EL TIMO DE LAS "3Rs"
"3Rs" es la abreviatura
de tres palabras inglesas, Refine - Reduce - Replace (Refinar,
Reducir, Reemplazar) que se usa en relación a los experimentos
con animales.
Esta teoría fue creada en 1.959 por los vivisectores ingleses
W.S. Russel y R.L. Burch, dadas a conocer en su libro "The
Principles of Human Experimental Techniques" (Los principios
de las técnicas experimentales humanitarias), que como revela su
propio título, es una mera intención de continuar con los
experimentos con animales, pero "humanizándolos". Esta
es la clave del engaño.
Mientras que la vivisección es un mal legal en todo el mundo, y
la lucha contra ella -y contra su poder económico y político-
es larga y dura, muchos pueden sucumbir, aunque sólo fuese por
un período de transición, a una solución intermedia para
"humanizar" esta práctica, intentando que sea menos
cruel. Esperando la abolición, mucha gente piensa que, por lo
menos, es lógico y obligado tratar de aliviar tanto sufrimiento,
pero quienes se conforman con esta ilusión no conocen las
"3Rs", y no han pensado que aquellos que hablan de
corregir o reformar los experimentos con animales, evidentemente
no tienen intención de prohibirlos.
Las "3Rs" son una propaganda masiva, falsa y engañosa, promovida por la industria química internacional en un intento por lavar su imagen. Veremos en qué consiste esto de las "3Rs" y en qué nos están intentando timar:
PRIMERA R: REFINAR
Refinar los experimentos quiere decir reducir el dolor
de los animales con la administración de analgésicos o
psicofármacos y adoptando otras medidas capaces de aliviar el
sufrimiento. El principio en sí, y considerado desde el punto de
vista del bienestar animal, es ciertamente bueno, pero la palabra
"Refinar" debe ser considerada desde una perspectiva
más global, debiendo mirar a los otros aspectos de la
vivisección, especialmente el jurídico. Y precisamente
considerando las leyes vigentes vemos que las "3Rs" -y
en particular la primera, Refinar- revelan, sin lugar a dudas, la
trampa, los medios y el objetivo.
La intención es "refinar" los experimentos con
animales y hacerlos "menos dolorosos". Si a un animal
se le han sacado los ojos bajo potentes analgésicos o bajo
anestesia, y si luego se mantiene tranquilo al animal
atiborrándolo de psicofármacos, el experimento ya no es brutal
desde el punto de vista de las "3Rs", sino que es
"refinado", y por eso aceptable.
SEGUNDA R: REDUCIR
Según las promesas de las "3Rs", esta segunda
R significa disminuir el número de experimentos y el número de
animales empleados. La perspectiva es ciertamente atractiva, pero
por desgracia está destinada a quedar sólo sobre el papel, para
las estadísticas, porque como sabemos, sólo se toman en cuenta
los animales utilizados en aquellos experimentos que son
considerados "dolorosos".
Dentro del marco de la Convención Europea para "la
protección de animales de laboratorio", se aprueba también
la realización de múltiples experimentos en el mismo animal,
con tal de que el animal se haya recuperado del primer
experimento o experimentos. Sobre todo, la Convención recomienda
múltiples experimentos porque afirma que de esta manera se puede
disminuir el número de animales usados (Posición adoptada por
el "Comité de Investigación" del Consejo de Europa,
25 de mayo de 1.986). La misma postura se adoptó en varios
países auropeos, optando por un ahorro en los gastos de
materiales.
