Libertad y Democracia

 

DE LA CUARTA REPÚBLICA DE CUBA (Primera parte)

 

Por Pablo Felipe Pérez Goyry.
Periodista Independiente Cubano.
Página personal: http://es.geocities.com/libertadeopinion/

 

  AVERIGUAR, EXAMINAR O INQUIRIR cuidadosamente algo y sus circunstancias, es el propósito al tratar de reseñar la historia de las repúblicas cubanas.

“La República (del latín res publica, ‘la cosa pública’), forma de Estado basada en el concepto de que la soberanía reside en el pueblo, quien delega el poder de gobernar en su nombre a un grupo de representantes elegidos. En la práctica este concepto ha sido, sin embargo, ampliado, distorsionado y corrompido de diversas formas, por lo que se hace difícil dar una definición unívoca del término”1.

Así las cosas, con la autorización del comprensivo lector, creo estamos en condiciones de desapolillar y escudriñar en la memoria histórica cubana, lo que han sido las tres repúblicas, antecesoras de lo que será una cuarta después de la transición, cuando con libertad el pueblo cubano pueda democráticamente tomar parte en el gobierno.

No es un secreto, de que por mucho tiempo y fundamentalmente a lo largo del siglo XIX, Estados Unidos de América tubo en su agenda de política exterior, buscar la mejor manera de controlar y sacar provecho de Cuba. No faltaron intentos expedicionarios y hasta intentaron comprarla. Finalmente, la fruta estuvo madura, cuando los cubanos estaban a las puertas de ganar la guerra y de liberarse de España. Estados Unidos de América, crea las condiciones ―voladura del acorazado Maine, anclado en la bahía de La Habana― y se entrometió en la guerra.

En diciembre de 1898, se firma el tratado que pone fin a la guerra y al dominio español, no se tiene en cuenta a los cubanos. Un gobierno militar de Estados Unidos gobierna a Cuba hasta 1902. Se dice que es cuando “comenzó a devolver la prosperidad a los cubanos, pero también impuso términos que limitaban seriamente su independencia”.

La historia da fe, no hay dudas, de Cuba pasó de estar sometida a los españoles, a la tutela intervencionista de los Estados Unidos de América. La sentencia del apóstol, José Martí, se había hecho realidad.

  Las tres Repúblicas

    Cuba se convierte en República en 1902, aunque no es un secreto de se trató de una formalidad. La inmadura democracia, hasta 1959, estuvo violentada por el pillaje, el gangsterismo político y la descomposición. Para los estudiosos del tema, la joven república era un feudo de Estados Unidos de América, y por décadas las riendas del poder político y económico se manoseaban a través de presidentes polichinela y dictadores que estaban sometidos al embajador de Estados Unidos y al gobierno de turno en Washington. Algunos desaprueban esta condición de la república, para otros es un período de la historia que denominan como el de la “seudo república”.

    Cuando Tomás Estrada Palma, asumió el poder como primer presidente de Cuba en, 1902, las tropas de Estados Unidos de América comenzaron a abandonar el país, no sin antes dejar en la Constitución cubana la “Enmienda Platt”. Este apéndice en la constitución cubana, daba a Estados Unidos de América el derecho a intervenir en la isla “para mantener un gobierno que velara por la protección de la vida, la propiedad y las libertades individuales”. Enmienda que utiliza en 1906, cuando regresan, tras las revueltas acontecidas después de unas elecciones irregulares. Esta intromisión estuvo dirigida por un gobernador estadounidense hasta 1909.

    Los cubanos nunca aceptaron esta sombra, “que reducía la independencia y la soberanía de la República”, y en más de una oportunidad se manifestaron contra la enmienda. Con todo, los cubanos no tenían más opción que hacer la vista gorda, porque el gobierno de estadounidense había dejado claro que Cuba sólo podía ser una república tutelada o no ser. La enmienda se deroga en 1934, salvando la cláusula que permitía a los EE.UU. conservar su base naval en Guantánamo.

    Cierto o falso, el control estadounidense condicionó a Cuba, a estar encadenada económicamente al imperio. Una prueba es el Tratado de Reciprocidad, firmado en 1903, donde se declaraba que Estados Unidos podía comprar el azúcar cubano a tasas preferenciales, a cambio de que las importaciones de Estados Unidos, para entrar en la isla, disfrutaran de un régimen favorable de aranceles e impuestos: Esto significó de Cuba se distinguiera por el desbordamiento de productos y propiedades estadounidense como la energía eléctrica, los ferrocarriles y la compañía de teléfonos. Según estadísticas de la época, hacia 1950, el ochenta por ciento de las importaciones provenían de Estados Unidos. El archipiélago era el territorio más conquistado por el sistema de vida estadounidense, en todo el mundo.

República gobernada por corruptos y dictadores

    Hasta mediados de los veinte, del siglo pasado, Cuba vivió la experiencia de estar frágilmente gobernada y con hábitos corruptos. Por estas fechas, lo más execrable ocurriría con la llegada al poder del general Gerardo Machado, que comenzó su primer mandato en 1924, considerado por algunos como el de mayores logros. Se transforma en 1928 en un dictador criollo, que se certifica por la crueldad de sus crímenes y la censura. Después, de una huelga general y con la colaboración de Estados Unidos, Machado dimite, en 1933.

    Después de Machado, el poder pasó rápidamente a varias figuras de la política y sociedad civil. Empero, la figura que se destaca es la del militar, Fulgencio Batista, un sargento de ejercito, que había ascendido a coronel en una semana. Batista, un mulato de clase trabajadora, gobernaría Cuba, directa o indirectamente y con el respaldo de Estados Unidos, durante de los siguientes años. Como hombre fuerte, apoyándose en presidentes que le servían de fachada, gobernó hasta 1940. De 1940 hasta 1944, gobernó como presidente electo. Posteriormente, desde 1952 a 1959, inmediatamente de un golpe de Estado, gobernó como autentico dictador.

    A pesar de todo, algunos califican a Fulgencio Batista como un patriota que introdujo normas positivas. Se dice que “legaliza los sindicatos y el partido comunista, introdujo la distribución de la tierra y llevó a cabo una reforma del sistema de bienestar”. Para otros es símbolo de la desvergüenza y brutalidad, pues, sólo quería los dineros de las arcas del Estado, para él y sus secuaces (unos 300 millones de dólares de 1959), y para lograrlo aprovechó cualquier medio, sin interesarle la irracionalidad que fuera necesaria. Tiene la palabra amiga, amigo... ¡NAMASTE! [Fin 1 de 2].  
                                                   

  1. “La República”. Microsoft® Encarta® 2007 [DVD]. Microsoft Corporation, 2006.

 

Ciudad de la Eterna Primavera,  24 de septiembre de 2007.
©Derechos Reservados: Pablo Felipe Pérez Goyry.

 

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