Tuve una vez un sueño
de mi tierra,
La misma que un día fue de mis
abuelos,
Donde dejaron todos sus desvelos.
Paraíso del ensueño y
de la guerra.
Y vi dormido entre celajes su grandeza.
Los verdes campos, las playas primorosas
Pasando por mis sueños orgullosas,
Robándole a mi mente la terneza.
Grato desfile de fúlgidos
colores,
Aromas de candores y de armiño.
De esas viejas historias cuando niño
Jugando iba a la vida con amores.
El amor de mi madre, lo rudo del
abuelo,
Los paisajes del agro y los vecinos,
Esos grandes amigos que tuvimos
Y que hoy regresan a la hora del desvelo.
El triste corazón se colma
de suspiros,
De lagrimas los ojos, ¡cuantos
años!
Cuantos recuerdos de amor y desengaños
En esa tierra linda en que nacimos.
Solo hoy queda del recuerdo la nostalgia,
Las añejas costumbres y los
hijos,
Los mismos que trajimos siendo chicos
Para verlos crecer en la abundancia.
Aquí es misma la lucha en
su rudeza,
De granito el corazón del anfitrión.
Solo la madre se entrega con pureza
Y nos llena de alivio el corazón.
Oh! los vagos recuerdos de mi ancestro.
Oh! el amor de mi tierra que fue un
día.
Para ti todos mis cantos ¡Patria
mía!
Hincada de violencia y de secuestros.
|