preferencias
para mis santas…las más
bonitas.
|