Desde hace años existen en varios cantones de Suiza -y en otros
muchos países- centros donde se curan a los animales ya
viviseccionados para enviarlos otra vez a los laboratorios. Uno
de estos sitios es la granja Stiegenhof, situada a las afueras
del pueblo de Oberenbrach (XH), escondida entre bosques y
colinas. En los ochenta la Oficina Cantonal Veterinaria de
Zúrich autorizó la construcción de este centro destinado a
alojar a los animales viviseccionados por algunos laboratorios de
la universidad. Allí los animales son tratados y luego enviados
de nuevo a los laboratorios. Esta "granja" está
rodeada de redes de protección y alambrada electrificada. Bien
camuflada como una granja, posee varios caballos pastando
apaciblemente en los prados que rodean los búnkers, pero el
aspecto es siniestro y los búnkers están llenos de perros que
ladran cada vez que alguien se acerda.
En 1.989, el periódico La Suisse, a pesar de decir que
"todos los animales eran sacrificados al final del
experimento", afirmó que "Son mantenidos vivos sólo
aquellos animales que pueden servir para otro experimento".
Esto es una clara contradicción, pero como esta hay muchas.
También la Oficina Veterinaria Federal puntualiza: "La
mayoría de los monos se mantienen en el estabulario durante
muchos años con el fin de realizar investigaciones. A causa de
que los monos son usados en diferentes experimentos, los mismos
monos son incluidos repetidamente en las estadísticas"
(Pressemitteilung, del Bundesamt für Veterinärwesen, Dr. med.
vet. Andreas Steiger, pág. 1). Téngase en mente que los monos
son los "animales de laboratorio" más caros.
Claro que de esta forma el número de animales usados es mucho
menor, a expensas de utilizar a un mismo animal para varios
experimentos. Pero el número de experimentos, visto desde la
misma perspectiva, de ningún modo es menor, al contrario, en
vista del gran número de autorizaciones otorgadas, hay razones
para suponer que el número de experimentos podría haber
aumentado, con un relativo aumento en el número de animales
usados. Tenemos por ejemplo el caso de los datos recientes de
experimentos del Reino Unido, cuna de las "3Rs": en el
2.002 se incrementó un 4% el número de experimentos con
animales. También se incrementó en un 3,3% el número de
animales usados, y en un 5% el número de experimentos sin
anestesia. En el año 2.000, los procedimientos usando animales
se habían incrementado un 2% con relación al año anterior.
Nótese además que el número de animales usados suele ser
inferior al número de experimentos realizados, lo que quiere
decir que se están reutilizando animales. Ejemplo: tabla de
experimentación con animales en el Reino Unido en el año 2.000:
ESPECIE | NÚMERO DE PROCEDIMIENTOS | NÚMERO DE ANIMALES UTILIZADOS |
Ratón | 1.606.962 | 1.605.722 |
Rata | 534.973 | 524.168 |
Conejillo de indias | 57.680 | 56.358 |
Hámster | 7.655 | 7.275 |
Conejo | 39.683 | 27.389 |
Gato | 1.813 | 613 |
Perro | 7.632 | 4.745 |
Hurón | 1.468 | 1.358 |
Otros carnívoros | 714 | 663 |
Équidos | 9.272 | 452 |
Oveja | 36.544 | 16.078 |
Ganado | 7.889 | 6.801 |
(Para más datos a este respecto, consultar "Estadísticas de Experimentación Animal en el Reino Unido", en la sección Vivisección)
Hablar de "reducciones"
y después, simplemente, evocar números es una forma muy
equivocada de proceder. No significa que el número de animales
empleados en vivisección haya disminuido realmente. Una posible
reducción del número de animales podría significar que se han
realizado múltiples experimentos en un mismo animal. Es evidente
la aplicación de una astuta política, dirigida a anestesiar a
la opinión pública, mientras que en realidad no está cambiando
nada, no desde el punto de vista cualitativo ni cuantitativo.
