Título original: National Missile Defense
Autor: Noam Chomsky
Origen: American Prospect
Traducido por Pedro Edu Hondo y revisado por Cristina Feijoo
Teniendo en cuenta los resultados del reciente test, ¿debería el Presidente Clinton pedir al Pentágono que siga adelante con el sistema de defensa anti-misiles?
Preferiría responder a una reformulación leve de la pregunta. Creo que la perspectiva más esperanzadora para el Escudo Anti-Misiles (EAM) es que fallen las pruebas, y que lo hagan muy claramente, porque en el dominio de la estrategia nuclear las apariencias son propensas a ser interpretadas como realidad, por conocidas razones. Si el sistema es desarrollado, como parece factible, China responderá fortaleciendo su fuerza disuasoria, lo cual impulsará a India a hacer lo mismo, y Pakistán, y&hellip
De acuerdo con informes de prensa, una nueva estimación por parte de los Servicios de Inteligencia del Estado predice que el despliegue del EAM desencadenará una acumulación de misiles nucleares por parte de China, India, y Pakistán, con una ulterior propagación en Oriente Medio. Rusia asumirá que tal sistema puede ser rápidamente mejorado y por tanto también lo estimará como una amenaza de primer orden. Como muchos han observado, "la única respuesta racional al EAM" por parte de Rusia "sería mantener -y reforzar- la fuerza nuclear rusa existente" (Michael Byers), socavando las esperanzas de un desarme nuclear.
El presidente del Stimson Center, Michael Krepon, comenta que la diferencia entre los arsenales de Rusia y EE.UU. es tan grande que "los rusos están a un nivel en el que ven escaparse a los norteamericanos" y es probable que reaccionen consecuentemente. Los negociadores estadounidenses han animado a Rusia a adoptar una estrategia de advertencias antes de los lanzamientos, para aliviar sus preocupaciones e inducirles a aceptar el EAM y la revisión del Tratado Anti-Misiles Balísticos, una propuesta que es "bastante extraña", comentó un experto, porque "sabemos que su sistema de prevención está lleno de agujeros" (John Steinbruner). En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tratado de No-proliferación (TNP) en Mayo, hubo una amplia condena del EAM sobre la base de que podría socavar décadas de acuerdos en materia de control de armamento y provocar una nueva carrera armamentística.
La amenaza para Estados Unidos, y para el mundo, parece clara y intolerablemente alta. Las preocupaciones globales no son aliviadas por otras posturas estadounidenses. El pasado Noviembre, los Estados Unidos bloquearon una resolución de la Asamblea General de la ONU oponiéndose a las armas espaciales. Fue aprobada con 138 votos a 0, con las únicas abstenciones de Estados Unidos e Israel. Se anunció recientemente que los EE.UU. están renovando más de 6000 cabezas nucleares, casi el doble de lo que está permitido desplegar bajo el Tratado Start II, rechazando las iniciativas rusas de reducir el número de cabezas nucleares hasta 1500 en futuras conversaciones. Actualmente los EE.UU. mantienen una postura de advertencias y lanzamientos, con la opción de golpear primero incluso contra los estados no nucleares que han firmado el TNP.
Otras decisiones recientes son también seguramente consideradas como nefastas en la mayor parte del mundo: por ejemplo, la resolución sobre la producción de tritio utilizando para ello por primera vez instalaciones civiles, traspasando ilegalmente la barrera entre uso militar y civil &ndashotro golpe al TNP. Pocos, incluyendo los aliados, toman seriamente la alegada preocupación sobre los "estados terroristas". Los estrategas militares canadienses concluyeron el pasado Noviembre que el objetivo del EAM se justifica "más por preservar la libertad de acción EE.UU. / OTAN que porque EE.UU. tema realmente una amenaza norcoreana o iraní", de acuerdo con los documentos informativos obtenidos bajo la Carta de Acceso a la Información de Canadá. Me parece que la mayor esperanza para el mundo es una prueba inequívocamente fallida.
Este artículo fue publicado por primera vez en America Prospect Online en http://www.prospect.org/
Fue una contribución al simposio de American Prospect sobre el Escudo Anti-Misiles.