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CIRCULATORIO

TEJIDO SANGUINEO.

PRIMERA UNIDAD COMPOSICION DE LA SANGRE

Sangre, sustancia l�quida que circula por las arterias y las venas del organismo. La sangre es roja brillante o escarlata cuando ha sido oxigenada en los pulmones y pasa a las arterias; adquiere una tonalidad m�s azulada cuando ha cedido su ox�geno para nutrir los tejidos del organismo y regresa a los pulmones a trav�s de las venas y de los peque�os vasos denominados capilares. En los pulmones, la sangre cede el di�xido de carbono que ha captado procedente de los tejidos, recibe un nuevo aporte de ox�geno e inicia un nuevo ciclo. Este movimiento circulatorio de sangre tiene lugar gracias a la actividad coordinada del coraz�n, los pulmones y las paredes de los vasos sangu�neos.

Composici�n de la sangre

La sangre est� formada por un l�quido amarillento denominado plasma, en el que se encuentran en suspensi�n millones de c�lulas que suponen cerca del 45% del volumen de sangre total. Tiene un olor caracter�stico y una densidad relativa que oscila entre 1,056 y 1,066. En el adulto sano el volumen de la sangre es una onceava parte del peso corporal, de 4,5 a 6 litros.

Una gran parte del plasma es agua, medio que facilita la circulaci�n de muchos factores indispensables que forman la sangre. Un mil�metro c�bico de sangre humana contiene unos cinco millones de corp�sculos o gl�bulos rojos, llamados eritrocitos o hemat�es; entre 5.000 y 10.000 corp�sculos o gl�bulos blancos que reciben el nombre de leucocitos, y entre 200.000 y 300.000 plaquetas, denominadas trombocitos. La sangre tambi�n transporta muchas sales y sustancias org�nicas disueltas.

Eritrocitos

Los gl�bulos rojos, o c�lulas rojas de la sangre, tienen forma de discos redondeados, bic�ncavos y con un di�metro aproximado de 7,5 micras. En el ser humano y la mayor�a de los mam�feros los eritrocitos maduros carecen de n�cleo. En algunos vertebrados son ovales y nucleados. La hemoglobina, una prote�na de las c�lulas rojas de la sangre, es el pigmento sangu�neo especial m�s importante y su funci�n es el transporte de ox�geno desde los pulmones a las c�lulas del organismo, donde capta di�xido de carbono que conduce a los pulmones para ser eliminado hacia el exterior.

Leucocitos

Las c�lulas o gl�bulos blancos de la sangre son de dos tipos principales: los granulosos, con n�cleo multilobulado, y los no granulosos, que tienen un n�cleo redondeado. Los leucocitos granulosos o granulocitos incluyen los neutr�filos, que fagocitan y destruyen bacterias; los eosin�filos, que aumentan su n�mero y se activan en presencia de ciertas infecciones y alergias, y los bas�filos, que segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el proceso de la inflamaci�n. Los leucocitos no granulosos est�n formados por linfocitos y un n�mero m�s reducido de monocitos, asociados con el sistema inmunol�gico. Los linfocitos desempe�an un papel importante en la producci�n de anticuerpos y en la inmunidad celular. Los monocitos digieren sustancias extra�as no bacterianas, por lo general durante el transcurso de infecciones cr�nicas.

Plaquetas

Las plaquetas de la sangre son cuerpos peque�os, ovoideos, sin n�cleo, con un di�metro mucho menor que el de los eritrocitos. Los trombocitos o plaquetas se adhieren a la superficie interna de la pared de los vasos sangu�neos en el lugar de la lesi�n y ocluyen el defecto de la pared vascular. Conforme se destruyen, liberan agentes coagulantes que conducen a la formaci�n local de trombina que ayuda a formar un co�gulo, el primer paso en la cicatrizaci�n de una herida.

Recuento sangu�neo

La t�cnica de laboratorio llamada recuento sangu�neo completo (RSC) es un indicador �til de enfermedad y salud. Una muestra de sangre determinada con precisi�n se diluye de forma autom�tica y las c�lulas se cuentan con un detector �ptico o electr�nico. El empleo de ajustes o diluyentes distintos, permite realizar el conteo de los gl�bulos rojos, los blancos o las plaquetas. Un RSC tambi�n incluye la clasificaci�n de los gl�bulos blancos en categor�as, lo que se puede realizar por la observaci�n al microscopio de una muestra te�ida sobre un portaobjetos, o de forma autom�tica utilizando una de las diversas t�cnicas que existen.

Plasma

El plasma es una sustancia compleja; su componente principal es el agua. Tambi�n contiene prote�nas plasm�ticas, sustancias inorg�nicas (como sodio, potasio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato), az�cares, hormonas, enzimas, l�pidos, amino�cidos y productos de degradaci�n como urea y creatinina. Todas estas sustancias aparecen en peque�as cantidades.

Entre las prote�nas plasm�ticas se encuentran la alb�mina, principal agente responsable del mantenimiento de la presi�n osm�tica sangu�nea y, por consiguiente, controla su tendencia a difundirse a trav�s de las paredes de los vasos sangu�neos; una docena o m�s de prote�nas, como el fibrin�geno y la protrombina, que participan en la coagulaci�n; aglutininas, que producen las reacciones de aglutinaci�n entre muestras de sangre de tipos distintos y la reacci�n conocida como anafilaxis, una forma de shock al�rgico, y globulinas de muchos tipos, incluyendo los anticuerpos, que proporcionan inmunidad frente a muchas enfermedades. Otras prote�nas plasm�ticas importantes act�an como transportadores hasta los tejidos de nutrientes esenciales como el cobre, el hierro, otros metales y diversas hormonas.

La primera separaci�n de las prote�nas plasm�ticas para su estudio individual se llev� a cabo en la d�cada de 1920. Durante la IIGuerra Mundial se consigui� perfeccionar la t�cnica, lo que permiti� el empleo de fracciones individuales. Algunos de los resultados de este trabajo incluyen el uso de alb�mina s�rica como un sustituto de la sangre o el plasma en las transfusiones, el empleo de gammaglobulinas para una protecci�n a corto plazo frente a enfermedades como sarampi�n y hepatitis, y la utilizaci�n de globulina antihemof�lica para el tratamiento de la hemofilia.

Formaci�n de la sangre y reacciones

Los eritrocitos se forman en la m�dula �sea y tras una vida media de 120 d�as son destruidos y eliminados por el bazo. En cuanto a las c�lulas blancas de la sangre, los leucocitos granulosos o granulocitos se forman en la m�dula �sea; los linfocitos en el timo, en los ganglios linf�ticos y en otros tejidos linf�ticos. Las plaquetas se producen en la m�dula �sea. Todos estos componentes de la sangre se agotan o consumen cada cierto tiempo y, por tanto, deben ser reemplazados con la misma frecuencia. Los componentes del plasma se forman en varios �rganos del cuerpo, incluido el h�gado, responsable de la s�ntesis de alb�mina y fibrin�geno, que libera sustancias tan importantes como el sodio, el potasio y el calcio. Las gl�ndulas endocrinas producen las hormonas transportadas en el plasma. Los linfocitos y las c�lulas plasm�ticas sintetizan ciertas prote�nas y otros componentes proceden de la absorci�n que tiene lugar en el tracto intestinal.

Coagulaci�n

Una de las propiedades m�s notables de la sangre es su capacidad para formar co�gulos, o coagular, cuando se extrae del cuerpo. Dentro del organismo un co�gulo se forma en respuesta a una lesi�n tisular, como un desgarro muscular, un corte o un traumatismo penetrante. En los vasos sangu�neos la sangre se encuentra en estado l�quido, poco despu�s de ser extra�da adquiere un aspecto viscoso y m�s tarde se convierte en una masa gelatinosa firme. Despu�s esta masa se separa en dos partes: un co�gulo rojo firme que flota libre en un l�quido transparente rosado que se denomina suero.