Es más, se sabe que cualquier aumento o reducción en el número
de experimentos con animales no depende ni de criterios
jurídicos ni de programas como las "3Rs". Sin embargo,
el número de experimentos con animales responde a criterios
precisos de orden económico, por lo menos en lo que concierne a
las compañías farmacéuticas o productoras de bienes de
consumo. Es evidente que en los momentos de expansión y
prosperidad, cuando nuevos productos son lanzados al mercado y
éstos tienen que ser probados según los requisitos legales, el
número de experimentos animales aumenta. También aumenta cuando
hay quejas de productos y son retirados provisionalmente del
mercado a causa de los daños que han causado. Entonces el
productor repite las pruebas en animales como aval para poder
vender de nuevo el producto, quizás sólo tras haber cambiado el
nombre y la etiqueta, o tras haber corregido ligeramente la
fórmula. En universidades y en el campo de la investigación
básica, el número de experimentos con animales está en
función de las financiaciones recibidas: importantes finanzas
producen grandes ciclos de experimentos, y viceversa.
Y no dejaremos de lado la competencia, tanto en el campo de la
producción como en el de la investigación básica, la
competencia entre compañías y entre investigadores juega un
papel preponderante. Si dos firmas farmacéuticas que rivalizan
deciden poner en el mercado un medicamento contra la misma
enfermedad, aumentan el número de experimentos con animales:
cada una quiere ser la primera en conseguir un mayor beneficio.
Si dos investigadores que trabajan para complejos industriales
rivales están dedicados a la misma línea de investigación,
cada uno intensifica las pruebas en animales con la esperanza de
llegar a una conclusión antes que el otro. Es, por ejemplo, el
caso del SIDA: la rivalidad entre investigadores franceses y
americanos es bien conocida, como lo es también el gran número
de monos sacrificados. Todo esto es posible gracias a la
disponibilidad de grandes sumas de dinero. Per cuando el dinero
falta, la investigación disminuye y se usan menos animales. Este
último caso es raro pero no imposible.
LA TERCERA R: REEMPLAZAR
Esto quiere decir sustituir al animal de laboratorio por
otros métodos de investigación que no requieran el empleo de
animales. La palabra "sustituir" es impropia, ya que un
error científico como la vivisección no hay que sustituirlo,
sino abolirlo.
Es evidente que la importancia de estos "métodos de
reemplazo", que preferimos llamar "científicos",
es fundamental, a diferencia de los experimentos animales a los
cuales proyectan reemplazar y que son anticientíficos. Es
también evidente que cualquier acción apropiada para promover
el descubrimiento y la aplicación de nuevos métodos
científicos de investigación, que no necesitan animales, es
admirable. El movimiento antiviviseccionista no tiene ninguna
intención de bloquear la investigación, sino que desea fomentar
una investigación veraz, científica y fidedigna que no haga uso
de animales, no caiga en graves errores y verdaderamente
contribuya al progreso científico.
Desde hace décadas, muchos equipos de investigación de todo el
mundo vienen desarrollando técnicas de este tipo en relación
con diferentes áreas de la investigación. Así, los métodos
científicos existen, sólo es necesario aplicarlos. Pero los
vivisectores no quieren, no les interesa, no les reporta tantos
beneficios ni subvenciones. Los vivisectores suelen argumentar
que sólo existe el cultivo de tejidos, que suele ser el primero
que se nombra por parte de los antiviviseccionistas, y los
vivisectores utilizan el cultivo de tejidos como arma arrojadiza,
diciendo que sólo con eso no se va a ninguna parte, pero omiten
deliberadamente los otros miles de métodos científicos
disponibles. Para aplicar estos métodos, los propietarios de los
laboratorios donde se emplean animales tendrían que cambiar sus
equipos y el personal, tirar los costosos aparatos de
contención, las jaulas, los boxes, las masas de operaciones, los
instrumentos quirúrgicos y las instalaciones para los animales,
y comprar aparatos para el cultivo de células y tejidos,
simuladores electrónicos, y una gran cantidad de otros
materiales que todavía no tienen. Pero no les interesa, aunque a
la larga les salga mucho más barato, contratar a personal
cualificado y comprar el material necesario, ya que mediante la
experimentación con animales no cesan de pedir subvenciones, que
en la mayoría de los casos, les son concedidas, para comprar
más y más animales y aparatos de tortura para éstos. Puesto
que a quienes les va tan bien no tienen ningún interés en
cambiar, se puede comprender su repulsa a los métodos
verdaderamente científicos.
