Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
AL MISMO
TIEMPO que
coordinaba las ideas, enfocadas en el trabajo que debía entregar a Tiempos de
Reflexión, para la edición de abril 2004, conocí la noticia del monstruoso
atentado - con explosivos - en cuatro trenes de cercanía, del sistema
ferroviario de Madrid, España. Cobarde y demencial acción terrorista, que a la
fecha ha cobrado 190 vidas humanas y heridas a 1771. Un absurdo que ha
consternado y enluta no-solo a los
españoles, también a más de diez naciones cuyos hijos sufrieron los efectos
de esta matanza.
Sí bien tenía interés de examinar la delicada
situación en Haití, este propósito – sin restarle importancia - queda
postergado. Al querer adherirme a la solidaridad internacional con el pueblo
español, a las víctimas del atentado y sus familiares. Ya que el 11-M – como
ya se conoce – no es un caso aislado en el contexto internacional. Es una
secuela directa de la ilegal Guerra contra Iraq y su actual situación.
Alguien decía de que: “El mayor castigo para quienes no se interesan
por la política es que serán gobernados por personas que sí le interesan”.
Una prueba de esta certeza ha sido la bochornosa manipulación mediática de
Aznar y su gobierno, quienes aseguraban era el terrorismo de ETA el causante de
los eventos del 11-M. Sin embargo, las pruebas apuntaban de se trataba de otro
grupo terrorista, vinculado de alguna manera a Bin Laden y que era una retaliación,
por la guerra contra Iraq.
Esta impúdica manera de gobernar por ambiciosas
pretensiones electorales, sustentadas en el embrollo politiquero del Partido
Popular (PP) – como las utilizadas para justificar la participación de España
en la guerra – ha sido rechazada en las urnas por los españoles que desean
cambios. No es un resultado inesperado, es una respuesta lógica contra el
totalitarismo y los embustes de Aznar, Bush y Blair.
El 11 de marzo de 2004, pasará a la historia como el día de la mayor
afrenta sufrida por la nación española, y el resultado en las urnas como el
reflejo de la aflicción por las víctimas. Además, una demostración de
excelso civilismo y contra todo tipo de violencia.
Las palabras no pueden enmudecer el dolor, mucho
menos el rechazo por el cobarde crimen. Como no se puede ocultar el sentimiento
internacional de repudio a la guerra, y la ocupación ilegal de Iraq.
Ningún pretexto político justifica el atentado terrorista de Madrid.
Tengo la percepción de Aznar, así como sus “amigos” Bush y Blair gobiernan
con el manual que les enseña a mentir a su pueblo y a la opinión pública
internacional. Además, de como se deben cometer actos de abominable barbarie.
Lo ocurrido el 11-M es una prueba de sus amañados argumentos de que "solo
existe un terrorismo" el de Al Qaeda. Acaso el terrorismo de Estado no lo
es también. Es posible se pueda pretender justificar el terrorismo de Estado
para ser aplicado contra el que pretenda poner en peligro los intereses de
EE.UU. y sus aliados. La historia registra múltiples eventos de ese terrorismo
que defiende el imperio.
Si bien es terrorismo lo ocurrido el 11-S y el 11-M, también lo fue el
aplicado por la iglesia católica-apostólica-romana durante la Inquisición y
las Cruzadas contra los paganos; por Hitler contra sus antagonistas; el de
EE.UU. y sus aliados contra la población civil en territorio europeo y japonés.
También son ejemplo de terrorismo de Estado los cometidos contra Cuba, Vietnam,
República Dominicana, Afganistán, Iraq, El Salvador, Nicaragua, Palestina,
Panamá, Guatemala, El Congo, y Angola. Es bueno apuntar, de estas naciones
soberanas, victimas del terrorismo de naciones poderosas como EE.UU., no fueron
atacados por “grupos independentistas o por fundamentalistas religiosos sino
por ejércitos de países ‘respetables’ del mundo”, muchas veces
autorizados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU)
Lo que más entristece es la indolencia y
complicidad de muchos mandatarios y del CSNU, cuando su actitud nunca ha sido
como la asumida ante los acontecimientos del 11-S y 11-M. También la de los
medios de comunicación que de ningún modo han realizado espléndidas
coberturas y publicaciones exclusivas para “las carnicerías en Ruanda o
Uganda, donde fueron asesinadas brutalmente muchísimas mas personas que en
Nueva York, Washington o Madrid”. Empero esto tiene una respuesta, no son países
del G-7, miembros de la OTAN o aliados incondicionales del gobierno
estadounidense.