Un co�gulo est� formado casi en su totalidad por eritrocitos encerrados en una red de finas fibrillas o filamentos constituidos por una sustancia denominada fibrina. Esta sustancia no existe como tal en la sangre pero se crea, durante el proceso de la coagulaci�n, por la acci�n de la trombina, enzima que estimula la conversi�n de una de las prote�nas plasm�ticas, el fibrin�geno, en fibrina. La trombina no est� presente en la sangre circulante. �sta se forma a partir de la protrombina, otra prote�na plasm�tica, en un proceso complejo que implica a las plaquetas, ciertas sales de calcio, sustancias producidas por los tejidos lesionados y el contacto con las superficies accidentadas. Si existe alg�n d�ficit de estos factores la formaci�n del co�gulo es defectuosa. La adici�n de citrato de sodio elimina los iones de calcio de la sangre y por consiguiente previene la formaci�n de co�gulos. La carencia de vitamina K hace imposible el mantenimiento de cantidades adecuadas de protrombina en la sangre. Ciertas enfermedades pueden reducir la concentraci�n sangu�nea de varias prote�nas de la coagulaci�n o de las plaquetas.

Reacciones homeost�ticas

Ciertas caracter�sticas de la sangre se mantienen dentro de estrechos l�mites gracias a la existencia de procesos regulados con precisi�n. Por ejemplo, la alcalinidad de la sangre se mantiene en un intervalo constante (pH entre 7,38 y 7,42) de manera que si el pH desciende a 7,0 (el del agua pura), el individuo entra en un coma acid�tico que puede ser mortal; por otro lado, si el pH se eleva por encima de 7,5 (el mismo que el de una soluci�n que contiene una parte de sosa c�ustica por 50 millones de partes de agua), el individuo entra en una alcalosis tet�nica y es probable que fallezca. De igual manera, un descenso de la concentraci�n de glucosa en sangre (glucemia), en condiciones normales del 0,1% a menos del 0,05%, produce convulsiones. Cuando la glucemia se eleva de forma persistente y se acompa�a de cambios metab�licos importantes, suele provocar un coma diab�tico (v�ase Diabetes mellitus). La temperatura de la sangre no suele variar m�s de 1�C dentro de un intervalo medio entre 36,3 y 37,1�C, la media normal es de 37�C. Un aumento de la temperatura de 4�C es se�al de enfermedad grave, mientras que una elevaci�n de 6�C suele causar la muerte.

Enfermedades sangu�neas

Los trastornos de la sangre proceden de cambios anormales en su composici�n. La reducci�n an�mala del contenido de hemoglobina o del n�mero de gl�bulos rojos, conocida como anemia, se considera m�s un s�ntoma que una enfermedad y sus causas son muy variadas. Se cree que la causa m�s frecuente es la p�rdida de sangre o hemorragia. La anemia hemol�tica, un aumento de la destrucci�n de gl�bulos rojos, puede estar producida por diversas toxinas o por un anticuerpo contra los eritrocitos. Una forma de leucemia que afecta a los beb�s al nacer o poco antes del nacimiento es la eritroblastosis fetal (v�ase Factor Rh).

La anemia puede ser tambi�n consecuencia de un descenso de la producci�n de hemat�es que se puede atribuir a una p�rdida de hierro, a un d�ficit de vitamina B12, o a una disfunci�n de la m�dula �sea. Por �ltimo, existe un grupo de anemias originada por defectos hereditarios en la producci�n de gl�bulos rojos (hemoglobina). Estas anemias comprenden varios trastornos hereditarios en los que los eritrocitos carecen de algunas de las enzimas necesarias para que la c�lula utilice la glucosa de forma eficaz.

La formaci�n de hemoglobina an�mala es caracter�stica de las enfermedades hereditarias que reciben el nombre de anemia de c�lulas falciformes y talasemia mayor. Ambas son enfermedades graves que pueden ser mortales en la infancia.

El aumento del n�mero de eritrocitos circulantes se denomina policitemia: puede ser un trastorno primario o consecuencia de una disminuci�n de la oxigenaci�n de la sangre o hipoxia. La hipoxia aguda se produce con m�s frecuencia en enfermedades pulmonares avanzadas, en ciertos tipos de cardiopat�as cong�nitas y a altitudes elevadas.

La leucemia se acompa�a de una proliferaci�n desordenada de leucocitos. Hay varias clases de leucemia, cuyas caracter�sticas dependen del tipo de c�lula implicada.

El d�ficit de cualquiera de los factores necesarios para la coagulaci�n de la sangre provoca hemorragias. El descenso del n�mero de plaquetas recibe el nombre de trombocitopenia; la disminuci�n del factor VIII de la coagulaci�n da lugar a la hemofilia A (hemofilia cl�sica); el descenso del factor IX de la coagulaci�n es responsable de la hemofilia B, conocida como enfermedad de Christmas. Diversas enfermedades hemorr�gicas, como la hemofilia, son hereditarias. Hay preparados que incluyen concentrados de varios factores de la coagulaci�n para el tratamiento de algunos de estos trastornos. En 1984 los cient�ficos desarrollaron una t�cnica de ingenier�a gen�tica para la fabricaci�n de factor VIII, un factor de la coagulaci�n de la sangre de vital importancia para las v�ctimas de la forma de hemofilia m�s frecuente.

Aunque la formaci�n de un co�gulo es un proceso normal, se convierte a veces en un fen�meno patol�gico que representa incluso una amenaza mortal. Por ejemplo, en los pacientes hospitalizados durante largos periodos a veces se forman co�gulos en las venas importantes de las extremidades inferiores. Si estos co�gulos, o trombos, se desplazan hacia los pulmones pueden causar la muerte como consecuencia de un embolismo. En muchos casos dichos trombos venosos se disuelven con una combinaci�n de f�rmacos que previenen la coagulaci�n y lisan los co�gulos. Los anticoagulantes incluyen la heparina, compuesto natural que se prepara a partir de pulmones o h�gados de animales, y las sustancias qu�micas sint�ticas dicumarol y warfarina. Los f�rmacos que lisan los co�gulos, denominados trombol�ticos, incluyen las enzimas uroquinasa y estreptoquinasa, y el activador tisular del plasmin�geno (TPA), un producto de ingenier�a gen�tica.

Se piensa que la interacci�n de los trombocitos con los dep�sitos de l�pidos que aparecen en la enfermedad cardiaca ateroescler�tica contribuye a los infartos de miocardio. Los compuestos como la aspirina y la sulfinpirazona, que inhiben la actividad plaquetaria, pueden disminuir los infartos de miocardio en personas con enfermedad ateroescler�tica.

Factor Rh, t�rmino que se aplica a cualquiera de las m�s de treinta sustancias que reciben el nombre de aglutin�genos y que se encuentran en la superficie de los eritrocitos sangu�neos. Son diferentes de los principales tipos de grupos sangu�neos, pero se desconoce su composici�n. Los factores Rh se descubrieron en la sangre del mono rhesus en 1937. Este primer aglutin�geno Rh, que correspond�a a lo que se denomina en la actualidad Rh0, est� presente en la sangre de casi el 85% de los seres humanos. Las reacciones sangu�neas en las que participan factores Rh tienen inter�s sobre todo en obstetricia.

