Las intenciones del Tío Sam: Pocos son los prósperos y muchos los elegidos - Noam Chomsky

La nueva economía global

Estuve en Brattle Street, Cambrídge, (Se refiere a Cambridge, Massachusetts, en Estados Unidos. (N.T.)) la pasada noche. Había mendigos, gente pidiendo dinero, gente durmiendo en los portales. Esta mañana, en la estación de metro de Harvard Square lo mismo.

El espectro de la pobreza y la desesperación se ha ido íncrementando hasta alcanzar, lógicamente, a la clase medía e incluso a la clase alta. Ya no se puede evitar enfrentarse con este fenómeno de la misma forma que hace unos años, cuando estaba circunscrito a una parte de la ciudad. Tiene mucho que ver con la pauperización de Estados Unidos, creo que usted la llama la «tercermundizacíón» íntema.

Hay varios factores implicados. Hace 20 años se produjo un gran cambio en el orden mundial, simbolizado en parte, por el desmantelamiento del sistema económico de posguerra llevado a cabo por Richard Nixon. Nixon reconoció que la dominación norteamericana de todo el sistema había declinado, y en el nuevo orden tripolar, con Japón y una Europa liderada por Alemania jugando cada día un papel más importante, Estados Unidos ya no podía seguir siendo, en efecto, el banquero mundial.

Esto condujo a aguantar una mayor presión de las corporaciones que querían mantener su tasa de beneficios, y por lo tanto, a un ataque sistemático contra los gastos sociales. Las migajas de que antes disfrutaba la gente corriente se esfumaron. Todo tenía que ir a parar a manos de los ricos.

También hubo una tremenda expansión de capital irregular en el mundo. En 1971 Nixon desmanteló el sistema Bretton Woods, que regulaba los tipos de cambio. Esta medida y otras expandieron tremendamente la cantidad de capital irregular por todo el planeta, y aceleró lo que se ha dado en llamar globalización o internacionalización de la economía.

Esa es una manera amable de decir que se iba a ejercer una gran represión sobre los trabajadores productivos y a coartar las posibilidades de producir localmente. Por supuesto también es una manera de incrementar los beneficios de las empresas. Y es mucho más fáicil hacerlo con la libre circulación de capitales, el desarrollo de las telecomunicaciones etc.

De esta globalización se deducen dos grandes consecuencias. La primera es que se extiende el modelo del Tercer Mundo a los países industrializados. En el Tercer Mundo existen dos clases interconectadas: un sector de extrema riqueza y enormes privilegios y otro de enorme miseria y desesperación, de gente desempleada, superflua.

Las políticas impuestas por Occidente están profundizando esta división. Se está imponiendo un sistema de «libre mercado neoliberal» que dirija los recursos a los ricos y a los inversores extranjeros, con la idea de que algo funcionará como por arte de magia, cuando aparezca el Mesías.

Esto está sucediendo en todo el mundo industrializado, pero con mayor crudeza en los tres países anglófonos. Durante la década de los ochenta la Inglaterra de Margaret Thatcher, Estados Unidos con Reagan y Australia bajo un gobierno laborista, adoptaron algunas de las doctrinas que habían apadrinado para el Tercer Mundo.

Por supuesto, nunca iban a tomarse la ración completa. Sería demasiado alarmante para los ricos. Pero rondaban en torno a la idea. Y se le temía. Quiero decir que la sabia la población en general.

Tomemos por ejemplo el barrio del sur de los Ángeles. Ahí hubo alguna vez fábricas. Ahora se han trasladado a Europa del Este, México, lndonesia, allí donde hay campesinas que abandonan las tierras. Para los ricos estupendo, igual que en el Tercer Mundo.

La segunda consecuencia, que también es importante, tiene que ver con las estructuras gubernamentales. A través de la historia, éstas han tendido a fundirse con otras formas de poder, recientemente con el poder económico. Así, cuando se tienen economías nacionales, se obtienen Estados nacionales. Bien, ahora tenemos una economía internacional y nos movemos hacia un Estado internacional, lo que al final, viene a significar un gobierno internacional.

Para citar a la prensa económica estamos creando una «nueva edad imperial» con un «gobierno mundial de facto». Éste tiene sus propias instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, estructuras comerciales como el Tratado de Libre Comercio Norteamericano y el GATT, Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio, reuniones de tipo ejecutivo como el Grupo de los Siete, los siete países más industrializados del mundo, Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Canadá e Italia, que se reúnen periódicamente para discutir la política económica, y la burócrata Comunidad Europea.

Y como se puede esperar, esta compleja estructura de toma de decisiones responde básicamente a los intereses de las grandes corporaciones, los bancos internacionales etc. También es una barrera efectiva para la democracia. Todas estas estructuras elevan sus decisiones a nivel ejecutivo, dejando lo que se denomina un «déficit democrático», parlamentos y pueblos enteros con una sustancial merma de poder.

Y no sólo eso, la gente no sabe lo que está sucediendo, y ni siquiera sabe que no lo sabe.

Como resultado se produce una alienación de las instituciones. la gente siente que éstas no les sirven.

Y por supuesto que no sirven. La gente no sabe lo que sucede en ese remoto y secreto nivel de toma de decisiones. Esto ha constituido un gran éxito en la tarea a largo plazo de desproveer de sustancia a las estructuras democráticas.

- En la conferencia dada por Clinton en Little Rock y en otras partes del país, se hacían multítud de referencias sobre el despegue económico y la recuperación de la competitívidad. El economista político Gar Alperovitz escribió en The New York Times que lo que se había propuesto «no profundizaba en nuestros problemas económicos. Simplemente estamos instalados en una larga y dolorosa era de receso económico sin resolver». ¿Está usted de acuerdo con esto?

- Todavía no he podido echar una mirada a ese artículo, pero el Financial Times, el influyente diario económico londinense, ha estado comentando con placer el conservadurismo fiscal de Clinton y sus asesores.

Y eso tiene serias consecuencias. En primer lugar debemos ser cuidadosos con el uso de los términos. Cuando alguien afirma que América está en un largo período de decadencia, habría que ver qué se entiende por América. Si se quiere señalar el área geográfica de Estados Unidos estoy de acuerdo. las nuevas políticas implementadas sólo van a tener un efecto cosmético. Ha habido decadencia y seguirá habiendo decadencia. El país está adquiriendo muchas de las características del Tercer Mundo.

Pero si se está hablando de las corporaciones que tienen sus sedes en Estados Unidos, entonces no estoy de acuerdo. los indicadores muestran lo contrario; el índice de productos manufacturados se mantiene estable o está probablemente creciendo, mientras que los índices que miden a Estados Unidos arrojan cifras descendentes. Ésta es una consecuencia directa de trasladar la fuerza productiva al exterior.

General Motors, como señalan constantemente los periódicos, está cerrando unas 24 fábricas aquí. Pero en la letra pequeña se puede leer que está abriendo otras, incluyendo una de alta tecnología en la antigua Alemania del Este con un costo aproximado de 700 millones de dóIares. Ésta es una zona de alto índice de paro donde General Motors puede ahorrarse un 40% en salarios y quedarse con todos los beneficios.

Aparecía una bonita historia en la portada de The Financial Tímes, en la que se aplaudía la idea. Como decían, la General Motors ya no tiene que preocuparse por los mimados trabajadores de Europa Occidental. Ya pueden sobreexplotar a los trabajadores de Alemania del Este que han sido empujados a su tradicional papel de tercermundistas. Lo mismo está sucediendo en México, Thailandia etc.

- Las recetas para nuestra economía son parecidas «dejemos actuar al mercado». Hay una exaltación del libre mercado, que ya comienza a ser asumido como un mito: «corrige todos los problemas». ¿Hay alternativas?

- Primero hay que separar la ideología de la praxis, porque hablar en este momento de libre mercado es una broma. Al margen de los ideólogos, los académicos y la prensa, nadie piensa que el capitalismo es un sistema viable, y nadie lo ha pensado en los últimos 60 o 70 años.

Herman Daly y Robert Goodland, dos economistas del Banco Mundial, han difundido, recientemente, un interesante estudio. En él señalan que la teoría económica, la teoría clásica en la que se suponen están basadas las principales decisiones en este área, dibujan el panorama de un océano de mercado libre con pequeñas islas firmemente enclavadas. Estas islas, por supuesto, no están internacionalmente aisladas, sino que están controladas desde el centro.

Pero no hay problema, porque no son más que pequeñas islas en un océano. Se supone que tenemos que creer que esos enclaves no son mucho más diferentes que la tienda de ultramarinos de la esquina.

Daly y Goodiand también sostienen que tales islas se están aproximando al tamaño de un mar. Un gran porcentaje del comercio fronterizo se realiza dentro de un solo enclave, por lo que es dificil denominarlo «comercio transnacional». lo que sí existe en realidad son transacciones comerciales controladas centralmente por una mano muy visible que lo dirige, el entramado de las grandes corporaciones. Y hay que añadir que el océano soporta solamente una de las caracterizaciones, y además parcial del libre comercio.

De manera que se puede afirmar que una de las alternativas al sistema de libre mercado es la que ya tenemos, porque a menudo no confiamos en el mercado, donde poderosos intereses pueden verse dañados. Nuestra actual política económica es una mezcla de proteccionismo, intervencionismo, libre mercado y medidas liberales. Y está fundamentalmente dirigido a satisfacer las necesidades de aquellos que ponen en práctica la política social, la mayoría pertenecientes a los ricos y los poderosos.

Por ejemplo, Estados Unidos siempre ha tenido una política industrial pública muy activa. Es comúnmente aceptado que un sistema de empresa privada sólo puede sobrevivir si se produce una intervención estatal masiva. Es necesaria para regular la anarquía del mercado, y para proteger el capital privado de los efectos destructivos del sistema de mercado, y para organizar los subsidios públicos destinados a objetivos de la industria punta.

Pero nadie lo llama política industrial, porque a lo largo de medio siglo se ha enmascarado con el sistema del Pentáigono. lnternacionalmente el Pentágono era una fuerza de intervención, pero en casa la realidad es que era un método mediante el cual el gobierno podía coordinar la economía privada, subsidiar a las principales corporaciones y apoyarlas, dirigir el dinero de los contribuyentes a la investigación y desarrollo, facilitar una garantia estatal para controlar el exceso de producción, y seleccionar industrias para un ulterior desarrollo. Todos los éxitos de la industria norteamericanos se han basado en este apoyo gubernamental.

- En la conferencia de Littie Rock escuché a Clinton hablar acerca de los problemas estructurales y de reconstruir las infraestructuras. Una participante, Ann Markusen, economista y autora del libro «Desmantelando la economía de la Guerra Fría» e intervino para señalar los excesos del sistema del Pentágono y los daños y las distorsiones que ese sistema ha causado a la economía norteamericana. De forma que parece que hay alguna discusión sobre esos temas, lo que es algo que no me hubiera atrevido a aventurar antes.

- La razón es que no se puede mantener intacto el sistema del Pentágono. Tienen que empezar a hablar de ello porque se le está cayendo la máscara. Es difícil conseguir ahora que la gente reduzca su nivel de consumo y frene sus deseos de que los fondos públicos no sean destinados a la industria de alta tecnología con la excusa de que vienen los rusos.

O sea, que el sistema tiene problemas. Los economistas y los banqueros han estado clamando durante cierto tiempo que una de las principales razones por las que el actual receso es tan profundo es que el gobierno ha sido incapaz de proporcionar los recursos necesarios para incrementar los gastos militares, con todos sus efectos multiplicadores, el mecanismo tradicional de estimular la economía. Aunque están en marcha varias iniciativas para lograrlo, y según mi opinión las operaciones en Somalia suponen un gran esfuerzo de relaciones públicas del Pentáigono, ya no es posible continuar actuando como si nada hubiera sucedido.

Y hay otro factor a considerar. las restricciones de fondos públicos a la industria han sido destinadas a otros sectores, alejados de la industria basada en la electrónica de la posguerra, y dirigidos ahora hacia la industria y el comercio basados en la biología.

La biotecnología, la ingeniería genética, la creación de nuevas semillas y drogas, incluso el diseño de nuevas especies, etc., están destinadas a proporcionar grandes beneficios a la industria. El enorme campo abierto es más importante que la electrónica. En realidad si se compara la biotecnología, que puede extenderse hasta la esencia de la vida, con la electrónica, ésta queda reducida a una menudencia.

Pero es dificil disfrazar las aplicaciones del gobierno en estas áreas bajo la cobertura del Pentágono. incluso si los rusos estuvieran ahí, amenazantes, sería dificil.

Existen diferencias entre los dos partidos políticos sobre lo que debe hacerse. El de Reagan y Bush, más fanáticos ideológicamente, es más reacio a una apuesta ilimitada. Son un poco más dogmáticos. El de Clinton está decididamente a favor. De hecho fue una de las principales razones por las que Clinton recibió un apoyo significativo del mundo empresarial.

Tomemos la cuestión de las «infraestructuras» o «del capital humano», una forma vulgar de decir que hay que mantener a la gente viva y permitirles tener una educación. Por ahora el mundo empresarial es bien consciente de que existe un problema. The Wall Street Journal por ejemplo, era el más ardiente defensor de la política lunática de Reagan hace 10 años. Ahora están publicando artículos en los que deploran las consecuencias, sin reconocer, por supuesto, su responsabilidad.

Publicaron un gran reportaje sobre el colapso del sistema educativo en California, sobre el que se mostraban muy negativos. los empresarios de la zona de San Diego habían confiado en el sistema público para que les proveyera de trabajadores cualificados, gerentes en prácticas, investigadores especializados, etc. Ahora el sistema está en bancarrota.

La razón es obvia, los grandes recortes en gastos sociales del presupuesto federal y las medidas fiscales y de otro tipo que han incrementado el déficit federal, apoyadas por The Wall Street Journal, simplemente se han dirigido a mantener a la gente viva y al funcionamiento de los Estados. Éstos no son capaces de soportar la carga. Se encuentran con grandes problemas y han tratado de pasar la «patata caliente» a los ayuntamientos, que por cierto, también tienen considerables problemas.

Lo mismo es aplicable a los ricos que pueblan las zonas residenciales de Boston. les gustaría subirse a sus limusinas y bajar al centro por una buena carretera. Pero está llena de baches. También les gustaría pasear por la ciudad e ir al teatro sin que les apuñalen.

De manera que los ejecutivos están quejándose. Quieren que el gobierno retorne a su intervención y que les facilite lo que necesitan. Esto supone una marcha atrás en el fanatismo con que The Wall Street Joumal y otros medios han aplaudido la situación durante los años anteriores.

- Hablar de ello es una cosa, ¿pero de verdad saben qué hacer?

- Sí creo que tienen una pista. Si se escucha a economistas listos como Bob Solow, que comenzó el debate en litfle Rock, te das cuenta de que tiene un puñado de bonitas ideas.

Lo que quieren hacer lo hacen abiertamente Japón y Alemania y cualquier economía funcional; básicamente confiar en las iniciativas gubernamentales que proporcionan las bases del beneficio privado. En la periferia de Japón, Corea del Sur y Taiwan por ejemplo, estamos asistiendo a una salida del modelo del Tercer Mundo, y una entrada en un modelo de sociedad industrializada a través de una intervención estatal masiva.

No solamente el Estado es suficientemente poderoso para controlar a los trabajadores, también es capaz de controlar al capital. Durante los años ochenta América latina tuvo un gran problema de evasión de capitales porque estaba abierta a los mercados internacionales de capital. Corea del Sur no tiene ese problema, existe la pena de muerte para ese delito. Como cualquier analista con sentido común, usan el mercado para atraer capitales, pero controlados por una dirección central.

Estados Unidos lo ha estado haciendo indirectamente a través del sistema del Pentágono, que es el paradigma de la ineficacia. Ya no va a funcionar tan bien como antes, de manera que a nuestros gobernantes les gustaría ahora mantenerlo sin tapujos. la cuestión es si se va a poder hacer. Un problema es el enorme déficit que nos ha legado la administración Reagan, federal, a nivel de Estado, local e incluso a nivel de ama de casa, lo que hace extremadamente difícil implementar programas constructivos.

- No hay capital disponible.

- En efecto. Probablemente eso formó parte intencionadamente del programa de Reagan de endeudarse y gastar.

- ¿Eliminar el capítal?

- Recuerdo hace 10 años, cuando David Stockman, director de la Oficina del Presupuesto en los primeros años de Reagan, fue despedido y mantuvo algunas entrevistas con el periodista económico William Greider.