La actitud beligerante de Al Qaeda es fruto de la traición de EE.UU., en
su relación con los talibanes, desde cuando luchaban estos contra la ocupación
soviética de Afganistán, y el apoyo estadounidense al golpista paquistaní Pervez Musharrafaf. Este último
no correrá la suerte de Sadam Hussein y Osama Bin Laden mientras sea sumiso
servidor de los intereses hegemónicos estadounidenses.
Es esencial repudiar cualquier tipo de terrorismo e imprescindible
combatirlo. De la misma manera, hay que perseguir y juzgar a todo aquel que la
vivifique. Y en el banquillo de los acusados, no solo deben sentarse los
miembros ETA, Al Qaeda, también George W. Bush, José María Aznar y Tony
Blair, todos han cometido crímenes. Cicerón describió a estos individuos como
personas que “habiendo aceptado y consagrado ciertos dogmas de los cuales no
pueden separarse, están forzados a admitir y defender consecuencias que en
otras circunstancias quizá no aprobarían”. Y olvidan que serán escoria y
espantajos de indecoroso recuerdo para la autentica historia del género humano,
y de que “ningún hombre es más frágil que los otros; ninguno más cierto
del mañana que los demás”.
Dice un viejo refrán de que “una retirada a tiempo no significa cobardía”
y sí sabiduría. Esa debe ser la actitud de quienes hoy abarrotan la dignidad y
soberanía nacional del pueblo iraquí. Son los iraquíes los que deben tener la
misión de construir su futuro, sin ingerencia de EE.UU. y sus aliados.
El pueblo español y la comunidad internacional – salvo excepciones –
nunca apoyaron la guerra y mucho menos la ocupación. Hace tiempo exigen la
retirada de las tropas invasoras. Sería saludable para la memoria histórica de
las Naciones Unidas, preguntar al señor Koffi Annam y al CSNU – especialmente
a los miembros permanentes – donde está la resolución que condena y exige la
retirada de las tropas de la coalición, que se encuentran de manera ilegítima
en suelo iraquí. Dónde está la condena y exigencia indispensable para cese la
beligerancia y los excesos entre palestinos e israelíes. Porqué EE.UU. no ha
sido sancionado con medidas económicas como ocurrió con Iraq y Libia, durante
más de una década. Cuándo tendrá una actitud resuelta contra la ingerencia
en los asuntos internos de otros países, como sin escrúpulo ha hecho EE.UU.
con países y gobiernos que no responden a sus intereses. Cuántas vidas
inocentes han causado las naciones poderosas para imponer, por la fuerza bruta,
su concepto de “libertad y democracia”.
Con la sombra de la culpabilidad, el CSNU aprobó, con fecha 11 de marzo,
la Resolución 1530, en la que se “condena en los términos más enérgicos”
los atentados perpetrados en la capital de España. La comunidad internacional
está a la espera que con igual celeridad se pronuncie esta institución para
sean retiradas sin condiciones las tropas de ocupación de Iraq, y su lugar sea
ocupado por fuerzas de paz, sin la participación directa de los países que
participaron en la ocupación.
Algo si está muy claro, el terrorismo no es un mal nuevo en el planeta.
Es un fenómeno alimentado por múltiples factores externos e internos que
afectan a los seres humanos y también a la sociedad en su conjunto; y estos van
a desatar eventos violentos de diferentes matices y con imprevisibles
trascendencias, que van desde el comedimiento temeroso hasta la rebelión.
