LOS
PRODUCTOS LÁCTEOS EN LA DIETA INFANTIL
[Varios extractos del libro "Dr. Spock's baby and child care",
7ª edición, por Benjamin Spock y Steven J. Parker, 1.998. Este
libro de cuidado infantil es el libro más vendido en la historia
tras la biblia. Su autor, el recientemente fallecido Dr. Benjamin Spock,
que lo fue revisando en las sucesivas ediciones desde la primera de 1.946,
incluyó en la última edición la dieta vegana como recomendación
nutricional, incluyendo el rechazo a los lácteos. En español
está publicado bajo el título "Tu hijo", pero esta
última edición todavía no está disponible.]
Traducción realizada por David Román
LA CUESTIÓN DE LA LECHE DE VACA DESPUÉS DE LOS
DOS AÑOS
Ya no recomiendo lo productos lácteos después de cumplir
los dos años. Por supuesto, hubo un tiempo en que la leche de vaca
se consideraba muy deseable. Pero la investigación, junto con la experiencia
clínica, ha obligado a los médicos y nutricionistas a replantearse
esta recomendación. Es un área en la que todavía existen
discrepancias entre los científicos, pero hay varios puntos en los
que la mayoría están de acuerdo.
En primer lugar, otras fuentes de calcio ofrecen
muchas ventajas que los lácteos no poseen. La mayoría de
las hortalizas de hoja verde y las legumbres poseen una forma de calcio
que se absorbe tan bien o incluso mejor que el de la leche. Junto con este
calcio contienen vitaminas, hierro, carbohidratos complejos y fibra, todos
ellos ausentes en general en la leche de vaca. La leche de soja o de arroz
enriquecida con calcio es tan sabrosa con los cereales de desayuno como la
de vaca y no contiene proteínas animales, grasas animales, lactosa
o contaminantes lácteos.
De entrada puede resultar sorprendente observar la
amplia gama de problemas que los lácteos pueden provocar. Los mejor
conocidos, por supuesto, están relacionados con la grasa y el colesterol.
Mientras que la leche y el yogur están disponibles en versiones
desnatadas, la mayoría de los quesos, helados y otros lácteos
son muy ricos en grasas -y se trata de la clase de grasa mala. Las grasas
esenciales necesarias para el desarrollo cerebral se encuentran en los aceites
vegetales. La leche es muy pobre en estas grasas saturadas que fomentan
la obstrucción arterial y problemas de peso a medida que los niños
crecen.
Existen otras preocupaciones sobre los lácteos
también -preocupaciones relativas incluso a los productos desnatados.
Los lácteos pueden dañar la capacidad de absorción
de hierro y pueden causar sutiles hemorragias en el tracto digestivo de los
niños pequeños. Estos problemas, junto con el hecho de que
la leche no contiene prácticamente naca de hierro, puede conducir a
deficiencias de hierro.
Los pediatras a menudo observan que ciertos problemas
de salud son agravados, o incluso provocados, por los lácteos. Son
por ejemplo el asma y otros problemas respiratorios, las infecciones crónicas
de oído, y los problemas cutáneos.
La razón no es necesariamente una reacción
alérgica. No se sabe por qué suceden exactamente estos problemas.
Sin embargo, suprimir los lácteos de la dieta a menudo los elimina.
Finalmente, a medida que los niños crecen,
muchos desarrollarán dolores de estómago, honchazón,
diarrea y gases provocados por el azúcar de la leche (lactosa). Estos
síntomas no son anormales. Son simplemente el resultado de que la
capacidad de digerir el azúcar de la leche desaparece para muchas
personas al final de la infancia. En la naturaleza, los animales no beben
leche tras la infancia, y esa es la regla normal para los humanos también.
Las verduras y legumbres proporcionan una saludable
fuente de calcio, junto con muchas otras ventajas nutricionales, y realmente
hacen del consumo de leche algo innecesario.
Las proteínas de la leche de vaca son a veces
causa de cólicos en los bebés. Ahora los investigadores están
estudiando la relación entre las proteínas de la leche de
vaca y la diabetes juvenil; en estos momentos, esta asociación es
dudosa. La leche también tiene trazas de antibióticos, estrógenos
y otras cosas que un niño no necesita.
No hay, por supuesto, nada malo en la leche materna
-es perfecta para los bebés. Para los niños mayores, existen
muchos productos de leche de soja y arroz e incluso helados no lácteos
que merece la pena probar. Si utilizas la leche de vaca en tu familia, te
animaría a dar una oportunidad a estas alternativas.
¿QUÉ CLASE DE LECHE?
Sugiero usar la leche de soja y otras vegetales antes que la de vaca.
La de soja enriquecida lleva añadido calcio y vitamina D. Proporciona
grasas esenciales pero no grasa animal, y está libre de proteínas
animales y lactosa. Aunque prácticamente cualquier alimento puede
causar sensibilidad o incluso alergias, es menos probable que lo haga la
leche de soja que la de vaca.
Los niños menores de un año necesitan
leche materna o de fórmula. La leche no modificada (en oposición
a las fórmulas) no contiene la proporción adecuada de proteínas,
grasas y carbohidratos, ni suficientes vitaminas y minerales, que el niño
necesita. Esto es también cierto para las preparaciones caseras como
la leche de soja, de arroz o de frutos secos, aptas para niños más
mayores y adultos.
Al cumplir un año, a los niños se les
puede ofrecer ya la leche de soja enriquecida. Elige una enriquecida con
calcio y vitamina D. La enriquecida con vitamina B12 constituye una buena
fuente de esta vitamina para los niños que, tal como yo recomiento,
evitan todos los productos de origen animal.
Los niños menores de dos años no deben
consumir leche desnatada. Todavía necesitan las calorías
concentradas que proporcionan las grasas naturales. La leche de soja enriquecida
es una buena opción.
Artículo extraído de:
"¿Lácteos?... no, gracias". David Román y Estrella
Villaplana.
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