Así
fue la historia de juanito candela
Desde chiquitico, el rey de la escuela.
Mejor estudiante,
astro del futbol
Y su alegre risa era como un sol.
En el vecindario
juanito ayudaba
Con niños y ancianos él
colaboraba.
Su perro
lo amaba, su hámster también
Y toda su vida era un parabién.
Su abuela
a la iglesia al niño llevaba
Y en el coro de ángeles el
chico cantaba.
Hasta que
algún tiempo mustió
su alegría
Y su madrecita de angustia moría.
Que pasa
mi niño ¿y esa cara
triste?
Que es lo que te pasa, que dolor te
asiste.
Juanito callaba,
perdió lozanía,
Y de sus tristezas ninguno sabía.
La abuelita
al tiempo tomando su mano,
Con la gran ternura de su amor humano
Le dijo,
Hijo Mío, ábreme tu
alma,
Para que sonrías y vuelva la
calma.
En mis oraciones
te encomiendo a dios
Para que me cuentes tu secreto a voz.
Vamos a la
iglesia, confiésale al cura
Que es lo que te aflige que tanto
perdura.
¡Oh
mi viejecita! Cuanto que te quiero
Y por sobre todo, siempre Dios primero.
Pero no me
obligues a ir a la iglesia,
Porque en sus altares perdí
mi inocencia.
¡No
más confesiones! El joven clamó
Pues fue el mismo cura quien me la
robó
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