Bush proyecta una intervención directa contra Cuba
Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
Web: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
La “Comisión de Ayuda a una
Cuba Libre”, el pasado 6 de mayo, presenta un informe, al presidente Bush,
donde se explica el maquiavélico plan, que refrendaría a la postre _con ayuda
de la extrema derecha cubano estadounidense_,
para arrebatar a Cuba su soberanía e incrementar las pérdidas que en
algo más de 40 años son de 79 mil 320 millones de dólares, sólo por daños
directos a la economía cubana. Esta “ayuda” está concertada con las
aspiraciones de apuntalar las embestidas económicas y políticas, que
desestabilicen el gobierno de Cuba, y estimular a los cubanos para con
diligencia acojan los buenos oficios de la Casa Blanca; y eternizar la hegemonía
de EE.UU. sobre Cuba(1).
Las medidas no solo perjudican a los
residentes en la isla, también a los isleños en EE.UU.; es decir, cubanos
emigrantes en territorio norteamericano no se les permitirá el sistemático
contacto con sus familiares y su tierra natal; que es una mezquina violación de
la Constitución estadounidense. Por ley, Bush ordena a los emigrados cubanos
que sólo podrán viajar a Cuba una vez cada tres años, cuando reciban
autorización para ello y solo por un máximo de catorce días, para
exclusivamente visitar a familiares directos. Viajes en los que no podrán
gastar más de 50 dólares diarios. También tienen restricciones para las
remesas de dinero, que no podrá ser mayor a 100 dólares mensuales, y sólo
para abuelos, nietos, padres, hermanos, esposos e hijos. ¿Acaso esto es un
ejemplo de democracia?
Para se tenga una idea de cual es el
alcance de este plan, algunos Senadores y Representantes estadounidenses han
cuestionado la aplicación de estas medidas contra Cuba, y “han denunciado
que la Oficina de Control de Activos Extranjeros emplea cinco veces más
funcionarios con ese fin que los utilizados para escrutar las finanzas de los
fanáticos de Al-Qaeda”(2).
Un caso relacionado
con este despropósito, es el de Wally y Bárbara Smith, uno y otro jubilados
del estado de Vermont, que fueron obligados, en abril de este año, a pagar una
multa de 55 mil dólares, como castigo por sus viajes para recorrer la isla en
bicicleta y escribir un libro titulado "Bicycling in Cuba(3)".
No es un secreto de hay ejemplos de
cómo el gobierno estadounidense impone la coacción económica a otras
naciones, para evitar puedan realizar intercambio comercial con el gobierno de
Fidel Castro; violando de esta manera el principio de que cada país tiene
derecho a escoger sus contrapartes. El caso más reciente es el de la cadena
hotelera jamaicana Súper Club, que decidió evaporarse de Cuba, después de
recibir su presidente una notificación, del Departamento de Estado
estadounidense, concerniente a su visa para entrar a EE.UU., y también una
advertencia de podría ser sometido a un proceso judicial como lo dispone la
execrable ley Helms-Burton.
Contrario al Derecho Internacional y
la Carta de Naciones Unidas, la "Comisión de Ayuda a una Cuba Libre"
va a destinar 59 millones de dólares, para las campañas internacionales contra
Cuba; el financiamiento a la oppositío internus; y alentar se involucre
la comunidad internacional para financiar mercenarios, mediante la participación
de terceros países, en un: "Fondo Internacional para la Protección y
Desarrollo de la Sociedad Civil en Cuba". Al mismo tiempo, costeara los
proyectos que permitan utilizar aviones militares estadounidenses para hacer
llegar conspiradoras señales de radio y televisión a la isla. Que se puede
decir sobre la ayuda económica y logística para crear instituciones políticas,
leyes, reglamentos y hasta una Constitución para cuando sea derrotado el
gobierno de la isla. Esta frívola apetencia por demoler el gobierno de Cuba, no
es nueva, ha estado en la agenda de todas las administraciones norteamericanas a
partir de 1959, que han instituido el terrorismo de Estado sin despreciar la
posible agresión directa a la isla. ¿Por qué EE.UU. no aplica igual doctrina
y proyecta una intervención directa contra la República Popular China? ¿Acaso
Bush a retomado el concepto de repraesaliae massif(4), del
presidente Jonh Foster Dulles, o se vale de una versión moderna de la “doctrina
Monroe”(5), o de la “doctrina del espléndido aislamiento(6)"?