La presencia de factores Rh en la sangre est� controlada por las leyes de la herencia. Un individuo que posea un gen que codifique la existencia de factor Rh expresar� dicho factor en los gl�bulos rojos. Los hijos de una mujer con dos genes recesivos para el factor Rh0, es decir, que sea Rh negativo, y un hombre que tenga uno o dos genes que expresen el factor Rh positivo, expresar�n el factor Rh0. Cuando esta madre est� embarazada y el feto sea Rh positivo, la madre producir� anticuerpos contra el factor Rh0 en el 5% de los casos. Por lo general, estos anticuerpos ser�n demasiado d�biles como para causar da�os al primer hijo, pero destruir�n los gl�bulos rojos de la sangre de cualquier hijo posterior que sea Rh positivo. Esta reacci�n origina la eritroblastosis fetal o enfermedad del Rh, que produce ictericia, anemia, da�o cerebral, y con frecuencia la muerte antes o poco despu�s del nacimiento del beb�.

En la antig�edad, la enfermedad del Rh se trataba realizando una transfusi�n de sangre a los ni�os que sobreviv�an. En la actualidad, se analiza el Rh de la pareja antes de que tenga hijos. Cuando una mujer Rh negativa tiene un ni�o con un hombre Rh positivo se le administra una inyecci�n de una sustancia denominada Rhogam despu�s del parto. El Rhogam es una gammaglobulina que contiene anticuerpos contra el factor Rh0. El Rhogam evita que la madre se inmunice contra el factor Rh0 al destruir cualquier eritrocito Rh positivo que haya podido emigrar desde el feto hacia la circulaci�n de la madre. De este modo, los posibles hijos Rh positivos que pueda tener m�s tarde no estar�n expuestos a anticuerpos anti-Rh0. Este procedimiento ha servido para erradicar casi la enfermedad del Rh.

SISTEMA CIRCULATORIO

INTRODUCCION:

PRIMERA UNIDAD.

GENERALIDADES DEL APARATO CIRCULATORIO

Aparato circulatorio, en anatom�a y fisiolog�a, sistema por el que discurre la sangre a trav�s de las arterias, los capilares y las venas; este recorrido tiene su punto de partida y su final en el coraz�n. En los humanos y en los vertebrados superiores, el coraz�n est� formado por cuatro cavidades: la aur�culas derecha e izquierda y los ventr�culos derecho e izquierdo. El lado derecho del coraz�n bombea sangre carente de ox�geno procedente de los tejidos hacia los pulmones donde se oxigena; el lado izquierdo del coraz�n recibe la sangre oxigenada de los pulmones y la impulsa a trav�s de las arterias a todos los tejidos del organismo. La circulaci�n se inicia al principio de la vida fetal. Se calcula que una porci�n determinada de sangre completa su recorrido en un periodo aproximado de un minuto.

Arteria, uno de los vasos tubulares que conducen la sangre desde el coraz�n hacia los tejidos del organismo. Hay dos arterias con comunicaci�n directa con el coraz�n: (1) la aorta, que lleva la sangre oxigenada desde el ventr�culo izquierdo a todo el organismo, y (2) la arteria pulmonar, que conduce la sangre desde el ventr�culo derecho a los pulmones, donde esta �ltima se oxigena y regresa a la aur�cula izquierda del coraz�n (v�ase Coraz�n: estructura y funciones). Las ramas arteriales m�s peque�as se comunican con las venas a trav�s de los capilares. Las arterias suelen recibir el nombre de la zona del cuerpo donde se localizan, como la arteria humeral, o braquial (brazo) o la metacarpiana (mu�eca), o del �rgano que irrigan, como la arteria hep�tica (h�gado) o la arteria ov�rica. La arteria facial, rama de la arteria car�tida externa, pasa por encima del maxilar inferior e irriga la zona superficial de la cara; las arterias hemorroidales son tres vasos que abastecen de sangre la porci�n distal del recto; las arterias intercostales irrigan el espacio que hay entre las costillas; la arteria lingual es la rama de la car�tida externa que irriga la lengua. Las arterias se dilatan y despu�s se contraen con cada latido del coraz�n, un movimiento r�tmico perceptible, el pulso.

Los trastornos que afectan a las arterias pueden implicar inflamaci�n, infecci�n o degeneraci�n de las paredes de los vasos sangu�neos arteriales. La enfermedad arterial m�s com�n, y la que con m�s frecuencia es causa de muerte, en especial en los ancianos, es la arterioesclerosis, conocida de forma m�s popular como endurecimiento de las arterias. Este endurecimiento se suele preceder de ateroesclerosis, una acumulaci�n de dep�sitos de materia lipoide sobre la superficie interna de la pared arterial. Los dep�sitos reducen el flujo normal de sangre a trav�s de la arteria. Una de las sustancias asociadas con la ateroesclerosis es el colesterol. Conforme progresa la arterioesclerosis, se deposita calcio y se forma tejido cicatricial, lo que origina la p�rdida de elasticidad de la pared arterial. Tambi�n puede desarrollarse una dilataci�n localizada de la pared arterial denominada aneurisma. La arterioesclerosis puede afectar a cualquiera o a todas las arterias del organismo. Si los vasos sangu�neos que irrigan el coraz�n est�n afectados, la enfermedad puede conducir a un trastorno doloroso que se denomina angina de pecho. La presencia de arterioesclerosis en la pared de una arteria puede precipitar la formaci�n de un co�gulo o trombo. El tratamiento consiste en la utilizaci�n de unas enzimas que disuelven el co�gulo, denominadas uroquinasa y estreptoquinasa. Los estudios indican que determinados compuestos como la aspirina y la sulfinpirazona, que inhiben la agregaci�n plaquetaria, pueden impedir la formaci�n de trombos, aunque todav�a no se ha determinado si se pueden o se deben tomar en cantidades tolerables durante periodos prolongados con este prop�sito.

Embolismo es el nombre que recibe la obstrucci�n de una arteria por un co�gulo procedente de otra parte del organismo. Estos co�gulos circulantes pueden estar causados por una arterioesclerosis, aunque suelen ser consecuencia del desprendimiento de una masa de fibrina cuyo origen es un coraz�n enfermo. Cualquier arteria puede ser obstruida por un �mbolo. Las consecuencias son m�s graves en el cerebro, los pulmones, la retina y las extremidades; el embolismo de las arterias cerebrales m�s importantes produce apoplej�a.

Vena (anatom�a), en anatom�a, vaso sangu�neo que transporta sangre desoxigenada desde los capilares hasta el coraz�n. Existen tres excepciones a esta definici�n. Las venas pulmonares devuelven la sangre desde los pulmones, donde ha sido oxigenada, hasta el coraz�n. Las venas portales reciben sangre procedente de las venas espl�nica, mesent�rica superior, c�stica, g�strica y pil�rica, entran en el h�gado y se ramifican en peque�os capilares que atraviesan todo este �rgano. Las venas umbilicales transportan sangre desde el feto hacia la placenta de la madre.

Las venas aumentan su di�metro a medida que recogen la sangre de los vasos que confluyen en ellas. Por �ltimo, vierten la sangre a la aur�cula derecha del coraz�n, a trav�s de las venas cavas inferior y superior. El recubrimiento de las venas es similar al de las arterias, pero m�s fino, y con frecuencia transparente. En el interior de las venas aparecen pliegues membranosos; son las v�lvulas semilunares, cuya funci�n es evitar el retroceso de la sangre, en especial en las extremidades inferioresCapilar, uno de los diminutos vasos sangu�neos que constituyen la conexi�n entre las arterias y las venas. Estos vasos son muy finos, tienen un di�metro que var�a entre unos 0,0127 mm y 0,2032 mm, son muy numerosos y est�n repartidos por todo el cuerpo. Las paredes de los capilares son extremadamente delgadas y muy permeables; a trav�s de ellas se produce el intercambio constante entre sustancias que est�n en la sangre, dentro de los capilares, y los productos de desecho presentes en el exterior, en los tejidos corporales y en la linfa. Esta caracter�stica facilita los procesos de nutrici�n y excreci�n, y permite el intercambio de ox�geno y di�xido de carbono. Los capilares linf�ticos colaboran con los capilares sangu�neos en este proceso.

