“Incidentes melódicos del
mundo irracional”
El Instituto Quintanarroense de la Cultura, a través de la
Casa de la Cultura de Cancún, dentro del espacio “Libros y más Libros”, con
gran entusiasmo hoy comenta el libro “Incidentes melódicos del mundo irracional” escrito por Juan de la
Cabada y publicado por Correo de las Américas en el
año de 1974. La primera edición se realizó en 1944.
Al Publicarse “Incidentes
melódicos del mundo irracional” se le incluyeron juicios críticos
de personalidades del ámbito cultural y cuya opinión es muy importante, pues
definen claramente las aportaciones y personalidad del autor.
Alfonso Reyes dijo “Juan de
la Cabada es vigor auténtico, creación verdadera, bondad y virtud legítimas,
escritor y hombre de primera. Lo quiero y admiro. No hay en él página perdida”.
El escritor Octavio Paz
apuntó “estos nuevos prosistas se han distinguido sobre todo en la composición
de cuentos y relatos. Un libro de Juan de la Cabada, “Paseos de mentiras”, reúne
en sus páginas algunos cuentos y una novela corta que lo hacen, hasta ahora, el
más interesante y enigmático de todos. Pero a pesar de su existencia, “Paseo de
Mentiras” es apenas un primer libro, Juan de la Cabada posee tanta riqueza
imaginativa y una experiencia tan abundante que su obra futura seguramente nos
asombrará a todos”.
El maestro Alfredo Barrera
Vázquez decía que “Desde su Campeche, Juan de la Cabada recorrió los caminos
selváticos y los anchos reales también de la península yucateca y en todo lugar
donde halló al maya debió en las directas y puras fuentes de la ancestral
sabiduría popular. El arte de Juan de la Cabada en este libro es, pues fruto de
lo que vive en ese pueblo qué fue el más grande de América. Así el sonar de su
lenguaje y las melodías que contiene nos brindan un apulpa de jugo tan fresco y
sabor tan verdaderamente sano y cálido como fecundada y generosa es una
semilla”.
Don Manuel Altolaguirre
opinó que “Desde que lo conocí en España, guardo de sus palabras vivas, le
recuerdo del mejor narrador de nuestros tiempos y la esperanza de una gran obra
novelesca, que nos va cumpliendo con su prodigiosa fantasía y reveladora
expresión lírica”.
El escritor yucateco Ermilo
Abreu Gómez en su momento anotó “Este libro de Juan de la Cabada, a mí juicio y
para mi gusto constituye por la materia autóctona de que trata, el más
definido. Y por la gracia originalísima de su estilo, el más bello, el que
mejor representa el espíritu literario de este México que nace”.
Rodolfo Halfater considera que “Los motivos musicales que animan este
relato de Juan de la Cabada, tiene aparte de su autenticidad folklórica, una
gracia y una belleza de primer orden. El hallazgo de esas melodías representa
una importante contribución al rico repertorio de la música indígena de
México”.
Andrés Henestrosa certero asentó desde su primera edición “Su prisas,
como el que sabe adónde va, sin codeos, Juan de la Cabada se ha instalado en
uno de los primeros lugares de nuestra literatura joven. Con la misma
inalterable lentitud y seguridad con que el árbol madura sus frutos, así este
escritor sus libros; y a su tiempo, sin sobresaltos, ni aspavientos, sino en
ademán sencillo, natural y armonioso, se le han caído de la frente, como de una
alta rama. Ahora este gran relato prueba que una artista verdadero, de donde
quiera que parte llega”.
Y por ultimo
José Bergamin destacó poderosamente la fisonomía de un auténtico escritor de
estirpe en Juan de la Cabada, “uno de los mejores escritores de prosa española
contemporánea, a mi parecer. Su lenguaje refleja con rasgos certeros el habla
de las gentes… No conozco otro narrador, otro cuentista mejor en México”.
Así opinaban
y rendían homenaje a Juan de la Cabada Vera que nació en la ciudad de Campeche
el 4 de septiembre de 1899 y falleció en la Ciudad de México el 26 de
septiembre de 1986. Matizado y notable escritor, folklorista, guionista,
adaptador cinematográfico y periodista, destacando en sus obras en el cuento y
que a partir de 1923 se incorpora al entonces Partido Comunista Mexicano (PCM)
trabajando intensamente en la prensa partidista, particularmente en El Machete
y otros órganos de comunicación del PCM; y allí, precisamente, publicó sus
primeros cuentos y relatos, dedicando su vida a las mejores causas y por un
futuro luminoso para todos.