Es evidente la tragedia que abarrota el espíritu de George W. Bush, por no
haber logrado todo lo que desea al eliminar a sus adversarios. Es evidente que
es víctima, conciente o no, del conocido resultado de los “métodos
habituales de la diplomacia estadounidense(7)". No hay dudas del
gobierno de EE.UU. no tiene en cuenta de que una acción tiene invariablemente
una reacción.
Proclama el
gobierno de EE.UU., como parte de los “intereses permanentis”(8),
de hay que acabar con la tiranía _diz que dictadura_ que existe en Cuba,
porque sustenta sus ideales en el nacionalismo egoísta. De nuevo la memoria del
presidente estadounidense lo traiciona, pues muchos de sus mejores aliados
practican el absolutismo con excesiva ferocidad y el mayor desprecio por los más
elementales derechos humanos. ¿Cuándo derrocara EE.UU. a estos gobiernos? ¿Olvida de los EE.UU.
han financiado y apoyado las dictaduras militares
más feroces que se han conocido en el planeta?
Si bien se hace
necesario, en Cuba, eliminar las actitudes y dogmas separatistas en todos los
campos del pensamiento, y reconsiderar aspectos políticos y religiosos que
rigen el principio gobernante. Esta transición deben hacerse por medio del
discernimiento, y la benevolencia de todos los cubanos. Además, estas reformas
se deben amalgamar a todos los hombres y mujeres, que unidos y enfocados en
valores correctos a una causa noble traigan
el bien para la nación cubana. Eso sí, hay que tener como premisa el
sostenimiento del sistema de salud y educativo, reestructurándolo para los
cubanos tengan la libertad individual y colectiva de experimentar, analizar,
debatir y comprender con un correcto punto de vista y síntesis espiritual, que
ponga fin a la unidad impuesta.
Empero, las
pretensiones de Bush y de sus amigos cubano estadounidenses, como el senador Díaz-Balart,
no han tenido en cuenta que cualquier cambio en la isla no será posible aún
con una intervención directa, mientras la generalidad del pueblo cubano no sea
capas de reconocer concientemente del gobierno de Fidel Castro es una tiranía,
y que existe esta situación en Cuba. Como impera en muchas democracias que
tienen dictaduras presidenciales, parlamentarias o monárquicas.
Pareciera que las
experiencias de la Bahía de Cochinos, Vietnam, Somalia, Afganistán, e Iraq no
son argumentos coherentes para que EE.UU. dedique más tiempo a solucionar sus
problemas domésticos, y con sinceridad promueva políticas de colaboración sin
imposición, que ayuden no-solo al pueblo cubano, también a 4.000 millones de
seres humanos que están afectados por diferentes grados de hambre y pobreza, y
que representan el 80 por ciento de la población mundial(9). Por qué
no promueve el fortalecimiento del gobierno mundial personificado por la
Naciones Unidas. Por qué no dedicar más tiempo para las potencias disminuyan
los presupuestos militares y destinar esos dineros para millones de personas
puedan tener acceso universal a la salud básica, nutrición, agua, educación,
etcétera.
Es una certeza de
que Cuba y el mundo se enfrentan a una profunda crisis en lo social, económico
y político, que se genera por estados egoístas de conciencia de seres humanos,
lo que incentiva los conflictos, y guerras que abruman al planeta. Por este
motivo, a mi entender, un verdadero gobierno ante todo no debe ser corrupto.
Tampoco sustentara su poder en el monopolio sobre los poderes legislativos,
ejecutivo, judicial, y militar como condición esencial para exista libertad
individual, porque esta, en esencia, no sería “completa”. Eso es lo que
representa el presidente Bush, cuyo omnipotentis deseos de promover la
libertad del mundo está centrado en su persona y esto lo lleva a buscar la
dictadura mundial; deja de lado de que solo es posible la libertad mediante
gobierno justo y la ley honesta; principios que se oponen al poder anárquico en
todas sus modalidades.
A juzgar por las
apariencias, Bush ama a Dios. Sin embargo, con endiosamiento proyecta una
intervención directa para derrocar a Fidel Castro, y el sistema socialista de
Cuba. Con todo, olvida del pueblo cubano reconoce las virtutis de la
democracia que existe en países de Latinoamérica y el mundo, cuya masa
humana está abarrotada por el poder de la corrupción política y financiera. Y
que la verdadera comunión con el amor que nos enseña Dios es la de exigir
justicia social y dar a los más necesitados del mundo su verdadero derecho a
vivir como seres humanos. Los problemas que abruman a Cuba y el mundo no es
casual, tienen su origen en la misma historia evolutiva del planeta. Esta verdad
no se puede silenciar.