Circulaci�n pulmonar

La sangre procedente de todo el organismo llega a la aur�cula derecha a trav�s de dos venas principales: la vena cava superior y la vena cava inferior. Cuando la aur�cula derecha se contrae, impulsa la sangre a trav�s de un orificio �el de la v�lvula tric�spide cuando se abre� hacia el ventr�culo derecho. La contracci�n de este ventr�culo conduce la sangre hacia los pulmones. La v�lvula tric�spide evita el reflujo de sangre hacia la aur�cula, ya que se cierra por completo durante la contracci�n del ventr�culo derecho. En su recorrido a trav�s de los pulmones, la sangre se oxigena, es decir, se satura de ox�geno. Despu�s regresa al coraz�n por medio de las cuatro venas pulmonares que desembocan en la aur�cula izquierda. Cuando esta cavidad se contrae, la sangre pasa al ventr�culo izquierdo y desde all� a la aorta gracias a la contracci�n ventricular. La v�lvula bic�spide o mitral evita el reflujo de sangre hacia la aur�cula y las v�lvulas semilunares o sigmoideas, que se localizan en la ra�z de la aorta, el reflujo hacia el ventr�culo. En la arteria pulmonar tambi�n hay v�lvulas semilunares o sigmoideas.

Ramificaciones

La aorta se divide en una serie de ramas principales que a su vez se ramifican en otras m�s peque�as, de modo que todo el organismo recibe la sangre a trav�s de un proceso complicado de m�ltiples derivaciones. Las arterias menores se dividen en una fina red de vasos a�n m�s peque�os, los llamados capilares, que tienen paredes muy delgadas. De esta manera la sangre entra en estrecho contacto con los l�quidos y los tejidos del organismo. En los vasos capilares la sangre desempe�a tres funciones: libera el ox�geno hacia los tejidos, proporciona a las c�lulas del organismo nutrientes y otras sustancias esenciales que transporta, y capta los productos de desecho de los tejidos. Despu�s los capilares se unen para formar venas peque�as. A su vez, las venas se unen para formar venas mayores, hasta que, por �ltimo, la sangre se re�ne en la vena cava superior e inferior y confluye en el coraz�n completando el circuito.

Circulaci�n portal

Adem�s de la circulaci�n pulmonar y sist�mica descritas, hay un sistema auxiliar del sistema venoso que recibe el nombre de circulaci�n portal. Un cierto volumen de sangre procedente del intestino confluye en la vena porta y es transportado hacia el h�gado. Aqu� penetra en unos capilares abiertos denominados sinusoides, donde entra en contacto directo con las c�lulas hep�ticas. En el h�gado se producen cambios importantes en la sangre, veh�culo de los productos de la digesti�n que acaban de absorberse a trav�s de los capilares intestinales. Las venas recogen la sangre de nuevo y la incorporan a la circulaci�n general hacia la aur�cula derecha. A medida que avanza a trav�s de otros �rganos, la sangre sufre m�s modificaciones.

Circulaci�n coronaria

La circulaci�n coronaria irriga los tejidos del coraz�n aportando nutrientes y ox�geno, y retirando los productos de degradaci�n De la aorta, justo en la parte superior de las v�lvulas semilunares, nacen dos arterias coronarias. Despu�s, �stas se dividen en una complicada red capilar en el tejido muscular cardiaco y en las v�lvulas. La sangre procedente de la circulaci�n capilar coronaria se re�ne en diversas venas peque�as, que despu�s desembocan directamente en la aur�cula derecha sin pasar por la vena cava.

Funci�n cardiaca

La actividad del coraz�n consiste en la alternancia sucesiva de contracci�n (s�stole) y relajaci�n (di�stole) de las paredes musculares de las aur�culas y los ventr�culos. Durante el periodo de relajaci�n, la sangre fluye desde las venas hacia las dos aur�culas, y las dilata de forma gradual. Al final de este periodo la dilataci�n de las aur�culas es completa. Sus paredes musculares se contraen e impulsan todo su contenido a trav�s de los orificios auriculoventriculares hacia los ventr�culos. Este proceso es r�pido y se produce casi de forma simult�nea en ambas aur�culas. La masa de sangre en las venas hace imposible el reflujo. La fuerza del flujo de la sangre en los ventr�culos no es lo bastante poderosa para abrir las v�lvulas semilunares, pero distiende los ventr�culos, que se encuentran a�n en un estado de relajaci�n. Las v�lvulas mitral y tric�spide se abren con la corriente de sangre y se cierran a continuaci�n, al inicio de la contracci�n ventricular.

La s�stole ventricular sigue de inmediato a la s�stole auricular. La contracci�n ventricular es m�s lenta, pero m�s en�rgica. Las cavidades ventriculares se vac�an casi por completo con cada s�stole. La punta cardiaca se desplaza hacia delante y hacia arriba con un ligero movimiento de rotaci�n. Este impulso, denominado el latido de la punta, se puede escuchar al palpar en el espacio entre la quinta y la sexta costilla. Despu�s de que se produzca la s�stole ventricular el coraz�n queda en completo reposo durante un breve espacio de tiempo. El ciclo completo se puede dividir en tres periodos: en el primero las aur�culas se contraen; durante el segundo se produce la contracci�n de los ventr�culos; en el tercero las aur�culas y ventr�culos permanecen en reposo. En los seres humanos la frecuencia cardiaca normal es de 72 latidos por minuto, y el ciclo cardiaco tiene una duraci�n aproximada de 0,8 segundos. La s�stole auricular dura alrededor de 0,1 segundos y la ventricular 0,3 segundos. Por lo tanto, el coraz�n se encuentra relajado durante un espacio de 0,4 segundos, aproximadamente la mitad de cada ciclo cardiaco.

En cada latido el coraz�n emite dos sonidos, que se contin�an despu�s de una breve pausa. El primer tono, que coincide con el cierre de las v�lvulas tric�spide y mitral y el inicio de la s�stole ventricular, es sordo y prolongado. El segundo tono, que se debe al cierre brusco de las v�lvulas semilunares, es m�s corto y agudo. Las enfermedades que afectan a las v�lvulas cardiacas pueden modificar estos ruidos, y muchos factores, entre ellos el ejercicio, provocan grandes variaciones en el latido cardiaco, incluso en la gente sana. La frecuencia cardiaca normal de los animales var�a mucho de una especie a otra. En un extremo se encuentra el coraz�n de los mam�feros que hibernan que puede latir s�lo algunas veces por minuto; mientras que en el otro, la frecuencia cardiaca del colibr� es de 2.000 latidos por minuto.

Pulso

Cuando la sangre es impulsada hacia las arterias por la contracci�n ventricular, su pared se distiende. Durante la di�stole, las arterias recuperan su di�metro normal, debido en gran medida a la elasticidad del tejido conjuntivo y a la contracci�n de las fibras musculares de las paredes de las arterias. Esta recuperaci�n del tama�o normal es importante para mantener el flujo continuo de sangre a trav�s de los capilares durante el periodo de reposo del coraz�n. La dilataci�n y contracci�n de las paredes arteriales que se puede percibir cerca de la superficie cut�nea en todas las arterias recibe el nombre de pulso.