Entonces Stockman sostuvo que se trataba de poner coto a los gastos sociales, por el camino de la deuda. Pero siempre habría suficiente para subsidiar a los ricos. Aunque no se podía ayudar a las madres con hijos a su cargo; el dinero sólo para los ejecutivos de las grandes empresas.

De cualquier forma el problema de la deuda, en lo que a su volumen se refiere, no debería ser un gran obstáculo. Ya hemos tenido déficits mucho mayores, no en valores absolutos, pero sí comparados con el Producto Interior Bruto. El monto total de la deuda esta sujeto a sus diferentes formulaciones estadísticas. Se la puede revestir de distintos ropajes según se formule. En cualquier caso no supone algo que no pueda ser solucionado.

La cuestión es ¿qué se ha hecho con todo ese dinero? Si todo lo que se ha gastado en los últimos 10 años hubiese sido destinado a propósitos constructivos, infraestructuras o inversiones productivas por ejemplo, estaríamos de acuerdo. Pero, de hecho, los gastos han ido a parar al bolsillo de los ricos, o han estado destinados al consumo, lo que significa incrementar las importaciones, y por lo tanto el déficit comercial. A la manipulación financiera o a pura especulación. Todos, objetivos dañinos para la economía.

Y hay otro problema, un problema de índole cultural o ideológico. El gobíerno ha confiado durante años en el aparato propagandistico que negaba estas evidencias. Son otros los países que soportan intervención gubernamental y gastos sociales, nosotros somos individualistas feroces. Por supuesto que la IBM no recibe nada del gobierno. Recibe y mucho, pero a través del sistema del Pentágono.

La propaganda oficial ha desatado la histeria sobre el tema de los impuestos, y eso que si nos comparamos con países similares estamos muy por debajo de ellos en este tema. Y también se ha dirigido contra la burocracia que se lleva parte de los beneficios, por ejemplo protegiendo a los trabajadores y los derechos de los consumidores. Claro está que la burocracia que se dedica a subsidiar a la banca y a la industria es muy conveniente.

Al margen de la propaganda, la gente en este país es realmente muy individualista, y no le gusta recibir órdenes. No va a ser fácil venderle una política industrial de ayudas y subsidios. Estos factores culturales son importantes.

En Europa existe una especie de contrato social. Ahora está declinando pero ha estado impuesto durante largo tiempo por la fuerza de los sindicatos y la relativa debilidad de la patronal, que por razones históricas no tiene la misma fuerza que aquí. los gobiernos europeos velan por supuesto, por los intereses empresariales pero han tejido una importante red para el resto de la población. Hay un sistema público sanitario, unos servicios razonables, etc.

Nosotros no los tenemos en parte porque la clase trabajadora no ha tenido ni la misma fuerza ni la misma organización, y porque además la patronal sí tiene una conciencia más clara y una organización más firme.

En Japón se dan casi los mismos resultados que en Europa, pero debidos fundamentalmente a una cultura de corte totalitario. La gente hace lo que se le dice. Sólo hay que decirles que bajen el nivel de consumo o que trabajen más y obedecen. Esto sería impensable aquí. Por otra parte su nivel de vida es muy bajo si lo comparamos con el nivel de riqueza del país.

- Dada la situación económica, debería ser una buena ocasión para que la Izquierda, el movimiento progresista, planteara propuestas concretas. Pero la izquierda parece atascada en una guerra de aniquilación mutua, con un modelo de actuación puramente reactivo. No toma iniciativas.

- Lo que la gente llama «la izquierda», los movimientos pacifistas y de las libertades o lo que sea, se ha expandido enormemente a través de los años. Pero son muy localistas. Se centran sobre problemas particulares y consiguen resultados.

Pero no tienen una visión más amplia o una estructura organizativa. La izquierda no puede fundirse con los sindicatos, porque éstos prácticamente ya no existen. Para desarrollarse es necesaria cierta estructura.

Prácticamente no existe una inteligencia de izquierda, es decir un grupo o clase diferenciado de intelectuales. Nadie plantea lo que debe hacerse, o está disponible para dar charlas. La lucha de clases de las últimas décadas ha conseguido sus objetivos de debilitar a las organizaciones populares. La gente está aislada.

También debo decir que los problemas que debemos arrastrar son muy profundos. Siempre es bueno conseguir reformas. Sería magnífico conseguir más dinero para los niños que pasan hambre. Pero hay otros problemas objetivos que nos encontramos si recorremos el país.

Un problema fue amablemente planteado a la administración Clinton por un arficulo de portada de The Wall Street Joumal el otro día. Se preguntaba que sucedería si la administración se tomara en serio su propia retórica, como la del gasto en programas sociales. Ojo, no va a suceder, pero ¿y si alguien se tomara en serio su propio discurso?

Estados Unidos está en manos de la comunidad financiera internacional a causa de la deuda. Ellos tienen la llave de la política norteamericana. Si algo sucediera aquí que no gustara a nuestros acreedores, por ejemplo que se incrementaran los salarios de los trabajadores y les disminuyesen los beneficios a corto plazo, podrían retirarse del mercado de la deuda pública estadounidense.

Esto haría subir las tasas de interés, lo que deprimiría la economía, que a su vez elevaría el déficit. The Wall Street Joumal señalaba que el programa de gastos de Clinton de 20.000 millones de dóIares, podría costarle al gobierno más de esa cantidad, ya que produciría significativos cambios en la compra y venta de bonos de deuda pública.

De esta forma los programas sociales, incluso en un país tan rico y poderoso como el nuestro, el más rico y poderoso de todos, están hipotecados a la comunidad financiera internacional. Estos son problemas que hay que resolver, y significan enfrentarse a cambios revolucionarios.

Se ha publicado que existe un debate en el seno de la administración Clinton, con Laura Tyson y Robert Reich manteniendo posturas aparentemente enfrentadas, sobre la necesidad de proteger a los trabajadores norteamericanos. De acuerdo con las informaciones facilitadas, la posición de Reich consiste en que hay que protegerlos, no importando a quien pertenezca la empresa; la de Tyson consiste en protegerlos pero sóIo si la empresa esta radicada en Estados Unidos.

Todos estos debates asumen de antemano que son los inversores quienes tienen el derecho de decidir lo que vaya a suceder. De forma que las cosas hay que hacerlas lo suficientemente atractivas para que las acepten. Pero si son los inversores los que llevan la batuta, poco va a cambiar.

Es como tratar de cambiar el sistema proporcional de representación popular u otro tipo de sistema representativo, usando el parlamento de un Estado totalitario como foro de discusión. las cosas pueden cambiar un poco, pero no significativamente.

Hasta que no se llegue a la fuente del poder, esto es, a los propios inversores, todos los cambios posibles son sólo cosméticos, y sólo pueden tener lugar de forma muy limitada. Si fueran demasiado lejos, los inversores tomarían otro tipo de decisiones y nada se hubiera avanzado.

Desafiar el derecho de los inversores a decidir quién vive, quién muere, y cómo se vive y se muere, significaría un paso adelante en dirección a los ideales liberales, los verdaderos ideales liberales. Eso sería un cambio revolucionario.

- Me gustaría introducir otro actor. Psicológicamente es mucho más fácil criticar algo que proponer ideas constructivas. Aquí juegan dinámicas totalmente diferentes.

- Se ven cantidad de cosas que están mal. Se pueden proponer pequeños cambios. Pero para ser realista, los cambios sustanciales, los que alteran la dirección de los acontecimientos y propician problemas de índole diferente, requieren una profunda democratización de la sociedad y del sistema económico.

Una empresa o una gran corporación esconden un sistema interno de corte fascista. El poder está en la cúspide. las órdenes llegan hasta el escaión más bajo. O se siguen las órdenes o te vas.

La concentración de poder en esas estructuras hace que cualquier iniciativa política o ideológica se vea constreñida. No todo está controlado al cien por cien, pero está agudamente constreñido. Esto son hechos.

La economía internacional impone otro tipo de limitaciones. No se pueden obviar estas características. Si alguien se preocupa de leer a Adam Smith en lugar de parlotear sobre él, se dará cuenta de que Smith sostiene que la política social está basada en las clases sociales. Admitió que se basaba en análisis de clase.

Si se estudia la materia con seriedad en la Universidad de Chicago, reducto de Milton Friedman y otros economistas de derechas, se aprende que Adam Smith denunció el sistema mercantilista y el colonialismo porque estaba a favor del libre comercio. Esto es sólo la mitad de la verdad. la otra mitad es que también dijo que el sistema mercantilista y el colonialismo eran muy beneficiosos para «los mercaderes y los manufactureros ... los principales arquitectos de la política», pero perjudicial para los propios ingleses.

Para abreviar, era una política de clase la que trabajaba en favor de los ricos y los poderosos en Inglaterra. El pueblo inglés sufría las consecuencias. Smith se oponía a esto porque era un brillante intelectual, pero lo reconocía. Si no se reconoce el fenómeno no se habita en el mundo real.

¿A quién beneficia el NAFTA y el GATT?

(NAFTA: North American Free Trade Agreement, lo que conocemos aquí por TLC, Tratado de libre Comercio entre México, EUU y Canadá. GATT: General Aqreement on Trade and Tariffs. Acuerdo General sobre Comercio y Tarifas. (N.T.))

- Antes usted ha mencionado que la General Motors había trasladado una fábrica a México. La empresa de fabricación de máquinas de escríbir, Smíth Corona, antes radicada en EEUU, ha hecho lo propío. Existe un ancho corredor de «maquitadoras», plantas de ensamblaje, cerca de la frontera. Allí la gente trabaja por cinco dólares al día y existen unos niveles increíbles de polucíón, gases tóxicos, vertidos al agua, etc.

- Uno de los principales objetivos del país ahora es el NAFTA. No hay duda que va a tener amplias consecuencias tanto para Estados Unidos como para México. Se puede discutir sobre el tipo de efectos, pero es indudable que van a ser enormes.

Es seguro que tales efectos van a acelerar lo que se ha descrito anteriormente, el flujo de trabajo productivo a México. Allí existe una dictadura totalitaria y represiva, de manera que está garantizado que los salarios van a seguir siendo bajos. Durante lo que se ha dado en llamar el «milagro económico mexicano» de la última década, los salarios se han depreciado en un 60%. Los líderes sindicales han sido asesinados. Si la Ford quiere despedir a toda su plantilla y alquilar fuerza de trabajo superbarata lo hace. Nadie puede evitarlo. La contaminación carece de regulación. Es un gran lugar para los inversores.

Uno puede pensar que el NAFTA, que incluye trasladar fuerza productiva a México, puede mejorar las condiciones de vida de ambos países. Pero es muy improbable. Una razón es que la represión en México imposibilita organizarse para luchar por mejoras. Otra razón es que el NAFTA inundará México con productos agrícolas norteamericanos.

Estos productos están todos obtenidos a base de grandes subsidios y cortocircuitarán la agricultura mexicana. la gente abandonará sus tierras y se calcula que unos 13 millones emigrarán a la ciudad o a las zonas de maquitadoras, lo que conducirá a una nueva bajada de salarios.

También los trabajadores norteamericanos deberían recelar del acuerdo. Se perderán cientos de miles de puestos de trabajo, o se bajará el nivel de éstos. los que más lo van a sufrir serán los trabajadores hispanos y negros.

Pero realmente va a haber un buen período para los inversores norteamericanos y sus socios adinerados mexicanos. Ellos, junto con los profesionales que trabajan a su servicio, son los que se van a beneficiar de este acuerdo.

- ¿Van el NAFTA y el GATT a institucionalizar y formalizar lás relaciones entre el Norte, próspero, industrializado, formado casi en su totalidad por naciones del hemisferio septentrional, y el Sur, más pobre, menos industrializado, meridional?

- Ésa es la idea. El NAFTA degradará también el medio ambiente. Por ejemplo las corporaciones argumentarán que las regulaciones ambientales violan los acuerdos del NAFTA. Esto está ya pasando con las regulaciones del NAFTA que afectan a las relaciones económicas EEUU-Canadá. Sus efectos generales degradarán los niveles de calidad de vida y aumentarán los beneficios.

Es curioso observar cómo se ha llevado el tema. La opinión pública no tenía la más mínima idea de qué estaba pasando. De hecho no podían saberlo. Una razón es que el NAFTA es secreto, es un acuerdo entre los gobiernos que aún no ha sido hecho público.

En 1974 el Acta de Comercio pasó por el Congreso. Una de sus resoluciones fue que el Comité laboral Consultivo, que tiene su base en los sindicatos, tenía que pronunciarse en cualquier acuerdo comercial. Obviamente el Comité tiene que emitir su informe sobre el NAFTA, que es un acuerdo de los tres gobiernos y tiene que ser firmado por el Presidente.

A mediados de agosto del 92 se le notificó al Comité que su informe debía estar listo el 2 de septiembre de ese mismo año. No obstante el texto se le entregó apenas 24 horas antes de esa fecha. Ni siquiera pudieron discutirlo y menos escribir un informe mínimamente serio.

Además ese tipo de líderes laborales son bastante conservadores, no son ese tipo de gente que se permite criticar al gobierno. Pero escribieron un informe bastante ácido. Dijeron que a pesar del poco tiempo de que habían dispuesto para estudiarlo, parecía que iba a ser un verdadero desastre para los trabajadores, para el medio ambiente, para los mexicanos, y un chollo para los inversores.

El Comité destacó que aunque los defensores del tratado mantenían que no perjudicaría a muchos trabajadores americanos, quizá sólo a los no cualificados, su propia definición de «no cualificados» abarcaba al 70% de la fuerza productiva. También reseñó que el Acuerdo hacía un especial esfuerzo en garantizar el derecho a la propiedad, pero no aparecían muchas menciones a los derechos de los trabajadores.

También condenaba agriamente el desprecio a la democracia que había supuesto recibir el texto con tan poca antelación. Y qué partes del Acuerdo seguían siendo secretas.

El GATT es prácticamente parecido, nadie sabe de que va a no ser que sea un verdadero especialista en el tema. Y tiene un contenido que abarca más que el NAFTA. Uno de los aspectos sobre lo que se ha presionado más ha sido lo que denomina «derechos de propiedad intelectual». Es decir, protección para las patentes, software, grabaciones etc. Se trata de garantizar que la tecnología del futuro permanezca en manos de las grandes corporaciones internacionales, para las que trabajan los distintos gobiernos mundiales.

Hay que asegurarse, por ejemplo, de que la India no pueda producir medicinas para su población al 1O% de costo que las producidas por Merck Pharmaceutical, una empresa apoyada y subsidiada por el gobierno. la Merck utiliza extensivamente la investigación proveniente de los laboratorios universitarios de biología, que están apoyados y financiados por fondos públicos, y otras formas de intervención gubernamental.

- ¿Ha podido estudiar los detalles de esos tratados?

- Bueno, ahora es teóricamente posible conseguir un texto. Pero lo que he podido estudiar son los comentarios secundarios al texto, como el informe del Comité Consultivo laboral, y el informe de la Oficina del Congreso de Asesoría Tecnoiógica, que es muy parecido.

Lo verdaderamente importante es que aunque usted o yo podamos obtener el texto, ¿qué es lo que esto significa para el sistema democrótico? ¿Cuánta gente está enterada de lo que se está llevando a cabo? Según lo que yo sé, el informe del Comité y el hecho de que el Acuerdo fuera criticado por el Comité, nunca ha aparecido en la prensa.

Acabo de regresar de un viaje de dos semanas por Europa, donde el GATT es un objetivo importante para la gente de los países de la Comunidad Europea. Están preocupados por el vacío que se está produciendo entre las decisiones del ejecutivo, que son secretas, y las instituciones democráticas, parcialmente democráticas, como los parlamentos, que cada vez son más incapaces de influir en las decisiones que se toman a nivel de Comunidad Europea.

- Parece que la adminístración Clinton-Gore va a encontrarse en un grave problema. Apoya tanto el NAFTA como el GATT, pero al mismo tiempo, por lo menos retóricamente, habla sobre su compromiso con la protección ambiental y la creación de puestos de trabajo para los norteamericanos.

- Mucho me sorprendería que se produjera un gran conflicto basado en esos problemas. Su término «retórico» es totalmente apropiado. Su compromiso es con las corporaciones radicadas en EEUU es decir con las corporaciones internacionales. Y éstas aprueban los términos en que está redactado el NAFTA, protección especial para la propiedad, desprotección para los derechos laborales, así como los métodos empleados para desregular la protección ambiental. El acuerdo forma parte de sus intereses. Dudo que haya algún problema gubernamental a no ser que se ejerza una fuerte presión popular.

