Canuto era un perro que parecía un niño
Lamía mis manitas con mucho cariño.
Cuando regresaba yo de la escuelita
Se ponía contento y movía su colita.
Saltaba y saltaba buscando mis besos,
Yo me estremecía quedando perplejo.
Cuando ya me iba a dormir cansado
Se echaba en mi cama muy desesperado.
Cuidaba mi sueño como vigilante
Patrullando todo siempre a cada instante.
Y si me enfermaba y no iba a clases
Se quedaba atento a los desenlaces.
Rondaba a mi madre con ojos de llanto
Gimiendo y gimiendo por mi desencanto.
Cuánto amor me daba, sin pedirme nada,
Mi perro Canuto, amigo del alma!.
|