Origen de los latidos cardiacos

La frecuencia e intensidad de los latidos cardiacos est�n sujetos a un control nervioso a trav�s de una serie de reflejos que los aceleran o disminuyen. Sin embargo, el impulso de la contracci�n no depende de est�mulos nerviosos externos, sino que se origina en el propio m�sculo cardiaco. El responsable de iniciar el latido cardiaco es una peque�a fracci�n de tejido especializado inmerso en la pared de la aur�cula derecha, el nodo o n�dulo sinusal. Despu�s, la contracci�n se propaga a la parte inferior de la aur�cula derecha por los llamados fasc�culos internodales: es el nodo llamado auriculoventricular. Los haces auriculoventriculares, agrupados en el llamado fasc�culo o haz de His, conducen el impulso desde este nodo a los m�sculos de los ventr�culos, y de esta forma se coordina la contracci�n y relajaci�n del coraz�n. Cada fase del ciclo cardiaco est� asociada con la producci�n de un potencial el�ctrico detectable con instrumentos el�ctricos configurando un registro denominado electrocardiograma.

Capilares

La circulaci�n de la sangre en los capilares superficiales se puede observar mediante el microscopio. Se puede ver avanzar los gl�bulos rojos con rapidez en la zona media de la corriente sangu�nea, mientras que los gl�bulos blancos se desplazan con m�s lentitud y se encuentran pr�ximos a las paredes de los capilares. La superficie que entra en contacto con la sangre es mucho mayor en los capilares que en el resto de los vasos sangu�neos, y por lo tanto ofrece una mayor resistencia al movimiento de la sangre, por lo que ejercen una gran influencia sobre la circulaci�n. Los capilares se dilatan cuando la temperatura se eleva, enfriando de esta forma la sangre, y se contraen con el fr�o, con lo que preservan el calor del organismo. Tambi�n desempe�an un papel muy importante en el intercambio de sustancias entre la sangre y los tejidos debido a la permeabilidad de las paredes de los capilares; �stos llevan ox�geno hasta los tejidos y toman de ellos sustancias de desecho y CO2 que transportan hasta los �rganos excretores y los pulmones respectivamente. All� se produce de nuevo un intercambio de sustancias de forma que la sangre queda oxigenada y libre de impurezas.

Harvey, William (1578-1657), m�dico ingl�s que descubri� la circulaci�n de la sangre y el papel del coraz�n en su propulsi�n, refutando as� las teor�as de Galeno y sentando las bases de la fisiolog�a moderna.

Nacido el 1 de abril de 1578 en Folkestone, Kent, Harvey se gradu� en artes en el Gonville and Caius College de la Universidad de Cambridge, en 1597. Viaj� a Padua, Italia, donde estudi� durante cinco a�os con el famoso anatomista Fabricio, que estudiaba ya las v�lvulas de las venas. Tras doctorarse en medicina en 1602, regres� a Inglaterra y ejerci� su profesi�n en la zona de Londres. Fue elegido miembro del Colegio de M�dicos en 1607 as� como responsable del Saint Bartholomew�s Hospital. Reconocido como uno de los doctores m�s ilustres de Inglaterra, fue nombrado m�dico extraordinario del rey Jacobo I Estuardo, al que atendi� en su �ltima enfermedad, y m�dico personal de su hijo, Carlos I de Inglaterra.

Desde 1615 a 1656 fue conferenciante en Lumleian en el Colegio de M�dicos. Ya en 1616 mencionaba en sus conferencias la funci�n del coraz�n, y c�mo �ste impulsaba la sangre en un recorrido circular. Lleg� a estas conclusiones no s�lo a trav�s de una larga serie de disecciones, sino tambi�n gracias a sus estudios sobre el movimiento del coraz�n y la sangre en una gran variedad de animales vivos. La precisi�n de sus observaciones estableci� un modelo para futuras investigaciones biol�gicas.

Present� formalmente sus hallazgos en 1628, a�o en que fue publicada su obra Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus (Ensayo anat�mico sobre el movimiento del coraz�n y la sangre en los animales). En esta trascendental obra explicaba el m�todo experimental y ofrec�a una precisa descripci�n del mecanismo del aparato circulatorio. Debido a que carec�a de microscopio, la �nica parte importante del proceso que omiti� fue el papel desempe�ado por los capilares. No obstante, postul� su existencia, confirmada no mucho despu�s por el italiano Marcelo Malpighi.

De Motu Cordis hizo que Harvey sufriera duras cr�ticas por parte de algunos de sus coet�neos, aunque �stas se vieron ampliamente compensadas por el posterior reconocimiento del valor de sus aportaciones. Sus investigaciones en el campo de la embriolog�a quedaron reflejadas en Exercitationes de Generatione Animalium (Ensayos sobre la generaci�n de los animales). Fue nombrado presidente del Colegio de M�dicos en 1654, pero declin� dicho honor a causa de su delicada salud. Muri� el 3 de junio de 1657, en Londres.

SISTEMA CIRCULATORIO

TEJIDO SANGUINEO.

COMPOSICION DE LA SANGRE

Sangre, sustancia l�quida que circula por las arterias y las venas del organismo. La sangre es roja brillante o escarlata cuando ha sido oxigenada en los pulmones y pasa a las arterias; adquiere una tonalidad m�s azulada cuando ha cedido su ox�geno para nutrir los tejidos del organismo y regresa a los pulmones a trav�s de las venas y de los peque�os vasos denominados capilares. En los pulmones, la sangre cede el di�xido de carbono que ha captado procedente de los tejidos, recibe un nuevo aporte de ox�geno e inicia un nuevo ciclo. Este movimiento circulatorio de sangre tiene lugar gracias a la actividad coordinada del coraz�n, los pulmones y las paredes de los vasos sangu�neos.

Composici�n de la sangre

La sangre est� formada por un l�quido amarillento denominado plasma, en el que se encuentran en suspensi�n millones de c�lulas que suponen cerca del 45% del volumen de sangre total. Tiene un olor caracter�stico y una densidad relativa que oscila entre 1,056 y 1,066. En el adulto sano el volumen de la sangre es una onceava parte del peso corporal, de 4,5 a 6 litros.

Una gran parte del plasma es agua, medio que facilita la circulaci�n de muchos factores indispensables que forman la sangre. Un mil�metro c�bico de sangre humana contiene unos cinco millones de corp�sculos o gl�bulos rojos, llamados eritrocitos o hemat�es; entre 5.000 y 10.000 corp�sculos o gl�bulos blancos que reciben el nombre de leucocitos, y entre 200.000 y 300.000 plaquetas, denominadas trombocitos. La sangre tambi�n transporta muchas sales y sustancias org�nicas disueltas.

Eritrocitos

Los gl�bulos rojos, o c�lulas rojas de la sangre, tienen forma de discos redondeados, bic�ncavos y con un di�metro aproximado de 7,5 micras. En el ser humano y la mayor�a de los mam�feros los eritrocitos maduros carecen de n�cleo. En algunos vertebrados son ovales y nucleados. La hemoglobina, una prote�na de las c�lulas rojas de la sangre, es el pigmento sangu�neo especial m�s importante y su funci�n es el transporte de ox�geno desde los pulmones a las c�lulas del organismo, donde capta di�xido de carbono que conduce a los pulmones para ser eliminado hacia el exterior.

En un individuo adulto� los globulos rojos se originan en la medula ose roja de los huesos esponjosos (costillas ,pelvis,esternon) a partir de celulas idiferenciadas denominadas HEMOCITOBLASTO,que se forman continuamente de c�lulas madres primordiales ,localizadas en esta regi�n.