Los «milagros económicos» del Tercer Mundo y la alimentación

- Háblenos de la economía política en el capítulo alimentarlo, su producción y distribución, en el marco de las políticas implementadas por el FMI y el Banco Mundial. Estas instituciones ofrecen crédítos al Sur bajo estrictas condiciones: tienen que promover una economía de mercado, pagar estos créditos en monedas fuertes e incrementar las exportaciones, como el café para que podamos tomar 'cappuccino' o carne para que nos atraquemos de hamburguesas, a expensas de la agricultura tradicional indígena.

- Lo ha descrito con todo detalle. Es también interesante mirar detenidamente los casos individuales. Tomemos Bolivia. Ha habido dictadores brutales y represivos, y una gran deuda exterior, todos los elementos característicos.

Occidente acudió con todas las recetas del FMI; Jeffrey Sachs, experto de Harvard fue consejero del país. Comenzaron a implementarse las típicas medidas: estabilización monetaria, recortes de la producción destinada al consumo interno, etc. Funcionó. las cifras, las estadísticas, arrojaban unos resultados satisfactorios. la moneda se estabiiizó. la deuda se redujo. El Producto Nacional Bruto se incremento.

Pero subsistian algunos moscardones volando sobre la miel. La pobreza se incrementó. la malnutrición tres cuartos de lo mismo. El sistema educativo se derrumbó. Pero lo más interesante es que lo que estabilizó la economía fue la exportación de coca, la planta. Ahora representa dos terceras partes de las exportaciones bolivianas.

Por supuesto los campesinos no sacaron gran provecho del «milagro». Tómese a un campesino de cualquier país, inúndese sus tierras con productos agrícolas norteamericanos subsidiarios, probablemente importados a través de un programa de ayuda como el de Alimentos para la Paz, y compruébese si puede competir o subsistir. Se ha creado un panorama en que sóio se puede cultivar para la exportación. El campesino no es idiota. Producirá el producto que rinda más, es decir coca.

Tampoco es que reciban ingentes cantidades de dinero por hacerlo, y se enfrentará a las armas y los helicópteros de la DEA, pero por lo menos podrá subsistir. Y el mundo se inundará de coca.

Los beneficios van a parar a las mafias, o a los bancos neoyorquinos. Nadie sabe cuántos cientos de miles de dólares procedentes de los beneficios del negocio de la coca pasan por los bancos de Nueva York o de sus filiales, pero sin duda, muchos.

También reciben su tajada las compañías químicas estadounidenses, que como es bien sabido, exportan los reactivos necesarios para la producción de cocaína en América Latina. De manera que hay montones de beneficios. También supone un «pico» en las venas de la economía norteamericana. Y además contribuye amablemente a la proliferación mundial de drogas, incluido Estados Unidos.

En esto consiste el «milagro económico boliviano». Y no sólo es este caso. Echemos una mirada a Chile. Ahí hay también un gran milagro económico. La pobreza se ha incrementado desde un 20% en tiempos de Allende, recuerdas, el presidente asesinado por un golpe propiciado por EEUU, a un 40% ahora, tras el gran milagro. Y esto es así país por país.

Estos son los tipos de consecuencias que se derivan de lo que se ha llamado apropiadamente «fundamentalismo del FMI». Allí donde se aplica, los eíectos son desastrosos.

Pero desde el punto de vista de los que perpetran estas recetas los resultados son todo un éxito. Si se venden bienes públicos, se puede hacer una gran cantidad de dinero y recuperar el capital invertido en América Latina. El mercado lo estái haciendo muy bien. Los negociantes y los profesionales están muy contentos. Además son los que escriben los artículos en la prensa, los que trazan los planes a seguir, etc.

Métodos idénticos se están aplicando en Europa del Este. Están siendo destacados allí los mismos consejeros. Después de que Sachs perpetrara el milagro económico boliviano, se fue a Polonia y Rusia a enseñar las mismas recetas.

Se oyen montones de elogios del proceso también aquí en EEUU, ya que son una copia ampliada y exagerada de lo que está pasando en nuestros lares. La gente adinerada lo está pasando muy bien, pero la población en general se enfrenta a un serio problema. Es suave si se compara con el Tercer Mundo, pero la estructura es la misma.

- Entre 1985 y 1992 la cifra de norteamericanos que pasaban hambre iba de los 20 a los 30 millones de personas. Y todavía el novelista Tom Wolfe describió los años ochenta como «uno de los momentos dorados que la humanidad ha experimentado».

- Hace un par de años el Hospital Municipal de Boston, el que atiende a los pobres y al público en general, no el sofisticado hospital de prácticas de Harvard, tuvo que crear una unidad de cuidados para la malnutrición, porque se estaban alcanzando niveles tercermundistas.

Gran parte de la enorme hambruna y malnutrición que se daba en EEUU se erradicó mediante los programas de la Gran Sociedad de 1960. A principios de los años ochenta el fenómeno remontó y ahora las últimas estimaciones cifran en unos 30 millones las personas que pasan hambre en EEUU.

Es mucho peor durante el invierno porque los padres tienen que tomar una agónica decisión entre alimentos o calefacción, y los niños mueren porque no tienen arroz que echar al agua que cuecen.

- El grupo World Watch dice que una de las soluciones para el problema del hambre es el control demográfico. áApoya usted los esfuerzos de limítar el crecimiento demográfico?

- En primer lugar no existe un problema de escasez de alimentos. Hay un serio problema de distribución. Dejando esto bien claro, creo que debeeia hacerse un esfuerzo por controlar el crecimiento demográfico. Hay una buena forma de hacerlo, mejorar las condiciones de vida.

La población se está reduciendo drásticamente en las sociedades industrializadas. la mayoría no hace más que reemplazar su propia población. En Italia por ejemplo, un país industrializado tardíamente, la tasa de natalidad no llega a cubrir la tasa de mortalidad. Es un fenómeno típico.

- ¿Junto con la educación?

- Por supuesto el control de la natalidad tiene que ir acompañado de un esfuerzo educativo. Estados Unidos ha jugado un papel terrible en esta materia. Ni siquiera ha destinado fondos a los organismos internacionales que se dedican a la educación sobre el control de la natalidad.

Los «milagros económicos» del Tercer Mundo y la alimentación > La fotogénica operación de Somalia

-¿Representa la operación 'Restaurar la Esperanza' en Somalia, un nuevo modelo de intervención en el mundo de EEUU?

-No creo que pueda calificarse de intervención. Más bien es una operación de relaciones públicas del Pentágono. Es curioso observar cómo ha sido preparada abiertamente. Colin Powell, el jefe de la Junta de Estado Mayor, declaró que iba a ser una gran operación de relaciones públicas para los militares. Un editorial del Washington Post la describió como una bonanza para el Pentágono.

Los periodistas no podían dejar de observar qué estaba pasando. Después de todo, el Pentágono llamó a las agencias y a las televisiones y les dijo «Mira, tenéis que estar en al playa a tal hora, con las cámaras enfocando hacia tal lado, y veréis desembarcar a la Marina, va a ser precioso». Nadie podía dejar de pensar que era una operación de relaciones públicas. Hubiese sido una estupidez de gran calibre.

La mejor explicación para la «intervención» fue, en mi opinión, la que apareció en un árticulo de The Fínancial Times el mismo día del desembarco. No mencionaba Somalia, trataba sobre la recesión en EEUU y de la dificultad de la recuperación económica.

Citaba a varios economistas de empresas dedicadas a inversiones y de diversos bancos, gente en suma preocupada por la economía. Llegaban al acuerdo de que la recuperación es tan lenta porque el método tradicional de estímulo gubernamental, el sistema del Pentágono, no podía usarse tan masivamente como en el pasado.

Bush lo dijo claramente en su despedida cuando explicó por qué se intervenía en Somalia y no en Bosnia. En Bosnia podríamos tener problemas serios. En Somalia la superioridad es aplastante. Suponemos que podemos manejar la situación con unos 30.000 marines.

La hambruna peor ya ha pasado y los combates han cedido. (Han vuelto a recrudecerse porque ahora EEUU trata de implementar su política de intervención cláisica, para áprovechándose de la coyuntura internacional, es decir bajo los auspicios de la ONU.) Hay buenas oportunidades para hacerse unas fotos. Uno espera que se ayude a los somalíes más que dañarles, pero eso no es lo importante. Lo importante es que forman parte de las relaciones públicas del Pentágono.

La prensa tiene que hacer un buen trabajo, porque Somalia tiene un tenebroso pasado.

Estados Unidos fue el que apoyó y mantuvo en el poder a Siad Barre, una especie de gemelo de Saddam Hussein, desde 1978 hasta 1990, una historia bien reciente. Él destrozó el país de arriba a abajo.

Destruyó las estructuras sociales y civiles, de hecho creó las bases de lo que ahora está sucediendo, y de acuerdo con la organización Africa Watch, mató entre 50 o 60.000 de sus paisanos.

Estados Unidos estuvo respaldándole. Sus fuerzas recibieron todo tipo de apoyo de Kenia, un fiel aliado de EEUU en la zona.

Estados Unidos se encontraba en Somalia por una razón específica. Tenía bases militares que formaban parte del sistema montado en la época de la Guerra del Golfo. No obstante, dudo que ésa haya sido la principal causa de la intervención. Hay lugares más seguros y más estables para establecer bases militares.Lo que se necesitaba desesperadamente era hallar un método de impedir que el presupuesto del Pentágono siguiera bajando.

Cuando los comentaristas y la prensa dicen que Estados Unidos no tiene intereses en Somalia se equivocan. Tienen una visión muy estrecha de los acontecimientos. Mantener el sistema del Pentágono es un interés de gran importancia para la economía norteamericana.

En un documento de la Marina publicado en septiembre de 1992 se mantenía que los militares tienen que cambiar su ámbito de actuación, pasando de intervenir contra los amenazas a enfocar su actuación «en los retos que se plantean en las diversas regiones del mundo» incluyendo «ayuda humanitaria y esfuerzos de reconstrucción en los países del Tercer Mundo».

En realidad ésa ha sido siempre la cobertura usada por los militares para intervenir en el Tercer Mundo, Pero el presupuesto militar está dedicado en realidad a la intervención armada. De hecho, las fuerzas estratégicas nucleares son básicamente fuerzas de intervención.

Estados Unidos constituye un poder global. Noe s como la Unión Soviética, que solía intervenir en países fronterizos, donde tenían una gran ventaja en fuerzas convencionales. Estados Unidos interviene en todos los sitios en el Sudeste Asiático, en Oriente Medio y en lugares donde no gozamos de esa ventaja. Así, tenemos que mantener una postura extremadamente intimidatoria para asegurarnos de que nadie nos plante cara.

Esa desventaja requiere un paraguas nuclear , unas armas estratégicas poderosas para intimidar a todo el mundo, de forma que las fuerzas convencionales puedan ser un instrumento del poder político. De hecho, casi todo el sistema militar, en su aspecto puramente militar, no económico, está diseñado para intervenir. Pero a menudo, la cobertura usada ha sido la «reconstrucción nacional». En Vietnam, en América Central siempre hemos prestado «ayudaÌhumanitaria».

De forma que cuando el documento de la Marina señala que ahora tenemos una nueva misión se refiere a la misma historia, a la cobertura usada para intervenir. Sólo que ahora hay que enfatizarla más porque el pretexto tradicional, el conflicto con los rusos, ya no existe.

-¿Qué tipo de impacto va a projucir la íntervención norteamericana en Somalia? Un oficial nuestro describió al país como Dodge City y a nuestros marines como Wyatt Earp. ¿Qué sucede cuando el sheriff abandona una ciudad?

-En primer lugar la descripción no tiene nada que ver con Somalia. Uno de los aspectos más sorprendentes de esta intervención es que no hay interés por Somalia. Nadie que realmente supiera algo de este país estuvo relacionado con los planes previos a la intervención, y no hay nadie somalí implicado en las operaciones, por lo menos que yo sepa.

Desde que los marines han desembarcado han estado tratando con los llamados «señores de la guerra», los mayores gángsteres del país. Pero Somalia es un país. Hay gente que lo conoce bien y que se preocupa por lo que sucede allí, solo que no tienen ni voz ni voto en esta operación.

Uno de los expertos en el tema es una mujer somalí, Rakiya Omaar, que era directora ejecutiva de Africa Watch, un grupo que vela por los derechos humanos en la zona y que tiene su base en Washington. Ella se encargaba de la mayoría del trabajo sobre derechos humanos, escribía cartas, etc., hasta la intervención. Se opuso vigorosamente a la intervención y la echaron de Africa Watch.

Otra persona que tiene mucho que decir sobre el tema es Alex de Waai, subdirector del mismo organismo. Renunció en protesta por el despido de Rakiya. Además de su trabajo en pro de los derechos humanos es un especialista en la zona. Ha escrito infinidad de arriculos y ha publicado en Oxford University Press el libro más importante sobre el hambre en Sudán. Es decir, no sólo conoce Somalia, conoce muy bien toda la zona. Y hay muchos más. Su anáilisis es totalmente distinto del que hoy se ofrece en EEUU.

La mayoría de las atrocidades cometidas por Siad Barre tuvieron lugar en la parte norte del país, que había sido una colonia británica. La zona se estaba recuperando de los ataques de Barre, que estuvieron respaldados por EEUU, y se estaba reorganizando con eficacia y recibiendo la ayuda internacional. La sociedad civil estaba emergiendo, una sociedad tradicional con sus consejos de ancianos, etc., pero con nuevos grupos sociales asumiendo nuevos papeles. Por ejemplo grupos de mujeres.

La zona que se hallaba en una verdadera crisis era el sur. En parte se debía a la intervención de las fuerzas del General Mohammed Hersi que estaban apoyadas por Kenia. Hersi, conocido por Morgan, es yerno de Siad Barre. Sus tropas así como las del General Mohammed Fara Aidid y All Mahdi, eran las que estaban cometiendo las peores atrocidades. La situación era un verdadero volcán, en la que la gente empuñaba las armas sólo para sobrevivir. Los saqueos eran constantes y había una gran cantidad de pequeños gángsteres adolescentes.

Hacia septiembre-octubre, la región estaba también recuperándose. A pesar de organizaciones como US Care, y de las extremadamente torpes operaciones de la ONU, otros grupos asistenciales como la Cruz Roja Internacional, Save the Children, o grupos más pequeños como American Friends Service Committee o Australian Care estaban consiguiendo hacer llegar la ayuda a sus destinatarios.

A principios de noviembre el 80% o 90% de la ayuda era entregada, y a finales de noviembre la cifra superaba el 95%. La razón es que se estaba trabajando en cooperación con la sociedad civil somalí. En este meridional y apartado rincón de hambre y violencia las cosas estaban empezando a funcionar, de la misma forma que funcionaban en el norte.

Una gran parte del éxito se debía a las iniciativas del negociador de la ONU, el argelino Mohammed Sahnoun, que era muy respetado por todas las partes. Trabajaba en contacto con los grupos de ancianos y con los nuevos grupos sociales emergentes, especialmente con los grupos de mujeres, que estaban estructurándose con el resto de la sociedad bajo su actuación, o al menos bajo su iniciativa.

Pero Sahnoun fue cesado por Butros Ghali porque había criticado públicamente la incompetencia y corrupción de la actuación de la ONU. Fue reemplazado por un iraquí, que aparentemente ha conseguido bien poca cosa.

La intervención norteamericana fue planificada para un poco después de que se celebraran elecciones. La historia oficial es que fue decidida a finales de noviembre, cuando George Bush vio unas estremecedoras imágenes por televisión. Pero de hecho, periodistas norteamericanos pudieron ver en Baidoa a principios de noviembre a oficiales de marines vestidos de civil explorando la zona, y planeando dónde iban a establecer su base.

Esto era más racional. Lo peor del a crisis ya había pasado, la sociedad estaba recomponiéndose, y se podía estar bien seguro del éxito del reparto de la ayuda porque de hecho ya estaba siendo correctamente repartida. Ya se podía enviar 30.000 marines. No habría mucho combate, porque la lucha no entraba en los primeros planes. De manera que no era en absoluto Dodge City.

Bush tenía la posibilidad de hacerse la foto y dejar al siguiente que afrontara los problemas que se iban a plantear más tarde. Nadie se preocupaba de lo que pasaba en Somalia. Si la cosa salía bien, estupendo, aplaudiríamos nos besaríamos unos a otros y nos desharíamos en autoalabanzas. Si se convertía en un desastre, bueno, tendríamos que actuar como en otras intervenciones desastrosas.

Después de todo teníamos una larga experiencia.La de Granada por ejemplo. Fue una intervención humanitaria.Ibamos a salvar a la gente de la tragedia y a convertir la isla en lo que Reagan llamó un «escaparate de la democracia» o un «escaparate del capitalismo».

