El Instituto Quintanarroense de la Cultura, a través de la Casa de la
Cultura de Cancún, dentro del ciclo dedicado a “La Cultura Maya en Libros” se complace
en comentar el libro “Los Orígenes de la Civilización Maya” compilado por
Richard E. W. Adams, y publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) en
1994.
Un grupo selecto de historiadores y antropólogos norteamericanos se ha
propuesto con este trabajo conjunto, llenar un vacío en los datos históricos
acerca de los oscuros orígenes de la gran civilización mesoamericana. Con rigor
académico y sobre la base del estudio de los vestigios arqueológicos, los
investigadores de esta obra elaboran hipótesis y periodizaciones que no
atienden sólo a la época de plenitud de esta cultura.
Otros conocedores del mundo maya -por ejemplo Eric S. Thompson, en
“Grandeza y decadencia de los mayas”, y Sylvanus G. Morley, en La Civilización
Maya”, ambos publicados por el FCE, han legado a lo largo de décadas de estudio
en la región, una gran orientación descriptiva y cronológica acerca de la
grandeza y la decadencia de los pueblos mayenses. Sin embargo, poco se había
escrito sobre los orígenes de esta grandeza y decadencia: en los estudios
mayistas sobre el origen no se había llegado más allá de la imagen del
“florecimiento”. Y es de este modo porque, a la fecha en la historia
intelectual de los estudios mayas por lo general se prestaba mayor atención al
“desplome de ese florecimiento exótico”, y menor atención ocupaba el origen. En
consecuencia, “Los Orígenes de la Civilización Maya” representa un avance: nos
guía de la “imagen del ‘florecimiento’ de Thompson a un programa de multitud de
elementos, clasificados por orden de importancia, que contribuyeron al
surgimiento de esa civilización”.
“Los Orígenes de la Civilización Maya” fueron el tema de un seminario
avanzado, que con patrocinio y financiamiento de School of American Research ,
se celebró del 14 al 18 de octubre de 1974 en Santa Fe, Nuevo México. La
participación no se limitó al grupo de once estudiosos que acabaron por
asistir. En resumen se prepararon quince trabajos que se hicieron circular,
antes que el seminario se reuniera. Se consideró que para el final faltaba
incluir una tabla cronológica general.
El semanario tuvo bastante éxito, aunque no resolvió el problema de los
orígenes. El lector tendrá que juzgar por sí mismo hasta dónde los autores han
avanzado en su objetivo de definir el problema y aplicar los datos, ensayar las
formulaciones teóricas e intentar desarrollar un modelo conciliador que pudiera
funcionar a la vez como mecanismo explicativo y como guía de futuras
investigaciones, lo cual se describe finalmente como objetivo de este libro.