El hemocitoblasto se transforma en una c�lula denominada ERITROBLASTO BAS�FILO, y es un estado celular donde se inicia la sintesis de hemoglobina que es una proteina conjugada que tiene la capacidad de combinarse con los gases respiratorios (oxihemoglobina y carboxihemoglobina) , mas tarde se transforma en eritroblasto policromat�filo, se denomina as� por que contiene un material b�s�filo y hemoglobina. mas tarde el n�cleo se retrae, mientras se va aumentando la s�ntesis de hemoglobina, transform�ndose la c�lula en normoblasto. al final de esta etapa la c�lula contiene gran cantidad de hemoglobina (34%) , el nucleo se vuelve peque�o y es expulsado.El ret�culo endoplasm�tico es reabsorvido etaps en ls cual la c�lula se llama reticuloc�to.Es en este estado que la c�lula atravieza las capilares sanguineos por diapedesis ingresando a la circulaci�n . Una vez sucedido esto el resto del ret�culos endoplasm�tico se retrae y el reticuloc�to se transforma en eritrocito maduro..

Los eritrocitos en circulaci�n se caracterizan por no poseer n�cleo , mitocondrias,y el ret�culo endoplasm�tico se encuentra muy disminuido.

Hay factores como la altura geogr�ficay el ejercicio que estimulan la produccion de gl�bulos rojos

Los factores anteriormente nombrados tienen como factor com�n la hipoxia , siendo ella la responsable del aumento de la produccion de gl�bulos rojos al estimular la activaci�n de una glucoproteina denominada eritropoyetina

La eritropoyetina� aparece en la sangre como respuesta a la hipoxia , la que act�a sobre la medula roja aumentando la produccion de globulos rojos.

Los globulos rojos envejecen progresivamente ( duran aprox 120 d�as) debido al desgaste de sus procesos vitales, raz�n por la cual debido a una fragilidad general son retirados del torrente circulatorio, conducidos al bazo , higado , ganglios linf�ticos para ser destruidos por fagocitosis, le hemoglobina es excretada por el higado formanto parte de los pigmentos biliares (primero se desdobla en biliverdina y posteriormente en bilirrubina que es un pigmento amarillento y toxico que debe ser eliminado).

LEUCOCITOS

los leucocitos gl�bulos blancos de la sangre son de dos tipos principales: los granulosos, con n�cleo multilobulado, y los no granulosos, que tienen un n�cleo redondeado. Los leucocitos granulosos o granulocitos incluyen los neutr�filos, que fagocitan y destruyen bacterias; los eosin�filos, que aumentan su n�mero y se activan en presencia de ciertas infecciones y alergias, y los bas�filos, que segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el proceso de la inflamaci�n. Los leucocitos no granulosos est�n formados por linfocitos y un n�mero m�s reducido de monocitos, asociados con el sistema inmunol�gico. Los linfocitos desempe�an un papel importante en la producci�n de anticuerpos y en la inmunidad celular. Los monocitos digieren sustancias extra�as no bacterianas, por lo general durante el transcurso de infecciones cr�nicas.

Esto se debe a la secreci�n de sustancias llamadas inmunoglobulinas (anticuerpos) . Cuando penetra al organismo cualquier� ant�geno ( elemento extra�o al organismo), este estimula la proliferaci�n de una linea celular de linfocitos CLON,y todos ellos comienzan a secretar inmunoglobulinas que reconocen espec�ficamente al ant�geno y se unen a el formando un complejo ant�geno anticuerpo.

Esto desencadena serie de reacciones muy complejas que llevan finalmente a la inactivaci�n del ant�geno.

ANTIGENO:� Toda mol�cula generalmente extra�a al organismo capaz� de inducir la formaci�n de anticuerpos.

ANTICUERPO: Toda mol�cula capaz de reconocer espec�ficamente a un solo ant�geno y reaccionar con �l formando un complejo ant�geno anticuerpo

Del analisis y caracterizaci�n de los leucocitos se desprende que si bi�n todos los gl�bulos blancos son vitales en la defensa del organismo contra agentes patogenos , existen dos grandes lineas de acci�n.

1.- Defensa inespec�fica:

Act�an en bloque contra cualquier ant�geno.Este tipo de defensa� est� � representada por los granulocitos y los monocitos ( que se activan en las inflamaciones cr�nicas es decvir en aquellas en que la primera barrera estructural de defensa (piel) no ha actuado en forma eficiente).

2.-Defensa espec�fica:

representada por los linfocitos .Demora m�s en activarse , sin embargo es eficazya que act�a concretamente sobre un solo ant�geno ( el que est� produciendo la inflamaci�n infecci�n)

���������������������� �� Las diferentes clases de gl�bulos blancos tiene origen distinto. Los polimorfo nucleares y monocitos se originan en la m�dula ose y los linfocitos en el tejido linf�tico ganglios linf�ticos, amigdalas, bazo y timo.

Plaquetas

Las plaquetas de la sangre son cuerpos peque�os, ovoideos, sin n�cleo, con un di�metro mucho menor que el de los eritrocitos. Los trombocitos o plaquetas se adhieren a la superficie interna de la pared de los vasos sangu�neos en el lugar de la lesi�n y ocluyen el defecto de la pared vascular. Conforme se destruyen, liberan agentes coagulantes que conducen a la formaci�n local de trombina que ayuda a formar un co�gulo, el primer paso en la cicatrizaci�n de una herida.

Existen� aproximadamente� 300.000 por milimetro c�bico de sangre.no constituyen c�lulas en el sentido estricto de la palabra ya qauie se constituyen por segmentacion del citoplasma celular de las celulas hematopoyeticas� formadas en al m�dula osea roja denominadas megacariocitos

Su vida media es de aproximadamente 4 d�as , poseen en toda su extension gran cantidad de gr�nulos con sustancias tales como ADP, SEROTONINA, EPINEFRINA, Ca++, imp�rtantes en la formacion del tap�n plaquetario dirante el proceso de coagulaci�n sanguinea

Recuento sangu�neo

La t�cnica de laboratorio llamada recuento sangu�neo completo (RSC) es un indicador �til de enfermedad y salud. Una muestra de sangre determinada con precisi�n se diluye de forma autom�tica y las c�lulas se cuentan con un detector �ptico o electr�nico. El empleo de ajustes o diluyentes distintos, permite realizar el conteo de los gl�bulos rojos, los blancos o las plaquetas. Un RSC tambi�n incluye la clasificaci�n de los gl�bulos blancos en categor�as, lo que se puede realizar por la observaci�n al microscopio de una muestra te�ida sobre un portaobjetos, o de forma autom�tica utilizando una de las diversas t�cnicas que existen.

Plasma

El plasma es una sustancia compleja; su componente principal es el agua. Tambi�n contiene prote�nas plasm�ticas, sustancias inorg�nicas (como sodio, potasio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato), az�cares, hormonas, enzimas, l�pidos, amino�cidos y productos de degradaci�n como urea y creatinina. Todas estas sustancias aparecen en peque�as cantidades.

Entre las prote�nas plasm�ticas se encuentran la alb�mina, principal agente responsable del mantenimiento de la presi�n osm�tica sangu�nea y, por consiguiente, controla su tendencia a difundirse a trav�s de las paredes de los vasos sangu�neos; una docena o m�s de prote�nas, como el fibrin�geno y la protrombina, que participan en la coagulaci�n; aglutininas, que producen las reacciones de aglutinaci�n entre muestras de sangre de tipos distintos y la reacci�n conocida como anafilaxis, una forma de shock al�rgico, y globulinas de muchos tipos, incluyendo los anticuerpos, que proporcionan inmunidad frente a muchas enfermedades. Otras prote�nas plasm�ticas importantes act�an como transportadores hasta los tejidos de nutrientes esenciales como el cobre, el hierro, otros metales y diversas hormonas.