Estados Unidos derramó ayuda a manos llenas. Granada tuvo la ayuda per cápita mayor del mundo al año siguiente, a continuación de Israel que es harina de otro costal. Y se convirtió en un desastre.

La sociedad se colapsó. Lo único que ahora funciona es el lavado de dinero proveniente de la droga. Pero nadie quiere enterarse. A las cámaras de televisión se les dijo que enfocaran hacia otro lado.

De esta forma si la intervención de los marines resulta un éxito, lo que es probable, se le prestará la debida atención y nos desharemos en autoalabanzas sobre lo maravillosos que somos. Si se convierte en un desastre, no existe, el país desaparece del mapa, olvidémoslo.

En cualquier caso, así no podemos perder.

Esclavos contra esclavos

- Me gustaría que hiciese algunos comentarios sobre los sucesos en la antigua Yugoslavia, el mayor estallido de violencia en Europa en los últimos 50 años, con decenas de míles de muertos, y cientos de míles de refugiados. No está sucediendo en zonas remotas como Timor Oríental, es en Europa, y sale todas las noches en los telediarios.

- En cierto sentido lo que está sucediendo es lo que estaban pidiendo los sectores más derechistas de EEUU y Gran Bretaña. Desde 1940 habían criticado ávidamente el apoyo occidental a Tito y sus partisanos, en su lucha contra Mikailhovitch y sus chetniks y contra los croatas anticomunistas, incluidos los ustachis que fueron verdaderos nazis. También los chetniks estuvieron coqueteando con los nazis, en su lucha contra los partisanos.

La victoria partisana impuso una dictadura comunista, pero también estableció un marco federal. Suprimió la violencia étnica, que había sido compañera de los odios, y creó las bases de un tipo de sociedad que funcionaba y en la que cada parte ejercía su papel. Ahora se ha vuelto a la situación de los años cuarenta, pero sin partisanos.

Serbia es la heredera de los chetniks y de su ideología. Croacia es la heredera de los ustachís y de su ideología, menos feroz que la nazi, pero similar. Es posible que ahora se conduzcan con mayor violencia que lo hubieran hecho en los años cuarenta, aun sin los partisanos.

Por supuesto el liderazgo de estos elementos proviene del partido comunista, pero por la razón de que cualquier canalla de esta zona se encontraba dentro del aparato de poder. Yeltsin, sin ir más lejos, fue un responsable del PCUS.

Es instructivo comprobar cómo los elementos más derechistas de Occidente, por lo menos los elementos más honestos, defienden lo que está pasando. Por ejemplo Nora Beloff, una reaccionaria comentarista británica enviada a Yugoslavia, escribió una carta al londinense The Economist en la que condenaba a aquellos que denuncian a los serbios de Bosnia. Mantiene que son los musulmanes los agresores. Éstos habían rechazado convivir con los serbios, y éstos, a su vez, no hacen más que defenderse.

Esta comentarista había sido una entusiasta de los chetniks desde hacía mucho tiempo, de forma que ahora no había razón para que no continuara apoyando la violencia chetnik. Pero también hay otro factor. Es una fanática sionista, y el hecho de que aparezcan los musulmanes en el conflicto los señalaba a sus ojos como culpables.

- Algunos dicen que, así como los aliados deberían haber bombardeado la línea Férrea que conducía a Auschwitz para evitar las matanzas en los campos de concentración, ahora deberíamos bombardear las posiciones de la artillería serbia que rodean Saraievo y mantienen a la ciudad bajo sitio. ¿Defíende usted el uso de la fuerza?

- En primer lugar, hay una buena oportunidad para entablar un debate sobre los efectos que hubiera tenido el bombardeo de la línea férrea que conducía a Auschwitz. Dejando eso de lado, me parece que un juicioso uso de la fuerza, no por fuerzas occidentales, sino por una fuerza multinacional o internacional, podría, en una etapa temprana, haber suprimido gran parte de la violencia y posiblemente haberia bloqueado. No sé si ahora servieia para algo.

Si fuera posible detener los bombardeos sobre Sarajevo amenazando con bombardear algunos emplazamientos, y quizá convirtiendo en realidad la amenaza, creo que sería un argumento de peso a favor. Pero el «sí condicional» es demasiado grande. No es sólo un problema moral, hay que preguntarse por las consecuencias, y éstas pueden ser muy complejas.

¿Y si se extendiera la guerra a los Balcanes? Una consecuencia sería la agitación de las fuerzas militares conservadoras dentro de Rusia. Están, de hecho, dispuestos a apoyar a sus hermanos eslavos en Serbia. Podrían movilizarse en masa. Por cierto que esto forma parte de la tradición. Repásense las novelas de Tolstoy y compruébese cómo los rusos se internaron hacia el sur para salvar a sus hermanos eslavos de los ataques que estaban sufriendo. Ahora está sucediendo de nuevo.

En este estado de cosas hay dedos suspendidos sobre los botones del armamento nuclear. Es completamente posible que un ataque contra los serbios, que se sienten la parte agraviada, pueda inspirarles a actuar contra Kosovo, la zona albanesa. Esto podría desencadenar una guerra a gran escala con Grecia y Turquía implicadas. No es sencillo.

¿Y qué pasaría si los serbios de Bosnia, con el apoyo de Serbia y otras regiones eslavas, comenzaran una guerra de guerrillas? los «expertos» militares occidentales han sugerido que seria necesaria una fuerza de 100.000 hombres aproximadamente para controlar la zona. Probablemente es cierto.

- Hay que hacerse muchas preguntas sobre las consecuencias de una intervención en la zona. Bombardear la artillería serbia parece simple, pero hay que preguntarse cuánta gente va aacabar después muerta. Repito, no es sencillo.

- Zeliko Ranziatovic, conocido por el sobrenombre de Arkan, un fugitivo buscado tras un asalto a un banco en Suecia, fue elegido para el parlamento serbio en diciembre de 1992. Su milicia, los Tigres, están acusados de matar civiles en Bosnia. Figura entre las 10 personas señaladas en una lista del Departamento de Estado norteamericano de criminales de guerra. Arkan desprecia los cargos diciendo «que hay una gran cantidad de gente en los EEUU que yo podría incluir en una lista de criminales de guerra».

- Bueno, eso es verdad. Según los criterios establecidos en Nuremberg, hay una buena cantidad de gente en Occidente que podría ser incluida en una lista de criminales de guerra. Por supuesto, esto no le absuelve en absoluto.

La Tierra prometida

- Las condiciones de la alianza norteamericana-israelí han cambiado,¿pero se ha producido algún cambio estructural?

- No ha habido ningún cambio estructural significativo a pesar del acuerdo entre la OLP e Israel de septiembre de 1993. lo que ha sucedido es que la capacidad israelí de servir a los intereses norteamericanos, por lo menos a corto plazo, se ha incrementado.

La administración Clinton ha dejado muy claro que va seguir la senda de total apoyo al régimen israelí, establecida por la anterior administración de Bush. Clinton ha nombrado a Martin Indyk, anteriormente miembro del Comité de Asuntos Públicos Americanoisraelí -un grupo de presión-, para ocupar el despacho de Oriente Medio del Consejo de Seguridad Nacional.

Indyk preside un fraudulento instituto de investigaciones, el Instituto de Washington para el Estudio de Oriente Próximo. Es sobre todo a ese «instituto» adonde se dirigen los periodistas que quieren publicar propaganda israelí, pero quieren hacerlo con ciertos visos de «objetividad» poniendo en boca de alguien de su personal lo que ellos querrían decir sin tapujos.

Estados Unidos siempre ha mantenido la esperanza de que las llamadas radiaciones de paz, la alianza tácita entre Israel y la familia de dictadores que gobierna los Estados petrolíferos del Golfo, se convirtiera de alguna forma en algo más sólido y manifiesto. Y es comprensible.

No obstante hay un gran problema. los planes de Israel de tomar e integrar lo que deseen de los territorios ocupados, planes que nunca han cambiado, están enfrentándose a problemas objetivos. Israel siempre ha mantenido la esperanza de que a largo plazo una gran parte de la población palestina fuera expulsada de sus territorios.

Se han hecho infinidad de maniobras con el fin de acelerar el proceso. Una de las razones por las que los israelíes han instituido un sistema educativo en la Franja Oeste, consistía en su esperanza de que la gente con un nivel más elevado de educación quisiera marcharse al no encontrar ninguna posibilidad de empleo.

Durante un largo período de tiempo funcionó, un gran número de gente se marchó, pero ahora están de nuevo atascados con el problema de la población. Esto va a causar enormes problemas, ya que Israel trata de quedarse con el agua y con la tierra cultivable. Y esto no va a ser fácil.

- ¿Cuál es el grado de obediencia de Israel a las más de 20 resoluciones del Consejo de Segurídad de la ONU condenando su política?

- Es de una categoría especial.

- ¿No hay sanciones, no se les obliga a cumplir las resoluciones?

- Ninguna. Tomemos una al azar, la resolución 425 del Consejo de Seguridad de marzo de 1978. En ella se exigía la inmediata e incondicional retirada israelí del Líbano. Aún sigue allí, aunque la exigencia fue reiterada por el Gobierno libanés en febrero de 1991, cuando todo el mundo marchaba contra irak.

Estados Unidos bloqueará cualquier intento para cambiar las cosas. Del gran número de resoluciones del Consejo de Seguridad vetadas por EEUU, muchas tienen que ver con las agresiones o atrocidades de los israelíes.

Tomemos, por ejemplo, la invasión del Líbano de 1982. Al principio Estados Unidos secundó la condena del Consejo de Seguridad. Pero unos pocos días más tarde vetó la principal resolución del Consejo de Seguridad que llamaba a las partes a retirarse y parar los combates, y un poco más tarde vetó otra de contenido similar.

- Estados Unídos ha respaldado las pocas y últimas resoluciones de Naciones Unidas sobre las deportaciones.

- Estados Unidos las ha respaldado pero ha limado convenientemente sus aristas. la pregunta crucial es ¿va a hacer algo al respecto Estados Unidos? Por ejemplo, EEUU respaldó la resolución del Consejo de Seguridad que condenaba la anexión de los Altos del Golán. Pero cuando llegó el momento de actuar se negó.

- Las leyes íntemacionales trascienden a las leyes de ámbíto estatal, pero Israel mantiene que esas resoluciones no son aplícables. ¿Cómo es que no son aplicables?

- De la misma forma que no son aplicables a Estados Unidos, que siempre ha sido condenada por la Corte Mundial. EEUU hace lo que le viene en gana, aunque por supuesto los pequeños Estados tienen que obedecer su dictamen.

Israel no es un Estado pequeño. Es un apéndice de una superpotencia mundial, de manera que hace lo que le permite Estados Unidos. Ellos le dicen: no tienes que obedecer esas resoluciones, ya que son nulas, de la misma forma que eran nulas cuando se condenaba a EEUU. Nosotros nunca hemos sido condenados por una resolución del Consejo de Seguridad por la razón de que previamente nos habíamos preocupado de vetarlas. Por ejemplo, la invasión de Panamá. Había dos propuestas de resolución en el Consejo de Seguridad que nos condenaba por la invasión. Vetamos ambas. Se pueden encontrar repetidos casos de resoluciones que no han conseguido la aprobación del Consejo para condenar a Estados Unidos y que habrían pasado si se hubieran referido a un país indefenso. Y en la Asamblea General se toman resoluciones constantemente, pero no son condenas, son sólo recomendaciones.

- Recuerdo una charla en Ramallah con Mona Rishmawi, una abogada de la organización de derechos humanos Al Haq. Me dijo que cuando actuaba ante los tribunales nunca sabía si el fiscal israelí intentaría condenar a sus clientes apelando a la ley de emergencia de la época brítáníca, a la ley jordana, a la ley israelí o a la ley otomana.

- En sus propias leyes existen regulaciones de tipo administrativo, algunas de las cuales nunca han aparecido publicadas. Como cualquier abogado palestino puede testimoniar, el sistema legal de los territorios es una broma. No hay ley, sólo pura autoridad.

La mayoría de las pruebas están basadas en confesiones, y todo el mundo sabe lo que esto significa. Después de 60 años, un veterano del Ejército druso-israelí que había confesado y había sido sentenciado, pudo probar que era inocente. Entonces estalló el escándalo.

Hubo una investigación y el Tribunal Supremo estableció que durante 60 años los servicios secretos le habían estado mintiendo. Éstos, como todo el mundo sabe, han estado torturando a la gente pero negando ante el Tribunal que lo habían hecho.

Hubo un gran alboroto sobre el hecho de que estuvieran mintiendo al Tribunal Supremo ¿cómo podemos tener un sistema democrático cuando se miente al Tribunal Supremo? Pero nadie se escandalizó de la tortura, todo el mundo estaba al cabo de la calle.

Amnistía Internacional entrevistó al juez del Tribunal Supremo Moshe Etzioni en Londres en 1977. le pidieron que explicara por qué obtenían un porcentaje tan alto de confesiones entre los árabes... Dijo, «es parte de su naturaleza». Éste es el sistema legal israelí en los territorios ocupados.

- ¿Podría explícar los términos orwellíanos de «zona de seguridad» y «zona de amortiguacíon»?

¿En el sur del Líbano? Así es como lo llama Israel y así aparece en los medios de comunicacián.

- Israel invadió el sur del Líbano en 1978. la invasión se enmarcaba en el clima creado por los acuerdos de Camp David. Era obvio que esos acuerdos iban a tener las consecuencias que tuvieron. Es decir, liberar a Israel para que pudiera atacar al Líbano e integrar los territorios ocupados, ahora que Egipto había sido eliminado como factor de disuasión.

Israel invadió el Líbano y lo mantuvo en su poder a través de sus clientes, en esa época mediante la milicia del mayor Sa'ad Haddad, básicamente una fuerza mercenaria al servicio de los israelíes. Fue entonces cuando se dictó la resolución 425 de la ONU, a la que me he referido un poco antes

Cuando Israel volvió a invadir la zona en 1982 había habido una buena dosis de violencia previa en la frontera, toda por cuenta de los israelíes. Hubo un alto el fuego, patrocinado por EEUU que la OLP respetó escrupulosamente, renunciando a las acciones que traspasaban la frontera. Israel por su parte, llevó a cabo miles de acciones provocadoras, incluyendo el bombardeo de objetivos civiles, para tratar de que la OLP interviniera y poder tener una excusa para la invasión.

Es interesante ver cómo se relató este período en la prensa estadounidense. Todo lo que apareció fueron relatos de bombardeos de la OLP a asentamientos israelíes, una parte tan sóio de la verdadera historia, y en el año previo a la invasión ni siquiera eso.

La verdad fue que Israel bombardeó e invadió el norte del país y la OLP no respondió a los ataques. De hecho estaban buscando un acuerdo negado. El relato periodístico de los años precedentes era similar, como yo denuncié en reiteradas ocasiones, sin ningún resultado, por supuesto.

Sabemos lo que sucedió después de que Israel invadiera Líbano. Fueron forzados a tomar esta determinación por lo que denominaban «terrorismo», o lo que es más apropiado, la resistencia de la gente que no estaba dispuesta a acobardarse. Israel tuvo éxito en inspirar un movimiento fundamentalista sin posibilidad de control.

Se quedaron en el sector sur, que empezaron a llamar «zona de seguridad», aunque no había ninguna razón para creer que tenía algo que ver con la «seguridad». Simplemente era la huella de Israel en el territorio. Ahora está controlada por un ejército mercenario, el Ejército del Sur del Líbano, respaldado por el propio Ejército israelí. Son brutales, y tienen unas eficaces salas de tortura.

No podemos conocer todos los detalles porque siempre se han negado a ser inspeccionados por la Cruz Roja Internacional o cualquier otro organismo. Pero se han llevado a cabo investigaciones por comités de derechos humanos, periodistas y otros grupos independientes, así como de algunos grupos israelíes, que atestiguan su brutalidad. Hubo incluso un soldado israelí que se suicidó porque no podía soportar lo que estaba contemplando. Otros escribieron a su propia prensa para contar lo que estaba pasando.

El campamento principal es el de Ansar. Está situado en la ciudad de Khiyam, como recordatorio de la matanza perpetrada allí por los israelíes en 1948. En 1978 la milicia de Haddad reaiizó una nueva masacre bajo la mirada del Ejército israelí, después de años de bombardeos destinados a los pobladores libaneses que no querían «cooperar» con el Ejército del Sur del Líbano.

En esto consiste la «zona de seguridad».