Y estos métodos existen, y ya que tembién existe una opinión
pública que es ahora más consciente de los enormes daños
provocados a la salud humana por la experimentación animal y las
sustancias nocivas derivadas de ella, la política
psicológicamente más astuta para seguir empleando animales, y
al mismo tiempo dar la impresión de querer llegar a un
compromiso, es la de la manipulación.
Así, mientras la industria química evita asiduamente emplear
los métodos sustitutivos existentes, estimula las financiaciones
para descubrir nuevos métodos sustitutivos que, por las mismas
razones, nunca serán empleados.
De esta manera, no sólo se engaña a una gran parte de la opinión pública, sino que indirectamente se priva al movimiento antiviviseccionista de considerables fuentes de dinero, que serían empleadas en métodos sin animales. De hecho, hay personas bien intencionadas y mal informadas, que motivadas por un amor sentimental pero no racional hacia los animales, donan grandes sumas de dinero a organizaciones que en nombre de las "3Rs", afirman apoyar la investigación de nuevos métodos sustitutivos, o que incluso, financian a vivisectores que continúan usando animales, pero afirman falsamente querer desarrollar nuevos métodos sustitutivos.
La primera defensora de las "3Rs" es la industria química internacional, como dejó claro con la postura adoptada por la Asociación Médica Americana (AMA), que en 1.988 publicó su "White Paper" (Libro Blanco), en el que la AMA confirmaba el auténtico principio de las "3Rs", tal y como había sido formulado en 1.959 por los vivisectores ingleses W.M.S. Russel y R.L. Burch, poniendo especial énfasis en la tercera R, "Reemplazar" y explicando su verdadero significado: debería entenderse como "alternar" los experimentos animales con otras técnicas y esto sólo "cuando es posible". De ese modo nada cambiará nunca, ya que ningún vivisector estaría preparado para cambiar su método de investigación -en parte porque no saben emplear ningún otro-, y se terminaría perdiendo el tiempo en estériles discusiones, mientras los experimentos animales continúan como antes. Ese es, precisamente, el objetivo perseguido por la industria química. AMA subraya, cuando se refiere a los muchos métodos que no utilizan animales: "Ellos no pueden, ni individualmente ni en combinación con otros métodos de investigación, producir la total sustitución de los animales vivos en investigación, porque no pueden representar el sistema biológico intacto de un animal vivo [el hecho es que sí pueden]. En cada método [sustitutivo] hay alguna deficiencia (...). Como expone el Departamente de Valoración de Tecnología (OTA), sistemas aislados dan resultados aislados, que tienen una escasa relación con los resultados obtenidos de los sistemas integrados en animales completos. (...) No hay alternativas para el uso de animales en la mayor parte de la investigación sobre la salud". ¿Cómo se puede hablar de "sistemas biológicos intactos" y "sistemas integrados" de animales completos? Los disprates científicos de los defensores de la experimentación animal se mezclan, como siempre, con indignantes mentiras. Cualquier organismo torturado y sometido a estrés, angustia y miedo no tiene nada que ver con algo "intacto" o "integrado". Teniendo en cuenta las mutilaciones que se practican en algunos laboratorios, las afirmaciones de la AMA parecen una broma macabra. Pero la intención es clara: puntualizar que un verdadero "Reemplazar" nunca podrá existir, por lo menos... "no hasta que sea legalmente aprobada la total abolición de todos los experimentos con animales, y los investigadores y todos aquellos que los apoyan estén obligados por ley a usar otros métodos de investigación". Métodos que, cualquiera que sea su valr científico, nunca podrán ser tan engañosos con respecto a la ciencia y tan catastróficos para la salud humana como los experimentos con animales.