La primera separaci�n de las prote�nas plasm�ticas para su estudio individual se llev� a cabo en la d�cada de 1920. Durante la IIGuerra Mundial se consigui� perfeccionar la t�cnica, lo que permiti� el empleo de fracciones individuales. Algunos de los resultados de este trabajo incluyen el uso de alb�mina s�rica como un sustituto de la sangre o el plasma en las transfusiones, el empleo de gammaglobulinas para una protecci�n a corto plazo frente a enfermedades como sarampi�n y hepatitis, y la utilizaci�n de globulina antihemof�lica para el tratamiento de la hemofilia.

Formaci�n de la sangre y reacciones

Los eritrocitos se forman en la m�dula �sea y tras una vida media de 120 d�as son destruidos y eliminados por el bazo. En cuanto a las c�lulas blancas de la sangre, los leucocitos granulosos o granulocitos se forman en la m�dula �sea; los linfocitos en el timo, en los ganglios linf�ticos y en otros tejidos linf�ticos. Las plaquetas se producen en la m�dula �sea. Todos estos componentes de la sangre se agotan o consumen cada cierto tiempo y, por tanto, deben ser reemplazados con la misma frecuencia. Los componentes del plasma se forman en varios �rganos del cuerpo, incluido el h�gado, responsable de la s�ntesis de alb�mina y fibrin�geno, que libera sustancias tan importantes como el sodio, el potasio y el calcio. Las gl�ndulas endocrinas producen las hormonas transportadas en el plasma. Los linfocitos y las c�lulas plasm�ticas sintetizan ciertas prote�nas y otros componentes proceden de la absorci�n que tiene lugar en el tracto intestinal.

Coagulaci�n

Una de las propiedades m�s notables de la sangre es su capacidad para formar co�gulos, o coagular, cuando se extrae del cuerpo. Dentro del organismo un co�gulo se forma en respuesta a una lesi�n tisular, como un desgarro muscular, un corte o un traumatismo penetrante. En los vasos sangu�neos la sangre se encuentra en estado l�quido, poco despu�s de ser extra�da adquiere un aspecto viscoso y m�s tarde se convierte en una masa gelatinosa firme. Despu�s esta masa se separa en dos partes: un co�gulo rojo firme que flota libre en un l�quido transparente rosado que se denomina suero.

Un co�gulo est� formado casi en su totalidad por eritrocitos encerrados en una red de finas fibrillas o filamentos constituidos por una sustancia denominada fibrina. Esta sustancia no existe como tal en la sangre pero se crea, durante el proceso de la coagulaci�n, por la acci�n de la trombina, enzima que estimula la conversi�n de una de las prote�nas plasm�ticas, el fibrin�geno, en fibrina. La trombina no est� presente en la sangre circulante. �sta se forma a partir de la protrombina, otra prote�na plasm�tica, en un proceso complejo que implica a las plaquetas, ciertas sales de calcio, sustancias producidas por los tejidos lesionados y el contacto con las superficies accidentadas. Si existe alg�n d�ficit de estos factores la formaci�n del co�gulo es defectuosa. La adici�n de citrato de sodio elimina los iones de calcio de la sangre y por consiguiente previene la formaci�n de co�gulos. La carencia de vitamina K hace imposible el mantenimiento de cantidades adecuadas de protrombina en la sangre. Ciertas enfermedades pueden reducir la concentraci�n sangu�nea de varias prote�nas de la coagulaci�n o de las plaquetas.

Reacciones homeost�ticas

Ciertas caracter�sticas de la sangre se mantienen dentro de estrechos l�mites gracias a la existencia de procesos regulados con precisi�n. Por ejemplo, la alcalinidad de la sangre se mantiene en un intervalo constante (pH entre 7,38 y 7,42) de manera que si el pH desciende a 7,0 (el del agua pura), el individuo entra en un coma acid�tico que puede ser mortal; por otro lado, si el pH se eleva por encima de 7,5 (el mismo que el de una soluci�n que contiene una parte de sosa c�ustica por 50 millones de partes de agua), el individuo entra en una alcalosis tet�nica y es probable que fallezca. De igual manera, un descenso de la concentraci�n de glucosa en sangre (glucemia), en condiciones normales del 0,1% a menos del 0,05%, produce convulsiones. Cuando la glucemia se eleva de forma persistente y se acompa�a de cambios metab�licos importantes, suele provocar un coma diab�tico (v�ase Diabetes mellitus). La temperatura de la sangre no suele variar m�s de 1�C dentro de un intervalo medio entre 36,3 y 37,1�C, la media normal es de 37�C. Un aumento de la temperatura de 4�C es se�al de enfermedad grave, mientras que una elevaci�n de 6�C suele causar la muerte.

Enfermedades sangu�neas

Los trastornos de la sangre proceden de cambios anormales en su composici�n. La reducci�n an�mala del contenido de hemoglobina o del n�mero de gl�bulos rojos, conocida como anemia, se considera m�s un s�ntoma que una enfermedad y sus causas son muy variadas. Se cree que la causa m�s frecuente es la p�rdida de sangre o hemorragia. La anemia hemol�tica, un aumento de la destrucci�n de gl�bulos rojos, puede estar producida por diversas toxinas o por un anticuerpo contra los eritrocitos. Una forma de leucemia que afecta a los beb�s al nacer o poco antes del nacimiento es la eritroblastosis fetal (v�ase Factor Rh).

La anemia puede ser tambi�n consecuencia de un descenso de la producci�n de hemat�es que se puede atribuir a una p�rdida de hierro, a un d�ficit de vitamina B12, o a una disfunci�n de la m�dula �sea. Por �ltimo, existe un grupo de anemias originada por defectos hereditarios en la producci�n de gl�bulos rojos (hemoglobina). Estas anemias comprenden varios trastornos hereditarios en los que los eritrocitos carecen de algunas de las enzimas necesarias para que la c�lula utilice la glucosa de forma eficaz.

La formaci�n de hemoglobina an�mala es caracter�stica de las enfermedades hereditarias que reciben el nombre de anemia de c�lulas falciformes y talasemia mayor. Ambas son enfermedades graves que pueden ser mortales en la infancia.

El aumento del n�mero de eritrocitos circulantes se denomina policitemia: puede ser un trastorno primario o consecuencia de una disminuci�n de la oxigenaci�n de la sangre o hipoxia. La hipoxia aguda se produce con m�s frecuencia en enfermedades pulmonares avanzadas, en ciertos tipos de cardiopat�as cong�nitas y a altitudes elevadas.

La leucemia se acompa�a de una proliferaci�n desordenada de leucocitos. Hay varias clases de leucemia, cuyas caracter�sticas dependen del tipo de c�lula implicada.

El d�ficit de cualquiera de los factores necesarios para la coagulaci�n de la sangre provoca hemorragias. El descenso del n�mero de plaquetas recibe el nombre de trombocitopenia; la disminuci�n del factor VIII de la coagulaci�n da lugar a la hemofilia A (hemofilia cl�sica); el descenso del factor IX de la coagulaci�n es responsable de la hemofilia B, conocida como enfermedad de Christmas. Diversas enfermedades hemorr�gicas, como la hemofilia, son hereditarias. Hay preparados que incluyen concentrados de varios factores de la coagulaci�n para el tratamiento de algunos de estos trastornos. En 1984 los cient�ficos desarrollaron una t�cnica de ingenier�a gen�tica para la fabricaci�n de factor VIII, un factor de la coagulaci�n de la sangre de vital importancia para las v�ctimas de la forma de hemofilia m�s frecuente.