- Israel deportó a grandes cantidades de palestínos al Líbano entre 1970 y 1980. ¿Por qué ha cambiado la actitud libanesa? ¿Por qué se niegan ahora a aceptarlos?

- No hace mucho que se niegan. Si Israel deporta palestinos en helicóptero y los abandona en las afueras de Sidon, Líbano no puede rechazarlos. Pero creo que esta vez Israel ha cometido un error táctico. La deportación de los 415 árabes-israelíes de diciembre del 92 va a traer graves consecuencias para ellos.

Según la prensa israelí, esta deportación en masa se realizó al azar, una forma brutal de castigo colectivo. Leí en Ha'aretz, el principal periódico israelí, que la Shabak, la policía secreta, tenía sóIo seis nombres de personas que pudieran comportar algún riesgo, y añadieron uno más, el séptimo, cuando el gobierno laborista de Rabin les pidió un mayor número. Los otros 400 fueron añadidos por el propio gobierno sin ninguna información policial.

De forma que no exisria razón alguna para creer que los deportados pertenecieran a Hamas, la organización islámica fundamentalista. De hecho Israel deportó a la práctica totalidad de una facultad de cierta universidad islámica. La mayoría era, pues, intelectuales, gente involucrada en programas de tipo social, etc.

Pero coger a este tipo de gente y llevarles a las montañas del sur del Líbano, donde hiela en invierno y hace un calor espantoso en verano, no iba a quedar muy bien delante de las cámaras de televisión. Y eso es lo único que importa. Porque Israel no los va a traer de vuelta a no ser que reciba una gran presión internacional.

- He escuchado a Steven Solarz, antiguo diputado en el Congreso por Brooklyn, en la BBC. Dice que el mundo aplíca un doble rasero: 700.000 yemeníes fueron expulsados de Arabia Saudita y nadie díio una palabra, lo que es verdad; 415 palestínos son deportados de Gaza y la Franja Oeste y todos se ponen a gritar.

- Todos los estalinistas dicen lo mismo: «mandamos a Sajarov al exilio y todo el mundo empezó a vociferar». ¿Cuál de estas barbaridades es peor? Siempre hay alguien que ha hecho algo peor. ¿Por qué no usar el mismo principio con este imitador de Stalin? Además hay una diferencia: los yemeníes fueron deportados a su propio país, y los palestinos de su propio país. ¿Reclamaría Solarz que todos nos mantuviéramos en silencio, en el caso de que él y su familia fueran deportados al desierto de México ?

- La actitud de Israel hacia Hamas ha evolucionado con el paso de los años. ¿Al principio les favoreció, no?

- No solamente les favoreció, trataron de organizarlos y motivarlos. Israel estuvo apoyando activamente a los fundamentalistas siónicos en los comienzos de la Intifada. Si había una huelga de estudiantes en alguna universidad de la Franja Oeste, el Ejército israelí a veces llevaba al lugar en autobús a fundamentalistas para romper la huelga.

Sheikh Yaseen, un maníaco antisemita de Gaza y líder de los Fundamentalistas islámicos, estuvo protegido durante largo tiempo. Les gustaba. Yaseen proclamaba a voz en grito: «matemos a todos los judíos». Es algo que se repite en la historia. Ya hace 70 años Chaim Weizman decía: «el peligro para nosotros son los árabes moderados, no los extremistas».

Con la invasión del Líbano sucedió lo mismo. Israel quería destruir a la OLP porque eran laicos y nacionalistas, y estaban haciendo un llamamiento para conseguir un acuerdo diplomático. Ésa era la amenaza, no los terroristas. Los comentaristas israelíes han sido desde el principio muy francos en esta cuestión.

Israel sigue cometiendo los mismos errores, con los mismos previsibles resultados. En Líbano trataron de destruir la amenaza de la moderación y se encontraron con Hezbdlah, los fundamentalistas respaldados por Irán. En la Franja Oeste trataron de repetir la jugada, y se dieron de bruces con Hamas, que está organizando una guerrilla que lleva a cabo eficaces ataques contra su Ejército.

Es importante señalar lo terriblemente incompetentes que son los servicios secretos cuando tratan con personas y asuntos políticos. Los servicios secretos cometen los errores más groseros, de la misma Forma que los «expertos».

En una situación de ocupación o dominación, el ocupante, el dominante, tiene que justificar lo que está haciendo. SóIo hay una manera de hacerlo, convirtiéndose en un racista. Hay que denostar a la víctima. Una vez que te has convertido en racista rabioso en defensa propia, ya has perdido la capacidad de comprender lo que está pasando.

Estados Unidos siguió el modelo al pie de la letra en Indochina. Nunca pudieron comprender la situación, hay excelentes ejemplos en los archivos. Y aquí el FBI hace lo propio, cometen los errores más increíbles, por razones similares.

- En una carta a The New York Times, el director de la Líga Contra la Dífamación Abraham Foxman, escribía que el Gobierno de Rabin «estaba demostrando sin ninguna ambigüedad su compromiso con el proceso de paz» y asumiendo su papel de tirar del carro. «Israel es la última parte que tiene que demostrar su deseo de paz» añadía. ¿Cuál ha sido la verdadera actítud del Gobierno laborista de Rabin?

- Es perectamente cierto que Israel quiere la paz. También la quería Hitier. Todo el mundo quiere la paz. La cuestión es en qué términos.

El Gobierno de Rabin, exactamente como se predijo, endureció la represión en los territorios ocupados. Esta misma tarde he estado hablando con una mujer que ha pasado los dos últimos años en Gaza desarrollando una labor humanitaria y de vigilancia de los derechos humanos. Ella cuenta lo que todo el mundo sabe, todo el mundo con cerebro, que tan pronto como Rabin accedió al poder la cosa se puso mucho peor. EI es el hombre de mano de hierro.

Ciertamente el Likud tiene mejor «prensa» en los territorios ocupados que los laboristas. La tortura y los castigos colectivos acabaron con Beguin. Sólo hubo un breve período negro cuando Sharon estuvo al frente, pero con Beguin las cosas mejoraron. Cuando los laboristas llegaron de nuevo al poder en 1984 volvieron a comenzar los castigos colectivos y la tortura, y un poco más tarde empezó la lntifada.

En febrero de 1989 Rabin les dijo a un grupo de dirigentes de Paz Ahora que las negociaciones con la OLP no significaban nada, eran un pretexto para permitir ganar tiempo y aplastar definitivamente a los palestinos. Y los aplastaremos, dijo, los reduciremos a ceniza.

No ha sucedido.

Sí ha sucedido. la lntifada estaba apagada, muerta y Rabin la ha vuelto a prender con su propia violencia. Ha continuado con los asentamientos en los territorios ocupados, exactamente como habían vaticinado los que tenían los ojos abiertos. Aunque hubo un cierto parón ampliamente publicitario, estaba claro que era un fraude. Foxman lo sabía. Estoy seguro que lee la prensa israelí.

Lo que detuvo Rabin fueron parte de los planes más delirantes de Sharon. Éste se dedicaba a construir casas por todas partes, incluso en lugares adonde no iba a acudir nadie, y que el país no podía financiar. Rabin diseñó un plan de asentamientos más racional. Creo que la cifra correcta es de 11.000 nuevas viviendas.

Los laboristas tienen una política más racional que el Likud, y ésa es una de las razones de por qué EEUU ha preferido siempre a los laboristas. Los dos hacen lo mismo, pero éstos lo hacen más tranquilamente, sin tanto alboroto. Son más modernos en sus orientaciones, sintonizan mejor con la hipocresía occidental. También son más realistas. En lugar de tratar de establecer siete zonas de asentamientos apuestan por cuatro.

Pero el objetivo es el mismo, instalar asentamientos que dividan Palestina. Conectarán los asentamientos judíos mediante una bueno red de carreteras que rodeen los pueblecitos árabes de las cimas de las colinas. Se quieren asegurar que ninguna autonomía local se convierta en el embrión de un Estado independiente. Todo esto está sucediendo y EEUU continúa apoyándolo. (Como se ha encaraado de decir claramente Rabin en Washington durante la firma de los acuerdos de paz, de su paz. No habrá nunca un Estado)

- Críticos del movimiento palestino han apuntado que lo que ellos llaman «Intrafada», el hecho de que haya palestinos matando otros polestinos, pudiera justificar el control israelí y deslegítimar las aspiraciones palestinas.

- Volvamos la mirada al movimiento sionista. Ha habido una gran cantidad de judíos muertos a manos de otros judíos. Han matado a colaboradores, traidores y a gente que creían que eran traidores. Y no estaban bajo las extremas condiciones que sufren los palestinos. Como han apuntado muchos israelíes, los británicos no eran estupendos, pero eran verdaderos caballeros comparados con nosotros.

La fuerza de defensa Haganah basada en el partido laborista, dispone de salas de tortura y de asesinos profesionales. Leí el relato del primer asesinato en la historia oficial de Haganah. Lo describía con gran claridad.

Sucedió en 1921. Un judío alemán llamado Jacob de Haan tenía que ser ejecutado, ya que trataba de iniciar una aproximación a los palestinos de la zona y comprobar cómo iban a ser las relaciones entre éstos y los nuevos pobladores judíos. Su asesinato fue asumido por la que sería la esposa del primer presidente de Israel. Dijeron que otra causa que lo había motivado era su condición de homosexual.

Yizhak Shamir se convirtió en el líder de la banda Stern asesinando al que estaba designado para ejercer ese papel. Por varias razones no le gustaba. Shamir le invitó a dar un paseo por la playa. Nunca volvió. Todo el mundo sabe que Skamir le asesinó.

La Intifada comenzó a convertirse en un proceso autodestructivo bajo una tremenda represión, y las ejecuciones escaparon a todo control. Empezó a ser una manera de dirimir viejas rencillas y los gángsteres mataban a quien se les antojaba. Al principio estuvo perfectamente disciplinada, pero se convirtió en algo caótico, de asesinatos indiscriminados, algo que encandila a los israelíes. Así pueden señalar lo locos que son los árabes.

- Los ísraelíes son una peligrosa vecindad.

- Cierto. Ayudan a que cualquier cosa se convierta en algo peligroso.

Gandhi, la no violencia y la India

- Nunca he he oído hablar sobre Gandhi. Orwell escribió sobre él que «comparado con otros lugares políticos de nuestra época, Gandhi ha dejado tras de sí un imborrable perfume». ¿Cuál es su punto de vista sobre el Mahatma?

- No me gustaría aventurar opiniones sin un análisis previo más riguroso sobre sus hechos y sus logros. Hay cosas positivas, por ejemplo su énfasis sobre el desarrollo de los pequeños pueblos, la ayuda mutua, y los proyectos comunales. Han sido una gran contribución a la historia de la India. Implícitamente sugería un modelo de desarrollo que podía ser más humano y tener más éxito que el modelo estalinista que fue adoptado, que primaba la industrialización, el desarrollo de la industria pesada, etc.

Realmente es necesario reflexionar acerca de sus discursos sobre la no violencia. Estoy seguro que casi todo el mundo está a favor de la no violencia y en contra de la violencia, ¿pero bajo qué condiciones y cuándo? ¿Es un principio absoluto?

- Ya sabe lo que Gancihí le dijo a Lewis Fisher en 1938 acerca de los judíos en Alemania, que tenían que haberse suicidado en masa, lo que hubiera «levantado al mundo y a las masas alemanas en contra de Hitler».

- Le estaba haciendo una propuesta táctica, no de principios. No le estaba proponiendo que caminasen pacificamente hasta las cámaras de gas, en virtud del principio de la no violencia. Le estaba diciendo que si lo hacían, podrían mejorar el método.

Si se divorcia esta propuesta de cualquier principio que se relacione con otros sobre la supervivencia de la gente, es posible que hubiera levantado al mundo en contra de los nazis de tal forma que el holocausto no hubiera tenido lugar. No lo creo pero no es totalmente imposible. Por otra parte, los judíos europeos no tenían mucho donde escoger en las circunstancias en las que se encontraban, que eran bochornosas a los ojos de todo el mundo.

- Orwell añadió que después de la guerra Gandhi justificó sus posiciones diciendo que «los judíos hubieran muerto de cualquier forma y podrían haber muerto de manera significativa».

- De nuevo esta formulando una propuesta táctica no un principio. Hay que preguntarse por las consecuencias que la acción que él recomendaba hubieran podido tener. Esto es especular sin base ni evidencia. Pero si él hubiera propuesto lo que usted señala antes del final de la guerra hubiera sido grotesco.

Lo que debe ser enfatizado es lo siguiente. «Mira, la gente desprovista de cualquier tipo de poder que es llevada al matadero no puede hacer nada. Por lo tanto corresponde a otros impedir que sea masacrado». Aconsejarles sobre la forma en que deben ser sacrificados es poco edificante, por usar una expresión suave.

Se puede afirmar lo mismo sobre montones de cosas. Por ejemplo, sobre la gente que está siendo torturada y asesinada en Haití. Habría que decirles: «lo que tienes que hacer es dirigirte al carnicero y presentarle tu cabeza para que te la corte, y así quizá el mundo quiera enterarse». Puede ser. Pero sería una idea mucho más positiva decir a las personas que están facilitando a los matarifes los cuchillos, que podrían dedicarse a otra cosa.

Predicar la no violencia es fácil. Se puede tomar en serio cuando lo dice alguien como Dave Dellinger, un pacifista y activista durante toda su vida, que se unió a las víctimas en su sacrificio.

- La India está plagada de movimientos separatistas. En Cachemira hay una confusión tremenda, está militarmente ocupada por el Ejército hindú y se producen asesinatos, detenciones y una conculcación masiva de los derechos humanos.

Me gustaría que comentara algo sobre la tendencia en el Tercer Mundo de culpar a los antiguos amos colonialistas de los problemas que asolan sus países hoy en día. Parecen decir «bien, la India tiene problemas pero es culpa de los británicos, antes esto era un país feliz».

- Es difícil señalar culpables de los desastres históricos. Es como intentar señalar al culpable de la salud de una persona previamente hambrienta y enferma. Existe una enorme cantidad de factores diferentes. Pongamos por caso que esa persona ha sido torturada, lo que sin duda ha tenido graves efectos. Pero cuando finallzó la tortura esa persona tuvo una dieta deficiente, llevó una vida disoluta y murió por los efectos combinados de todo lo anterior. Ése es el caso del que estamos hablando.

No hay duda de que el régimen imperialista que sufrieron fue un completo desastre. En la India, cuando los británicos al principio de la conquista llegaron hasta Bengala, esa tierra era uno de los lugares más ricos del mundo. los británicos mitad mercaderes mitad soldados lo describieron como un paraíso. Esa zona se llama ahora Bangla Desh y Calcuta, los símbolos de la desesperación y la falta de futuro.

Había grandes área de cultivo que producían un algodón extraordinariamente fino. Tenían un sistema manufacturero avanzado para la época. Por ejemplo una firma india tejió una de las banderas del buque insignia de un almirante inglés durante las guerras napoleónicas. No fue tejida en las fábricas inglesas, se tejió en las hindúes.

Se puede leer lo que sucedió en los libros de Adam Smith, escritos hace 200 años. Smith deploraba lo que los ingleses estaban haciendo en Bengala. Como escribió, primero destruyeron la economía agrícola y luego «convirtieron la escasez en hambre». Uno de los métodos que usaron fue dedicar los campos de labranza al cultivo de la adormidera, ya que el opio era uno de los pocos productos que podían venderles a los chinos. Fue entonces cuando se produjo una enorme hambruna en Bengala.

Los británicos también trataron de destruir, en las zonas de la India que controlaban, el sistema de manufactura existente. Empezaron hacia el año 1700 imponiendo duros aranceles a los productos indios para que no compitieran con los británicos. Tenían que paralizar su producción y destruir su industria textil ya que éstos contaban con considerable ventaja. Usaban un algodón de mayor calidad y su tejido era comparable, si no mejor que el británico.

Los ingleses tuvieron éxito. la India fue desindustrializada, y empujada a adoptar de nuevo una economía rural. Mientras la revolución industrial se extendía por Inglaterra, la India se estaba convirtiendo, de la mano de sus amos ingleses, en una economía pobre, agrícola y rural.

Fue en 1846, cuando sus competidores habían sido prácticamente destruidos y los británicos estaban a la cabeza del comercio mundial, cuando éstos descubrieron «el libre comercio». Se hace preciso leer a los historiadores liberales ingleses, los grandes defensores del libre comercio, los amigos de James Hill lo tenían muy claro. En esa época afirmaban «mira, lo que se está haciendo en la India no está bien, pero no hay otra solución si queremos que sobrevivan los campos de Lancaster. Tenemos que destruir a nuestros competidores».