El presidente Bush
insiste en no reconocer y sanar los errores, y que la separatividad y el odio
son barreras que tienen su antídoto: la buena voluntad y el respeto en todas
las incluyentes relaciones humanas. Acaso desconoce de que en un mundo “globalizado”
los gobernantes deben trabajar para el bien de la totalidad, dirigiendo su gestión
al respeto real de los derechos humanos universalmente reconocidos. Es imposible
buscar soluciones para la pobreza, la falta de educación, la cooperación
altruista sustentada en el principio sincero de compartir responsabilidades y
facilitar la salud física y espiritual. Hoy día es irracional posterga el
restablecimiento del equilibrio y unidad internacional, por medio de la compresión
y la buena voluntad; y nunca mediante
el forzamiento y la beligerancia.
Un
mayor apoyo a la oposición política cubana, para impulsar la libertad en Cuba,
es la meta del gobierno de EE.UU., y así lo ha expresado Dan Fisk,
vicesecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, en
palabras que pronunció el 9 de octubre, ante la Asociación Cubano-Americana en
Miami, Florida. Dijo, que hay que limitar los recursos de que dispone el régimen
del dictador cubano Fidel Castro. Fisk hizo un bosquejó de los esfuerzos de la
administración Bush para aislar y presionar el régimen de la isla, mediante la
aplicación de las recomendaciones que hizo la “Comisión de Ayuda a una
Cuba Libre (CAFC)(10)”.
Hoy
día, sé que él pueblo cubano ha dado fe de su honesta inspiración y
experiencia, y lo ha demostrado durante siglos. También, a sido ejemplo al dar
lo mejor de sí. Por lo tanto, ante estas nuevas amenazas fascistas no debemos
preocuparnos, si deben llamar a la reflexión.
Estas cuartillas serán publicadas
pocas horas antes del 2 de noviembre, cuando los estadounidenses van a decidir
cual será el presidente que con su personal fantasía manipulará a los Estados
Unidos de América. La controversia está reñida y la nación esta más
dividida. La lucha se ha centrado entre el actual presidente Bush y el senador
demócrata John Kerry. En las elecciones pasadas parte de los votos, del Estado
de la Florida _ donde un hermano
del presidente es gobernador_ le dio a George W. Bush la presidencia. Como él,
proyecta una intervención directa contra Cuba, es muy probable su reelección,
con ayuda de posibles irregularidades, como las ocurridas en las pasadas
elecciones, y el voto sectario de la mafia y la extrema derecha cubano americana
que vive en ese Estado. Los mismos sectarios y extremistas que piden democracia
y se respeten los derechos humanos y que han financiado y respaldado las
dictaduras más sanguinarias que se hayan conocido la humanidad.
Como siempre,
llegado a este punto, detractores no faltan, pero no me angustia lo que digan de
lo aquí expuesto, porque estoy persuadido de no he pecando por lo dicho, pues,
he distinguido lo que es definitivo de lo pasajero. Por lo demás, incorruptible
he recorrido con humildad el sendero que conduce al portal de la sabiduría.
El pueblo
estadounidense es libre de elegir a sus dirigentes. Empero, comedidamente, el
mundo apela a su discernimiento para no permitan que un Bush fracasado y
soberbio destruya la paz de su país, del planeta y la de los cubanos.
Referencias
bibliográficas:
(1)
Servicio
Noticioso de la Oficina de Programas de Información Internacional del
Departamento de Estado de Estados Unidos. Washington, 15 DE OCTUBRE DE 2004.
(2)
Revista Electrónica
Koeyu Latinoamericano, Caracas, Venezuela, 30 de septiembre de 2004.
(3)
Ibiden.
(4)
KISSINGER,
Henry A. Diplomacy. Publicado por Simon
& Shuter. Nueva York, EE.UU., 1994, p. 563.
(5)
Mensaje del
presidente Monroe al Congreso, 2 de diciembre de 1893, en Ruhl J. Bartlett (comp),
The Record of American Diplomay: Alfred A. Knopf, 1956), p. 182.
(6)
KISSINGER,
Henry A. Ob. cit. p. 360.
(7)
KISSINGER,
Henry A. Ob. cit. p. 16.
(8)
PATERSON,
Clifford y Hagan (comps.), American Foreign Policy, 1985, p.189.
(9)
Solidaridad.net:
http//www.solidaridad.net/vernoticias.asp?noticias=2062
(10)
Revista Electrónica
Koeyu Latinoamericano, Caracas, Venezuela, 30 de septiembre de 2004.
Medellín,
octubre de 2004.
Pablo Felipe Pérez
G.
Apartado Aéreo No. 56381. Medellín, Colombia.
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