Aunque la formaci�n de un co�gulo es un proceso normal, se convierte a veces en un fen�meno patol�gico que representa incluso una amenaza mortal. Por ejemplo, en los pacientes hospitalizados durante largos periodos a veces se forman co�gulos en las venas importantes de las extremidades inferiores. Si estos co�gulos, o trombos, se desplazan hacia los pulmones pueden causar la muerte como consecuencia de un embolismo. En muchos casos dichos trombos venosos se disuelven con una combinaci�n de f�rmacos que previenen la coagulaci�n y lisan los co�gulos. Los anticoagulantes incluyen la heparina, compuesto natural que se prepara a partir de pulmones o h�gados de animales, y las sustancias qu�micas sint�ticas dicumarol y warfarina. Los f�rmacos que lisan los co�gulos, denominados trombol�ticos, incluyen las enzimas uroquinasa y estreptoquinasa, y el activador tisular del plasmin�geno (TPA), un producto de ingenier�a gen�tica.

Se piensa que la interacci�n de los trombocitos con los dep�sitos de l�pidos que aparecen en la enfermedad cardiaca ateroescler�tica contribuye a los infartos de miocardio. Los compuestos como la aspirina y la sulfinpirazona, que inhiben la actividad plaquetaria, pueden disminuir los infartos de miocardio en personas con enfermedad ateroescler�tica.

Factor Rh, t�rmino que se aplica a cualquiera de las m�s de treinta sustancias que reciben el nombre de aglutin�genos y que se encuentran en la superficie de los eritrocitos sangu�neos. Son diferentes de los principales tipos de grupos sangu�neos, pero se desconoce su composici�n. Los factores Rh se descubrieron en la sangre del mono rhesus en 1937. Este primer aglutin�geno Rh, que correspond�a a lo que se denomina en la actualidad Rh0, est� presente en la sangre de casi el 85% de los seres humanos. Las reacciones sangu�neas en las que participan factores Rh tienen inter�s sobre todo en obstetricia.

La presencia de factores Rh en la sangre est� controlada por las leyes de la herencia. Un individuo que posea un gen que codifique la existencia de factor Rh expresar� dicho factor en los gl�bulos rojos. Los hijos de una mujer con dos genes recesivos para el factor Rh0, es decir, que sea Rh negativo, y un hombre que tenga uno o dos genes que expresen el factor Rh positivo, expresar�n el factor Rh0. Cuando esta madre est� embarazada y el feto sea Rh positivo, la madre producir� anticuerpos contra el factor Rh0 en el 5% de los casos. Por lo general, estos anticuerpos ser�n demasiado d�biles como para causar da�os al primer hijo, pero destruir�n los gl�bulos rojos de la sangre de cualquier hijo posterior que sea Rh positivo. Esta reacci�n origina la eritroblastosis fetal o enfermedad del Rh, que produce ictericia, anemia, da�o cerebral, y con frecuencia la muerte antes o poco despu�s del nacimiento del beb�.

En la antig�edad, la enfermedad del Rh se trataba realizando una transfusi�n de sangre a los ni�os que sobreviv�an. En la actualidad, se analiza el Rh de la pareja antes de que tenga hijos. Cuando una mujer Rh negativa tiene un ni�o con un hombre Rh positivo se le administra una inyecci�n de una sustancia denominada Rhogam despu�s del parto. El Rhogam es una gammaglobulina que contiene anticuerpos contra el factor Rh0. El Rhogam evita que la madre se inmunice contra el factor Rh0 al destruir cualquier eritrocito Rh positivo que haya podido emigrar desde el feto hacia la circulaci�n de la madre. De este modo, los posibles hijos Rh positivos que pueda tener m�s tarde no estar�n expuestos a anticuerpos anti-Rh0. Este procedimiento ha servido para erradicar casi la enfermedad del Rh.

CIRCUITOS CARDIOVASCULARES.

La sangre que circula , por los distintos vasos sanguineos describe dos circuitos bi�n definidos que se denominan:

1.- Circulaci�n mayor o sist�mica.

2.-Ciorculaci�n menor o pulmonar.

L a circulaci�n sist�mica incluye varios circu�tos m�s cortos , uno de los cuales se denomina sistema porta hep�tico.

1.- Circulacion mayor o sist�mica .

En forma resumida se puede decir que en este sistema la sangre es impulsada desde el ventr�culo izquierdo hacia la aorta

que la distribuye hacia todo el organismo, llevando nutrientes,oxigeno etc.Finalmente� la sangre empobrecida en esta sustancias regresa al ventr�culo derecho por las venas cavas .

---Sistema porta hep�tico : La sangre venosa proveniente del bazo,pancreas,est�mago e intestino no se dirige directamente al corazon por la vena cava inferior , sino que pasa de los capilares de estos organos a una vemna de grueso calibre � denominada VENA PORTA , que se dirige hacvia el h�gado lugar en que se vuelve a ramificar en capilares . En este lugar se produce el intercambio de los productos de la digesti�n. Una vez concluido el intercambiode sustancias los capilares del higado confluyen y forman la vena supra hepatica, que vacia su contenido en la VENA CAVA inferior

2.- Circulaci�n menor o pulmonar.

Este circuito comienza en el VENTRICULO DERECHO, impulsa la sangre llegada desde la auricula derecha hacia los pulmones por la arteria pulmonar( los vasos sanguieneos que salen del coraz�n se llaman arterias), esta al llegar a los pulmones se ramifica y finalmente los capilares se ponen en contacto con los alveolos pulmonares . De esta forma la sangre queda separada del medio rico en oxigeno de los alveolos por una peque�a barrera de epitelio plano monoestratificado,lo que le permite ingresar oxigeno y eliminar co2, de esta manera vuelve al corazon por las 4 vbenas pulmonares (todos los vasos sanguineo que llegan al coraz�n se llaman venas), exactamente llegan a la auricula izquierda, donde pasa al ventriculo izquierdo regresando a la circulaci�n sist�mica.

Aqui nos encontramos con la exepci�n de que hay una arteria con sangre venosa y una vena con sangre arterial.

CIRCULACION LINFATICA.

En los vertebrados al mismo tiempo que se forma el sistema vascular sanguineo , se deasrrolla un sistema linf�tico , circulaci�n que se caracteriza por ser muy lenta . Tiene como funcion drenar los tejidos del exceso de liquido tisular impidiendo la formaci�n de edemas .los capilares llevan el liquido drenado a la circulaci�n por el conducto toraxico y la gran vena linf�tica, que desemboca en el �ngulo que forma la vena yugular con la subclavia.

Los vasos linf�ticos son del tipo vena y capilar , no existen arterias linf�ticas.Poseen valvulas que impiden el retorno de la linfa.

De trecho en trecho, en el trayecto de los vasos linfaticos , se presentan grupos de c�l�ulas denominados ganglios linf�ticos.Abundantes en el cuello, axilas ,codos, ingle,rodillas y alrededor de los grandes �rganos.

Los ganglios linf�ticos cumplen funciones tales como:

a.- Poseen c�lulas de gran poder fagocitario, de la linea de los leucocitos agranulocitos -monocitos que destgruyen a las bacterias invasoras.

b.- Son el centro productor de linfocitos los cuales sintetizan anticuerpos.

LINFA.

ES EL LIQUIDO QUE HA ENTRADO A LOS VASOS LINF�TICOS, TIENE UNA COMPOSICI�N CASI ID�NTICA AL L�QUIDO TISULAR.En ella encontramos factores de coagulaci�n, agua, algunas proteinas, y� linfocitos producidos por los ganglios linf�ticos. No tiene eritrocitos, contiene ademas gran cantidad de acidos grasos, que corresponden a los l�pidos absorvidos a nivel intestinal desde donde pasan a la circulacion linf�tica.

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