Y así lo siguieron haciendo. Podemos analizar caso por caso. En 1944 Nehru escribió un libro bien interesante, El descubrimiento de la India, en una prisión británica. En él se manifestaba que si se observaba el control y la influencia de los británicos en cada región de la India, podría observarse cómo se corresponde con su progresivo empobrecimiento. Cuanto más tiempo los británicos estuvieron en una zona más pobre se converfia. La peor parte le tocó a Bengala, lo que hoy es Bangla Desh.

Se pueden seguir los mismos acontecimientos en Canadá y en Norteamérica. Diezmaron a la población. Esto lo mantienen no sólo los políticos de ahora; se puede corroborar en los escritos de los «padres fundadores».

El primer secretario de Defensa, el general Henry Knox dijo que lo que los ingleses hicieron con la población indígena era peor que lo que habían hecho los españoles en México o Perú. También afirmó que los futuros historiadores contemplarían la destrucción de estos pueblos, lo que más tarde denominaríamos genocidio, y la pintarían con tenebrosos colores.

Esto siempre se ha sabido. Tiempo después de que John Quincy Adams, el padre intelectual del Destino Manifiesto, abandonara el poder, se convirtió en un adversario de la esclavitud y de la política contra los indígenas. Mantuvo que ni él ni sus compañeros, se verían envueltos, en un crimen de exterminio de tal magnitud y que sin duda Dios les castigaría por sus enormes pecados.

América Latina fue un caso más complejo, pero la población inicial fue prácticamente destruida en poco más de 150 años. Mientras tanto, a los africanos se les arrancó de sus tierras para traerlos de esclavos. Esto contribuyó a devastar África antes del período colonial, y así se pudo llevar a cabo la conquista con más facilidad.

Después de que Occidente saqueara los colonias a conciencia, lo que contribuyó a nuestro desarrollo, se instituyó un mal llamado neocolonialismo, unas relaciones que significan dominación sin administración directa. Después de eso vino el desastre.

- Divide y conquistarás.

Para continuar con la India, háblenos de la política de divide y vencerás del virrey británico, que enfrentó a hindúes con musulmanes. Todavía hoy pueden apreciarse los resultados.

- Naturalmente todo conquistador trata de enfrentar a unos contra otros. Por ejemplo, estoy pensando en que el 90% de las fuerzas que los británicos usaron para controlar la India eran hindúes.

- Existe esa sorprendente estadística de que en la época de mayor apogeo del imperio británico en la India, no había más de 150.000 británicos en la zona.

Esto sucede en todas partes. Fue cierto cuando las fuerzas estadounidenses conquistaron Filipinas, matando un par de cientos de miles de personas. Fueron ayudados por las tribus autóctonas, explotando en su favor los conflictos entre ellas. Hubo miles que se enrolaron en las tropas conquistadoras.

Pero dejemos por un momento el Tercer Mundo, contemplemos la conquista nazi de hermosos y civilizados lugares de la Europa Occidental como Holanda, Bélgica o Francia. ¿Quién se dedicaba a acosar a los judíos? A menudo los propios habitantes. En Francia lo hicieron a más velocidad de lo que permiria la maquinaria nazi. los nazis utilizaron también a los judíos contra los propios judíos.

Si los rusos hubieran conquistado Estados Unidos, Ronald Reagan, George Bush, Elliot Abrams y el resto de esa banda probablemente hubieran colaborado con los invasores para mandar a parte de la población a campos de concentración. Tienen todos los rasgos precisos para hacerlo.

Ése es el modelo tradicional. los invasores tratan siempre de usar a colaboradores para que les hagan parte de la tarea sucia. Juegan con gran naturalidad con las rivalidades existentes entre los distintos grupos para enfrentarlos unos contra otros.

Está sucediendo ahora con los kurdos. Occidente está tratando de movilizar a los kurdos iraquís para que destruyan a los kurdos turcos, que son de lejos el grupo más numeroso y más reprimido de esta etnia. Aparte de lo que podamos pensar de esas guerrillas, no hay duda de que gozan de considerable apoyo popular en el sudeste de Turquía.

Las barbaridades que han hecho los turcos con el pueblo kurdo no aparecen en la prensa occidental, ya que los turcos son nuestros aliados. En mitad de la Guerra del Golfo estuvieron bombardeando enclaves kurdos y cientos de miles de personas tuvieron que abandonarlos.

Ahora el objetivo occidental es utilizar a los kurdos iraquís para «restaurar la estabilidad» en Irak, es decir el sistema de dominación occidental. Además se está tratando de utilizarlos para destruir a los kurdos turcos y asegurar el crecimiento e influencia de Turquía como potencia en la zona.

En octubre de 1992 hubo un vergonzoso incidente en el que se produjo una operación de pinza entre el Ejército turco y la guerrilla kurda iraquí para destruir a los kurdos de Turquía.

Y sus líderes junto con una parte de su pueblo están colaborando en el proceso porque pueden sacar algo positivo. Se puede entender la postura, no aceptarla, pero sí entenderla.

Han sido pueblos que han recibido palos desde todos lados. Si para sobrevivir tienen que agarrarse a un clavo ardiendo lo hacen. Si eso significa ayudar a destruir a sus propios primos al otro lado de la frontera lo hacen.

Así se conquistan zonas enteras. Siempre ha Funcionado así. En la India también.

No es que la India fuera un lugar idílico antes, no lo era, claro que el hemisferio occidental tampoco era una utopía pacifista. Pero no hay duda que a casi todos los lugares a los que llegaban los europeos la violencia se incrementaba significativamente. Hay historiadores militares serios que no lo ponen en duda, y ya era evidente en el siglo XVIII. De nuevo puede leerse en Adam Smith.

Una razón es que Europa ya había tenido su buena ración de violencia interna, lo que había edificado una cultura de la violencia más importante que la propia tecnología que era de menor rango.

La descripción de lo que habían hecho los europeos es monstruosa. Los comerciantes holandeses y británicos, en realidad comerciantes guerreros, fueron a Asia, a zonas que habían estado funcionando perfectamente, con reglas establecidas. Eran zonas que podríamos denominar de «libre comercio».

Los europeos destruían todo lo que encontraban a su paso. Y así en todo el mundo, con pocas excepciones. Las guerras de los europeos eran guerras de exterminio. Si fuéramos honestos podriamos describirlas como invasiones bárbaras.

Los nativos nunca habían visto algo parecido. Los únicos que pudieron defenderse durante cierto tiempo fueron China y Japón.

China tenía la tecnología y el gobierno necesario para sostener la defensa hasta el siglo XIX.

Japón pudo arreglárselas para mantenerse incólume. Esto explica su posterior desarrollo económico dentro del Tercer Mundo. Parece sorprendente, pero la única parte del Tercer Mundo que no fue colonizada ha sido la única capaz de industrializarse. No es una coincidencia.

Y este hecho viene refrendado por la historia de la propia Europa. las zonas que fueron colonizadas, como Irlanda, son las que han sufrido un mayor grado de tercermundización. Cuando la gente del Tercer Mundo maldice el imperialismo por sus consecuencias, tiene buenas razones para hacerlo.

Es interesante comprobar cómo se contempla este fenómeno hoy en día en Occidente. El 7 de enero de 1993 había un fantástico articulo en The Wall Street Journal que criticaba la intervención en Somalia. Estaba firmado por un miembro del Hoover Instituto de Stanford, Angelo Codevilla y venía a decir lo siguiente: el problema occidental es que sus intelectuales odian su propia cultura y reniegan del colonialismo. Sólo las civilizaciones de gran generosidad pueden asumir tareas tan nobles como el colonialismo, que trata de rescatar a los bárbaros de todo el mundo de su miserable destino. los europeos fueron capaces de hacerlo, y por supuesto les reportó enormes riquezas y beneficios. Pero esos intelectuales que abominaban de su propia cultura les obligaron a retirarse. El resultado está hoy a la vista.

Realmente hay que remontarse hasta los archivos de los nazis para encontrar algo semejante. Aparte de la supina ignorancia, tan colosal que sólo puede aparecer en un periódico poblado de «intelectuales», el nivel moral es tan bajo que para encontrar parangón hay que remitirse a los nazis. Y esto aparece en las páginas de opinión de The Wall Street Joumal. Seguramente no levantó mucha crítica adversa.

Es también interesante leer los periódicos más derechistas de Inglaterra, Sunday Telegraphy Daily Telegraph cuando Rigoberta Menchú gana el Premio Nobel de la Paz. Estaban furiosos, especialmente su corresponsal en Centroamérica. Su punto de vista era que, bueno, sí había habido algunas atrocidades en la zona, pero, o habían sido cometidas por la guerrilla izquierdista, o eran una respuesta razonable de la sociedad bienpensante guatemalteca a las atrocidades de los marxistas. Vamos, que darle el Nobel de la Paz a una persona que ha estado torturando indígenas durante tantos años, a Rigoberta Menchú!

Me es difícil reproducir esto. Hay que leer el original. De nuevo hay que remitirse a los archivos de los nazis o de los peores estalinistas para encontrar algo parecido. Pero son elementos típicos de la cultura británica o norteamericana.

La inmencionable palabra de cinco letras: las raíces del racismo.

- En todo el mundo, desde Los Ángeles a los Balcanes, desde el Cáucaso a la India, hay un resurgimiento del tribalismo, del nacionalismo, del fanatismo religioso, del racismo. ¿Por qué en este momento?

En primer lugar recordemos que siempre ha estado presente. - De acuerdo, pero parece haberse recrudecido.

- Hay partes del mundo donde es más pronunciado. En Europa del Este. Toda Europa es muy racista, incluso peor que Estados Unidos, pero en Europa del Este es escandaloso. Esa sociedad siempre ha sido amargamente racista. Una razón por la que muchos de nosotros estamos hoy aquí, en EEUU, es porque nuestros abuelos huyeron de eso.

Hasta hace un par de años Europa del Este estaba bajo una opresiva tiranía, el sistema soviético. Éste había inmovilizado a la sociedad civil, lo que suponía que había suprimido lo que estaba bien, pero también lo que estaba mal. Ahora que esa tiranía ha desaparecido la sociedad civil despierta de su letargo, con todas sus verrugas, que no son pocas.

En todo el mundo, pongamos África por caso, se cometen todo tipo de atrocidades. Allí siempre las ha habido. Las peores fueron cometidas en los ochenta. Exactamente entre 1980 y 1988, Estados Unidos apoyó las salvajadas de Sudáfrica que causaron millón y medio de muertos y 6.000 millones de dóIares en pérdidas, sólo en la zona que hace frontera con Sudáfrica.

Aquí nadie se preocupó del asunto porque Estados Unidos apoyaba las acciones. Si se retrocede hasta los años setenta se puede observar la matanza de decenas de miles de personas en Burundi. Tampoco se preocupó nadie.

En Europa Occidental hay un incremento del regionalismo, que, en parte refleja el declive de sus instituciones democráticas. la gente está tratando de preservar su identidad al observar el proceso de unión dé la Comunidad Europea y su conversión en un organismo supraestatal de toma de decisiones por parte de los grandes grupos económicos. Este proceso conduce al regionalismo, con aspectos positivos y negativos. Esto no es toda la historia, pero si una parte.

- Alemania tuvo la política de asílo más liberal del mundo, y ahora quiere limitar las libertades públicas y prohibir los partidos políticos.

- Se habla mucho sobre el racismo alemán, y con razón. Por ejemplo, expulsar a los gitanos de vuelta a Rumania es un escándalo inconcebible. Se les trató como a los judíos en el holocausto, pero nadie movió un dedo, porque a nadie le importa un comino los gitanos.

Pero deberíamos recordar que están sucediendo otras cosas que tienen incluso menos publicidad. En España, por ejemplo. Se la admitió en la Comunidad Europea con varias condiciones. Una era que debía establecer una barrera para proteger a Europa de las hordas del Norte de África, que algunos europeos temían que fueran a anegar sus países.

Se han producido cientos de actuaciones de la policía y la marina españolas para expulsar a la gente que conseguía cruzar el estrecho y devolverles a su país. Es terrible.

Por supuesto existen razones por las que los africanos tratan de llegar a Europa y no se dirigen hacia otra dirección; 500 años de razones. Pero está sucediendo y los europeos se niegan en redondo a admitirlos. Quieren preservar su riqueza y mantenerla fuera del alcance de los pobres.

En Italia está sucediendo lo mismo. la liga lombarda, que contiene una buena cantidad de elementos fascistas en su seno, ganó recientemente unas elecciones. No quieren mezclarse con los pobres del sur de su propio país. Y mucho menos con los africanos que llegan a través de Sicilia. Los italianos del norte no quieren pobres, quieren gente rica y blanca.

- Esto nos lleva a la cuestión de la raza y el racismo y cómo intervienen estos conceptos en las relaciones entre el Norte y el Sur.

Siempre ha habido racismo. Pero se desarrolló como un principio de percepción y pensamiento en el contexto del colonialismo. Era comprensible. Cuando se tiene la bota sobre el cuello de alguien, hay que justificarlo. La justificación solía consistir en su depravación.

Esto es más sorprendente en el caso de pueblos muy parecidos entre sí. Echemos un vistazo a la conquista británica de Irlanda, la primera de las conquistas occidentales. Fue descrita en los mismos términos que la conquista de África. Los irlandeses eran una raza distinta. No eran humanos. No eran como nosotros. Había que destruirlos.

- Algunos marxistas sostienen que el racismo es producto del sistema capitalista. ¿Acepta usted esta teoría?

- No. Tiene que ver con la conquista, con la opresión. Si se está robando a alguien, oprimiéndole, dictando su vida, habría que ser muy singular para decir: «Mira, soy un monstruo. Hago esto por mi propio beneficio». Ni siquiera Himmler lo diria.

Una técnica clásica de desarrollo de las creencias se relaciona íntimamente con la opresión, bien se esté conduciendo a alguien a la cámara de gas, o cobrándole de más en la tienda de la esquina. La reacción clásica es pensar que lo que se está haciendo es a causa de su propia depravación, para hacerle un bien.

Si es por su propia depravación debe haber algo que le haga diferente de mí. La diferencia puede consistir en cualquier cosa que encuentre.

- Y ésa es la justificación.

Entonces se convierte en racismo. Siempre se puede encontrar algo, el color del pelo o de los ojos, que son gordos o homosexuales. Se encuentra algo que sea lo suficientemente diferenciador. Por supuesto también se puede mentir.

Obsérvese a serbios y croatas. No se pueden distinguir unos de otros. Usan diferente alfabeto pero la misma lengua. Pertenecen a distintas ramas de la Iglesia católica. Esto es todo. Pero parte de ambos grupos están dispuestos a asesinar y destruir al contrario. No pueden imaginar tarea más elevada.

- Se supone que ideología y propaganda son fenómenos de otras culturas. No existen en Estados Unidos. Al concepto de clase le sucede lo mismo. Usted lo ha llamado la inmencionable palabra de cinco letras .

- Es interesante comprobar como funciona. Las estadísticas sobre calidad de vida, mortalidad infantil, esperanza de vida, están siempre compartimentadas por razas. Siempre demuestran que los negros tienen unos índices espantosos comparados con los de los blancos.

Pero Vicente Navarro, profesor en Johns Hopkins y estudioso de la salud publica, ha realizado un interesante trabajo. Decidió volver a analizar las encuestas separando los factores de raza y clase. Por ejemplo analizaba a trabajadores negros y trabajadores blancos comparados con ejecutivos negros y ejecutivos blancos. Descubrió que muchas de las diferencias entre blancos y negros son diferencias de clase. Si se comparan a trabajadores blancos pobres con ejecutivos blancos, la diferencia es enorme.

Obviamente su estudio tenia mucho que aportar sobre epidemiología y salud publica así que lo envío a las principales revistas medicas norteamericanas. Todas lo rechazaron. Entonces lo envío a la revista mas prestigiosa del mundo en el tema, la británica Lancet. La aceptaron sin problemas.

La razón estaba clara. En Estados Unidos no se puede hablar de diferencias de clase. De hecho, solo se le permite a dos grupos tener conciencia de clase. Uno es el mundo de los negocios, que es agudamente consciente. Cuando se lee la literatura que producen, se comprueba que esta preñada de temor a las masas; habla de su creciente poder y de la forma en que hay que defenderse de ellas. Es como una inversión vulgar del marxismo.

El otro grupo es el de los políticos de altura del gobierno. Hablan de la misma forma, de como hay que preocuparse acerca de las aspiraciones del hombre común y de las masas empobrecidas que tratan de mejorar su condición y salir de su pobreza, alterando el clima económico.

