M u s i g r a f í a s


Sylvia De Grasse
"Reina de la Tamborera"
Esta hermosa panameña, nacida un 28 de octubre de 1921, vivió su niñez en el Casco Antiguo de la capital. Desde joven esta dama demostró gran inclinación por el canto.
¡Cosita Linda!
Estudió en una escuela especializada donde tuvo la oportunidad de recibir el apoyo del Prof. Graciani, quien la ayudó a mejorar su voz y pronto se la escuchó en la Nación entera.
El primer gran logro fue grabar su primer disco a los 14 años, nada menos que con la RCA Victor, donde quedaron plasmados los temas: "La morena tumba hombres", "Una guajira", "Hagan ruedas", "Pegadita de los hombres" y otros, los cuales llegaron a hasta Sudamérica, convirtiéndose en las canciones más solicitadas en las emisoras tropicales de la época. Posteriormente grabó para otras casas disqueras como Ansonia, Venevox y Montilla.
Su bella voz la llevó a participar en programas radiales, mostrando un interés cada vez mayor en la tamborera. Fue un compositor panameño quien trajo el ritmo de Cuba, empero lo adaptó haciendo los arreglos pertinentes para acoplarlo a la música típica de Panamá. Es así como se inicia, sin más, la tamborera en el istmo, considerada por muchos la versión panameña del Son Cubano.
Sylvia logró el sueño de toda mujer, pues se convirtió en madre de dos bellas hijas: Clarissa y Gigi, a quien compartimos por más de cinco años con su esposo, "Chengue" Valdés, ya desaparecido, cuando dirigía el "Show de la UNA".
Sin lugar a dudas, fue una cantante muy popular desde inicios de la década del cuarenta, presentándose en lugares de fama y categoría internacional. En 1940 llegó a Panamá el famoso dúo Chapusseaux y Damirón, quienes venían de recorrer diversos países. Sylvia conoció a Ernesto "El Negrito" Chapusseaux y ambos quedaron flechados. La boda fue realizada en 1942 y naturalmente Francisco Simó Damirón fue el padrino.
En 1945 decide formar un trío artístico con su esposo y Damirón, nacen así "Los Alegres Tres". Viajan a Santo Domingo y se radican allí por dos años, lo cual le permitió incursionar en las tablas, llegando a convertirse en la primera actriz del teatro dominicano. Posteriormente viajan a New York, lugar donde establecen su centro de operaciones para manejar presentaciones en ciudades como: Las Vegas, Miami, New Jersey y otras más de E.U.A., Latinoamérica y Europa.
Durante su estancia en Puerto Rico descubrió a jóvenes talentos y les dio la fuerza moral necesaria para continuar en sus carreras. En la "isla del encanto" era muy querida y respetada.
Con Chapusseaux y Damirón grabó "Papelito blanco", al escucharla muchos solían compararla con la gran cantante peruana Ima Sumac. Por esa época también grabó "Mambo Indio", el cual fue escrito por Damirón para que Sylvia iniciara su voz.
El presidente de la República de Panamá, Marco Aurelio Robles, condecoró personalmente a De Grasse con la Orden Vasco Núñez de Balboa, el acto se llevó a cabo en el Salón Amarillo de la Presidencia.
En su carrera tuvo la oportunidad de compartir la tarima con diversos artistas como: Roberto Ledezma, Louis Armstrong, César Romero, Sammy Davies, Jr., Pedro Vargas, Donald O'Connor, Benny Moré, Nat 'King' Cole, Rolando Laserie y muchos más.

Como vemos, Sylvia cantó con "Los Alegres Tres" en varios países alrededor del mundo, ganó diversos premios y fue reconocida como una de las intérpretes más originales, pues no sólo cantó música típica, sino boleros, guajiras, guarachas y hasta música clásica.

Ciertamente fue la primera cantante panameña que dio a conocer nuestro folclore, léase tamborera y tamborito, más allá de nuestros linderos patrios, con canciones que nos llenan de orgullo: "Cadena Chata", "El Cangrejal", "Sombrero Jipi-Japa", "Quiero Amanecer" y muchas otras. Esta música folclórica, al igual que la de otros países, tuvo su origen en el campo, en las montañas, entre los campesinos que durante las fiestas bailaban hasta el alba, alumbrados por velas o lámparas de kerosene, al compás de una orquesta típica, compuesta por una flauta, acordeón, guitarras, violín y tambores típicos, que acompañaban a una cantadora, mientras los demás, rodeando a los bailarines palmoteaban al compás de la música.
Ella despertó al mundo con las angelicales notas emanadas de su bella voz. Llevaba prendida de su garganta este ritmo alegre y retozón. Además hacía modulaciones impresionantes, poco comunes, con un registro excepcional; de pronto la escuchamos con voz pastosa y grave, otras nos sorprende con su maravillosa voz de soprano coloratura.
El famoso cronista Juan del Istmo comentó «Sylvia De Grasse hace de cada tamborera una verdadera creación y es porque: ¡Sylvia De Grasse es la tamborera!»
Los diversos públicos de los países del continente supieron apreciar su arte y conocieron su bondad y gran calidad humana. "La reina de la tamborera" tan solo contaba con 56 años al momento de fallecer, marzo / mayo¿? 12 de 1978... Ahora camina libremente por los interminables jardines del cielo, cantando plácidamente en el escenario de Dios, con Los Alegres Tres. . .

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