También en lo que concierne a las otras 2 "Rs" (Reducir y Refinar) la AMA es muy clara. La siguiente afirmación resume lo dicho sobre las "3Rs": "Las mejoras en las técnicas de investigación y desarrollo de métodos alternativos que han reducido el número de animales empleados han sido, en su mayor parte, de estudios que usaban animales". ¿Qué clase de reducciones son esas, si se continúa empleando animales, incluso para desarrollar métodos alternativos?.
La AMA sostiene el uso de dos categorías de animales: los "criados a propósito" (procedentes de criaderos especializados) y los vagabundos, perros y gatos encontrados o abandonados, y ratones de "antecedente" variado y desconocido que, según la AMA, los hace más similares a lo que se puede encontrar en la población humana. El uso de estos animales también serviría, naturalmente, para reducir los gastos de experimentación, porque son, obviamente, más baratos. Esto es una clara invitación para comerciar con animales de laboratorio.
Encuanto al dolor, la afirmación
es previsible: "No es posible proteger a todos los animales
contra el dolor y al mismo tiempo realizar una investigación
significativa". Pero ya se ha encontrado la solución:
"La AMA se opone a cualquier legislación o regulación que
tendiera a limitar la investigación (en animales) y sostiene
activamente todos los esfuerzos legislativos para asegurar el uso
continuado de animales para investigación, haciendo, sin
embargo, todos los esfuerzos para que sean tratados de manera
humana". ¿Y no es acaso este el proósito de las
"3Rs"? ¿Y no es precisamente porque son usadas las
palabras como "humanizar", "refinar",
"reducir" y "reemplazar", que la vivisección
continúa justo como antes?.
Mientras, siguen surgiendo laboratorios por todo el mundo
utilizando animales, y el estribillo sigue y sigue de una década
a otra, mientras las discusiones, los discursos y propósitos
quedan inalterables.
MÁS EJEMPLOS DE ESTE TIMO
En mayo de 1.986 un denominado "Grupo Parlamentario para las Cuestiones relacionadas con los Experimentos Animales" creaba una "asociación" que "reunía al Estado, la industria farmacéutica y las organizaciones para la protección de los animales, con el fin de financiar proyectos de investigación médica con métodos sustitutivos a la vivisección". Cuando se lanzó la campaña publicitaria de la "asociación", se puntualizó que actuarían aplicando la regla internacional de las "3Rs", y no faltaron los estímulos de los vivisectores ni tampoco los de la Oficina Veterinaria Federal. Por consiguiente, se creó una fundación: la Asociación "Fundación Financiera 3R" con sede en Dorfplatz No. 5, en Münsingen (BE). La actividad comenzó en 1.987. El 7 de abril de 1.988, tras recoger los fondos necesarios, la Asociación "Fundación Financiera 3R" anunciaba en un comunicado de prensa que sostendría, durante el año en curso, 11 proyectos de investigación por un total de 750.000 francos. Entre estos proyectos se incluía un estudio "sobre el empleo de perros en experimentos animales en toxicología". El comunicado continuaba: "las pruebas se harán con una aplicación óptima, gracias a la cual se emplearán menos animales, y ellos no sufrirán graves daños, no sentirán dolor ni sufrimiento" (comunicado fechado el 7 de abril de 1.988). Las pruebas de toxicología son muy dolorosas, ya que se intoxica al animal con sustancias nocivas que son introducidas a la fuerza en su organismo, deteriorando el funcionamiento de sus órganos, causando lesiones y quemaduras en los tejidos internos, llagas, úlceras e intensos dolores, que duran hasta la muerte del animal. Pero, en el contexto de las "3Rs" eso, y todo lo demás, son sólo detalles sin importancia que se pueden evitar fácilmente: cuando un animal grita de dolor se le administran calmantes, y cuando no expresa el dolor debido a que ha sido aliviado por los barbitúricos y los analgésicos, se dice que el animal no sufre. En cuanto al "menor número" de perros empleados en estos experimentos, nos preguntamos si esto responde al repetido uso de los mismos animales en múltiples experimentos, a las estadísticas sobre los experimentos "no dolorosos", o a otros factores.