Ellos pueden tener conciencia de clase. Tienen un trabajo que hacer. Pero es extremadamente importante hacer creer al resto de la población que no existen cosas como clases sociales. Todos somos iguales, todos somos americanos, vivimos en armonía, trabajamos juntos, y todo es maravilloso.

Tómese por ejemplo el libro Mandato para el cambio publicado por Progressive Policy Institute, el cofre de donde salen casi todas las ideas de Clinton. Es un libro que se puede comprar en los quioscos de los aeropuertos, forma parte de la campaña de Clinton. Tiene un capítulo dedicado a la economía empresarial que es la que va a superar las posiciones de izquierda y derecha.

Combate las viejas ideas liberales sobre el Estado de bienestar, ya se sabe, sobre los derechos de la población y ayudcir a los madres a que alimenten a sus hijos, eso está pasado. No vamos a seguir en la misma política caduca. Ahora se va a desarrollar una política económica competitiva, se van a incrementar las inversiones y el crecimiento. A la única gente que queremos ayudar es cí los trabajadores y a las empresas donde trabajan.

Según este cuadro todos somos trcibajadores. Hay empresas donde trabajar y queremos mejorarlas, de la misma forma que uno mejora una cocina, se compra una nevera nueva etc.

Pero se echa en falta a alguien en esta historia. No hay gerentes, no hay jefes, no hay inversores. No existen. Sólo hay trabajadores y las empresas donde trabajamos. Y lo que le interesa a la administración es ayudar a la gente en sus empresas.

La palabra empresarios sólo aparece una vez, creo. Sólo hay gente que ayuda a los trabajadores y ci las empresas donde trabajan. La palabra beneficios también ciparece sólo una vez- No se cómo consiguieron meterla a hurtadillas, es otra fea palabra, corno clase.

O tomemos la palabra empleo. Ahora se usa para denominar a los beneficios. Asi cuando Bush aterrizó en Japón con Lee lacocca y el resto de ejecutivos del sector del automóvil, sus palabras mágincas eran empleos, empleos, empleos". Era todo lo que iban buscando.

Ya sabemos cuánto se preocupa Bush por el empleo. Sólo hay que mirar lo que ha sucedido durante su mandato, cuando el número de parados o trabajadores en precario llegó a 17 millones, habiéndose registrado durante su presidencia un incremento de 8 millones.

Estaba creando las condiciones para exportar empleos. Debilitar a los sindicatos y bajar el nivel de vida. De forma que ¿qué quiere decir cuando él y los medios de comunicación se desgañitan gritando «empleos, empleos, empleos»? Obviamente «beneficios, beneficios, beneficios». Una manera de incrementar los beneficios.

La idea es pintar un cuadro para que la gente crea que todos somos una familia feliz. Somos americanos, tenemos un interés nacional, todos trabajamos juntos. Todos somos excelentes trabajadores, incluidas las empresas en las que trabajamos y al gobierno que trabaja para nosotros. Son nuestros servidores.

Y lo que aquí existe puede aplicarse a todo el mundo. No hay conflictos, no hay distintas categorías de personas, no hay estructura que trascienda al sistema. Por supuesto no hay clases. A no ser que se pertenezca a la clase dominante, en cuyo caso la conciencia de clase estará bien establecida.

- ¿De manera que fenómenos exóticos como la opresión de clase y la lucha de clases sólo ocurren en libros siniestros y en Marte?

- O en la prensa y la literatura económica, donde no deja de escribirse sobre ellos. Existen ahí porque tienen que preocuparse sobre ellos.

- USA utilíza el térmíno «éste». El bien conocido economista político e historiador Samír Amin dice que les concede demasiada Importancia. El prefiere el término «clase dominante». Además es mucho más reciente el término «la clase dominante».

- La única razón por la que no utilizo el término «clase» es porque la terminología del discurso político está tan descentrada, tan desarraigada, que es difícil encontrar los términos precisos. Esto forma parte del objetivo del propio discurso político, que sea imposible hablar. Además la palabra clase provoca distintos tipos de asociaciones. En cuanto se pronuncia hay personas que se desmayan. Piensan: «Aquí huele a marxista».

Otro inconveniente es que se tiene que realizar un concienzudo análisis de clases, no se puede hablar sólo de la clase dominante. ¿Son parte de la clase dominante los profesores de Harvard? ¿Y los editores de The New York Times? ¿Y los burócratas del Departamento de Estado? Hay una gran cantidad de distintas categorías de personas. De forma que se puede hablar sólo vagamente acerca del establishment o de las élites o de los sectores dominantes.

Pero, estoy de acuerdo, no se puede obviar que existen agudas diferencias sociales basadas en hechos que, en último término, se enraizan en el sistema económico. Se puede hablar de amos si se quiere. Son palabras de Adam Smith, y este autor está nuevamente de moda. la élite son los amos, que pretenden lo que él llamó «la máxima ruindad», esto es, «todo para nosotros y nada para los demás».

- Usted dice que esencialmente el concepto de clase trasciende al de raza.

- Sin duda. Por ejemplo Estados Unidos podría convertirse en una sociedad sin prejuicios de color. Es posible. No creo que vaya a suceder, pero sería perfectamente posible. Pero no cambiaría el sistema de política económica. De la misma forma que las mujeres han atravesado el hielo y esto no ha cambiado el sistema económico en absoluto.

- Ésta es una de las razones por las que normalmente se verifica que la clase dominante no tiene ningún problema en apoyar las iniciativas tendentes a la supresión de la discriminación sexual y racial. No importa demasiado. Se pueden perder algunos ejecutivos blancos masculinos, pero no importa siempre y cuando el sistema de dominación permanezca intacto.

-Y se puede pagar menos a los mujeres.

- O se les puede pagar lo mismo. En Inglaterra aguantaron pacientemente 10 largos años con la Dama de Hierro en el gobierno. Peor incluso que Reagan.

- Así que para huir abundando en las zonas oscuras de la democracia líberal, donde existe esta pirámide control y dominacián, donde hay discriminacián de clase raza y sexo, existe la coerción, la fuerza.

- Proviene del hecho de que el poder objetívo está concentrado. Reside en varios lugares, en el patriarcado, en el factor raza. Especialmente en la propiedad.

Si se piensa en la forma en que la sociedad funciona, se asemeja mucho a la que describieron nuestros «padres fundadores». Como dijo John Jay, el país debería ser gobernado por los que poseen, y los propietarios tienden a seguir la cita de Adam Smith, la «máxima ruindad». Ése es el núcleo de las cosas. Puede seguir existiendo incluso si cantidad de cosas cambian.

Por otro lado, son ciertamente peores otras formas de opresión. Para la vida de la gente el racismo y el sexismo puede ser mucho peores que la opresión de clase. Cuando un niño fue linchado en el sur del país, ese suceso fue sin duda mucho más grave que los bajos salarios que se estaban pagando. De manera que cuando hablamos de las raíces del sistema de opresión, no puede cuantificarse en términos de sufrimiento. El sufrimiento constituye una dimensión distinta que trata de evitarse.

Naturaleza hurnana y autopercepción

- ¿Se puede aprender el racismo o es algo con lo que se nace?

- No creo que ninguna de las dos posibilidades sea cierta. No hay duda de que la naturaleza humana es rica y compleja. No somos piedras. Cualquiera en su sano juicio sabe que gran parte de lo que somos viene genéticamente determinado, incluidos aspectos de nuestra conducta o actitudes. No hay duda.

Cuando se intenta ir más allá, y preguntarse sobre qué es eso, se entra en un capítulo de ignorancia general. Sabemos que hay algo en la naturaleza humana que nos fuerza a que nos crezcan brazos, no alas y que va más allá de la pubertad, hasta la edad madura. Y ahora sabemos que la adquisición del lenguaje, o el sentido de la vista, son parte de la naturaleza humana en sus aspectos más fundamentales.

Cuando nos referimos a modelos culturales, sistemas de creencias o cosas parecidas, la opinión del tipo que te encuentra en la parada del autobús es tan correcta como la del mejor científico. Nadie sabe nada. la gente puede especular pero en realidad no se sabe nada.

En este aspecto particular lo único que podemos hacer razonablemente por tanto, es especular. Creo que la que he subrayado puede ser una suposición razonable. No es que el racismo esté en nuestros genes. Lo que está en nuestros genes es la necesidad de proteger nuestra propia imagen. Probablemente resida en nuestra naturaleza encontrar una forma de reconvertir lo que hacemos en algo que nos permita vivir con nuestros actos sin traumas.

Es lo mismo que sucede en la esfera social, incomparablemente mayor, donde funcionan las instituciones y los sistemas de opresión y de dominación. la gente que esta al mando, que está oprimiendo a otros, tiene que justificarse a sí misma. Se puede realizar de forma sencilla o sofisticada, pero tiene que hacerse. Es propio de la naturaleza humana. Una de esas consecuencias puede convertirse en racismo. También puede convertirse en otra cosa.

Tomemos a los sofisticados. Uno de los gurús intelectuales de los últimos tiempos en Estados Unidos es Reinhold Niebuhr. Se le ha llamado el «teólogo del sistema». Ha sido reverenciado por los típicos liberales de la era de Kennedy, por gente como Georges Kennan. Se le ha considerado como un maestro moral de las generaciones contemporáneas.

Es instructivo echar una mirada a las causas por las que ha sido tan exaltado. Tuve que estudiar su material una vez. Se suponía que iba a haber un capítulo dedicado al tema en uno de mis libros, pero el editor pensó que iba a ser demasiado oscuro para el público y no lo incluí. Su nivel intelectual es increíblemente bajo, es difícil permanecer serio durante su lectura.

Pero hay algo que lo hace llamativo, su concepto de la «paradoja de la gracia». lo que viene a decir es que no importa lo bien que pretendas comportarte, al final siempre vas a causar daño. Por supuesto es un intelectual, de forma que todo el concepto está adornado de grandes palabras, pero al final lo que se deduce es sólo eso.

Es realmente un consejo edificante para la gente que está pensando en engrosar las filas del crimen. «No importa cuánto te esfuerces en hacer el bien, siempre vas a causar daño a otras personas. No se puede evitar». Es una idea maravillosa para un padrino de la mafia. Puede hacer lo que quiera. Si hace daño a alguien debe limitarse a exclamar: «Oh Dios mío, la paradoja de la gracia».

Esto explica porqué Niebuhr era tan atrayente para los intelectuales norteamericanos de después de la 1ª Guerra Mundial. Se estaban preparando para arrastrar una vida de grandes crímenes. Iban a ser los ejecutores o los apologetas de un período de grandes conquistas globales.

Controlar el mundo significa obviamente arrastrar enormes crímenes. Pero ¿no es magnífico tener esa doctrina respaldándonos?

Por supuesto que queremos ser bondadosos y humanos pero no podemos evitar la «paradoja de la gracia».

Vuelvo a señalar que si se es un intelectual, se puede revestir la teoría de hermosos ropajes y escribir artículos sobre ella, pero el mecanismo es bien simple.

Supongo que todo esto forma, si se quiere, parte de nuestra naturaleza. Pero no se puede teorizar tan groseramente; ni siquiera llega a ser una teória propiamente dicha. Todo el mundo sabe por propia experiencia cómo es la naturaleza del ser humano, cómo actúa y porqué, si uno se para a pensar en ello. No es Física Cuántica.

- ¿Qué me dice de lo que se ha denominado «la ética de la competitividad»? ¿Hay alguna evidencia de que seamos competitivos por naturaleza? Muchos defensores del mercado libre y del capitalismo mercantil afirman que hay dar a la gente la posíbilidad de competir ya que es algo consustancial.

- Existen ciertas condiciones en que la gente compite y ciertas condiciones en que la gente coopera. Por ejemplo supongamos en una familia en que la persona que traiga el dinero para alimentarla, él o ella, pierda su trabajo, y no haya suficiente dinero para alimentos.

Probablemente el padre sea el individuo más fuerte. ¿Robaría toda la comida a la familia y dejaría que los niños mueran de hambre? Supongo que hay gente que lo hace, pero entonces se la encierra. En todas partes hay mentes patológicas. Lo normal es compartirla.

¿Significa esto que no son competitivos? No. Significa que en esas circunstancias se comparte. Esas circunstancias pueden extenderse rápidamente, por ejemplo pueden extenderse a toda la clase trabajadora. Es entonces cuando se producen períodos de solidaridad entre los trabajadores, cuando la gente lucha junta para crear sindicatos y mejorar las condiciones de trabajo.

Y esto ocurre también en Estados Unidos. Recuérdese la huelga de Homestead de hace un siglo, cuando Andrew Carnegie cerró su acería a los trabajadores en huelga. Ese fue un período de enorme rivalidad étnica y racismo, dirigida fundamentalmente a los emigrantes procedentes de Europa del Este, húngaros y eslovacos. Pero durante ese conflicto lucharon codo con codo. Es uno de los pocos períodos de armonía étnica. Todos luchaban juntos, los anglosajones, los alemanes y el resto de trabajadores.

Déjeme que le cuente una historia personal. Yo no soy particularmente violento, pero en el instituto aprendí boxeo. Para ello teníamos que pelear con un amigo como sparring. Bien, después de un rato de golpes, realmente quería hacer daño a mi mejor amigo. Podía notar cómo crecía en mí el sentimiento de querer matarle.

¿Significa esto que el sentimiento de matar es innato? En ciertas circunstancias surge ese deseo incluso con tu mejor amigo. Se dan circunstancias bajo las cuales este aspecto de la humanidad prevalece. Pero hay otras circunstancias en que prevalecen otros aspectos del género humano. Si se quiere crear un mundo más humano, hay que cambiar las circunstancias.

- En todo esto ¿qué grado de determinísmo juegan los condicionantes sociales? Pongamos que se es un niño que vive en Somalia en este momento.

- O un niño que vive a dos manzanas de aquí, en Cambridge. El verano pasado un estudiante del MIT, Instituto Tecnológico de Massachussets, fue apuñalado y muerto por un par de adolescentes del instituto local. Estaban practicando un deporte singular: caminaban por el barrio y tenían que encontrar a alguien. Entonces uno de los chicos tenía que golpearle y derribarlo de un solo golpe. Si fallaba el otro chico le golpeaba a él.

Así que estaban caminando y se encontraron con el estudiante del MIT. El chico que debía actuar en esta ocasión le derribó de un solo golpe. Por razones desconocidas también le apuñaló y mató. El chico no creyó que hubiera hecho nada especialmente atroz. Se fueron a un bar la policía los detuvo porque alguien los había visto. No trataron de huir.

Estos chicos han crecido en Cambridge. No en la zona residencial, probablemente en un barrio de la periferia. No en un barrio de Somalia. No creo que los chicos de barrios más sórdidos actuaran de igual forma.

¿Significa que son diferentes genéticamente? No. Existe algo en su medio que hace que esta conducta sea aceptable, incluso natural. Cualquiera que haya nacido en un área urbana lo sabe y toma sus precauciones para no verse envuelto en tales incidentes.

Recuerdo que en mi infancia había barrios vecinos donde te recibían a pedradas si pasabas por allí. Se suponía que no debías ir. Los chicos que defendían esta postura creían que les asistía todo el derecho del mundo. Estaban defendiendo su parcela.

¿Tenían acaso alguna otra cosa que defender?

¿Aquí no puede suceder, verdad?

- Huey Long, un gobernador y senador populista por Louísiano a principios de los años treinta, dijo una vez que sí el fascismo llegaba a este país debería ser envuelto en una bandera norteamericana. Ya ha comentado algo sobre la tendencia al fascismo en éste país. Incluso ha llegado a citar a Hitler para explicar el ámbito familiar y el papel asignado a la mujer.

- La convención de los republicanos, que afortunadamente pude evitar ver por televisión, pero que seguí en los periódicos, empezó a entonar los cánticos que yo he estado estudiando desde sus inicios en los años treinta. Estudié los discursos de Hitler a grupos de mujeres y a grandes multitudes. La retórica era muy parecida a la de la reunión «Dios y Patria» que se celebró la primera noche de la Convención republicana.

No me tomo esas similitudes muy en serio ya que el poder se encuentra firmemente asentado en las manos de las grandes corporaciones. Se puede permitir a estos furiosos fundamentalistas chillar sobre Dios, la patria y la familia, pero en realidad están bien alejados de los centros de toma de decisiones.

Quedó claramente demostrado según se iba desarrollando la campaña electoral. les dieron la primera noche para vociferar. Incluso se les facilitó el aparato del partido. Pero cuando comenzó la campaña propiamente dicha, las aguas volvieron a su cauce.