Una verdad difícil de ocultar es que el grupo islamista Al Mahayirum es
el responsable del atentado en Madrid, como lo fuera Al Qaeda el 11-S. También
es una realidad de Al Qaeda no es una organización debilitada como ha tratado
de argumentar EE.UU. y sus aliados. Hoy más que nunca Al Qaeda es un problema
para el Mundo y un símbolo del extremismo musulmán – que ignora que los
males que causan no son aconsejados por la religión que profesan - aunque las
encuestas y maniobras militares en la frontera de Afganistán y Pakistán pretendan decir al mundo de que está muy cerca el fin de la
organización que lidera Osama Bin Laden.
Si fanáticos son los terroristas de Al Qaeda,
ETA, IRA, y los Grupos Terroristas
de Colombia (FARC-EP, ELN, y AUC), no dejan de serlo también aquellos que
menosprecian su poder y con mentiras fascistas han llevado a una situación difícil
los destinos y la paz de la humanidad.
Hace un año del inicio de la guerra, nuevamente en todas las ciudades
del mundo multitudes de personas se manifestaron a favor de se retiren las
tropas de ocupación, contra la guerra y el terrorismo en todas sus perversas
modalidades. Una prueba irrefutable de que ya es hora del CSNU se pronuncie y
deje de someterse a las presiones de Bush y sus aliados, como si fueran
perpetuos esclavos que obedecen la autoridad del despotismo y olvidan sus
responsabilidades para con la mayoría que funda su razón de ser en la
benevolencia y las rectas relaciones entre los seres humanos, sin detracción de
ningún tipo.
El “señor” Aznar hace maletas para entregar la presidencia del
gobierno español a Zapatero. Y auque este último es firme partidario del
regreso de las tropas españolas, de Iraq, queda por ver en la práctica si no
es politiqueo y traiciona la confianza del pueblo español. Por su parte Bush
– en plena campaña para su reelección - continúa con su discurso patriotero
y guerreador, reiterando de que el mundo se ha salvado del mal y el terrorismo
islámico gracias a su sapiencia y virtudes como comandante en jefe del ejercito
más poderoso del mundo. A esta altura de su mandato presiona para reelegirse.
Queda esperar y ver si el pueblo estadounidense le pone en el escritorio la
factura para cobrarle el precio de sus mentiras.
Para algunos analistas, con los cuales coincido, Aznar y los demás
aliados de Bush, hicieron lo que cualquier espécimen político deshonesto
hubiera hecho, “pues después de todo la hipocresía es un componente básico
y muchas veces legítimo”, de la patriotería canallesca y de pancistas del
talante de Bush.
Hoy, se recuerda que más de mil cuatrocientas personas fueron heridas en
los atentados de Madrid y 190 murieron. Gracias señor Aznar por su arrogancia.
Gracias señor Aznar por su servilismo a Bush y sus intereses hegemónicos, así
como la maravillosa herencia de mentiras cedidas al pueblo español y al mundo.
Después del jueves negro causado por la
irracionalidad del terrorismo – religioso o político -, el mundo no olvidara
las víctimas del 11-M y 11-S, tampoco a los cuatro millones de personas muertas
por las atrocidades cometidas en Vietnam; como olvidar las más de cien mil
personas muertas en Hiroshima, o los millones de seres humanos que murieron en
las dos Guerras Mundiales. Después del 11-M, se ha complicado la situación de
seguridad en el ámbito mundial. Los pronósticos no son alentadores, si
persiste la beligerancia del
gobierno estadounidense.
José Luis Rodríguez Zapatero tiene una tarea
nada fácil cuando sea presidente de España. Su primer reto es demostrar su
honorabilidad retirando de Iraq los soldados españoles y apoyar las Naciones
Unidas; no aceptar los errores de corrupción como los del último periodo de
Felipe González; demostrar que benevolencia y verdad serán sus armas en la
gestión política, económica y social de su gobierno. También es de esperar
utilice él dialogo constructivo y creador con las comunidades autonómicas, y
no se empecine en combatir a ETA utilizando el terrorismo de Estado. El diálogo
comedido es la mejor estrategia y el mejor argumento.
Señor Zapatero, el pueblo español desea
cambios sin maquillaje y no quiere que sus hijos continúen siendo carne de cañón
en actividades bélicas como las de Afganistán o Iraq.
