“El Filo del Tiempo”
El Instituto Quintanarroense de la
Cultura, a través de la Casa de la
Cultura de Cancún, reafirmando su compromiso de difundir el mayor número de
textos, dentro del espacio “Libros y más Libros”, con gran entusiasmo hoy
comentamos el libro “El Filo del Tiempo” escrito por
Gilberto Valencia Aguilar y publicado por su autor en el año 2000.
En la presentación de este libro el
autor sintetiza que: “Diríase ante todas estas acciones derivadas de la
conducta humana que el libro es para el hombre como un catalizador en el
interés por vivir. Acaso pueda ser, pero, dentro de un proceso histórico la
realidad ha demostrado que muchas de las grandes obras creadas por el hombre
fueron hechas por la simpleza de que podían hacerse. El momento y las
circunstancias eran propicias y digámoslo si no, no para citar muchos ejemplos,
los casos de Miguel de Cervantes Saavedra y de Fedor Dostotoievsky, que sus más
conocidas obras las escribieron en un hospital o en una cárcel. Todavía más,
cuántos de ustedes, amables amigos, que me hagan el favor de leer éstas páginas
han acariciado la idea de escribir un libro o acarician
la ilusión de hacerlo cuando sea posible”.
“El libro es, entonces, y desde mi muy
personal punto de vista, la superficie en donde alguien derrama sus ideas, sus
sentimientos, sus emociones, sus inquietudes, sus experiencias, sus
conocimientos, tal vez hasta sus vivencias para establecer un contacto humano
con su semejantes”.
El
autor del libro “El Filo del Tiempo”, Gilberto
Valencia Aguilar, nació en 1926, en Payo Obispo, hoy Chetumal, y muestra su gusto por las letras siendo aún muy
joven. Cursa la primaria en la Escuela
Belisario Domínguez y se capacita como mecanógrafo y archivista en la Academia
Harmony, en su ciudad natal.
En
1947 llega a la Ciudad de México donde inicia cursos irregulares en la Academia
Esmeralda, desde la que le recomiendan la tutoría del escritor y dramaturgo
Xavier Villaurrutia, con quien continúa
la formación como escritor que había empezado de forma autodidacta en su ciudad
natal. Estudia con Villaurrutia hasta 1950 año en que fallece su maestro.
Su
participación dentro del periodismo es
extensa. Se desempeñó también como representante en el territorio de Quintana
Roo, en diversos periódicos.
En
1971, contrae matrimonio y disminuye su actividad en el periodismo dedicándose
a publicaciones de orientación y a la edición de su obra literaria, en la que
destacan novelas, cuentos, ensayos y estudios.
Algunas de sus obras fueron:
“Quintana Roo 1975”, “Voz Popular Quintanarroense”, “Quién y Qué en el Estado
de Quintana Roo”, “Lírica Popular
Quintanarroense”, “Madera Centenaria”, “Bitácora” (Cuentos), y otros más