LA GRAN
MENTIRA BLANCA
Por qué la industria láctea etiqueta intencionadamente de
forma incorrecta la grasa contenida en sus productos
[Artículo original de One Step Closer, un grupo educacional canadiense,
con su programa de salud Veggie Power, traducido de la página web http://www.veggiepower.ca/cowfat.htm]
Por Bernie Thimian y One Step Closer
Traducción realizada por Davir Román
Sabemos que los alimentos ricos en grasas son responsables de muchas de
las principales enfermedades que afligen a nuestra población adulta.
Las enfermedades circulatorias, el cáncer, el infarto, la diabetes
y la obesidad son sólo unas pocas. A medida que los consumidores se
hacen más conscientes de esto, buscan productos más bajos en
grasa. Por desgracia, muchos de sus esfuerzos son inútiles puesto que
los fabricantes de productos ricos en grasa intentan ocultar o disfrazar los
porcentajes reales de grasa.
Es posible que la industria láctea no fuera la
primera en hacerlo, pero son los más conocidos por su notable mal etiquetado
en lo referente a porcentajes grasos. Desgraciadamente la mayoría de
los consumidores confían en que lo indicado en las etiquetas es cierto.
Aquí tenéis algunos alarmantes ejemplos,
tal como están etiquetados en las tiendas. La tabla muestra el porcentaje
graso etiquetado en el envase y el porcentaje real.
LECHE
DE VACA
Materia Grasa % (M.G.) - razón
al peso
|
Grasa Real como porcentaje de calorías
|
Leche entera - 3%
|
49%
|
%2
|
35%
|
%1
|
23%
|
Leche desnatada
|
menos del 5%
|
QUESO
DE LECHE DE VACA
Materia grasa % (M.G.) - razón
al peso
|
Grasa Real como porcentaje de calorías
|
37%
|
77%
|
28%
|
70%
|
18%
|
59%
|
7%
|
35%
|
Puesto que la mayoría del peso de la leche es
agua, el peso de la grasa es mínimo comparado con el agua. Pero como
el agua no contiene calorías, las cifras obtenidas carecen de significado.
La industria láctea puede que vaya en cabeza, pero hay otros fabricantes
que la están siguiendo, incluso los productores de aliemntos dietéticos.
De hecho, Schneiders tiene un producto etiquetado como menos de 8% (grasa
real de 44% según calorías).
Hazte consumidor activo - cómo calcular el porcentaje real
de grasa de un alimento
En Canadá y los EE.UU. la mayoría de los productores de alimentos
incluyen un recuadro de información nutricional en el embajale. Allí
encontraremos la información para calcular el porcentaje graso real
del producto.
Veamos cómo calcular la grasa contenida en una
ración típica de queso mozzarella elaborado con leche desnatada
que está etiquetado supuestamente como 7% M.G.
Todo lo que necesitas buscar en el paquete es el número
de calorías por ración, normalmente identificado como:
ENERGÍA...............149
cal.
Después busca la cantidad de grasa por ración,
indicada así:
GRASAS.................5,8
gramos
Esto es todo lo que necesitas para aplicar unos sencillos
cálculos matemáticos.
Primero hay que convertir uno de los número para
que tengamos las mismas unidades a la hora de dividir (recuerda las matemáticas
elementales, no puedes sumar manzanas y naranjas). Sabemos que 1 gramo de
grasa proporciona 9 calorías/gramo, por tanto en el ejemplo anterior
podemos convertir el número de gramos de grasa en calorías.
Por cada gramo de grasa, tenemos 9 calorías. O sea que si tenemos 5,8
gramos, los multiplicamos por 9 calorías/gramo, y da:
5,8 gms
X 9 cal/gms = 52,2 cal.
A continuación dividimos el número de calorías
de grasa por el total de calorías por ración. así, dividiremos
52,2 calorías por 149 calorías:
52,2
cal./149 = 0,35
Después hay que multiplicar por 100 para obtener
el porcentaje:
0,35
X 100 = 35%
Por tanto este producto posee un 35% de calorías
procedentes de las grasas.
Muy superior al 10-20% que deberíamos perseguir. Puede que pienses
que si es tan sólo un condimento será aceptable. Puede que sea
cierto, pero recuerda que la grasa te hace engordar y cualquier ración
extra irá a parar justo adonde tú no quieres que vaya.
Insistimos, nunca deduzcas que el porcentaje graso viene
expresado en calorías por ración. Está expresado (casi)
siempre como porcentaje del peso o volumen. De esta forma los fabricantes
pueden ocultar el contenido graso real de los alimentos.
Artículo extraído de:
¿Lácteos?...no, gracias. David Román y Estrella Villaplana.
LiberAcción
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