En territorio iraquí, hace un año se inicio la guerra, y la seguridad
global está amenazada por el terrorismo internacional. Los servicios de
inteligencia del mundo se encuentran en alerta máxima. El señor Bush y sus
aliados han cambiado su discurso para de alguna manera justificar las razones
que llevaron a la ocupación de Iraq. También se ha incrementado la
incertidumbre e inestabilidad mundial, por la creciente aparición de
organizaciones extremistas; decididas a realizar acciones terroristas contra
EE.UU. y los que apoyaron sus mentiras para ocupar Iraq, derrocar a Sadam
Hussein, e instaurar una “democracia” dictada por la Casa Blanca.
Todos los días surgen más evidencias sobre los verdaderos motivos de la
guerra, promovida por el gobierno estadounidense. Todos los días hay más
certeza que niegan los supuestos vínculos entre Sadam y Al Qaeda. De igual
manera surgen más pruebas de no existen armas de destrucción masiva y atómicas,
así como de evidente incapacidad militar del régimen iraquí para pudiera ser
una amenaza real para el mundo o la región. Los resultados de la guerra son un
fracaso, como la fue ella misma.
Sí hay una prueba irrefutable, la guerra ha incrementado el odio y el
extremismo, contra EE.UU. y sus aliados. Esta hostilidad creciente ha demostrado
estar organizada y tiene su residencia en organizaciones como: Ejercito Islámico
de Adén; Movimiento Islámico de Uzbekistán; Frente Islámico Tunecino;
Mivimiento Yihad de bangladesh; Gama al Islamiya; Grupo Islámico Combatiente de
Libia; Jemaah Islamiya; Grupo Islámico Combatiente Marroquí; Guerrilla Islámica
Abu Sayaf; Grupos Islámicos Armados (GIA); Grupos Salafistas por la Predicación
y el Combate; Amsar al Islam; y Abu Fahs al Masri.
Cada día son más visibles los verdaderos
intereses estadounidenses en Iraq. Aunque Bush, Blair y el “difunto”
Aznar, ahora digan que el objetivo principal era derrocar a un dictador
miserable y asesino. Acaso, señor Bush, usted y los gobiernos estadounidenses
que han patrocinado grupos terroristas de extrema derecha y golpes de Estado, en
más de un país, no considera dictadores y asesinos a: Augusto Pinochet;
Anastasio Somoza; Alfredo Stroessner; y Ferdinan Marcos. Cuál de los inquilinos
de la Casa Blanca, los derroco con ayuda de una invasión militar o sometió a
duras medidas unilaterales y bloqueos económicos. No olvide, señor Bush, de
que las dictaduras son una aberrante “modalidad de gobierno que, invocando un
pretendido interés público, identificado en la realidad con intereses de
grupo, prescinde, para conseguirlo, de la voluntad de los gobernados. Es un
poder ejercido por una persona o grupo al margen o por encima de las leyes, sin
sometimiento a fiscalización ni control democrático alguno. La dictadura
excluye u obvia, cuando no la elimina, una división de los poderes del Estado -
legislativo, ejecutivo y judicial -, implicando la restricción o supresión de
las libertades de expresión, reunión y asociación. Por regla general, viene
impuesta mediante golpes de Estado militares respaldados a su vez por sectores
civiles que profesan una ideología concreta, con aspiraciones hegemónicas y
programas autoritarios, en particular en situaciones de crisis económicas o políticas”.
Señor Bush, por qué su país no interviene militarmente en el Medio Oriente
para frenar la violencia entre Sharon y Arafat, y evitar se deteriore más la
estabilidad en la región. Sé usted tiene una excelente respuesta señor Bush:
Israel es un aliado incondicional, no-solo en política, también económico y
los palestinos son unos desadactados.
Cuando existe odio es imposible razonar. Solo el
diálogo sincero y prudente, permite analizar - con ética - los problemas y sus
causas, también sus efectos en todo lo relacionado con los derechos reconocidos
internacionalmente. Es la única manera inteligente para exista en el planeta
estabilidad, benevolencia entre todos los seres humanos, y se ponga fin al egoísmo
mefistofélico y el derramamiento de sangre de ciudadanos palestinos, israelíes,
haitianos, afganos, iraquíes, colombianos, kosovares, albaneses, chechenios, y
de otros países, y que sufren la imposición de la economía y la política de
los países poderosos, con la permanente amenaza de sus fuerzas militares. No se
terminaran las guerras sectarias y el terrorismo, si no se solucionan las causas
de la pobreza, el sufrimiento y los abusos; el saqueo y los genocidios; y se
permita a todos tener una adecuada educación que fortalezca los valores, para
una convivencia coherente y sustentada en el respeto de los derechos humanos.