Muchos métodos "sustitutivos" estudiados en el ámbito de las "3Rs" han sido desarrollados a través del uso de animales. Esto explica la palabra "alternativo", utilizada por la industria química, que no quiere renunciar al empleo de animales. La cuestión es que "alternar" implica la idea de continuidad, y muchas veces este continuo empleo de animales en el contexto de programas que quieren hacernos creer lo contrario, demuestra claramente la determinación de continuar con los experimentos en animales. Por supuesto, esforzándose en dar la impresión de querer hacer justo lo contrario.
Además, hasta que las
regulaciones legales que suponen la alegada utilidad o necesidad
de la experimentació animal para la investigación y para la
comercialización de los productos no sean abolidas, los
investigadores y las organizaciones relacionadas con ellos no
estarán interesados en adquirir los conocimientos y las
instalaciones para efectuar otros experimentos. Todos los
programas y leyes que afirman proteger al animal reconocen una
supuesta necesidad de un "mínimo indispensable de animales
empleados", y están formulados de tal manera que permiten
perpetuar estas prácticas hasta el infinito. Además, casi todos
ellos están formulados con el objetivo de censurar los
argumentos de la oposición, la que exige la inmediata abolición
de los experimentos con animales, y es acusada de fanática y
radical, se enfrenta con aquellos que están interesados en
realizar experimentos con animales con una aparentemente bien
considerada política de "pequeños pasos". Los
pro-viviseccionistas rechazan los grandes cambios
"revolucionarios", creando la impresión de que están
a favor de una justa y lógica "evolución".
En realidad, el proceso evolutivo existe, y dentro de algunas
décadas podría ser posible acelerar la abolición espontánea
de los experimentos con animales, sin tener siquiera que recurrir
a métodos "revolucionarios" tales como la inmediata
abolición legal.
En vez de inventar nuevos métodos "sustitutivos", ¿por qué no se aplican los ya existentes? Estos métodos parecen ser importantes cuando aún no se han descubierto, pero pierden toda su importancia una vez que han sido desarrollados.
EMPRESAS E INSTITUCIONES QUE APOYAN EL TIMO DE LAS "3Rs"
Increíblemente hay cientos de
empresas, instituciones e incluso organizaciones de
"protección animal" que promueven el uso de las
"3Rs". Unos, por los motivos antes citados, otros
(entidades "proteccionistas") actuando de buena fe,
pero mal informados, o bien informados, que sólo quieren mejorar
el bienestar de los animales, pero no acabar con los
experimentos.
Los siguientes datos han sido obtenidos de boletines del GTEMA
(Grupo de Trabajo Especializado en Métodos Alternativos):
Sociedad Española de
Toxicología (AET)
Sociedad Española para la Ciencia del Animal de Laboratorio
(SECAL)
Sociedad Española de Experimentación Animal (SEEA)
Sociedad Española de Farmacología (AEF)
Red Española para el Desarrollo de Métodos Alternativos (REMA)
Glaxo Wellcome (además, patrocina reuniones y conferencias sobre
métodos alternativos, envía a sus representantes y pone sus
instalaciones para el desarrollo de estas reuniones. Un poco
evidente la influencia, ¿no?)
ADDA (Asociación para la Defensa de los Derechos de los
Animales)
Procter & Gamble (que ejerce la misma influencia que Glaxo
Wellcome)
L'Oreal (mismo que Procter & Gamble y Glaxo Wellcome)
Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona
(...)
Hay cientos más, que no podemos poner por motivos de espacio, pero en cualquier caso, es una lista orientativa.
Fuentes:
Holocausto, Milly Schär-Manzoli,
ed. ATRA AG STG, 2ª edición.
GTEMA, boletines.
Arkangel for Animal Liberation
British
Union Against Vivisection
LiberAcción