Pero esta situación puede cambiar. Cuando la gente se aliena y se queda aislada empieza a desarrollar actitudes irracionales y autodestructivas. Quieren algo en sus vidas. Tienen que identificarse de alguna forma. No quieren estar solamente pegados al televisor. Si se les niegan posibilidades constructivas, volverán su mirada a otros enfoques.

Es un fenómeno que también se puede apreciar en las encuestas. Estuve estudiando el trabajo de un sociólogo norteamericano, publicado en Londres, en el que se comparaban las tendencias religiosas de la gente en varios países. las cifras eran sorprendentes. Las tres cuartas partes de la población norteamericana creía en los milagros religiosos. El número de los que creían en el diablo, en la resurrección, en un dios que hace y deshace es igualmente espectacular.

Esas cifras no se repetían en cualquier país industrializado del mundo. Para encontrar algo semejante hay que dirigirse a las mezquitas iraníes o a las ancianas de Sicilia. Éste sigue siendo el perfil de la sociedad norteamericana.

Hace un par de años se realizó una encuesta para determinar lo que la gente opinaba sobre la evolución. El porcentaje de gente que creía en las teorías de Darwin rondaba el 60%, no hay margen, pues, a ningún error estadístico significativo. Aproximadamente la mitad de la población creía en la doctrina católica de que Dios había creado al hombre. El 40% pensaba que el mundo había sido creado hace unos pocos miles de años.

De nuevo hay que dirigirse a una sociedad pretecnolóica, o a sociedades profundamente agrarias para encontrar unos datos como estos. Esos son los sistemas de creencias que se impulsan en las reuniones tipo «Dios y Patria».

El fundamentalismo religioso puede llegar a ser un fenómeno a tener muy en cuenta. Puede constituir la base de un movimiento de masas francamente peligroso. Los líderes fundamentalistas no son estúpidos. Disponen de grandes cantidades de dinero, están organizados y se mueven en la dirección correcta, empezando por tomar el control de pequeñas organizaciones locales donde es más difícil advertirlos.

En la última elección se produjo un fenómeno alarmante que llegó a ocupar las portadas de los periódicos. En muchas partes del país, fundamentalistas de extrema derecha se han presentado candidatos sin identificarse. No cuesta demasiado trabajo lormalizar la candidatura. la gente no prestará demasiada atención. No hay que decir quién eres realmente. Se aparece por ahí con una cara amable y una gran sonrisa diciendo: «Me voy a ocupar del futuro de tus hijos». Mucha gente los votará.

Muchos candidatos han sido elegidos a través de las campañas organizadas por las estructuras locales, una vez que se hicieron con su control. Esto lleva aparejado un cierto tipo de poder carismático a la persona que afirma «soy vuestro líder, seguidme». Es peligroso. Estamos avanzando hacia el pasado.

- También se ha producido un gran incremento del fundamentalismo en los medios de comunicación, especialmente en los electrónicos. No se puede recorrer el país sin advertirlo.

- Comenzó años atrás. Recuerdo una vez viajando que puse la radio. En cada emisora que pude sintonizar había un ministro fundamentalista predicando. Ahora es mucho peor y además está la televisión.

La paradoja de Hume

- Usted ha afirmado que desde 1776 el verdadero drama ha sido «el ataque sin tregua de los pocos prósperos sobre los derechos de los muchos desposeídos». Quisiera preguntarle sobre los «muchos desposeídos». ¿Les quedan cartas por jugar?

- Ciertamente. Han salido victoriosos de muchas batallas. El país es mucho más libre de lo que era hace 200 años. Por lo menos no tenemos esclavos. Es un gran cambio. La meta de Thomas Jefferson, un liberal de izquierda, era crear un país «libre de sangre mestiza», es decir sin indios de piel roja, sin negros; sólo blancos anglosajones. Esto era lo que querían los liberales de izquierda.

No tuvieron éxito. Se desembarazaron de gran parte de la población nativa, casi los «exterminan», como se decía por aquella época, pero no pudieron deshacerse de los negros, y al cabo del tiempo tuvieron que incorporarlos de algún modo a la sociedad.

La libertad de palabra se ha extendido por todas partes. Ciento cincuenta años después de la revolución las mujeres pudieron votar. Los trabajadores acabaron por conquistar algunos derechos, después de una sangrienta guerra en la década de los treinta, con 50 años de retraso respecto a Europa. Se están perdiendo paulatinamente después de esa fecha, pero la conquista se realizó con intención de que perduraran.

En muchos sentidos grandes grupos de la población han sido integrados a un sistema de bienestar relativo y de libertad relativa, a menudo casi siempre fruto de la lucha popular. De manera que la población en general dispone de cartas que jugar.

Esto es algo que el filósofo inglés David Hume señaló hace un par de siglos. En su teoría política señalaba la paradoja de que en cualquier sociedad la población se somete a los gobernantes, aunque la fuerza reside siempre en las manos de los gobernados.

Los gobernantes sólo pueden dirigir un país si controlan las opiniones, no importa de cuántos fusiles dispongan. Esto es así incluso en las sociedades despóticas, o en las más libres. Si el pueblo no acepta las cosas, sus gobernantes están acabados.



Esta teoría subestima el papel de la violencia, pero, no obstante, expresa realidades tangibles. Hay una batalla constante entre la gente que rechaza aceptar la dominación y la injusticia y los que tratan de imponerlas.

- ¿Cómo quebrar el sístema de adoctrinamiento y propaganda? Usted ha dícho que es casi imposible hacerlo individualmente, que es necesario actuar colectivamente. ¿Qué impide a la gente asociarse?

- Hay poderosos factores implicados. Todo el mundo vive dentro de un sistema cultural y social que tiene ciertos valores y ciertas oportunidades. Asigna costos a ciertas formas de acción y beneficios a otras. Se vive en él, es inevitable.

Vivimos en un sistema que asigna beneficios a los esfuerzos que se dirigen a lograr ventajas individuales. Pongamos que soy el cabeza de familia, hombre o mujer. ¿Qué hago con mi tiempo? Tengo 24 horas al día. Tengo niños a los que cuidar, y un futuro del que preocuparme. ¿Qué hago?

Una posibilidad es dedicarme en exclusiva a mi jefe y ver si puedo obtener un dólar más por hora. O quizá pegar una patada en la cara a alguien que pase a mi lado; no hace falta hacerlo físicamente, existen mecanismos en la sociedad capitalista para hacerlo figuradamente.

Otra posibilidad es dedicar mis tardes a tratar de organizar a otra gente, lo que me llevará a pasarlas en reuniones, formar parte de piquetes y sostener una larga lucha en la cual seremos golpeados por la policía y algunos perderán su trabajo. Al final hemos conseguido reunir a cierta gente de forma que podamos decir que hemos alcanzado una pequeña victoria, que puede ser o no mayor que la que hubiéramos conseguido siguiendo métodos individualistas.

En determinados juegos, este tipo de situación se llama el «dilema del prisionero». Se puede tratar de presentar las cosas como si fueran «juegos», es decir, tratar de provocar interacciones mediante las cuales cada participante gana más si otra persona participa colaborando contigo. Si la otra persona trata de maximizar su propio beneficio, pierde.

Voy a explicar un caso sencillo, el de ir en coche al trabajo. Puede llevar más tiempo ir al trabajo en metro que en coche. Si todos fuéramos en metro y si se invirtiese en él, en lugar de en carreteras, todos iríamos en metro y más rápidamente. Pero tenemos que ir todos. Si hay un sector de gente que sigue utilizando el coche, se seguirá invirtiendo en el transporte privado en lugar del público.

Si todos nos empeñamos en hacer las cosas de otra forma, todos seremos los beneficiados. los costes que pueden suponer a una sola persona hacer que se trabaje en grupo pueden ser elevados. SóIo si mucha gente empieza a trabajar unida, y de manera seria, se pueden alcanzar importantes beneficios.

Este esquema ha funcionado en casi todas las luchas que se han llevado a cabo. Supongamos que se sea el chico negro de 20 años del Instituto de Atlanta en 1960. Se tienen dos opciones. Una consiste en decir: «Voy a intentar conseguir un empleo en otra parte. Quizá alguien quiera contratar a un gerente negro. Seré humilde y servil. Así puede que llegue a vivir en una casa de clase media».

La otra sería afiliarse al SNCC, Comité de Coordinación de Estudiantes No violentos, un grupo que luchaba por los derechos civiles de los negros en 1960, en cuyo caso se corre el riesgo de ser asesinado. Con seguridad me difamarán y golpearán. Durante un largo periodo tendré una dura existencia. Quizá al final se consiga apoyo suficiente para que yo y mi familia vivamos mejor.

Es dificil tomar una decisión como la que adoptó este muchacho, dadas las alternativas posibles. La sociedad está estructurada de forma que fuerza a los individuos a tomar decisiones de tipo individual. Es realmente significativo que muchos jóvenes elijan la segunda opción, sufran por ello y ayuden a crear un mundo mejor.

- Usted ha apuntado que hay encuestas que señalan que el 83% de la población contempla el sistema económico como «una desgraciada herencia». Pero esto no se traduce en nada.

- Sóio se traduce en algo si la gente esta dispuesta a hacer algo. Esto es así tanto si se habla de asuntos generales, como esa pesada herencia económica, como de cosas de menor rango.

Tomemos por caso la sanidad pública. En público nadie reclama el sistema «canadiense». Un sistema extendido por todo el mundo, un sistema de sanidad pública eficiente, organizado y estatal, que garantiza a todo el mundo la salud, y si está mejor organizado que el canadiense, contempla también la salud preventiva.

Y de acuerdo con las encuestas dos terceras partes de la población está a favor, aunque apenas se oiga a alguien defenderlo. ¿Alguien toma medidas? No. Tiene que haber algún tipo de empresa sustentada por las aseguradoras que se toma las necesarias molestias para que nadie ponga en cuestión los enormes beneficios de las compañías aseguradoras y la medicina privada.

Sólo hay dos maneras para conseguir el sistema de salud que la mayoría de la población desea. Una requiere movilizaciones populares de consideración, lo que significa profundizar la democracia, algo que nadie en el poder desea, o que las grandes empresas decidan que este sistema es conveniente para ellas. Podría ocurrir.

El sistema actual, burocratizado y extremadamente incompetente, diseñado para beneíiciar a un solo sector de las compañías médicas privadas, puede estar dañando los intereses de otros sectores. las aseguradoras del sector del automóvil están pagando aquí en concepto sanitario, más que en otros países. Lo saben. Podrían presionar para conseguir un sistema más eficiente que rompa con el actual basado en el sistema capitalista.

Las páginas de opinión y las amenazas de muerte

- El periodista canadiense David Frum le ha llamado «el gran chiflado norteamericano». Creo que todo arranca de cuando Martin Peretz de New Republic le situó «al margen de los límítes de la responsabilidad intelectual». Frum también dijo que «había un tiempo que las páginas de opinión de The New York Times eran su coto» ¿Me he perdido algo?

- Pues creo que también yo. Recuerdo que una vez The New York Times publicó algo mío. Creo recordar que fue en 1971. Fue en el período en que las grandes corporaciones, y más tarde The New York Times decidieron que era mejor retirarse de Vietnam, porque nos estaba saliendo demasiado caro.

Testifiqué ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. El senador Fulibright consiguió cambiar el rango del Comité hasta reducirlo a un seminario. Estaba muy disgustado por la guerra y por la política exterior norteamericana de esa época. Me invitó a testificar, lo que me pareció adecuado. Entonces fueron a publicar....

- Parte de su Intervención. No fue un artículo que usted había escrito para el Times.

- Quizá lo repasé un poco previamente, pero esencialmente era parte de mi testimonio ante el Comité. Ésa es la verdad, el Times publicó parte de mi testimonio ante el citado Comité.

- ¿Y en eso consistía su «coto» en el New York Times? Y respecto a la sección de Cartas al Director, ¿cuántas le han publicado?

- Ocasionalmente cuando alguien me calumnia y las mentiras se publican en ese medio, escribo. Habitualmente no publican las cartas. Una vez, quizá más, estaba tan furioso que me puse en contacto con un amigo que trabajaba allí para que ejerciera algún tipo de presión y se publicara mi respuesta.

Pero a veces, se limitan a rechazarlas. En la sección de crítica de libros de ese mismo periódico, se publicaron una buena serie de mentiras podridas sobre mí y los khemeres rojos. Escribí una breve carta respondiendo y se negaron a publicarla. Me quedé estupefacto y volví a escribir, y entonces si recibí respuesta. Me ofrecían publicar una carta distinta, una que mereciera su aprobación.

- David Frum no puede dejar de derramar alabanzas sobre su persona. Dijo que «sus puntos de vista son exactamente iguales a los que vende puerta por puerta Lyndon LaRouche y el Christic Institute». Usted se vio envuelto en un serio incidente con los «Laruchitas» que ha mencionado en varias conferencias.

- Fue tan serio que fui amenazado de muerte. He estado realizando un estrecho seguimiento de ese grupo, en parte porque conocía a algunos de los chicos implicados, eran hijos de amigos personales.

El grupo surgió de la huelga de la Universidad de Columbia de 1968. Originalmente se llamaba Convención Nacional de Comités de Trabajadores, un grupo marxista de gente joven y seria que iban a vivir en barrios de clase trabajadora y a tratar de organizarlos. Puede gustar más o menos pero es algo perfectamente racional.

Este tipo, Lyndon LaRouche, que ha tenido otros 10 nombres más, era el gurú. Al principio parecía el típico ex-trotskista. Al cabo de un cierto tiempo se podía advertir lo que estaba pasando. Los chicos habían renunciado a sus vidas, a sus carreras, y el único territorio que frecuentaban era el que les rodeaba. Su gurú empezó a introducir progresivamente teorías absolutamente disparatadas en su ideología. Lo hizo poco a poco.

A cada paso todos los componentes del grupo, chicos de 19 años, tenían que tomar una decisión: ¿Voy a continuar con esto o voy a desperdiciar mi vida? Gran cantidad decidió continuar adelante. En poco tiempo estaban vagando por la estratosfera. Las posiciones del grupo eran tan absurdas y perniciosas que no pueden siquiera describirse.

Entonces se volvieron violentos. Comenzaron lo que denominaron «operación limpieza». Iban a conquistar la hegemonía en el sector de la izquierda, acudiendo a sus reuniones y pegando con un bate de béisbol a los congregados. Al principio de la «operación» nadie sabía qué hacer pero luego pensaron, vale, volveremos con unos bates de mayor tamaño.

Lo siguiente consistió en montar una verdadera red de extorsión. Gran parte de los chicos pertenecían a la clase media. La idea consistía en acudir a sus padres y pedirles que dieran dinero a LaRouche, o se convertirían en enemigos de la raza humana, fascistas objetivos, y nunca les volverían a ver el pelo.

Esto duró un tiempo. Empezaron a acercárseme algunos padres durante mis charlas. Recuerdo una pareja, él tenía una pequeña tienda no sé dónde, y me contaron lo que les decían sus hijos. Me preguntaron qué debían hacer.

Habitualmente no suelo dar consejos. Esta vez me dije si queréis la verdad os diré la verdad. Una semana más tarde recibí un mensaje que decía: «Nuestro Servicio de Inteligencia se ha enterado de que Vd. anda esparciendo rumores sobre el partido. Dispone de una semana para rectificar y librarse de los cargos». Estaba Firmado por el Comité del Servicio de Inteligencia de los Trabajadores, o algo por el estilo. Lo tiré a la papelera.

Poco después, su periódico empezó a publicar una serie de enloquecidos ataques personales. El más gracioso fue un panfleto que sacaron para el Bicentenario, el 4 de Julio de 1976. Se titulaba Comandantes Terroristas. Aparecían fotos de mi persona y de Mark Raskin. Era increíble. Se nos describía como agentes de la KGB, la CIA, la OLP, la reina de Inglaterra y el Instituto Tavistock y de cualquier otro organismo que, en ese momento, estuviera conspirando contra ellos. Añadían que estábamos planeando poner bombas atómicas en las principales ciudades de Estados Unidos coincidiendo con el Bicentenario.

Conseguí otro muy parecido en agosto, un mes más tarde. Seguían afirmando que en un mes más cometeríamos los atentados. Estaba en el parabrisas de mi coche, y tenía añadida una amenaza de muerte.

No voy a entrar en detalles de lo que sucedió luego. Supe quién era el responsable y hablé con sus padres. No volví a saber de ellos durante cierto tiempo. Luego comenzaron de nuevo.

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