Ningún crimen perverso se funda en la sabiduría. La mentira alimenta la
ignorancia para se fortalezca la opresión de los poderosos sobre los que poco o
nada tienen para vivir con dignidad; porque ninguna maldad se funda en el recto
discernimiento. Hay que dar la cara y luchar contra la arrogancia de algunos
gobernantes y líderes, “sin temor y sin ira”, ya que “Dios resiste a los
soberbios y da su gracia a los humildes”.
Dice José Luis Rodríguez Zapatero, de la
guerra en Iraq fue un “fiasco”. Y tiene razón, pues, el gobierno de Aznar,
junto a los de EE.UU., Reino Unido, e Italia, mintieron para atacar a Iraq, y
ultrajaron la legitimidad de las Naciones Unidas. Que decir de la opinión pública
internacional que en su mayoría exigía ¡No a la Guerra!
A un año del “fiasco” de la “guerra
preventiva”, hay más muertes en Iraq que las ocasionadas el 11-S. Entre 9.000
y 10.000 muertos iraquíes – buena parte civil -, sin contar los más de 400
soldados estadounidenses y decenas de militares de la coalición, y la cifra
sigue creciendo. Más reciente tenemos el drama del 11-M. La inseguridad y el
temor se multiplican en las naciones que apoyaron directa o indirectamente la
guerra. Una guerra injustificada, reitero, que solo ha exacerbado la violencia y
el terrorismo. Hussein fue derrocado a un costo que pudo evitarse y Osama Bin
Laden y otros grupos terroristas se aprestan a causar más daño y dolor. En
este sentido, lleva razón Romano Prodi, Presidente de la Comisión Europea:
“El Modelo de Estados Unidos para luchar contra el terrorismo fracasó”. Una
prueba es de que en países como Marruecos, Jordania, Pakistán, y Turquía,
buena parte de la población justifica y apoya los atentados terroristas contra
intereses o ciudadanos estadounidenses u occidentales.
Todos queremos convivir en paz y en el seno de
una sociedad: que asegure su auténtica libertad; tenga pleno respeto por los
derechos humanos, amalgamados integralmente con la totalidad planetaria. Sin
olvidar de que como razone el ser humano, será el fruto de lo que edifique, y
de que las causas de la violencia que atentan contra la “democracia”, es por
la intransigencia de los que privan de la libertad a los que más la necesitan.
El peligro de actos terroristas está latente
para EE.UU., Italia, Japón, Inglaterra y otros países de la coalición. La
retirada de los soldados españoles de territorio iraquí, es saludable para
todo el mundo y en ningún sentido es debilidad. Eso sí, es un paso importante
para EE.UU. rectifique su política exterior y apego a su concepto de “guerras
preventivas” contra todo el que considere un peligro para la seguridad
nacional. También permitirá se restablezca la credibilidad de las Naciones
Unidas y se consolide la Unión Europea. De igual manera facilita sea el pueblo
iraquí - con la ayuda de la ONU - quien decida con libertad y soberanía lo que
considere mejor para su país en una posible transición democrática, sin
coacción y manuales dictados por asesores estadounidenses.
Sé pasará a la historia el PSOE y la victoria
en las elecciones generales. El pueblo español ha votado contra el gobierno en
funciones, que ha exacerbado el terrorismo contra España y el Mundo, por apoyar
la ilegal y cínica ocupación de Iraq.
Ahora, abruma mi alma el dolor, porque lloro
junto a España y el mundo, y con escepticismo escudriño el futuro y
reflexiono. ¿Quién será la próxima víctima del terrorismo?
Medellín, abril de 2004.
Pablo Felipe Pérez G.
Apartado Aéreo No. 56381. Medellín.
Colombia.
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